De desnudarse en Interviú a protagonizar una catástrofe culinaria en ‘Ven a Cenar Conmigo’: Ainhoa

Ainhoa, en Ven a Cenar y compartiendo con el mundo sus cosas.

La forma más rápida de conseguir un motín en un penal es poner a Ainhoa de cocinera. La muchacha tiene un buen rollo y una energía inversamente proporcional a su habilidad en la cocina.

¿Sabéis de quién os hablo? ¡Sí, de Ainhoa de las gemelas de Pekín Express! Que después de recorrer medio mundo con el programa salió en pelotas en Interviú (claro que salir vestido en Interviú era difícil) y ahora ha participado como primera anfitriona esta semana en Ven a Cenar Conmigo en Cuatro.

La muchacha se presentó como «Tatoo model»: o sea, modelo de tatuajes. La muchacha se quita la camiseta y se pone de cara a la pared y parece un póster de Disney, porque llevaba toda la espalda tatuada con motivos de La Bella y la Bestia.

Bah, lo meritorio es hacerse al jorobado de Notre Dame entre las tetas. Si aún así hay alguien que quiere tocártelas, cásate con él o ella. «No hay que juzga a la gente por las apariencias, sino por el corazón», dijo Ainhoa ,que es la Paulo Coelho de los tatuajes.

Se ha echado un novio inglés: «nos conocimos como todo el mundo, de borrachera«. Sí, de hecho Napoleón estaba todo cocido de beber DYC cuando conoció a Josefina, que llevaba un pedo de vino Don Simón que no se tenía en pie.

«Para mí una anchoa es como una mierdilla«, dijo, para hacer amigos en Cantabria. En el siguiente episodio aparece Miguel Ángel Revilla, así que no descarto que la mate metiéndole anchoas por el gaznate hasta que no pueda respirar.

Vamos con los demás comensales:

Yeyo Rubín: Comunicador experto en gastronomía, o eso dijo él, porque al parecer sólo es experto en gastronomía cántabra.  «Me encanta salir al mar a pescar» y se puso a relatar comidas que le gustan que parecía que estaba relatando el menú del día de un restaurante. Para este hombre la comida que se hace desde los límites de Cantabria hasta Burgos es comida extranjera. La que se hace más al sur de Burgos es comida marciana.

Eva: Es médico y hace acupuntura. Me estalla la cabeza con esa mezcla. Y también hace tallas en madera. Lo malo es que un día se haga un lío e intente hacer una escultura con agujas y a ti te talle los canales linfáticos.

Eva canta en un coro y nos enseñaron al coro cantando. El coro era un arma de destrucción masiva. Mandas a esa gente cantando contra una posición enemiga y se rinden todos. Eso lo oye James Rhodes y abandona España.

María Alonso: Es empresaria y concejala «por el partido del PP». Empezó en las juventudes de Alianza Popular y fue «subiendo puestos» hasta que llegó a concejala. Lo bueno de la política en España es que siempre van quedando huecos libres según van imputando al de arriba.

Es «muy sociable» y al lado del Ayuntamiento «hay vacas y al otro lado caballos». Eso no es un Ayuntamiento, es el puñetero FarmVille. Lectores millennials: si no entendéis algún chiste me lo decís y os lo explico, que soy mayor ya.

Álvaro: Es ingeniero informático y tiene un columpio en su oficina. Hace sidra ecológica natural con manzanas, sólo manzanas. No la va a hacer con peras, no te jode.

Toca el cajón flamenco. No es etéreo, porque cuando «llega a un sitio se nota que ha llegado y cuando se va se nota que se ha ido». Vale, no es el fantasma de Ghost. Sólo le faltó confirmar que se refleja en los espejos y no tiene problemas con el ajo.

«Aquí comienza ya el trajín«, canturreó Ainhoa al empezar a cocinar aunque por cómo lo dijo no sabías si iba a cocinar o a empezar a trabajar con Nacho Vidal.

Primer plato: Say Cheese. Una tarta de queso con cebolla y base de hojaldre. Una guarrería como otra cualquiera.

No veas qué hostias le daba a los botes de especias para que acabaran de caer los ingredientes. Le daba tales goles en el culo que sacaba hasta el aire. Hacía el vacío dentro de los botes.

Amasó el queso con las manos «que no me las he limpiado«. Bueno, ¿qué más da unas bacterias más que menos? Menos mal que la muchacha no es cirujana, porque iría a operar a corazón abierto con las manos de haber estado limpiando pescado.

Lo coronó con una banderita inglesa, bien hecho, porque eso parecía una maqueta de Gibraltar; una roca informe. Faltaban los monos y gente pasando tabaco.

Segundo plato: Sunday Roast. Llevaba redondo de ternera comprado ya relleno y atado y y unos bollos ingleses comprados. Lo metió todo al horno con unas verduras y patatas y a tomar por saco. Si el redondo llega a ir dentro de una bolsa, mete la bolsa y el tiket de la compra.

Ainhoa tiene las manos ignífugas porque cogía las patatas recién sacadas del horno con las manos y ni se inmutaba. Ainhoa pasa por encima de la manta de brasas de San Pedro Manrique y se puede parar en medio a encenderse un cigarro antes de seguir.

