Si no sabes nadar, ¿es lógico meterse a pescar con mala mar y tormenta? Pues en Supervivientes lo querían hacer

Ana María, que enseñó a Jacques Cousteau todo lo que sabía, no te jode. (FOTO: CUATRO)

Oh, mira, hay tormenta eléctrica. Voy a correr por el prado sujetando este palo de hierro, ya verás que risas. Y luego vienen los lloros. Pues algo así de lógico trató de hacer Ana María Aldón en Supervivientes, que, con su obsesión por pescar, no conoce lógica ni prudencia ni quien se la pinte. Esta mujer era la patrona del barco ese que se hundió en La Tormenta Perfecta. Sólo que con Ana María el barco se habría hundido en el primer cuarto de hora de película.

Y es que a Ana María la hemos visto nadando a perrito y sufriendo un ahogamiento del que la sacaron de puro milagro y aún así el otro día, con una mala mar que le habría puesto los huevos de corbata al capitán Pescanova, ella quiso salir a pescar. A pescar qué, si estaban los peces en su casa acojonados por las olas.

En fin, lo que también da miedo son mis redes sociales, porque salgo yo y eso es mucho más de lo que una persona valiente es capaz de soportar.

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Y vamos con la gala.

Sobera salió poseído por el espíritu de José Luis Moreno en Noche de Fiesta, gritando UH UH UH. Qué fuerza y qué garra tiene este hombre. Sólo le faltó regalar un par de lavadoras a una señora de Murcia.

Lara Iba muy guapa (qué bien le queda el blanco a la jodía) lo que pasa es que le habían puesto un collar con un trozo de vidrio de color azul y en las tetas llevaba cristales que brillaban tanto que en el 1492 podías cambiar eso por seis kilos de oro tallado y te daban de regalo la isla de Manhattan. A la pobre mujer la podías colgar en una discoteca y te hacía reflejitos para las canciones de arrimar cebolleta.

Los zapatos de Pavón… No es que fueran feos. Es que se los das a Dorothy y prefiere quedarse en Oz antes que ponerse eso y volver a su hogar. Qué crimen contra la moda. Eso lo venden en las zapaterías en la parte de atrás, donde nadie lo vea y te lo dan en una bolsa de papel marrón para que parezca que es alcohol y nadie te mire mal.

Y la gala comenzó casi con la Prueba de recompensa. Era el clásico juego de coger pelotas con cestas puestas en la cabeza. Las recompensas eran un homenaje al colesterol. Tú tienes un grupo de hipertensos condenados a muerte y en lugar de tiros les puedes dar los premios que tenía Lara.

Las dos primeras bolas las jorobó Hugo, que andaba quejándose de no sé qué, pero ni las cogió el ni las dejó coger. Hugo deja sin comer al perro del hortelano.

Había quienes recogían y quienes lanzaban. Ana María lanzó la pelota que si la ve la contrata Mehmed II para destruir las murallas de Constantinopla.

Como estaban siendo más inútiles que un cenicero en una moto, Lara se puso a sacar de debajo de la mesa comida. «Tengo patatas fritas, tengo finguers de pollo, empanadillas, croquetas…», parecía que estaba leyendo la carta de una terraza en la nueva normalidad. He visto casetas de feria con comida más sana.

La primera bola, la sexta, la cogió Jorge, ganando un perrito caliente. Barranco, que lleva tanto tiempo con el taparrabos que el día que se vista se va a sentir raro, cogió otra bola: aceitunas. Y luego se golpeó con Ivana y se cayó, ofreciendo un maravilloso plano de sus cojones.

Yo pensando que me iba a ir anoche en la cama sin ver más testículos que los míos y no. Ahora cerraré los ojos y veré los cantaritos del amor de Barranco mirándome como dos ojos saltones. De llevarlos al aire tienen tanta arena que Barranco pone los cojones en una cajita de bolas de mozzarella rebozada y no distingues mozzarela de cojón.

