Torturan a Melyssa en ‘Supervivientes’ y ella amenaza y lo decía en serio: «Que me arrojo por la borda»

Melyssa, la mujer que no conoce el concepto de farol. (FOTO: TELECINCO)

Anoche vivimos un drama que no habría tenido redaños a escribirlo Shakespeare. Melyssa amenazó con hacer con ella misma lo que los traficantes a los que pilla la Guardia Civil hacen con los fardos: tirarse por la borda. Y eso vino todo por un engaño de la organización, que la hizo sufrir que hubo presos de la Inquisición que lo pasaban mejor.

Pero ¿no os hago yo resúmenes para algo? Y antes…

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Carlos Sobera iba muy guapo, solo que le habían puesto una chaqueta de pana que usó Alfredo Landa en Genaro el de los 14. Tenía unos bolsillos como para llevar chorizo envuelto en papel encerado. Le habían combinado la ropa prendiéndole fuego al vestidor y lo que se salvó se lo pusieron. Y esto lo digo yo porque entiendo de moda lo mismo que de ingeniería genética.

Lara iba muy guapa, solo que le habían puesto un collar con un trozo de obsidiana para poder sacrificar gente en lo alto de una pirámide escalonada. Lara lo mismo te presenta un programa que te saca un corazón humano en dos tajos.

Para la prueba de salvación han puesto unas sillas que las ve un fraile de la inquisición y se toca. Encima había unos depósitos y se podía elegir qué caerá a los concursantes entre agua fría o barro denso. Iban a poner aceite hirviendo, pero las ampollas quedaban mal en cámara.

Total, que ya ha habido problemas en la playa porque no consiguen hacer fuego. Hacen humo, eso sí. Hacen humo que están los bomberos de Honduras en un sin vivir.

«Están bien tus consejos, pero sé lo que estoy haciendo», le dijo Tom a Albalá. Después el marroquí se cogió un rebote de mil pares de cojones. Ya lo dijeron, que si Tom no come se pone irascible. Si hicieran una película de imagen real del Correcaminos, el papel sería para Tom.

Antonio Canales se ha montado un reloj solar regulero. Él lo ha hecho bien, lo que pasa es que el sol falla. Puto astro de mierda informal.

En el barco Carlos ha tenido bronca con Sajén bueno, o ella la han tenido con él.

«Me da rabia marearme», dijo Alexia en un momento dado, haciéndonos ver que marearse no le gusta, para que lo sepamos, porque claro, a la mayoría marearnos nos mola marearnos lo que no está escrito y claro, ella nos lo tiene que especificar. ¿Quién no ha oído la expresión ‘el que tiene un mareo tiene un tesoro’?». Yo si llega la noche y no he vomitado mareado siento que he perdido el día.

Sajén dijo que había que abrir una lata para ayudarla, a Alexia, que lo vomita todo. Sajén también quería comprarle un Ferrari para Alexia, lo que pasa es que ya lo usaría ella, si eso.

«Esa manía que tienen de estar guardando«, se quejó Sajén, que piensa que Racionar es pensar mucho.

«No vas a decir tú ahora en plan dictador...», le dijo Sajén a Carlos el maromo dijo que dimitía. ¿De qué? A saber.»Estás demasiado sensible», le dijo Sajén.

– Herodes era un sol a tu lado, hijo de mil diarreas, que matas ballenas y koalas, eres la col de bruselas de las personas, te mueres en el campo y los buitres se ponen a dieta por no comerte, hijodelagranputamalparidoasísetepudralapolla.

– Me has ofendido.

– Estás demasiado sensible…

Y así.

Pero luego a Sajén le dio pena haberle dicho eso a su amado maromo. «Te pido disculpas», dijo Sajén de rodillas y Carlos se fue a abrazarla.

Fuimos al directo.

Hacía mucho viento y no oían a Sobera una mierda. Las palabras se las lleva el viento, literalmente. Y eso que Sobera desde que presenta El precio justo parece que se ha comido a Manolo Lama.

En la isla se oía como una turbina de avión. Eso parecía la isla de Lost.

Los de la isla tenían que ir a hacer un juego, pero antes tenían que votar quién se quedaba fuera del juego y por lo tanto, quedarse sin recompensa. Fue Antonio por unanimidad. «Porque está lleno de heridas, en la mano, en la otra mano, en la pierna…«, explicó Marta López. Está hecho fosfatina. Si Jesucristo crucificado tuviera barriga no podrías distinguirlo de Antonio Canales.

Pero había trampa. Les advirtieron de que no podían pactar el nombre. ¡Y BOOOM, CASTIGO QUE TE CRIÓ!

«Desde Supervivientes decidimos Antonio que tú vas a jugar y que se queda fuera la persona que está en tu pizarra» (Melyssa) «y esto lo hacemos porque somos conscientes de que has pedido el voto a los compañeros«, les dijo Sobera.

Canales, en ese momento:

Sad Jimmy Fallon GIF by The Tonight Show Starring Jimmy Fallon

Sobera le tranquilizó diciéndole que en la prueba no iban a usar la mano. Vale, no era una prueba de hacerse pajas.

Los del barco decidieron excluir a Silvia. No necesitaron pactar.

