Lección de historia a través de los cuadros del Senado

José Calvo Poyato, el presidente del Senado, Pío García Escudero y Chani Henares en el ciclo Arte en el Senado (DAVID CORRAL / SENADO)

Aprender historia de España (o al menos, una versión) a través del arte. Esta es una de las últimas actividades que ofrece el Senado antes de echar el cierre por esta Legislatura. Este martes el presidente de la cámara, Pío García Escudero, inauguró el ciclo de conferencias Arte en el Senado. Un recorrido por la historia, que empareja la valiosa colección de cuadros de tema histórico de la Cámara Alta con historiadores y escritores que irán explicando al público cada uno. El encargado de abrir fuego fue el historiador y escritor José Calvo Poyato con la pintura La conversión de Recaredo, de Antonio Muñoz Degrain.

El presidente del Senado explicó que cuando la Asociación Escritores por la Historia le propuso este ciclo se mostró «en plena sintonía con el espíritu y la actualidad» de la propuesta. Alabó la colección pictórica de la cámara y se lamentó de que no sea «tan conocida como debería».

García Escudero recordó cómo se formó dicha colección en el siglo XIX con estampas que hablaban de las «señas de identidad histórica» españolas. Así pues, destacó que se podía aprender historia del país a través de esos grandes cuadros, como los expuestos en el Salón de Pasos Perdidos donde se celebraba la conferencia, y recordó que «la conciencia histórica es conciencia política, aunque no deba ser politizada».

Del mismo modo, el presidente la Cámara alabó el «papel esencial de los buenos novelistas en la labor divulgativa del pasado, desde Galdós hasta hoy». Y destacó «el creciente interés por el conocimiento de la historia del país, sin vanos triunfalismos ni absurdos complejos y sambenitos«.

En esa línea intervino el periodista, novelista y presidente de la Asociación Escritores por la Historia Antonio Pérez Henares, Chani, quien aseguró que «era hora que los escritores dijeran algo sobre lo que se hace con la historia en España» y coincidió con que «los españoles quieren saber sobre su pasado y sobre ellos. Se ve en los balcones y se ve en las librerías».

Intervino por fin José Calvo Poyato, que parecía sintetizar todos los elementos del acto -como historiador y novelista, pero también con pasado como político-, y trasladó la atención del numeroso público asistente a uno de los muros del Salón de Pasos Perdidos y de allí al siglo VI y la Hispania visigoda.

Calvo Poyato explicó que el espectacular óleo de 20 metros cuadrados se encargó en 1884 al pintor valenciano Antonio Muñoz de Degrain por 15.000 pesetas de la época -un buen dinero, el historiador lo comparó con que el premio Gordo de la Lotería de la época eran 40.000- y el Senado acabó tan satisfecho cuando lo concluyó en 1889 que se duplicó el montante, «caso insólito de reconocimiento a los artistas en este país».

El conferenciante, cuya última novela se titula El último tesoro visigodo y versa sobre el descubrimiento del tesoro de Guarrazar en el siglo XIX, aseguró que «la Hispania visigoda es un momento con mala suerte histórica, emparedado entre la época romana y Al Ándalus» y que se ha enseñado muy mal, «como una lista de 33 reyes de nombre impronunciable, lo que hacía imposible que resultara atractivo».

Calvo Poyato alabó el nivel de documentación de Muñoz Degrain a la hora de trabajar el cuadro, lleno de detalles, y su visión a la hora de componerlo, «similar a la de un novelista: quiso hacer una escena verosímil».

Explicó, del mismo modo, la significación de la estampa representada y por qué el Senado del siglo XIX lo consideraba extremadamente representativo de la historia de España: «aunque no dominaron con igual intensidad todo el territorio, fue la primera monarquía peninsular», insistió Calvo Poyato, que destacó que la conversión de Recaredo al credo romano o niceno (al catolicismo), supuso el fin de las diferencias religiosas entre la minoría goda dominante y la mayoría hispano romana, en un tiempo donde esos asuntos eran importantes, algo que derivaría en el fin de las diferencias legales entre ambos grupos y el inicio de una «igualdad legal» que continuarían los sucesores de Recaredo.

La historia que cuentan los cuadros de tema histórico del Senado se abren para todos -o no, porque las próximas conferencias serán días laborales a mediodía- y en ellas participarán historiadores y novelistas como Juan Eslava Galán, José Luis Corral, Almudena de Arteaga, Jesús Sánchez Adalid o Emilio Lara que, hasta el mes de mayo, disertarán sobre cuadros expuestos en edificio del Senado, algunos tan emblemáticos como Cristóbal Colón en el convento de la Rábida, La rendición de Granada o La Jura de la Constitución por la reina regente María Cristina, de Sorolla. La entrada es gratuita hasta completar aforo, aunque hay que apuntarse en la web.

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