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Entradas etiquetadas como ‘justicia’

Otra vuelta de tuerca

Por Manuel Nogueras Tamargo

Francisco Pérez de los CobosNos enteramos que el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, estuvo pagando cuotas como afiliado al PP, según los papeles de Bárcenas. Sus ingresos al partido político desde 2008 al 2011 de  37,14 euros anuales así lo confirman. Pero aún hay más. El presidente fue nombrado por el PP. La Ley Orgánica 395 del Poder Judicial prohíbe a los jueces pertenecer a partidos políticos.

Mi pregunta es la siguiente y con respeto a los demás jueces que ejercen profesionalmente basándose en su imparcialidad: ¿quién va a creer en la justicia cuando el presidente del máximo órgano judicial, que se supone que debiera ser imparcial, no conoce las leyes del ordenamiento jurídico? Esto supone otra vuelta de tuerca al Estado democrático de derecho, que poco a poco se va quedado sin rosca en el tornillo.

Aburrido y asqueado de la tomadura de pelo

Por Ángel Villegas Bravo

Me aburre tanta tertulia, donde algunos de los tertulianos demuestran escaso respeto por sus interlocutores, se quitan la palabra unos a otros y defienden lo indefendible con un cinismo que espanta. Algunos, voceros del Gobierno del PP, demuestran una falta de imparcialidad y un partidismo indignos de alguien que se llame periodista. Porque se pueden defender las ideologías que se quiera, pero no se puede decir que lo blanco es negro.

Me aburren los torpes intentos de TVE y de Telemadrid por hacernos comulgar con ruedas de molino y por volver a las teorías conspiracionistas; me aburren los/las periodistas de cámara, haciendo funciones de acompañamiento y orientando los contenidos de los programas en la dirección que le place a los que gobiernan. Políticos cansados

Me aburre y me asquea que los que antes se referían con desprecio a las fotocopias de los papeles de Bárcenas y tachaban todo ese feísimo asunto de corrupción como mentiras, ahora lo llamen «golfo que ha engañado al Partido Popular».

Me llena de indignación la presión sobre los jueces, las artimañas de presentarse como acusación particular para entorpecer la causa contra el acusado, las quejas de los que dicen estar sufriendo acosos judiciales. Estoy más que harto de políticos inútiles, que demuestran una escasa preparación y que tienen como casi único argumento el «y tú más».

Me parece una tomadura de pelo que se tarden lustros en dictar sentencias, que los encausados se escapen, las más de las veces, de rositas y que nadie devuelva la «pasta» que ha robado. Porque todo ese dinero hace falta para aliviar a los parados, para no repagar medicinas, para los desahuciados, para los engañados por las preferentes, para unas pensiones y salarios más dignos, para bibliotecas, para no subir las tasas universitarias de manera indecente, para becas, para la sanidad y para tantas otras cosas, no sean los privilegios y las mamandurrias de una clase política que (al menos algunos de ellos, con el silencio cómplice de muchos otros) deja mucho que desear.

Las responsabilidades políticas no prescriben

Por María Eugenia

BárcenasEl señor Rajoy nos ha dicho a todos los españoles que el PP está colaborando con la Justicia más y mejor que ningún otro partido político y que no tiene nada más que añadir. Continúa afirmando que habrá que esperar a que se pronuncien los jueces. Yo le diría al presidente: «¡Faltaría más!»

El poder judicial claro que se pronunciará, pero en política hay que responder de la gestión en el Gobierno y en la Administración. Esta responsabilidad no se dirime ante los tribunales, sino en la conciencia y la ética de los políticos, escudados en las siglas de sus respectivos partidos políticos.

La corrupción, venga de donde venga, es sancionable políticamente, incluso sin que tuviéramos que exigirla. Debería de asumirse de oficio ante tanto indicio razonable de trasgresión. Sin embargo, los partidos políticos españoles se hacen los sordos, mudos y ciegos. Si hay algún asunto sobre el que los partidos estén unidos ese es el de la no asunción de responsabilidades políticas. Se ayudan, se protegen y aguantan las filas prietas rogando a Dios que los ciudadanos se hagan un lío, se cansen de tantos casos de corrupción y de tantas mentiras. Pretenden horadar la piedra dura, igual que la lluvia fina termina erosionando la roca. Qué falta de respeto a la ciudadanía.

El injusto 9 en selectividad de mi hijo

Por Teresa M.

Cuando hace cuatro años mi hijo pequeño hizo selectividad, en la Universidad Carlos III de Getafe (Madrid), tuvimos dudas de cómo corrigen los exámenes y ponen la nota; reclamó y no le hicieron ni caso, pero hoy he terminado de comprobar que corrigen como quieren. SelectividadMi hijo mayor, doctor en Matemáticas, ha realizado de nuevo la selectividad este año para empezar otra carrera. Naturalmente se matriculó para efectuar el examen de Matemáticas II. En dicho examen, se pueden imaginar como lo hizo siendo matemático, ha tenido solo un 9; no me extraña que hoy los chicos estén hasta llorando viendo las notas tan injustas que algunos les han puesto.