Lola se siente mal. Es la primera vez que veo a las chicas intentando hacer fuego en Supervivientes con el mismo empeño que ellos. Olé por Lola y Melyssa. Lo que pasa es que lo que no acaba de dominar es lo de que lo caliente quema. Gianmarco estaba allí al lado y dijo «yo me quemé en la pierna…» y Lola dijo «es verdad, aquí» y le señaló la herida con un palo lleno de ascuas, quemándole de nuevo. Lo mismo para cauterizarle la herida. Lola te señala un grano y te mata.

Y llegó el juego. La recompensa eran churros con chocolate. Para ganarlos había que tirar de una goma a la que estaban atados y arrastrándose con las manos a la espalda, dos de un equipo en un lado y otros dos en el otro. Los que más tiraban podían encestar una pelotita.

Empezó el juego y eso era como ver a una lombriz tratando de follarse a un cable de la luz pelado. Canales bailando lo mismo coordina, pero arrastrándose parecía que cada miembro del cuerpo era de una persona diferente. Para cuando acabó la prueba Canales y Marta parecían dos fardos abandonados en la playa. Por su parte, Palito era una crack. Ha nacido para reptar. A Palito se la encuentra Frank de la Jungla y se la lleva a casa.

Tom fue a la prueba con una camisa rosa. Él sí que sabe cómo vestir para cada ocasión. Tom piensa que si te pones un chándal te roba el alma.

Omar trataba de darle cabezazos a la pelota, pero se quedaba a centímetros, sin tocar la pelota. Creo que Omar hace los cunnilingus por telepatía.

El premio se comía así: las parejas ganadoras, con los ojos vendados, le daban los churros a su compañero, con el consiguiente gorrineo de caras. Eso parecía una oda a la coprofagia. Y sólo puedo decir una cosa:

Lara Sajén, que estaba en el grupo que no comió, se dedicó a comerle la boca a Palito y a Valeria para pillar chocolate. A Palito no le habían dado un beso así en su vida. Y cuando digo así me refiero a que Sajén no la besó, le fregó la cara. Cuando Sajén te besa te deja sin rasgos. Las mamás vaca aprenden a lamer a sus terneros viendo besos de Sajén.

Y llegó el momento tortura. Tenían a Melyssa en una barca al lado del barco encallado. Estaba allí porque la iban a dejar robar en el barco, pero ella pensó que la iban a dejar a vivir allí. ¿Y la corrigieron? No, la dejaron que pensara eso e incluso se lo fomentaron. La pena de Melyssa habría hecho parecer optimista a Calimero.

«Está bien que la hagamos sufrir, un poquito, solo un poquito», decía Sobera. Si a Sobera le pones encima el puto Camp Nou le carga menos que la conciencia mientras decía eso.

Y eso lo decía mientras Melyssa miraba al mar pensando que ahogarse tampoco está tan mal. Sobera la animó a subir y ella respondió: «Es que si subo no me dejas ya bajar…«, como si en lugar de un barco eso fuera una trampa para palomas.

Y ya arriba, con Sobera aún vacilándola, amenazó: «Me tiro por la borda, ¿eh?». ESTAMOS HABLANDO DE MELYSSA, que se escapó de su villa y se cruzó media selva para llegar a la de Tom y cantarle las cuarenta. Si dice que se tira, se tira.

Tomaos en serio sus amenazas. Si yo soy piloto de avión y Melyssa dice que quiere un riñón mío o se tira haciendo un agujero en el fuselaje, le doy el riñón así me lo tenga que sacar a bocaos.

Por cierto, qué guapa está Melyssa cuando llora, joder. Es que dan ganas de darle disgustos. Si Da Vinci la llega a pintar, la pinta triste. El cuadro se llamaría La Mona Melyssa o La Giollorona.

Total, que Carlos le dijo que en realidad estaba allí porque tenía dos minutos para robar del barco lo que quisiera. ¿Se puso contenta? Tampoco. A lo más perdió las ganas de conocer el fondo del mar, pero ronreír no sorió.

«Me sabe mal, que me lo has pedido a mí, que tengo buen corazón…», decía Melyssa, que robaba como sin ganas. Melyssa roba unos chicles en un supermercado y deja diez euros en la caja.

Carlos Sobera la animaba a robar en un claro delito de incitación. La madre Teresa de Calcuta empezó a dar palos en farmacias después de conocer a Carlos Sobera.

En el otro lado, Sylvia robó en la playa. Lo que pasa es que robó poco, porque le pesaba el culo como a una hormigonera y corría despacio. Un caracol muerto se mueve más deprisa. Eso sí, les pilló la caja de los utensilios y arrampló. Y lo consiguió robar solo porque le dieron margen, porque si no, no se lleva ni el recuerdo.

En la ceremonia de salvación se libró de la nominación… ¡¡GIANMARCO!! El italiano se puso muy contento, claro. Se lo agradeció a los «gianmarquistas», que son las personas que hacen marcas en los gian.

2 comentarios

  1. Dice ser Luz

    Lo mejor de Supervivientes tus resúmenes, lo que nos ahorras:)))

    14 abril 2021 | 11:18

  2. Dice ser Maribel

    La verdad es que esta edición no me ha enganchado pole momento y me duermo a la mitad. Menos mal que tenemos tus resúmenes! Con esto me basta y me sobra y me parto de risa! Gracias Gus!

    16 abril 2021 | 10:15

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