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Análisis de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?: la madre DJ y el hijo vampiro

Madre del amor hermoso. Nunca mejor dicho.

Cerramos la serie de análisis de candidatos de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? con Belén y Roi, dos personas de esas que se piensan que molan más que levantarse tarde un lunes y en realidad dan un poco de risa.

De esa gente tan vacía y perdida que piensan y dicen que el aspecto físico es fundamental.

La madre, Belén, es de las que mandarían al cazador al bosque a matar a Blancanieves si tu viera un espejito que la contradijera en eso de la belleza, describe a su hijo como «moderno y sofisticado». El diccionario de la Rae define esas dos palabras como «hortera y no lo sabe».

Mientras ella lo dice el muchacho pone carita de afectado y a mi me recuerda al vampiro desnutrido de Crepúsculo, pero con más alergia al sol y un afeitado como de camionero de la antigua URSS.

Dice que su hijo es un «James Dean del siglo XXI». Por los carrillos deshinchados y la pinta de dormir de día en un panteón debe referirse a James Dean tal como estará su cadáver hoy en día, así como pocho.

Eso sí, el chaval tiene mogollón de estilo. Tiene estilo para dar y tomar. Tiene tanto estilo que el resto del mundo es incapaz de entenderlo. Por ejemplo, el chaleco ese de cuero con la camisa vaquera debajo. Cuando salió pensé que era un injerto en el vídeo de una secuencia del Príncipe de Bell Air.

Él le devuelve a su madre los piropos: «mi madre es muy Elsa Pataky«, dice. ¿Mala actriz que se come los mocos en Jolivú? Joder, que hijo más cabrón. Ya que se ponía podría haber dicho: «mi madre es muy Massiel», o «mi madre es muy Quasimodo recién levantado».

Y es que ella es muy juvenil, oye. Muy moderna y de espíritu adolescente. Fijaos si es así que tiene amigos de 60 (con los que lo mismo juega a la petanca» y «muchos amigos de la juventud del mariconeo».

¿Juventud del mariconeo? Creo que la madre de Roi en realidad es un cura del siglo XVIII.

«Desde que era un bebé me di cuenta de que no era un niño normal». Eso fue un día que fue a darle el pecho y encontró al bebé de seis meses probándose la ropa interior de una vecina.

Pero claro, no se si os habéis fijado en el vídeo, pero como decoración tienen un par de esqueletos de pollo mirando a una mano humana mutilada. A ver qué niño crece normal en una casa así. Joder, es como pedirle a la hija de Drácula que se licencie en Farmacia, se case y tenga dos niños y un piso en las afueras.

Y claro, cuando se tienta a la suerte las cosas malas llegan. En su caso en forma de una especie de grupo de DJ que se llama «Amor de Madre». Me imagino el bajón en Ibiza cuando les digan «y ahora va a pinchar una señora de cincuenta años y su hijo de veintisiete».

Nada, nada, mañana mismo hablo con mi viejo y nos montamos un grupo de gogós. Y a romper la noche. O a que nos rompan la crisma, que será lo más normal.

«Nunca me llama mamá», confesó Belén. No si ya… Yo es que no la llamaría. Pero a Roi tampoco. Yo soy ellos y me muero tratándome de usted.

El amor de la vida de Roi es su perro Moncho. Moncho, un nombre muy moderno y sofisticado sin duda. Ya puesto podrían haber llamado al chucho Rogelio, Marcelino o Roque, que también están muy de moda.

Y para acabar de demostrar que no hay peor hortera que el cree que tiene estilo, sacan un mercedes de los 70 y dicen que tiene «un rollo Los Ángeles, muy Hollywood». La madre que los parió. Los únicos Ángeles que han visitado estos dos han sido los de San Rafael. Y en tiempos de Gil.

Lo que tiene ese coche es un rollo cruzar el estrecho por Algeciras con la baca llena a reventar cubierta por un plástico negro.

 Ahora sólo nos queda ver cuáles serán los pretendientes de este grupo de muchachos…

Análisis friki de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?: El amante de los peluches

VICTOR Y MERCEDES

VICTOR Y MERCEDES

Una cosa es buscar participantes que den juego y otra cosa es buscar participantes que jueguen… en fin, vamos a por el análisis de la tercera pareja de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?

