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Entradas etiquetadas como ‘generosidad’

Todavía hay personas que ayudan a los demás

Por Enrique Jiménez Martín

Tren de Renfe (Archivo).

Tren de Renfe (Archivo).

Soy un trabajador de Renfe que el pasado 5 de mayo a mediodía tuvo un pequeño/gran incidente en la vía 9 de la estación de Atocha Cercanías, y que sólo sé por referencia de lo que he oído y me han contado que durante más o menos cinco minutos de mi vida me quedé inconsciente.

Estas letras son de agradecimiento a esas personas anónimas que sin temer por su seguridad, bajaron a la vía a rescatarme. Esto demuestra que en estos tiempos de egoísmos, todavía hay personas que ayudan al prójimo sin importar qué tipo de razones.

Así mismo, hago extensiva esta misiva al personal sanitario, vigilantes de Renfe y miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que se volcaron en todo momento por atenderme.

Gracias de todo corazón.

Con este ritmo de nacimientos el sistema es insostenible

Por Antonio Porras Castro

El continuo avance de nuestra sociedad en medios tecnológicos, disponibilidades, comodidades está tan sumamente arraigado en nuestra sociedad actual que estamos olvidando el fin de nuestra existencia. No debemos olvidar que trabajamos para el futuro, que investigamos para mejorar y que el progreso lleva implícito la generosidad. Mejoramos a velocidad de vértigo, viajamos en AVE, nos comunicamos a tiempo real con un innumerable montante de mensajes, fotos, email… Pero dejamos atrás el pasajero al que, de todo esto, sacará partido. Quiero con esta reflexión incurrir en el beneficiario;  no dejar atrás al niño que hoy no nace y que será el benefactor de semejante hazaña y que es el condecorado, el rey.

Las noticias saltan por todos los medios, las alarmas siguen encendidas y agitan sus colores más intensos, pero nosotros seguimos sumergidos en otros mundos. La natalidad sigue sufriendo una debacle injustificada; la tasa de natalidad desciende al ritmo de la de ferBebétilidad y los expertos no dejan de vociferar que estamos en riesgo de desequilibrio demográfico.

A fecha de hoy, el sistema, con este ritmo de nacimientos, es insostenible; los niños no nacen, el apoyo institucional a la familia sigue ausente, con lo que el sistema envejece y, gracias a los avances, los ancianos son más longevos. ¿Quién trabajará en breve? ¿Quién alimentará esta maquinaria que, sin el engrase pertinente, no funciona? ¿Quién contribuirá con su trabajo al sistema de pensiones? ¿Quién acudirá al colegio? Hay que recordar que de la crisis se sale pero los hijos nacen solo en determinadas épocas de nuestro ciclo biológico y que si nosotros no hubiéramos nacido no hubiéramos tenido esta oportunidad que tenemos por delante. Decir también que todos hemos sido hijos y que si nuestros padres hubieran pensado como se piensa hoy, no estaríamos aquí.

Recordar también que si no existieran los abuelos, que son hijos de hijos, quién soportaría  el paro y las separaciones matrimoniales de sus hijos; el drama que atravesamos sería infinitamente más sangriento y  cruel. Los hijos son necesarios y  anteponer su número a actitudes consumistas no deja nada más que entrever un sistema egoísta y ególatra, que inexorablemente conduce a la nada.

Homenaje a mi padre

Por Yolanda Mangas

Me gustaría aprovechar este espacio para rendirle un pequeño homenaje a mi padre, Bautista, al que muchos le conocen como ‘Mangas’. Porque todos los días, aunque haga frío o llueva, enfundándose un gorro de lana, madruga y se recorre varias bocas de estaciones de metro en busca de ejemplares de 20minutos que reparte entre vecinos, dueños de comercios y en el centro de mayores al que acude a diario. Reparto de 20minutos

Cada vez le cuesta más conseguir los ejemplares, porque en cada sitio como mucho puede reunir cuatro. Y en algunos puntos han dejado de repartirse. Pero él no se rinde, porque no quiere dejar a nadie sin su periódico. Y los días que no puede ir porque está enfermo, o tiene que ir al médico o al pueblo a visitar a su hermano, le echan de menos. Mi madre le regaña y le dice «que le deben de pagar muy bien». Pero él lo hace de forma totalmente gratuita y altruista. Lo único que consigue es un caramelo diario y el agradecimiento de todas esas personas. Es el ser más bueno y generoso que he conocido en mi vida. Te quiero mucho papá.

La política con mayúsculas ha muerto

Por Pedro Serrano Martínez

Congreso de los diputadosLa indigencia moral que se ha instalado en la clase política y, como consecuencia, en la economía y las instituciones, nos ha dejado a la intemperie. Al observar el descorazonador panorama político que nos rodea, bien podríamos afirmar que la política con mayúsculas ha muerto y nos ha dejado huérfanos. De modo que, acompañémonos en el sentimiento.

¿En quién creer, en qué o quién confiar en este tiempo mendaz, cínico y chapucero? En este trance de impudicia e inmoralidad que nos ahoga y nos confunde, ¿qué o quién nos librará de la nueva esclavitud de los poderosos y nos  guiará hacia la tierra prometida, hacia un mundo más justo y humano? ¿Qué o quién devolverá la credibilidad a la clase política y la confianza en una gestión honesta de los recursos que esté orientada hacia el bien común? Tal vez necesitemos contemplar aún más de cerca el abismo para ser capaces de cambiar el rumbo.

¿A qué grado de egoísmo e indiferencia hemos llegado para que nos importe un rábano la suerte de nuestros semejantes? ¿Qué ha sido de la cohesión social? ¿Qué ha sido de la generosidad, de la honorabilidad y la decencia? ¿Es que ya no le importan a nadie? ¿Qué clase de valores se fomentan en la escuela y en la universidad? Antes, cuando alguien cometía un abuso o un delito, se le recriminaba públicamente y el reprobado o condenado, al menos, sentía vergüenza. Hoy, sin embargo, como la conciencia es laxa, la ética inexistente y la culpa la visten de inocencia, levantan la cabeza sin rubor.