Más cambio de pareja: la revelación de Lucía que ha reventado y ha hecho de la tercera la mejor edición de ‘La isla de las tentaciones’ | Resumen de la gala

Lola dejó a Simone para estar con Carlos, poniéndole los cuernos a Diego y robándole el pretendiente a Lucía, que luego se besó con Carlos, mientras Lola volvía de arreglarse con Diego justo antes de tirarse a Carlos. Este es el resumen rápido. Es más retorcido que la cola de un cerdo con los rulos puestos. Y es MA-RA-VI-LLO-SO.

Es que no da tregua esta edición. Enamoradito estoy, así de fácil de hacer feliz soy. ¡Os lo cuento todo! Pero antes…

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Vimos cómo Lucía y Marina estaban en la fiesta mientras Lola estaba en su hoguera de confrontación, que era a su vez una fiesta. La fiesta de la pubertad de Diego, que se hizo hombre.

Lucía se preguntaba: «¿tardará mucho en volver ésta?». Ese «ésta» es todo un mundo. En cuestiones de mostrar desprecio está decir «Pepa me cae mal», «Pepa es gilipollas«, «a Pepa la echaba a un lago dentro de una bolsa» y lo peor, que es decir «esta», a secas.

«A lo mejor no vuelve», dijo Marina, que piensa que las hogueras de confrontación son como ir a un poblado del ISIS con una camiseta de Dios Te Ama.

«Si, ya», dijo Lucía con el ironiómetro echando chispas. Lucía ha calado a Lola, que no se pierde más días de fiesta nunca más. Se va a hacer el cierre de Ibiza y Lola va a seguir allí como si no fuera con ella.

Aprovechando que a Carlos se le había caído por un rato el ser simbiótico conocido como Lola, Lucía se fue a hablar con quien en su día fue su pretendiente bandido.

«Te tengo que decir una cosa que me quema la garganta», le dijo Lucía. «Siracha», le dijo. JAJAJA, porque es una salsa picante y le quemaba en la garganta. JAJAJA. Perdón. Ya me pego yo solo.

«Me he sentido utilizada por ti, que me has usado un poquillo para llegar a Lola», le dijo la rubia, que es como el Metro: se puede usar para llegar a los sitios y a las personas. Lucía es la puerta mágica de Doraemon.

Carlos, pensando que Lola podría no volver y que se quedaba sin mujer a la que comer la oreja, se arrimó a Lucía por tener una plan secundario. Aníbal era el líder del Equipo A. Carlos es el líder del Equipo B. De babosos.

«Contigo es con la que más a gusto he estado y la que más me ha llenado como persona», le dijo Carlos a Lucía. «Me has llenado…», no sabes si había estado a gusto o si se había comido a Lucía.

«Que me he sentido a gusto contigo eso lo he dicho yo siempre», le aseguró Carlos. Sí, desde 2004 lo lleva diciendo, no te jode. No había nacido Lucía y Carlos ya estaba diciendo lo a gusto que estaba con ella. La primeras palabras de Carlos cuando era un bebé fueron «Luchía aguhto»

«Dame un abrazo, pero de verdad, no falso», reclamó Carlos, que cuando le das un abrazo lo pone hacia el sol a ver si lleva marca de agua y filamento de seguridad.

«¿Yo te doy algo falso?» dijo Lucía, a la que le puedes coger un billete de 500 sin mirarlo, que es bueno. Lucía es tan fiable y honesta que el banco le dio la hipoteca y no le hizo firmar nada.

Se pusieron a hablar del día de autos de la metida de mano a Lola mientras Lucía dormía al lado: «No estabas en el medio porque yo no te dejé», le dijo Lucía. Y bien hecho. Yo tengo que dormir con Carlos y levanto un muro medianero para poder cerrar los ojos, porque Carlos si duerme contigo, se te arrima.

Menos mal que este chico no trabaja en un tanatorio, porque le entra el sueño, se tumba un rato en una camilla, hay un muerto cerca y…

«Si llego a estar en el medio me habría vuelto loco, porque con dos mujeres a los lados...», dijo Carlos, que no ha cogido el metro nunca y no sabe lo que es ser el queso en un sándwich.