VÍCTOR Y MERCHE

Lo primero que vemos de Víctor es el cuarto. En ese momento pensamos que los del programa están locos y van a buscarle novia a un niño de ocho años, pero no, enfocan a la cama y vemos un maromo de setenta kilos.

Virgen. Este chico es virgen. Bueno, no. Al ver cómo le decía a su iguana «¡¡Soy el Tete, soy el Tete!!» mientras intentaba cogerla y ésta se revolvía desesperada por huír podemos deducir que Víctor ha conocido a su iguana en el sentido Bíblico de la palabra. Vamos, que se la ha follado.

Lo que me extraña es que le dijera «soy el Tete» y no le dijera «¡¡soy tu amo, soy tu amo!! ¿Quién es tu amo, nena?«. Espero que use condón.

El caso es que el muchacho trabaja en una hamburguesería, pero como muchos otros jóvenes en España está mucho más preparado. En su currículum cuenta con una impresionante década como monaguillo y experiencia como Boy Scout hasta los 18 años.

Víctor ha crecido viendo a hombres mayores beber vino y quitarse túnicas y rodeado de jovencitos con pantalón corto y pañuelo al cuello. Es normal que se refugiara en los dibujos animados y los peluches. Pobre. Lo raro es que no se haya dado a la droga.

Nos enseñó orgulloso sus peluches de Picachu (se ha acostado con él), Silvestre (sexo anal) y su Furbi (griego profundo).

En fin, analicemos algunas de sus afirmaciones.

«Yo nunca he salido de España, bueno he estado en la Warner, en Madrid«. Madrid, capital de Yugoslavia. De toda la vida de dios. En fin, no le voy a criticar la falta de mundo, porque siendo monaguillo habrá estado cerca del paraíso y como boy scout habrá ido mucho de campamento a El Escorial. Ya quisiera Willy Fog.

«La pornografía asiática me pone a cien«. ¿La pornografía asiática? ¿Con esos pelos que…? En fin, ¿Sólo la asiática? Me da la sensación que el historial de su ordenador tiene más porno que el inventario de un sex shop.

«Tengo canas en los huevos«. Esto es evidentemente por su excesiva exposición a la luz artificial. Un poco de cubrecanas para barbas y arreglado.

Su ideal de mujer es «asiática», «tetona» (aunque no pasa nada si tiene las tetas «ochenteras»), «mitad choni y mitad pija«, «malhablada» y parecida a Concha Velasco.

CON DOS KIWIS, SÍ SEÑOR. Algo así:

concha

Espeluznante.

El caso es que no me extrañaría nada que con semejantes pretensiones (encima está el chaval para andar con exigencias) muriera virgen (zoofilia aparte).

Y no me extraña, porque sus dotes de seducción pasan por hacer una barbacoa con unas hamburguesas de unos dos milímetros de espesor que luego destroza encima de la parrilla (yo soy el dueño de la hamburguesería y le despido) y se las lleva carbonizadas a las chicas.

Parece mentira que le guste Bob Esponja. Bob nunca permitiría que las hamburguesas quedaran así.

MERCHE

Bueno, la madre. A la madre la deberían poner en una peana en cada iglesia, porque vaya santa (o tolai, según se mire). En los 10 minutos de vídeo Víctor aparece pidiéndole que le compre calzoncillos, calcetines y zapatillas, le lleva bolsas de basura con la ropa sucia y los tuppers y le dice que la está esperando para cambiar la bombona de butano.

Dice la pobre mujer que quiere para su hijo una mujer que «haga de su niño un verdadero hombre«. En realidad para eso no hace falta una mujer, hace falta un sargento de la Legión.

Análisis friki de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?: Los que van de ricos

ALEXIS Y ARMANDO

ALEXIS Y ARMANDO

Y seguimos analizando (sí, podría estar inventando un método barato para los viajes espaciales, pero me pareció más importante esto) los perfiles de los nuevos solteros de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?

Hoy tocan Alexis y Armando. Sí, es la novedad de esta edición: habrá un padre.

Empecemos por ese padre de moda. Dice que si su hijo tiene niños él no piensa quedarse con ellos. O sea, que digo yo que así vea a los niños agarrados al borde de un precipicio no se digna acercarse. ¿Y por qué? Pues porque Armando es de los que no quieren ser abuelos porque piensan que aún tienen 25 años aunque doña Flacidez diga lo contrario.

