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Entradas etiquetadas como ‘bebes’

Los molestos espectadores de los conciertos gratuitos

Por María José Viz Blanco

Patio de butacas.

Espectadores en un teatro. (MARC CALLEJA)

Aunque lo que voy a contarles tiene que ver con la Banda Municipal de Música de A Coruña, bien se podría aplicar a otras del resto de España. El público que suele seguir a la banda, sea en recinto cerrado o al aire libre, está formado por jubilados y por niños principalmente. Es posible que la gratuidad de los conciertos influya en esta preponderancia. La ausencia de jóvenes y de personas entre 40 y 50 años es muy notoria.

Hay dos clases de espectadores –simples “asistentes”- que destacan por lo molesto de su comportamiento. Por un lado tenemos a los niños pequeños que se dedican a corretear en el patio de butacas, a hablar y gritar… a los que hay que añadir los bebés, que suelen llorar ruidosamente cansados de estar en un lugar al que no han pedido ser llevados. Ningún adulto se responsabiliza de estos pequeños traviesos, ni se les ocurre sacarlos de la sala. Las excepciones son, por ende, llamativas: he visto a niños emulando al director en sus asientos, entusiasmados y con el incipiente amor por la música reflejado en sus rostros.

La otra tipología de incordiantes la forman los enganchados al móvil, que no quieren ponerlo en silencio –desoyendo la megafonía- y que, incluso, chatean durante todo el concierto. Estar cerca de una persona viendo su móvil es molesto por la fuerte luz que emite el aparato. Nunca entenderé qué lleva a una persona a un concierto si lo que va a hacer lo puede realizar cómodamente desde su sofá.

A pesar de lo dicho, el público es mayoritariamente respetuoso, asiduo y entendido, lo cual se demuestra en la adecuación de los aplausos a los finales de las piezas. A quien corresponda, una petición doble: ¡más conciertos y mayor publicidad de los mismos, por favor!

Dar a luz en verano

Por Rebeca Martín

Quiero mostrar todo mi respeto, agradecimiento y admiración al personal sanitario del Hospital Materno de la Paz, Madrid.

Imagen de archivo del Hospital materno infantil de la Paz. (ARCHIVO)

Imagen de archivo del Hospital materno infantil de la Paz. (ARCHIVO)

Entre los días 4 y 8 de septiembre estuve ingresada para tener a mi hijo. El trato profesional y humano ha sido excepcional, incluso en situaciones complejas como la falta de camas y de personal al estar cerrada una planta durante los meses de julio, agosto y septiembre.

Tras el parto estuvimos ingresados en una planta que no correspondía y por ello sufrimos una serie de inconvenientes. Y es que debe ser que en esos meses no nacen bebés.

Los úteros de las mujeres embarazadas se van de vacaciones y hasta octubre no ponen en funcionamiento contracciones ni otros síntomas de parto.

Señores del Gobierno, apoyen la maternidad, cuidando a las madres y sus bebés. Es incongruente defender la vida de un embrión y no cuidar la de un bebé a punto de nacer y/o de un recién nacido.

Lactancia: en cualquier sitio y en cualquier circunstancia

Por Lide Azkue Iruretagoiena (*)

El pasado mes de noviembre dos madres fueron reprendidas por amamantar a sus bebés mientras jugaban con sus hijos más mayores en el espacio infantil Txikiland de la Mediateka de la Alhóndiga, en Bilbao, bajo el argumento de que las «normas de convivencia» del espacio público prohíben dar el pecho, y fueron exhortadas a irse a la sala de lactancia ubicada en otra planta del edificio.

Desde la Liga de la Leche de Euskadi queremos comunicar nuestro total apoyo a estas madres y a sus bebés y queremos recalcar que las salas de lactancia son unos espacios opcionales destinados a las madres que prefieren dar el pecho en la intimidad, pero de ningún modo son obligatorios ni su finalidad es la de «esconder» la lactancia materna.

Una mujer dando el pecho a su bebé de pocos meses (GTRES)

Una mujer dando el pecho a su bebé de pocos meses (GTRES)

Por lo tanto pedimos a los responsables del Ayuntamiento de Bilbao que revisen y modifiquen su política en lactancia materna dentro de todos sus espacios públicos, ya que entendemos que la lactancia materna en ningún caso atenta contra las normas de convivencia y su prohibición es una clara vulneración de los derechos de los bebés y discrimina a las mujeres por querer vivir una parte importante de su sexualidad con normalidad.