Hugo, como siempre, se puso a quejarse porque le habían dado un rodillazo. Vaya por Dios. El mundo conspira contra Hugo. Porque él lo hace todo bien y si le sale algo mal, es culpa de otro.

Cada vez que Lara gritaba «3, 2 ,1 a posición» para que los concursantes corrieran a coger sitio Rocío corría chillando. La pones al frente de una tribu teutona en una batalla contra Roma y salen corriendo los legionarios.

– Hostius, Servius, mirae la que vinietus porahi vociferantibus.

– Corrius, Sextus, fugit por tu vitae.

Y así.

Ivana pilló otra bola, en las narices de Hugo, lo que debería contar por dos. Ganó patatas fritas. Hugo seguía liándola porque le habían empujado. No sabéis la pena que me da. El corazón se me llenaba de pesar y… bah, que se chinche, que tío más picao y jode juegos.

Hugo está convencido de que le envías a unos Juegos Olímpicos y los gana. Eso sí, si no hubiera contrincantes. Y si perdiera, saldría su madre por una videollamada en los marcadores del estadio a decir que están todos contra él.

Rocío se puso el casco del revés dos veces, con lo que ver, veía lo justo. Menos mal que no iba en moto, porque arma la de Dios es Cristo.

«Las cestas tienen en el fondo gomaespuma para que las bolas no reboten«, dijo Lara, pero esas bolas rebotaban más que las de Barranco sentado en una lavadora centrifugando.

Barranco cogió otra bola. Le tocaron torreznos. Los torreznos son maravillosos, pero se los das a la momia de Ramsés y al día siguiente tiene barriga y las arterias como el colector de una fábrica de toallitas.

El juego empezaba a aburrir, porque cogían una bola de cada diez. Y por último, Hugo cogió una, que había lanzado Ivana, por cierto. Ganó dos croquetas. DOS CROQUETAS. ¿Qué monstruo pone en un plato sólo dos croquetas? Te echan del gremio de croqueteros por rata.

Como habían sido tan inútiles, les dieron la oportunidad de coger una bola cada uno de las del suelo. Debía ser por no tirar comida. Como les sigan dando facilidades el día menos pensado les tiene que masticar la comida Lara y luego se la regurgita cual polluelos.

Rocío consiguió torreznos. Dijo que no le gustaban. Jorge pilló patatas fritas, que le combinaban bien con el perrito.

Ivana logró permiso para coger una recompensa de los compañeros. Y le quitó el perrito a Jorge. MUY MAL. Podía haber cogido las aceitunas de Barranco, que tenía varias cosas. Peeero, Elena consiguió el derecho a intercambiarlo todo con una persona y se lo quitó a Ivana. JA JA JA JA

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Barranco se llevó otra ración de aceitunas. Tenía más olivas que la provincia de Jaén. «Son rellenas, bien de chicha», destacó Lara, porque debían ser las únicas aceitunas rellenas de cordero del mundo. Pero no, eran una estafa, Barranco destapó la verdad al decir que no estaban rellenas de nada.

Ana María tenía que entregar una de sus recompensas, pero no tenía para dar ni la hora, así que no entregó más que la pena de no comer. Hugo consiguió unas rosquillas de chocolate.

Elena trató de repartir comida, pero no le dejaron. Se quedaron sin comer Ivana y Ana María.

Vídeo. Barranco cabreado. Que no se puede tomar en serio a alguien cabreado que va vestido con una hoja de parra de plástico, pero vale, cabreado.

«El plato de Rocío y de Jorge estaban a reventar de yuca y el mío está vacío», se quejó Barranco. Sí, a reventar estaban los platos. Se derramaban. Una avalancha de yuca era eso. Los platos de Rocío y Jorge los tenían que llevar entre seis esclavos nubios.