Se supone que son empresarios de éxito, pero el padre quiere que la novia de su hijo sea «inteligente, atractiva y buena ama de casa«. ¿Buena ama de casa? ¿Qué mierda de ricos son éstos? ¡¡Ama de casa!! ¡¡Que cosa más proletaria, por dios!!

Eso no es todo. Además debe ser «una buena hembra en la cama«. Lo que no sabemos es si Armando pretende probar personalmente a la novia de su hijo para comprobar si guisa bien y si es buena hembra en la cama. ¿Y lo de buena hembra qué es? Porque tu pones a Caritina Goyanes en una cama y hembra tienes para rato.

Eso sí, la muchacha no debe querer a su hijo únicamente por su supuesto dinero. «Huelo a las cazafortunas antes de que lleguen«, dice. Mira que huelen las cazafortunas. Lo que jode no es que quieran tu dinero, es que no se laven.

En cualquier caso y al parecer, debe quererle por otra cosa, lo que pasa es que no especifican por qué. Lo mismo por su estilo llevando los fulares esos. O por el flequillo de seis metros de altura, que por la noche le tiene que poner luces rojas parpadeando para que no se estrellen los aviones.

«La mujer que tenga la suerte de cogerle tiene que ser algo fuera de lo normal». Joder, pues que se case con Falete, que normal, normal, no es.

Última e interesante afirmación del señor padre «me lo como todo«. Sí, la he sacado de contexto, pero es que si la veis en el contexto es una trola como una catedral (que dice el payo que liga mucho).

Fijaos si están acostumbrados al lujo que para hacer el paripé se van a dar una vuelta en lancha (porque eso no era un barco) y se ponen perdidos de agua, a lo que Armando exclama: «he debido coger el paraguas, cojones«. Y ojo, que se dan el lujo de tomar champán a bordo. ¡¡Champán!! Eso lo ve Bill Gates, que sólo se permite sidra del DIA, y lo flipa. Vamos, vamos, ni en los Emiratos Árabes se permiten esos lujos.

BONUS: «Vamos a iniciar esta aventura juntos en el amor». ¡¡Incesto!! Ricos no sé si serán, pero esta gente tiene unas parafilias que rozan lo perverso.

Alexis. Bueno, el pobre no tiene la culpa de tener nombre de striper cubano, así que no se lo reprocharemos.

– Hola, soy Alexis.

– Y yo del Madrix.

(Sí, no sufráis, me voy a poner el cilicio en la chorra un mes como penitencia por este chiste).

 

Dice el muchacho que le encanta hacer reír a la gente. Sí, con decirles el nombre ya se descojonan. (En 2010 había 632 Alexis registrados en España, espero que no sean lectores del blog…).

El jodío dice que es un entusiasta de la canción melódica. Si escribes canción melódica en Twitter explota el aparato electrónico con el que lo hagas. La expresión canción melódica y la modernidad son incompatibles. Canción Melódica. Mi abuela es entusiasta de la canción melódica.

Y para demostrar que él instauraría el día del Orgullo Melódico se arrancó a cantar «Somos Novios». Canta muy bien. De hecho, si tal como lo cantó en el vídeo lo canta metiendo la cabeza en un lago, empiezan a salir los peces muertos a flotar a la superficie.

Dice que tiene una colección de coches de lujo. Lo que pasa es que para mi que se refiere a los que tiene a la venta en el concesionario que regenta. O sea, que si viene un comprador se le jode la colección. Es como si un frutero dijera que colecciona cebollas.

«Yo no voy a ligar a nadie, de hecho, ni sé». Normal. Las pintas de querer hacer ver que tiene pasta consistentes en americana de colores que hacen sangrar los ojos, pantalones de pinzas, camisa rosa con puños blancos y fular al cuello aunque sea agosto no ayudan a ligar.

El perfil de chicas que deben escribirle para ser sus candidatas debe ser el de alguna colaboradora de ONG que haya trabajado en una unidad de infecciosos y no le de asco nada.

¡Mañana otro despelleje!

Análisis friki de los nuevos perfiles de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?

FRAN Y M.CARMEN

FRAN Y M.CARMEN

Hola a todos (menos a los que colgáis fotos de los pies en la playa, o de cervecitas en una terraza o haciendo el 69 con un ornitorrinco, a vosotros que os den, que me da envidia).

