El truco para que los invitados pesados no vuelvan a tu casa: entiérrales la comida en cosas horribles

Yurena, que se moja y es como Gizmo. (TELECINCO)

Llegó por fin la cena de Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition en la que Yurena ejercía como anfitriona. Yurena consiguió una cena mediocre, pero un milagro grandioso: que Terelu, Sofía Y Gianmarco hicieran una buena acción.

Yurena hizo ensaladilla rusa y la enterró en aceitunas negras. Yurena hizo huevos rellenos y los enterró en cherrys y espárragos. Yurena hizo tarta y la enterró en coco. Si queréis hacer desaparecer un cadáver sólo tenéis que decirle a Yurena que es comida y ella os lo entierra.

Vaya por delante que Yurena me parece un amor de persona, la más educada, cuerda y buena de su edición. ¿Es más rara que ponerte unos pantalones con el culo recortado para un entierro? Sí, pero es más maja que las pesetas.

Yo era Tamara, pero a principios de 2012 comenzó la nueva Yurena”, nos contó Yurena, que en su biografía tiene más alias que un agente doble de la Guerra Fría.

Yurena besaba a su gata tanto que es el único minino que no tiene que lamerse para lavarse. En casa de Yurena la que vomita bolas de pelo es Yurena. El gato de Yurena no ronronea para que le cojan, ruruega para que le suelten.

“En el año 93 se compone y se produce A por ti, el maxisingle más vendido de la historia de este país”, explicaba la mujer, que ha vendido tantos discos que España se convirtió en el primer importador de vinilo del mundo.

Me convertí en un fenómeno que nunca se había dado en España”, dijo orgullosa. La comunidad educativa mira cada septiembre los libros de Historia nuevos a ver si han incluido ya a Yurena para poder explicarla en clase.

“Yo siempre estoy abierta al amor”, dijo Yurena, que es el 7Eleven del cariño. A Yurena le llega el amor a las cinco de la mañana de un domingo y la pilla vestida y esperando en el salón.

Yurena repitió su entradilla del programa medio millón de veces. La pones a dar las campanadas y ese año los españoles se comen 480 uvas.

“Necesito un redbull o algo, ¿eh?”, dijo Sofía antes de empezar el programa, porque llevaba encima una empanada gallega de kilo y medio.

El primer plato de Yurena era ‘Duna Negra’. Era un homenaje a su gata, que se llama así. Por eso hizo una cosa que parecía sacada de una lata con la foto de un gato. Era una ensaladilla rusa normal y corriente, pero con medio millón de aceitunas negras por encima.

– Papá, yo querría ir a la Universidad, pero claro, con lo que ganas vendiendo aceitunas sé que no puedo.

– Hija, vas a ir, ha ocurrido algo maravilloso…

Y así.

Eso no era una duna negra, era duna donde han cagado muchos conejos con la tripa mal. Era como un cónclave de escarabajos peloteros mal avenidos.

El principal eran ‘Yurehuevos’. Eran huevos rellenos con tomate frito de bote. Eso lo haces en MasterChef y aparece por la mañana ahorcado con los cordones de sus zapatos Jordi Cruz.

Los decoró con muchísima imaginación: apuñalándolos con un espárrago y con un tomate cherri encima, un ingrediente que nunca se ha usado en la cocina.

El postre era Tarta Margarita. Era un bizcocho carbonizado relleno de chocolate y flan. Era en homenaje a su madre.

Yurena intentó hacer un flan de sobre y no consiguió que espesara. Por el amor de dios, que el flan de sobre espesa aunque lo hagas con aire, que te lo echas en una herida de bala y te la coagula. Pero nana, a ella no. Yurena hace un puré de patata en polvo y se le corta.

Luego le puso por encima a la tarta mucho coco y parecía la tarta preferida de Pablo Escobar. Filomena pasó por Madrid y por esa tarta. Era como si la tarta hubiera llegado a la vejez y no tuviera intención de teñirse las canas.