Hugo vio la oportunidad y se dedicó a meter mierda: «Se están riendo de tí en tu cara«, le dijo. A Hugo lo dejas y te monta un Puerto Hurraco. «El primero que se acerque es el enemigo», le aconsejó Hugo, para el que cualquiera que se acerque con intenciones amistosas, cariñosas o sociales, es malo y merece ser rechazado. Hugo a veces se toca el pene y piensa que la mano es enemiga porque se acercó.

Sobera pasó de Telecinco a Cuatro con el mando a distancia, pero cada vez se pone más chulo. Anoche hizo el cambio ya cruzando un brazo sobre el que sostenía el mando. Es el Harry el Sucio de los cambios de canal.

Esta semana a Jorge le ha dado bajón. El pobre hombre ha llorado y se sentía desubicado. Se levantó a estar un rato solo y Barranco, espoleado por Elena, se fue a hablar con él y le abrazó. Afortunadamente iba vestido. Es imposible no frotar la sabandija cuando no llevas ropa.

Barranco se enteró de que su pena era por él. Jorge estaba triste porque se había sentido dolido de que Barranco hubiera pensado que le había robado él la yuca de los cojones. «Pensé que dudabas de mí y eso me dolía«, le dijo Jorge, que te pone una multa por ir a 91 km por hora en vía de 90 y le dices que ibas a 90 y llora porque dudas de su multa.

¿Pero qué va a robar yuca Jorge por el amor de Dios si es un ser de luz? Un ser de luz con una barba que se le puede perder ahí una expedición amazónica, pero un ser de luz.

Y vídeo de Ana María queriendo pasar a formar parte del fondo del mar.

Estaba el océano que le daría miedo hasta a Moby Dick, pero Ana María estaba empeñada en salir a pescar. Justo antes Hugo lo había intentado y volvió que casi lo tienen que echar al fuego como un madero para calentarlo, pero ella empeñada en que quería salir.

AAAAAAAAH, PESCAAAAAAAAAAR, TENGO QUE MATAR PECEEEEEES, DEBEN MORIIIIIIIR, JA JA JA JA, ME LOS COMOOOOOO, LOS REVIENTO, HIJOS DE PUTA DE ALETITAS Y COLORINES, MORIIIIIID.

Y así.

Y estaba ya entre las olas, que parecía el marido de la loca del muelle de San Juan buscando un ahogo épico, cuando la organización le dijo que no podía salir a pescar. «Me han roto el corazón en dos«, dijo.

– ¿Te puedes creer que quería arrojarme al cráter de un volcán en erupción y no me han dejado?

– Qué cabrones.

Y así

A ver, hija, si no sabes nada, que tu estilo de nado preferido es la modalidad de caniche cojo en bañera, ¿cómo cojones vas a salir con unas olas que le mojarían los pezones al Gigante Verde?

Cada vez que Ana María se mete en el agua:

scared david hasselhoff GIF by Baywatch

En otro desorden de cosas, la visita de Avilés les dejó a todos muy reconfortados. Debe ser poque no les pidió ningún servicio, compra o negocio. Todos estaban convencidos de que Avilés ha aprendido la lección y que se va de aquí como mejor persona. Qué ojo tienen.

Qué lista es Elena: «Estaba exageradamente sensible, no sé qué le ha podido pasar«, dijo. Pues ya verás cuando te lo cuenten. En cuanto tengas dos días seguidos libres te lo resumen.

Y bronca pesquera.

Un día aburrido, de esos en los que el mar no puede tragarte para siempre, Ana María salió del agua echando pestes, porque Hugo le había dicho que se apartara de él al pescar.

«No puedo con Hugo, no puedo con Hugo… pescar con Hugo, porque no me deja, me dice que me aleje«, salía relatando la mujer.

Y Hugo, muy ofendido, respondió: «Te dije que te corrieras un poquito nada más«. Uno de esos casos en los que el español de América nos pasa por la derecha. A ver, Hugo, es que ya que te tienes que correr un poco es mejor correrse mucho o incluso correrse en varias ocasiones y así la corrida es más satisfactoria y yo ya no sé cómo acabar esta metáfora para que parezca que hablo de alejarse y no de dar gotelé como para la pared de un auditorio.