Más tarde Carlos se frotó con Lucía y se le pusieron los pezones erectos a Carlos. Pero duros que se restriega contra el escaparate de un Zara cerrado y le hace una grieta al vidrio que puede entrar a probarse ropa.

«Parezco yo aquí la más fea, la más santa…», dijo Lucía comentando su abandono por parte de Carlos y en favor de Lola. No, mujer, es que no eres el tipo de Carlos. ¿Y cuál es el tipo de Carlos? ¿Rubias, morenas, altas, bajas? No, la que cae antes.

«No me va a machacar ni él ni nadie mi orgullo de mujer», dijo Lucía, que tiene un orgullo de mujer tan duro y resistente que le pasa por encima una apisonadora y se pincha la apisonadora.

Llamó «mierda» a Carlos y luego se fue a bailar bachata con él, porque eh, si un mojón sabe bailar pues te tapas la nariz y bailas. ¿No véis que los zurullos nada más nacer ya se ponen a dar vueltas y a hacer piruetas cuando tiras de la cadena? Lo llevan en el ADN. Eso y los restos de la cena.

Y vimos una conversación rara, en la que Carlos decía: «Ese besito que me has dado allí…» y ante la cara de flipar de Lucía él agregaba «ah, que no nos lo hemos dado». Ojo a esto.

Para mí que Carlos llevaba una borrachera y un calentón que ya veía doble.

«Me miras de forma diferente», dijo Carlos, que no era capaz de enfocar, pero notaba los detalles en la mirada de Lucía. Estaba tan salido y bebido que le llevas a una pescadería y piensa que los gallos de ración le están mirando diferente.

Lola llegó de la hoguera y empezó a intentar explicar los acuerdos a los que había llegado con Diego y su situación con él. Si intenta explicar la resolución de la conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer y de las ecuaciones de Navier-Stokes la entienden más.

«Para eso estoy aquí, para demostrar o cagarla otra vez, pero espero demostrar», dijo Lola, que ha venido a jugar. Pero perdió. No demostró mucho, no. Tienes que creer en tí misma, Lola.

«¿Tú piensas que quieres volver con Diego y que le vas a respetar?», le preguntó Lucía a Lola. Y ella dijo «Sí». JAJAJAJA Le va a respetar pero sólo por llamarle de usted.

Simone y Carlos tuvieron conversación me machitos. «Llevas unos días que te noto raro», le dijo Carlos a Simone. Carlos va de Johnny Fucker en plan eh, te he quitado la chica, no te enfades. Andalamierda.

Lucía hablando con Lara: «Yo no me quiero sentir utilizada para llegar a otra persona», insistió. A Lucía la usan tanto para llegar a las personas que si tenéis que moveros podéis llamar a un Taxi, a un Uber o a una Lucía.

Momento Manué/Fiama… y Don Limpio, porque lo hicieron en el baño.

Manuel explicaba que se habían ido al baño «por intentar que no nos cogieran en la cama nos metimos al baño, para que no hubiera imágenes… pero se nos ha escuchado». Manué no tiene modo silencioso. Si Manué fuera un satisfyer sonaría como una taladradora de las de abrir zanjas en la calle.

A Jesús lo único que le preocupó es que él también usa ese baño. «Y si llego a entrar yo… imagínate qué trauma», aseguró. Sí, qué trauma, pillar a dos follando. Manué entra en la cocina y ve a su abuela fabricando bombas mientras fuma crack y se come el cerebro de un señor de Cuenca y no se lo cuenta al psicólogo, pero pilla a Manué y Fiama follando y tiene que pedir dos citas consecutivas.

Aquella mañana bajó Fiama llorando. Lo mismo porque los 30 segundos le dejaron un poco a medias. Manué, sentado a la mesa del desayuno la miró y dijo: «Tendré que hablar con ella ahora ¿no?«. No, Manuel, hijo, no hace falta, tú acábate el desayuno y ya si eso luego si coincidís por un pasillo, pues le preguntas… QUÉ SANTOS COJONAZOS.