Así mismo, queremos pedir a las autoridades competentes que desarrollen la protección jurídica que garantice a todas las madres su derecho a dar el pecho a sus bebés en cualquier sitio y en cualquier circunstancia, sin que sean objeto de censura ni crítica, ya que la lactancia a demanda es la opción natural y óptima para la salud tanto física como emocional del bebé y de su madre, y no ocasiona ningún perjuicio ni al entorno ni a las personas de alrededor.

(*) Liga de la Leche de Euskadi

Los lectores y la huelga de Sanidad en Madrid

Por Susana Cifuentes

«No se les llama para una fiesta, se les llama para una emergencia»

Mando esta carta ante la situación que estamos sufriendo en estos momentos y la impotencia que estamos teniendo. Alucinando estoy con la falta de ética y moralidad de aquellos que se hacen llamar profesionales de la sanidad; no puedo creer (por mucha huelga en la que estén, se trata de vidas humanas no de cosas) que se llame para solicitar una ambulancia para una persona mayor que se ha caído y que no puede ni moverse, con problemas de depresión y ansiedad -y que junto con su caída le han derivado en no poder ni hablar- y nos digan que es casi imposible enviarla. No sabemos si al caerse y darse en la cabeza (como así fue) tiene algún síntoma interno ya que ustedes se niegan a mandar una ambulancia con su médico porque están en huelga y pasan la bola al ambulatorio. Entiendo que hay que luchar por unos derechos (derechos que no son sólo para ustedes sino también para los usuarios), pero no entiendo que esa lucha esté por encima de las vidas de los que supuestamente ustedes tienen que ayudar, porque no se les está llamando para una fiesta, se les está llamando para una emergencia. No puedo entender que hayamos tenido que llamar dos veces al 112 (servicio de urgencias) y que hayamos tenido que esperar más de una hora para que entre ambulatorio y Summa (servicio de urgencia médica de madrid) decidieran si mandar o no la maldita ambulancia. Ojalá no lleguen a sentir lo que estamos sintiendo ahora mismo toda la familia y la persona en concreto, porque así no sentirán el dolor, la rabia, la soledad y la falta de ayuda en la que nos hemos visto envueltos.

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Por Susana Arribas

«Ante 20 personas me dice que no me atiende, que no es pediatra»

El lunes 26 lleve a mi hijo -de 4 años y de educación especial- al centro de salud de la calle Francia de Fuenlabrada; para mi sorpresa no había pediatra de guardia, me envían con una doctora, por urgencia, pues es la que tiene servicios mínimos; más de 1.30 horas hasta que por fin sale a avisarme. Mi sorpresa: me dice ante una veintena de personas que allí esperaban que no me atiende, ¡que no es pediatra! Es médico, ante todo creí que persona y con un poco de humanidad. Velamos por su salud, decían las pancartas. Mentira, velan por su puesto de trabajo. La profesionalidad fue la de su compañero, que se ofreció a verle; me indicó que debía ir al hospital por deshidratación y faringoamigdalitis. Debe ser que eso en adultos es distinta sintomatología. Con médicos como esa mujer mejor que no haya sanidad. Dejó sin atender a un indefenso niño que bastante le ha tocado vivir ya.

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Por Alberto

Ante la falta de sangre

Hay servicios esenciales que no deberían estar en huelga. Ni siquiera con servicios mínimos, y más cuando se tiene conocimiento de causa de la gran falta de sangre que hay en los hospitales madrileños, y cuando para más indicaciones el diario 20 Minutos publicó en la página 3 de la edición madrileña del martes «Urge sangre de los grupos A+ y O-«. Esto es lo que me encontré el martes 27 de noviembre de 2012 por la mañana a la puerta de cierta facultad del campus de la Complutense en Madrid (ver foto). ¡Sí al derecho a la huelga pero con responsabilidad!

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Por A. L. R.

«Increíble que tengamos que saturar al hospital»

El día 27 voy a mi cita con el pediatra y me informan en mi centro de salud de Mirasierra que hay huelga, y por lo tanto, servicios mínimos, pero que no hay pediatra. Insisto en que me atienda el médico de familia y me pasan a consulta. La médico en cuestión me indica que no atiende a bebés porque no sabe la posología a aplicar, que me vaya al hospital de la Paz. Me parece muy bien que el personal sanitario ejerza su derecho a huelga pero me parece increíble que tengamos que saturar el hospital porque en un centro de salud se nieguen (aun teniendo servicios mínimos) a atender a niños, en este caso bebés de menos de un año, alegando este motivo. El personal de citaciones me informa de que hasta el viernes no hay cita para el médico. Tengo que vacunar a mi hija y no se si habrá enfermera y la semana que viene estamos igual. Lamento que se tenga que llegar a estas situaciones ejerciendo el poder.

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