«No salgas diciendo eso, no me jodas», decía Hugo. «No, te jodes tú solito», le dijo Ana María, que no tiene intención de hacerle cosas a Hugo de esa de joder. Que se siente él deprisa encima de un coco y se apañe con eso, di que sí.

«¿Tú te crees que yo en el agua me he acercado a tí para escucharte de lo gracioso que eres?», le dijo Ana María. JA JA JA JA Punto para Ana María.

«No salgas ensuciándome a mí, no me ensucies a mi», le dijo Hugo, que está obsesionado con no ensuciarse. No sé si Ana María en el agua le estaba dando patadas o le estaba jiñando encima.

La base del problema es que Hugo está picado porque Ana María lleva más peces que él.

Por otro lado, Ana María no es exagerada. Lo que pasa es que a los hechos pequeños les da un poquitito de nada de importancia. ¿Sabéis eso de hacer una montaña de un grano de arena? El Everest es un granito de arena que pilló por banda Ana María.

«Casi me ahogo, me entraba agua por el tubo al alejarme«, se quejaba Ana María, vendiendo el hecho con un halo épico que los mismo le llama Spielberg para comprarle los derechos para hacer una película.

El ahogo de mierda que emocionó a Spielberg.

Y se salvó de la expulsión… ¡Hugo!

«Lo merecía igual que yo, es una guerrera con todas las palabras y me habría gustado que se salvase ella», dijo Hugo emocionado de su exIvana. ¿Lloró? No, porque Hugo perdió los lacrimales en un accidente cuando tenía ocho años.

«Hugo siempre sigue su corazón«, dijo la madre de Hugo de su hijo, como si el resto de la gente huyera de su corazón. Están las protectoras llenas de corazones abandonados.

Vídeo.

A Hugo le pusieron a comer, con los ojos vendados, pedazos de tarta puestos sobre el cuerpo de Ivana. Os digo ya que se recreó. Hugo pensó que Ivana podía tener tarta dentro del besugo y casi le come la tarta y el boquerón barbudo de postre. Hugo le hace el cunnilingus a las copas Danone.

Cuando llegó a la zona de las tetas pensó que además de tarta le habían puesto dos flanes y se recreó mordiendo en las pechugas que Ivana tiene ahora zonas de las domingas donde falta epidermis. Poco antes había lamido las areolas de Barranco. Hugo es muy de peces grandes. ¿De pescados de un kilo? No, de pezones.

Cuando llegó a la boca Hugo le metió la lengua a Ivana que creo que le estaba sacando comida del estómago a la muchaha. Acabó el morreo e Ivana notó como que tenía hambre. Hugo es como una tenia externa. A Hugo le dices que se te ha caído tarta por el lavabo y te desatasca la bajante a lenguazos.

El caso es que Ivana no se quedó corta, porque ambos han demostrado ya que besando son como aspiradoras ciclónicas, así que al final no sabías quién estaba comiendo a quién. Eso sí, Elena, que estaba viéndolo todo a centímetros, aseguró que Hugo había aprovechado la coyuntura para ponerse fino. ¿Se pasó Hugo? Pues tampoco es eso.

Y puente de las emociones. Era un puente en el que se ponían los concursantes. Había cuatro escalones: Culpabilidad. Perdón. Arrepentimiento. Distanciamiento. Joder. Yo veo eso en un puente y cruzo a nado.

Y el concursante tenía que hablar de cada una de esas cosas. «También puedes darme la espalda y marcharte», les advertía Lara, que parecía el duende que se esconde bajo el puente y te roba a tu hijo primogénito si no adivinas su nombre.

«¿Te atreves a cruzar este puente?», le dijo Lara, como si no fuera un puente recio a medio metro del agua. Joder, eso o se pone una cuerda carcomida sobre un lago con cocodrilos o no tiene emoción.