He decidido (así empezó el incendio que hizo arder Roma) analizar a los nuevos solteros de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Voy de uno en uno para sacarles todo el jugo, porque queda un huevo para que empiece el programa y para que podáis deleitaros (y para que me de para más post).

FRAN Y MARI CARMEN

Mari Carmen es la madre que cualquiera podría desear. Es la madre perfecta. Deberían dejar de sacar a las señoras esas llorando en las procesiones y empezar a sacarla a ella. Aunque le costara una hernia y media a los costaleros.

¿Quién no puede adorar a una madre que le da 100 euros a tu novia para que se compre bragas? Pues eso dice ella que hace. Una madre que se preocupa porque tu novia lleve las bragas nuevas es una madre que piensa en positivo.

Analicemos algunas de sus afirmaciones:

«No tengo nada de cateta». Y oye, yo me lo quería creer, pero claro, es que la llevó al cine su hijo y se apartaba cuando aparecía un caballo en la pantalla. Si fuera un tren avanzando hacia la cámara pues sí, a mí también me da susto, pero un caballo…

«El sexo debilita a las personas» y «el sexo da anemia». Sí, por eso Nacho Vidal tiene tan mala cara, porque tiene bajo el hierro. El de la sangre, porque el otro lo tiene como el cerrojo de un penal.

«La iglesia es uno de los hobbies que más me gustan«. Eso lo dices en el siglo XV y te queman en la plaza mayor. Uy, me aburro, ¿acabo la maqueta del San Juan Nepomuceno o me echo unos rezos? Así sí, cáscaras, sin fundamentalismos.

«Para mi hijo quiero una mujer limpia, religiosa y gordilla». O sea, que quiere que su hijo se case con Sor Citroen. De hecho, la mujer parecía obsesionada con el sobrepeso. Pero para buscarlo. Esta mujer ve una escultura de Botero y le hace un bocata para que coja peso. Esta señora no tiene un hijo, tiene un pavo de engorde.

Fran, el hijo, es un tipo intelectual, cosmopolita, un hombre de mundo. Fijaos si es así que no duda en hacer citas de memoria. ¿Y a quién cita? ¿A Schopenhauer, Francis Bacon, Nietzsche, Rousseau? No, a Pipi Estrada. Con dos cojones como cabezas de elefante africano.

«La vida es como un restaurante». Esa es la cita. De Pipi. Un hombre al que tiene «idolatrado».

Dice el bendito que quiere una mujer «ardiente en la cama», nada de mujeres de «por aquí no, por allí no». Chicas que optéis a casaros con Fran, preparaos para que os froten el pepino hasta por debajo del sobaco. Vais a tener guerreritos cabezones de Fran en cualquier hendidura, depresión o hueco que os encuentre.

Es exmilitar y dice que tiene «dos conflictos bélicos a sus espaldas«. No sé si eso significa que los provocó él. O sea, que le mandan a zonas en paz y a los quince días hay liada la de dios es cristo.

Dice que tiene «más capacidad que para estar en el campo«. Sí, amigos, se acaba de ganar las simpatías de los agricultores y ganaderos de toda España, que al parecer no tienen capacidad y por eso están en el campo. Si eso fuera así el campo estaba lleno de gente que no iba a haber espacio ni para una cochina tomatera.

No tiene precio su intento de demostrar que es un seductor y que a pesar de tener una napia como para hacerse un nido en el tronco de un pino y unas entradas que ni para el Madrid-Barsa, su labia le hace pillar cacho fue para arrancarse los ojos.

Salió por el pueblo, donde estaban de feria medieval. Ay, dios. No se comió ni el pan de hogaza duro del puesto de la panadería. Que piropos elaborados, que forma de abordar a las damas, que elegancia en el requiebro, que manera de ponérsele los huevos de corbata cuando una le dijo que tenía marido…

Análisis de los zagales de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? 2/2

Sí, mañana es un término muy relativo…

Vamos con el análisis de los intelectuales que optan al premio Nobel… Ah, no, perdón, estos no ganan ni un Ducados en una máquina de tabaco.

PEDRO.

En primer lugar, al muchacho le dijeron que era adoptado, pero yo no descarto que sea su hijo biológico, pero que le dijeran eso cuando el muchacho decidió dejarse el bigote a lo Freddy Mercury trasnochado.