Gianmarco no tiene miedo a nada, porque se presentó en la casa de Yurena con una rosa para regalársela. Es como ir a casa de un ruso con un revólver con una sola bala. A Gianmarco le llamó una vez la Inquisición para interrogarle y fue con una camiseta de la Bruja Avería.

Pero la primera en llegar fue Terelu. El cóctel lo habían servido en la terraza y había avispas por allí pululando. No sé si eran parte del aperitivo.

Terelu criticó el cóctel, porque dijo que el embutido estaba seco. A Terelu le gusta el lomo embuchado mojado en su taza de duralex.

Hay gente que es alérgica a la picadura de avispas, de escorpiones…”, nos explicó Yurena, porque los escorpiones no son venenosos, es que son alérgicos para el 100% de la población del planeta.

“A las avispas le gustan los embutidos”, nos iluminó Terelu, que es la Félix Rodríguez de la Fuente de la carne en barra. Los jubilados en una boda y las avispas, seres a los que les gustan los embutidos.

Llegó Gianmarco y le dio la rosa a Yurena. “Eres adorable… te daría un…”, dijo la anfitriona, pero se reprimió. Hijo, creo que iba a decir hijo. Fue Gianmarco el que dijo “¿entramos?” porque Yurena se quedó embelesada en la entrada.

Gianmarco se puso a hablarle en inglés a Yurena. Ella dijo que empezó a estudiar inglés a los 12 años y que ejerció como profesora. Los alumnos de Yurena se fueron de fin de curso a Londres y siguen allí incapaces de comunicarse ni encontrar la salida.

Los comensales se fueron a cotillear por la casa de Yurena. La cama tenía un dosel azul y estaba llena de peluches. Se pensaron que era la cama de un niño. Para que te baje la lívido puedes cortarte el pene o entrar en la habitación de Yurena.

Sofía se empezó a probar ropa de Yurena, que en el armario tiene trajes como para salir en la película de Drácula sin pasar por vestuario.

Estoy arriesgando con algo que no se ha hecho nunca”, dijo Yurena sobre su ensaladilla enterrada en aceitunas. Si no se ha hecho nunca, por algo será, mujer.

Llegó el primero a la mesa y Terelu empezó a descojonarse. Y claro, después Gianmarco y Sofía.

“¿Por dónde se empieza?”, preguntó Sofía. Pues se empieza por cavar con una pala para encontrar la ensaladilla de abajo.

“Las podéis apartar”, dijo Yurena. Las podéis apartar si tenéis un buldozer. Las podéis apartar con unos barrenos de dinamita y muchos años de desescombro.

“Tantas aceitunas juntas es un poco agresivo”, opinó Sofía, que se encuentra una pandilla de Latin King con machetes y piensa que vienen a jugar, pero ve una lata de aceitunas y se siente agredida.

“Miusic raun de guol” es uno de los éxitos de Yurena, tal y como ella lo pronuncieicion.

Sofía, por aquello de no tocar temas dolorosos, le preguntó por Tamara. “La chica que canta boleros me demandó”, les contó Yurena, que dijo que le regaló el nombre a la chiquilla, y se puso Ámbar y luego Yurena. La siguiente opción era registrar el nombre artístico XDR34FR56HU789?@#1234.

“Tamara hace muchos años que murió porque yo, Yurena, decidió que muriese”, contó Yurena, que es como un capo de la mafia italiana, pero de los nombres artísticos.

Las arañas conocidas como viudas negras son uno de los animales más letales que existen, son unas cazadoras terriblemente eficaces. Y lo son porque cuando son pequeñas sus mamás les ponen el vídeo de Yurena haciéndole una encerrona a Gianmarco en la cocina.

El italiano fue a la cocina a ver si podía ayudar con el segundo plato y Yurena cerró la puerta tras él con un lenguaje corporal similar al de un atracador justo antes de entrar en un banco. Yurena le cierra la puerta del coche a la niña de la curva y la pobre niña se arroja por la ventanilla antes de llegar a donde se mató.

Comenzó a agarrar a Gianmarco por los hombros como un cóndor de los andes agarra a una oveja despistada.