Hugo pisó la Culpa: «Voy de frente, soy sincero, no me escondo«, dijo Hugo. Vale, ya sabemos que no vive en una madriguera. Pero Hugo estaba al trasluz y se le veía aún más oscuro que de costumbre. A Hugo le va a obligar la DGT a llevar luces de posición por la noche.

«Me siento bastante culpable por las dos veces que me he separado teniendo hijos pequeños. Lo siento por las madres de mis hijos y asumo la parte de culpa que he tenido», dijo. Adara en casa dando palmas y llamando a Lecturas y Hola a ver si quieren una entrevista.

En el peldaño de perdón podía decir el que no ha pedido o el que le falta. Se puso a hablar de sus hijos, así que no lo reproduciré aquí. Luego habló de un amigo suyo con el que se había enemistado y al que luego le dio un infarto. Pues tampoco voy a bromear con eso, claro.

Distanciamiento. Que se había distanciado de su hermana. Joder, Hugo, es como un catálogo de dramas. No sé yo si hacía falta sacar toda la retahíla de problemas de ayer y de hoy en Supervivientes.

Turno de Barranco. «Culpa…» dijo y ya estaba sollozando. Y habló del ingreso de su abuela en el hospital. En serio, pero qué drama de gala, por el amor de Dios. Qué hago yo con ésto.

Y después de eso Barranco dijo que por él ponía el peldaño del perdón el último. Es como si vas al puente de San Francisco y te va mal como está construido. Barranco estuvo allí y cuando se fue el puente se llamaba de San Pancracio, porque él es muy devoto.

«Yo prometo que en algún momento iré a Supervivientes«, dijo anoche Nagore en el plató, con las mismas ganas con las que uno dice que todos moriremos algún día.

En el puente estaba ya Ivana. «La culpa es una palabra que siempre he tenido en mi mente«, dijo Ivana. Pero vamos a ver, ¿a esa isla no ha ido nadie sin traumas?

– Hola, venía a concursar en Supervivientes…

– ¿Qué tal se lleva con su familia?

– Uy, muy bien, quedamos los domingos y…

– Descartado, quítese de nuestra vista.

«La vida es una», dijo Ivana, que se nota que no es un gato y que no cree en la reencarnación.

«Si me pongo a arrepentirme de todo lo que he hecho…«, dijo Ivana que debe tener más cosas en la conciencia que un alunicero jubilado.

Vídeo:

Hugo e Ivana hablando. Estaban los dos sentados al lado de la hoguera. Al lado significa que si se quedan quince minutos más se les puede vender como salmón ahumado. Hugo e Ivana. Ah, ¿que estábais esperando que os contara algo interesante que se dijeron? Pues no hubo.

Elena ha querido colocar a su hijo Aitor con Ivana. Elena se puso a vender también a Ivana para su hijo que sólo le faltó hacer que Ivana enseñara los dientes. «¿Quieres que te lo presente?», le dijo Elena a Ivana, y ésta le dijo que no. Joder, qué duro que tu madre te intente buscar zagala y te den calabazas sin habértelas buscado tu ni nada.

Vídeo: Avilés despidiéndose y diciendo que lo sentía todo mucho. Sí: el mísmo vídeo del domingo de que no quería ser un monstruo. El principal miedo de Avilés es que le muerda un zombi o un vampiro y le conviertan.

«Los concursantes deben superar el efecto destructor de Avilés en ellos«, dijo en el plató Vicky, que piensa que Avilés es el Godzilla de los sentimientos.

El caso es que tras la visita de Avilés, gente como Elena o Barranco dijeron que Avilés era un buen chico. Madre de Dios, qué capacidad de perdón y de olvido.

Y vimos a Avilés hablando inglés. Tiene nivel de ‘Teo lee la etiqueta de un champú de importación’.

«Dis voi in ailand nid a jerl«, dijo Avilés. Eso se lo dices a un inglés y te hace una traqueotomía pensando que se te ha atascado un hueso de pollo en la laringe.