Juan Lanzas no es Miguel Blesa

Por Francisco Javier España Moscoso

Y podríamos establecer la misma analogía entre el juez Elpidio José Silva Pacheco y la jueza Mercedes Alaya. A saber:

Demos un breve repaso a los procedimientos de ambos jueces. Por un lado, la jueza Alaya mantiene las imputaciones basándose en: primero; las declaraciones del chófer del que fuera director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, que en un alarde auto inculpatorio, dijo que era cocainómano y que compraba la droga con el dinero de los ERE. Segundo: un camello que corrobora lo dicho por este. Tercero: un mensajero que vende al mejor postor y en este caso al periódico de la conspiración del 11-M que Juan Lanzas le daba sobres llenos de dinero que llevaba a un bar cercano a las instituciones de la Junta, sin dar más detalles. Cuarto: en el rastreo del dinero, aparecen solo 80.000€ en la casa de Juan Lanzas, alias “el conseguidor”.

Blesa y LanzasPor otro lado, el juez Elpidio José Silva, está llevando dos procedimientos contra Miguel Blesa; uno relativo al crédito de 26,6 millones concedido a las empresas de Gerardo Díaz Ferrán sin las garantías necesarias y otro proceso abierto por la ruinosa compra por parte de Caja Madrid del banco City National Bank de Florida, que ya ha dejado unas pérdidas de 500 millones al banco; pero resulta que la cosa no se queda ahí porque parece que hay algún correo electrónico que habla de que en la operación sobran 100 millones y está claro que el deber del juez es rastrear dicho sobrante.

Tenemos la costumbre de ensalzar la actitud combativa de ciertos jueces en el desarrollo de su trabajo, pero es notorio que la norma se rompe cuando el justiciable pertenece a esa casta que podríamos calificar como la de “los intocables”, y de ahí que ciertos fiscales actúen como abogados defensores, o que se intente amedrentar a los jueces con la querella por prevaricación.

Y es que ni Juan Lanzas es Miguel Blesa ni Elpidio José Silva es Mercedes Alaya.

 

Prohombres en la cárcel

Por Luis Fernando Crespo

CárcelDíaz Ferrán ya estaba preso, ahora llega Miguel Blesa. La cárcel se puebla de presos “lustrosos”, antes que ellos hubo otros que allí perdieron su prestigio social y algunos que lo mejoraron. Jordi Pujol, al cumplir los 80 años, todavía se acordaba de su estancia en la cárcel. Reconocía que, 48 años después, —a pesar de que no llegó a sufrir los dos años completos de internamiento, durante una etapa histórica en la cual la cárcel otorgaba prestigio, apoyo grupal y hasta representatividad política—, todavía le amargaba su paso por prisión: “antes de entrar era una persona más dúctil, más abierta, más alegre, más franco. Nunca me he recuperado plenamente”. Esto mismo les ocurrió a otros muchos demócratas que, víctimas de la represión franquista, pasaron por las cárceles de la dictadura.

Para superar estas situaciones, tras la aprobación de la Constitución, la primera Ley Orgánica de la Democracia fue la 1/79, General Penitenciaria, que desde entonces intenta humanizar la privación de libertad; y en eso deberíamos estar, hasta convertirla en una oportunidad para la integración social de los penados, tarea propia de la Justicia.

Pero poco a poco las cárceles españolas utilizadas como amenaza, casi universal, contra el terrorismo, la violencia machista, los conductores imprudentes, los jóvenes delincuentes, y otras gentes del malvivir, se han convertido en la sentina de la sociedad de la excelencia que pretendemos ser, urgidas por necesidades políticas perentorias han devenido en almacén de delincuentes, hombres y mujeres marcados de por vida.

No existe una política penitenciaria reconocible, pero esto no causa ningún malestar o inquietud social. Alejando las cárceles de las ciudades hemos conseguido hacerlas invisibles, excepto para quienes las habitamos y las sufrimos: internos y trabajadores penitenciarios, que seguiremos recordándolas amargamente, durante mucho tiempo, después de haberlas dejado atrás. Todo es aparente normalidad y un pellizco a la condición humana de los internos.

¡Ánimo, Ara Malikian!

Por Jose Manuel García Robles

Ara MalikianEspaña, no te reconozco. ¿A dónde te llevan estos políticos que presumen de hacerte más justa, más equilibrada, más cosmopolita, más culta, más artística… ? La realidad es bien distinta.

Este miércoles desayuno con la desafortunada decisión de denegar la nacionalidad española a uno de los mejores violinistas del mundo, Ara Malikian, persona de gran relevancia internacional por quien cualquier país de los que se consideran de primera fila «mataría» como diría Belén Esteban, por tenerle entre los suyos.