“ME VOY”, dijo Gianmarco, haciendo un regate que si este programa lo ven en París despiden a Messi y se quedan con Giamarco en el PSG.

Y llegaron los Yurehuevos. Las caras. Las caras, por dios. Terelu. Sofía y Gianmarco metieron eso en la boca como el que se bebe el contenido de una botella con el símbolo de una calavera.

Como le criticaron también el segundo plato Yurena se vino abajo. Se puso a llorar y muy triste.

Yurena se puso a cantar por Rocío Jurado y Gianmarco se puso a descojonarse mucho. “No me estaba riendo en su cara”, dijo el muchacho. No, estabas mirando al mantel, pero en su puñetera cara te estabas riendo.

“Estos días he tenido una laringitis importante”, se justificó Yurena, que lleva con faringitis desde el año 90. Yurena una vez que se tomó un strepsils y le hizo unas sustituciones a María Callas.

Llegó el postre. Los Yurehuevos son como los boomeran, se fueron por donde habían venido. Antes de que viniera Yurena con el postre, Sofía, Terelu y Gianmarco pactaron en decir que les gustaba aunque no fuera así para no ofender a Yurena.

¡¡MILAGRO!! Algunos de los corazones más duros y fríos de la tele preocupándose del bienestar emocional de otra persona. Vivir para ver.

Terelu se salió a la terraza a comerse los restos del aperitivo. Terelu es como los mapaches, te dejas la tapa del cubo de la basura abierta y te la encuentras rebuscando.

Yurena dijo que la tarta se la había visto hacer a su madre “millones de veces”. Lo que pasa es que la pobre mujer, que en paz descanse, debía cocinar a oscuras, porque esa tarta tenía toda la pinta de ser la versión surrealista de un paisaje.

Yurena cortó la tarta y vimos cómo era por dentro. A ver cómo lo describo… vale, mirad, si yo supiera que se avecina una guerra nuclear, preferiría meterme debajo de la tarta de Yurena que en un búker antibombas. Joder. Ese bizcocho estaba a unos pocos hierros de ser hormigón armado.

Los tres comensales cumplieron su palabra y dijeron que la tarta estaba muy buena. Terelu se la comió toda, pero como el que toma jarabe de cojón de trol para salvar su vida. Gianmarco va a estar seis meses en el gimnasio solo para quemar ese pedazo de tarta.

El caso es que Yurena se puso contenta. Qué fácil es hacer felices a las personas.

El fin de fiesta consistía en abandonar a sus comensales en el jardín a oscuras a ver si aparecía un psicópata y los mataba. Pero el asesino debía estar ocupado con unos adolescentes a la orilla de un lago, y los tres sobrevivieron.

Así que la que apareció fue Yurena para cantar una canción. Son esas ocasiones en las que un psicópata no parece tan mala opción.

El cuerpo de baile eran Sofía, Gianmarco y Terelu. Como las bailarinas de Lola Índigo, pero atadas a una silla. Pinocho bailaba así antes de ser un niño de verdad. Tereru iba desfasada porque todo lo que tenga más pasos que Los Pajaritos es muy complicado para ella.

Sofía le puso un 5. Gianmarco le dio un 7. Terelu le dio un 6. De esto podemos sacar una ilusionante conclusión: La gente buena es querida, aunque sea diferente.

Ese es el milagro de Yurena: ablandar los corazones de piedra.

Y se acabó lo que se daba.

 

3 comentarios

  1. Dice ser Luz

    Has sacado mucho del programa, me parto!

    19 agosto 2021 | 10:05

  2. Dice ser Bruno2017

    Ni por asomo veo el programa. Gracias a ti, es mejor leerte y reirme con tus ocurrencias. Eres muy, muy divertido. ¿Por qué no escribes más ?, ¿Una sección fija con una crítica de TV cada semana?. Tus fans incondicionales lo agradeceríamos.

    19 agosto 2021 | 12:08

  3. Dice ser Jose

    Hola Gus, me he reído mucho, mucho, MUCHO! muchísimas gracias!

    20 agosto 2021 | 23:14

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