¿Que tal os sentaría a vosotros un vaso de ácido en la cara? Pues así le sienta a él ese mostacho de hotentote. (Esos hombres con bigote tienen cara de hotentote).

Cuando he visto el momento columpio, aderezado con la música de Heidi he pensado que después se pondrían a hacer queso y que de un momento a otro aparecería el abuelo y molería al retoño y a la madre a palos, por quebrantar sus derechos de autor.

El muchacho cuando describe sus virtudes parece que está leyendo el «Diccionario del amante propio». Pero, ¿para qué están las madres? Pues para arrancarte la autoestima a hostias cuando menos te lo esperas, y la suya saltó cuando Pedro dijo ser «autocrítico».

Y es que la mujer es a los detalles lo que la tiña al pelo. Para resumir su vida aseguró: «Estoy casada con un señor». Sí, con uno de los tres mil millones que  hay en el planeta. En general.

Creo que el amigo Pedro nos está engañando. O sea, que se inventa su perfil. Quiero creer eso porque si me creyera de verdad que su reto es «dejar de comerme las uñas y leerme un libro entero«, perdería la fe en la raza humana y entonces sacaría un par de bombas atómicas gordas que tengo en el trastero y armaría la del rosario de la aurora.

Pero mi fe ha obtenido recompensa, está casi acabando un libro: la autobiografía de Ana Obregón. A tomar por culo la fe. Voy a por las bombas.

Por último destacar el hecho de que la madre podría ser una yonki. No se mete crack ni caballo, sino hijo lamido. Y es que en los escasos tres minutos del vídeo de presentación le deja el moflete como un banco de babas. Señora, eso no son besos, es abuso de menores.

ÁLVARO Y LUIS CARLOS

«Un momento, ¿que esto de colocar al zagal es gratis?» ¡Pues me llevo a los dos! Así debió pensar la madre de estos dos muchachos.

Lo que más destaca de ellos es su peinado, que les hace llegar al 1,80 sin ponerse de puntillas. ¿Qué tiene de malo que de vez en cuando piensen que tu cráneo es un felpudo y te restrieguen los pies? o ¿Es condenable que vean tu cabeza como un cenicero de gomina forjada y te apaguen los puros en él? .

La madre quiere para sus hijos dos tipos de mujer, pueden ser psicópatas, tener ocho tetas, enfermedades venéreas o lo que sea, pero «ojo con las lagartonas, que para mangonearles ya está aquí la Paqui».

En el fondo son gente normal. Porque ¿quién no baja a la playa con la cachimba?. Sí, vale, normalmente la mayoría de nosotros también baja con un laboratorio para cocer coca, pero ese día tenían el suyo el taller. Es todo de lo más normal.

Normal como oir a los muchachos describiéndose el uno al otro y apuñalándose a lo barrio marginal. Ahí hay amor fraternal y lo de Caín y Abel era tontería.

JAVIER.

El muchacho es escupefuegos. De hecho, por culpa de esa profesión tiene que acudir a la tele a buscar novia. Su aliento a gasolinera no ayuda cuando le lanza el bocado a las zagalas. Es como si vas a echar gasolina y el boquerel te come los morros.

¿Os pensáis que eso de ser escupefuegos es darle lingotazos al alcohol y soplar? ¡Y una mierda! Que este tío tiene estudios, en concreto tres años de química y un curso de peluquería. Lo de la peluquería era una optativa.

Sin embargo suspendió el semestre, más que nada porque se plantó ante el profesor con ese peinado de lametón de vaca que lleva actualmente.

Afortunadamente tiene una relación muy normal con su madre. Porque, ¿Quién no le soba el culo a su vieja por la calle? Anda que no hay por ahí fans de Edipo.

Porque ¿como no vas a querer magrear a tu madre cuando la ves ejerciendo de cotilla de bodas? Creo que la vieja del visillo es una idea original de esta señora.

Pero para mantener al niño a raya la mujer usa sus propios métodos: «Le doy con el palo del recogedor». Y el niño tan normal.

Análisis de los zagales de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? 1/2

Hola a todos.

Vamos con el análisis de los grandes muchachos casaderos de ese programa de servicio público que se llama ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Sólo os digo que era este programa o uno que recaudaba fondos para los huérfanos. Eligieron éste.

