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Esta semana la organización de la Semana Negra de Gijón ha hecho públicos sus finalistas a sus celebrados premios a lo mejor del año anterior en novela negra, no ficción, ciencia ficción y fantasía y, por su puesto, novela histórica. Y como cada año, estoy atento al premio Espartaco a la mejor novela histórica publicada en 2020.
Este año los cuatro finalistas son El cocinero y la ostra, de Lucía Núñez García (Reino de Cordelia), La reina, de Gabriela Saidon (Planeta Argentina), La voz y la espada, de Vic Echegoyen (Edhasa) y Némesis, de Sebastian Roa (HarperCollins Ibérica). Las dos últimas, como sabéis, las destaqué entre mis obras históricas favoritas del año pasado.
Tengo cariño a esta cita como seguidor del género negro y del histórico, como autor (fue uno de los sitios donde presenté mi novela histórica y me trataron estupendamente), y como periodista (entrevisté a Craig Rusell allí, por primera vez). Además, siempre pongo especial atención a este premio Espartaco donde siempre, además de novelas más conocidas, me llama la atención a otras novelas que se me escaparon, como es el caso de las dos primeras finalistas.
Y por cierto, hay que fijarse (y destacar), en primer lugar, la presencia de tres autoras entre los cuatro finalistas y de tres protagonistas femeninas en las cuatro obras. Y en segundo, la originalidad de temas y ambientes de las obras finalistas, que no todo tiene que ser Siglo de Oro, Edad Media y Antigua Roma.
Habrá que esperar a julio para conocer el ganador. Enhorabuena a los cuatro finalistas.
¡Buenas lecturas!
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