«Kam jiar, plis«, dijo para llamar a Hugo, pero creo que no lo dijo en inglés, sino en alemán.

«De güiner of guan person of de sison… güoman«, vaticinó, como si fuera el mismo puto Shakespeare diciendo quién iba a ganar Supervivientes.

«Hoy me ha dado por hablar inglés para demostrar las cosas«, dijo después. Sí, para demostrar que en la Universidad de Gales hacen los exámenes por gestos y jugando al pictionari.

Avilés montó en la isla un Eurovisión. Ana María cantó y lo hizo… a ver cómo lo explico. Si llevamos a Ana María a Eurovisión, nos echan.

Barranco y Jorge cantaron ‘Dos hombres y un destino’, de Bustamante. Yo soy Bustamante y les demando. Eran como dos gatos fumadores habituales de ducados. Pero acabaron el número revolcándose por el suelo, con los huevos de Barranco yendo de un lado para otro. Mira, el número de lucha grecorromana lo mismo sí que gustaba, que eso no se ha visto nunca. Si Rosa llega a hostiarse con Bisbal después de cantar iurop is livin a celebreision fijo que hubiéramos ganado.

A Hugo le ofrecieron cantar, pero él dijo «déjame en paz, no voy a ir», mientras estaba tumbado al sol ajeno a la diversión. Hugo sólo entra en un karaoke con un bidón de gasolina y un mechero. El Grinch le jode las navidades a los humanos y Hugo le jode las navidades al Grinch.

Y se acabó lo que se daba. ¡Os quiero!

5 comentarios

  1. Dice ser Hola

    Que pena que se tengan que ir Jorge o Ivana y se quede Hugo, no entiendo que guste tanto éste tipo de personalidades tan individualistas, egocentricas, ese carácter de vinagre que sólo está contento si él gana, protestando por todo….. En fin que pereza da ver a este hombre

    13 mayo 2020 | 09:00

  2. Dice ser Martita

    buenos dias Gus!!!
    jajaja me partooo!!

    que drama de gala con el puente ese…no lo vi mucho sentido porque hablaban de cosas personales de los concursantes que no tienen nada que ver con el concurso, pero bueno..supongo que lo haran por rellenar minutos de gala. Y aunque eran cosas, que entiendo que era un momento serio y sentimental para los concursantes, no podia evitar q se me escapara la risa con Barranco y su taparrabos en el puente…jaajja

    Hugo es un desaborio…no entiendo como se lleva salvando todas estas semanas…como siga asi, llega a la final, para mal de nosotros, los espectadores, y también para el resto de compañeros; con el buen rollo que hay en general, y siempre lo fastidia él.

    y sigo pensando que hay dos parejitas nuevas: Jorge y Elena; y Barranco e Ivana

    Buen dia Gus!!y a todos los lectores de este blog 🙂

    13 mayo 2020 | 09:12

  3. Dice ser Eduardo

    No es normal!
    Un saludo desde escuela esquí Baqueira

    13 mayo 2020 | 09:35

  4. Dice ser Esther

    Ana maría es insoportable con la pesca. No sabe nadar y quiere ser la q más pesca. Si todos hicierAn como ella. Con gafas todo el día y solo pescar eso no se q sería. Hasta ayer no m gustaba Hugo pero La verdad q acaba siendo el más normal. Rocío siempre tumbada mirando testiculos. Barranco desnudo. Ana Maria y sus tonterías. Jorge me parece buen hombre. Elena m gusta pq es una Buena concursando. E Ivana no m engaña; los q ya l conociamos sabemos qfani tiene razón. Es muy falsa. Y va de víctima. Por eso se hizo al final amiga d aviles. Ya cansa… Siempre se enamora y monta show. Ojalá vean l doble cara q tiene.

    13 mayo 2020 | 11:27

  5. Dice ser Pai

    Desubicar, no Desubicar. Todos los días tienes alguna falta.

    13 mayo 2020 | 11:36

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