Gabriel y Toñi

Veamos. Si un dibujante de caricaturas quisiera hacer una de un pijo repelente, acabarían antes haciendo una foto de esta gente.

Gabriel es un muchacho de los que ya no quedan, de los que podrían salir en el videoclip de ‘Amo a Laura’ sin caracterizarse.

En la próxima reunión del Foro de la Familia va a ser la sensación de las nenas, pero claro, es un caballero, así que no las podrá tocar ni con un palo. O sea, que va a ser la sensación ‘pa ná’.

Apasionante la madre posiblemente adicta al batido adelgazante que se infla incluso mientras está en la entrevista de presentación. Sí, amigos, si hubiera una cañada real donde vendieran batido quemagrasas, la veríamos por allí con su chándal y haciendo cundas en un BMW.

El muchacho, de niño, fue modelo de moda. Sí, él quería ser modelo de tatuajes, pero era más adecuado lo de los catálogos del corte inglés. Eso puede marcar a cualquiera, toda la infancia con la cabeza llena de gomina y los pelos de punta o llevando el pelo a tazón.

 Analicemos algunas de sus afirmaciones:

«Donde pongo la mirada lanzo la flecha«. Se nota que es un chaval de los de antes. De los de antes de las armas de fuego, digo, porque no conoce las balas.

«Mi madre me obligó forzosamente a presentarme a Mister España». Joder. Es una putada que te obliguen a algo, pero que encima te obliguen forzosamente jode que te cagas.

En Mister España fliparon en colores cuando detrás de él salió desfilando su madre con una pistola apuntándole a la cabeza.

«Nunca leo el periódico, sólo leo las fotos«. Bueno, pues nada. Y esos gilipollas de los periódicos llenando los putos periódicos de letras de mierda, donde cabrían más fotos. El único periódico que ha leído este chaval es «Teo va al zoo». Es un intelectual de gustos refinados.

«Quiero una mujer que tenga clase». Esto, claro, tiene que ver con el punto anterior. Lo que pasa es que el chaval se expresa mal. Quiso decir «quiero una mujer que haya ido a clase».

 

Isidro y Dolores

La madre de este candidato está feliz de tenerlo en casa. Eso, si feliz significara que es la mujer lo disfruta como si tuviera por inquilino un grano en el culo.

La cara de hartura y de amargor de la madre en algunas partes de la presentación decía mucho de lo contenta que está con el muchacho. Ella intentaba vender al muchacho, pero claro, se le veía el contento así, si te fijabas mucho, de poder perderle de vista.

Claro que también ayudó mucho a esa percepción que la madre dijera que buscaban a alguna muchacha «que se lo lleva a su casa para siempre«.

El zagal es vendedor ambulante. Y ya os digo si habéis estudiado una carrera que sois gilipollas, ahí, de becarios y con vuestro opel corsa, y él con su mercedacos descapotable.

Tiene labia. Pero de esa de decir muchas palabras que riman muy rápido y con la intención de vender. No descartaría que él fuera el inventor de «Que gracia, que alboroto, oooootro perrito piloto».

«Todo el mundo quiere estar con él, descarga positividad«. Su madre, al decir ésto, podría estar hablando de un protón cualquiera, pero no, era de Isidoro.

El jodío ve a una zagala que le compra unos zapatos en el puesto y le rebaja un euro a cambio de que le de su Tuenti. Joder. Joder.

Dos cosas: 1) Un euro por Tuenti, negocio seguro. 2) ¿Tuenti, joder? ¿Pero éste tío que tiene, 14 años? ¿Nadie le ha hablado del Facebook o del Twitter? ¿Es el clásico guarro que ve las fotos en bikin para solazarse?.

Y claro, van a comprar chanclas las viejas y se las vende desde lo más alejado del tenderete, que si se les ocurre a las señoras pasar al otro lado del mostrador las recibe con la escopeta.

Peeeeeeeero, aparece una zagala de sandías maduras en la zona pectoral y la hace pasar, le pone las zapatillas y no le pasa la mopa en casa de puro milagro. Y le regala las zapatillas.

De lo cual se puede deducir, unido a los descuentos por Tuenti, que este tipo es como el señor Julián de Barrio Sésamo, que se pasaba la vida regalando sus productos.

Mañana, la segunda parte.

Y sí, ya sé que ha empezado…