Tal vez no es suficiente ser el primer violinista del Real, hacer conciertos y programas de televisión para niños, ir a centros penitenciarios, llenar el Teatro Español, fusionar y dar a conocer el flamenco, a Sarasate y la marca de España por todo el mundo.
No, no es suficiente, vivir quince años aquí, tener residencia legal, tener contratos de trabajo y encima ser empresario. No, no es suficiente para estos políticos que carecen de capacidad e inteligencia para ver más allá de sus narices. Como dice Malikian, «estoy flipado». En este país de quijotes solo triunfan los estafadores, los corruptos y los que no hacen nada.

Desde esta carta mando mi adhesión a este gran concertino que es embajador y caballero, luchador contra los molinos de ignorancia que gobiernan este país. Eres español porque es tu sentimiento y así lo sentimos todos tus admiradores. ¡Ánimo!

Gracias señor juez

Por José Luis

Gracias señor juez por tan breve sentencia.
Pues con tan escaso contenido me la leí en apenas unos minutos.
Gracias señor juez por dedicarle tan poco tiempo al futuro de mi hijo.
De todas formas, ¿a quién le importa el futuro de un menor?
Gracias señor juez por las migajas de ese ‘amplio’ régimen de visitas.
A  mi sobrino lo puedo ver más que a mi propio hijo.
Gracias de todo corazón.
Gracias señor juez por dejarme a mi hijo los martes y jueves.
Con 6 horas a la semana se puede ejercer de padre.
Gracias señor juez por dejar que duerma conmigo dos fines de semanas al mes.
26 días con mamá y 4 con papá es lo más justo.
Gracias señor juez por omitir en su sentencia el Día del Padre, cumpleaños y demás.
Así pasará con mamá el día del padre y todos los días especiales.
Gracias de todo corazón.
Gracias calendario porque este Día del Padre cayó en martes.
Este año fui afortunado.
Gracias calendario porque mi cumpleaños el año que viene será jueves.
Paciencia, hay que esperar.
Gracias calendario porque algún año de estos el ‘cumple’ de mi hijo será fin de semana.
Bueno, suponiendo que sea uno de esos que el señor juez amablemente me concedió.
Gracias de todo corazón.
Gracias señor juez por dejar a tantos niños huérfanos de padres cuando estos aún viven.
Gracias señor juez, gracias de corazón.

La política con mayúsculas ha muerto

Por Pedro Serrano Martínez

Congreso de los diputadosLa indigencia moral que se ha instalado en la clase política y, como consecuencia, en la economía y las instituciones, nos ha dejado a la intemperie. Al observar el descorazonador panorama político que nos rodea, bien podríamos afirmar que la política con mayúsculas ha muerto y nos ha dejado huérfanos. De modo que, acompañémonos en el sentimiento.

¿En quién creer, en qué o quién confiar en este tiempo mendaz, cínico y chapucero? En este trance de impudicia e inmoralidad que nos ahoga y nos confunde, ¿qué o quién nos librará de la nueva esclavitud de los poderosos y nos  guiará hacia la tierra prometida, hacia un mundo más justo y humano? ¿Qué o quién devolverá la credibilidad a la clase política y la confianza en una gestión honesta de los recursos que esté orientada hacia el bien común? Tal vez necesitemos contemplar aún más de cerca el abismo para ser capaces de cambiar el rumbo.

¿A qué grado de egoísmo e indiferencia hemos llegado para que nos importe un rábano la suerte de nuestros semejantes? ¿Qué ha sido de la cohesión social? ¿Qué ha sido de la generosidad, de la honorabilidad y la decencia? ¿Es que ya no le importan a nadie? ¿Qué clase de valores se fomentan en la escuela y en la universidad? Antes, cuando alguien cometía un abuso o un delito, se le recriminaba públicamente y el reprobado o condenado, al menos, sentía vergüenza. Hoy, sin embargo, como la conciencia es laxa, la ética inexistente y la culpa la visten de inocencia, levantan la cabeza sin rubor.

¡Que se nos va el duque!

Por Irene del Pozo Vicente

Iñaki UrdangarinIñaki, el duque, se nos marcha. ¡Y nada menos que a Catar! ¡Qué suerte ha tenido! Le llueve una oferta de trabajo como «ayudante» de su antiguo entrenador. Vamos, que si se confirma, Urdangarin se va de becario. Pero no creo que le importe, ya que se va a uno de los países con los que su suegro tiene muy buenas relaciones. Seguro que se va para poder pagar la hipoteca y no porque Catar no tenga tratado de extradición con España.

Sería curioso, cuando no ligeramente sospechoso, que Iñaki y su abnegada esposa, ambos imputados, llegasen allí y cuando saliese el juicio no les apeteciese volver para ser juzgados… Y entonces, ¿qué hacemos? De verdad, ¿vamos a ser tan tontos de dejarlos ir a un país sin extradición? Hoy ya no duermo de la preocupación.