Cambio de tercio. Hoy en nuestro programa Las cosas raras de Lola hablaremos de cómo Lola ve la paja en ojo ajeno y no un tren de mercancías en el propio.

«Lo mismo que ella va a estar con la Carla esta… no voy a hacer nada hasta la próxima hoguera, porque si le viera que sigue con Carla no entendería nada», dijo Lola. CLARO TÍA, QUÉ COSA MÁS RARA. No como tú, que haces todo súper normal y nada raro.

Y EMPEZÓ EL BOMBAZO

«Yo con Lucía no he tenido nada, más que los dos besos que nos dimos y he aguantado sus malas palabras, sus insultos», dijo Carlos a otro de los tentadores. ¿LOS BESOS?

«Carlos me ha dicho que se metieron al baño a darse besos«, contó más tarde Lola a las chicas, para tratar de que el aquelarre se olvidara de lo suyo y quemara en la hoguera a Lucía. Lola es la típica que hace un trato con la policía para que le rebajen la pena y acusa de delitos hasta a la monja que le daba religión.

«Me cogió la boca y me intentó dar besos en el baño, para que nadie lo viera«, dijo después Carlos, sin Lucía delante, claro. «A mí me va a dar ella un beso, de qué?», se quejaba Carlos ultrajado. JAJAJAJAJAJA Qué jeta.

Lucía y Lola rompieron relaciones y ya nunca más van a dormir juntas. «Ayer me contó Carlos que le cogiste la cabeza para darle un beso en un sitio donde no había cámaras», acusó Lola a Lucía, así a saco, sin anestesia. Lola se mete a cirujana y te opera el bazo al natural y que duela lo que tenga que doler.

La cuestión es que Lucía no lo negó… «si tengo un fallo lo admito«.

SÍ, LUCÍA TRATÓ DE BESAR A CARLOS BOOOM

Empiezo a pensar que la única que tiene dos dedos de frente es Marina. Lola también sacó lo de que Lucía e Isaac/Lobo habían estado jugando. Lola es capaz de coger el coche de Lucía y saltarse semáforos para que le lleguen multas a Lucía para poder echárselo en cara.

«Lo de Lobo… es absurdo que yo me enfade, porque Lucía es como una hermana para él. Pero me sirve para saber cómo reaccionaría él con una amiga.

«¿Por qué ese comportamiento no se le puede juzgar a ella también?«, se quejaba Lola, que dice que a ella la juzga todo el mundo y a Lucía no. Lola no se hunde sola. Si Lola llega a ser Jack en el Titanic agarra de la mano a Rose y la mete en el agua con ella y que le den a la tabla.

«Carlos me dijo ‘aquí quienes estamos, tú y yo, no? Pues ya está’. Es un guarro y le habría dado igual quién», era la versión de Lucía sobre besos con Carlos, que en un principio negó que se hubieran besado. Pero sí.

Marina se fue a hablar con él y a presionarle. «Me hizo así… bueno, así… bueno, con lengua y todo», dijo Carlos añadiendo detalles y ampliando ese solo amago inicial a un beso con lengua.

Si Marina le presiona un poco más Carlos acaba confesando haber besado él a Lucía, haber matado a Kennedy y haber robado la Mona Lisa del Louvre aunque siga colgada.

El caso es que esta está siendo la mejor de las ediciones de La isla de las tentaciones. Besos, magreos, cambios de pareja, folleteos, peleas entre solteras… Es que había menos tramas en Juego de Tronos.

1 comentario

  1. Dice ser MARIA

    Sin ánimo de ofender, creo que deberías replantearte el nivel de chascarrillos y comentarios que haces de cada frase que pones. Hace años te leía sonriendo pero ahora tengo que cerrar a mitad de artículo porque resultan excesivos y algunos, de mal gusto. Creo que eres inteligente, no son necesarios.

    09 marzo 2021 | 21:49

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