Postre: Manchester tart. «La Manchester tart no tiene nada que ver con lo que voy a hacer yo, pero como ellos no saben lo que es la Manchester tart…», dijo Ainhoa. Cojonudo. Pues yo voy a hacer un caviar iraní pero lo voy a hacer con caquitas de conejo, porque como no saben lo que es el caviar iraní…

Esta tía no había cocinado en su vida. «Un puñado de azúcar a ojo y a tomar por culo», pero no era un puñado, era un kilo. El Manchester tart era un tiramisú hecho a lo loco.

– Señor Adrià ¿cuánto le ponemos de sal a esta receta?

– Un puñado y a tomar por culo, que hoy viene el de la guía Michelin. Hemos venido a jugar.

Y así.

Llegó la cena.

Ainhoa había llenado la casa de banderitas inglesas eso parecía el dormitorio del príncipe Carlos. Solo faltaba Camila Parker Bowles. El cóctel de bienvenida tenía té y licor, un pelotazo de llegar a la cena viendo el segundo plato justo al lado del primero y bailando un chotis.

Alvaro llegó y se notó que había llegado. «Pegas con el típico pijo sevillano, con la camisa y el jersey«, le dijo Ainhoa sin querer ofender… «No he podido ponerme la ropa de sport porque era todo de marca», dijo él, desmintiendo que fuera pijo.

Yeyo llegó y ya se puso a criticar el aperitivo: «El sándwich no estaba tostado a la plancha, era poco apetecible», dijo, pero eso ya lo había visto antes de zampárselo como si fuera un cocodrilo masticando un impala.

Se fueron a cotillear por la casa. Había un gimnasio y millones de fotos de ella misma y su Interviú convenientemente olvidado sobre una repisa. A Yeyo le dejó «con la boca abierta».

Hoy, en eufemismos de los tíos, «me ha dejado con la boca abierta» como sinónimo de «me ha puesto como un orangután en época de celo».

«No voy a decir que sea el mejor say cheese que he probado, pero bueno», valoró Eva, que nunca había comido un say cheese. Comer una cosa por primera vez y que no sea la mejor que has comido es bastante jodido si lo piensas.

Yeyo dijo que debería estar más jugoso, que estaba pasado de horno. Se lo comió como si fuera la última comida sobre la faz de la tierra. Para Yeyo las pegas son somo su aliño preferido. Las echa sobre el plato y luego se las come como si les hubiera echado ketchup.

«Yeyo, qué te gusta más, el plato o la foto», le preguntó Álvaro, buscando polémica y Yeyo dijo que «Si mi mujer no está viendo la televisión, la foto, si la está viendo pues el plato y la hierba», dijo Yeyo.

Después de Ven a Cenar Conmigo Yeyo va a protagonizar Ven al Hostal Conmigo, porque ahora vive en uno.

«Me he puesto un poco de labios«, confesó Ainhoa y dijo que las tetas no. La portada de Interviú decía lo contrario.  Se ha puesto unas domingas que se las bajan a la bodega cada vez que vuela con Ryanair.

«Cuando me han dicho que les ha gustado no me lo podía creer porque lo he hecho como el culo», dijo sincera Ainhoa.

Llegó el segundo: «He comprado redondo relleno de pasas y de movidas, de algo«, dijo para explicar su plato. Si se despista compra un bote de detergente, lo cocina y los mata a todos.

La carne estaba más seca que la pata de Tutankamón. Yeyo dijo «las verduras están muy buenas», o sea, que la carne era como para usarla como amenaza biológica, porque el brócoli estaba como un monte despues de arder.

El postre era un drama, pero gustó. Es con salsa marcaspone, dijo Ainhoa, que era incapaz de decirlo ni leído y que es igual de british que Finito de Córdoba.

Mar-caspone, una salsa procedente del Mar Caspio, para nada relacionada con el queso mascarpone ni con la crema Mas-Capone, la preferida de la mafia.

A Yeyo le gustó: «no estaba mal si te gustan los postres y el dulce«. Nos ha jodido y que te peguen con una fusta y te pisen los testículos con los tacones no está mal si te gusta el sado.

«No me gusta el chocolate blanco«, dijo Álvaro, que tiene un paladar de vaca, porque no llevaba chocolate blanco. Pero eh, gracias por participar. A Álvaro no le gusta la tortilla de patatas con zorongollo caramelizado a las finas hierbas.

Para acabar la velada Ainhoa había montado un concurso de preguntas de Inglaterra. Todas las preguntas eran culturales como una lucha a garrotazos.

Si Ainhoa presentara un concurso le iban a caer demandas a la cadena hasta que tuviera que cerrar porque el concurso tenía la misma credibilidad que un título de notario dibujado en una servilleta de bar llena de grasa.

Eva se puso a cantar Here Comes The Sun. Mañana el sol no sale. No se atreve.

La concejala del PP ganó el concurso y se llevó una caja de galletas de mantequilla, que todos sabemos que tenía dentro cosas de costura.

Puntuaciones: Yeyo: 4 y por anfitriona, no por la comida. Álvaro: 3. Eva un 6. Concejala: 4. Qué masacre.

2 comentarios

  1. Dice ser iris suan

    Eva se puso a cantar Here Comes The Sun. Mañana el sol no sale. No se atreve.



    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA pues ya esta, el martes hecho!!! JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

    31 julio 2018 | 09:22

  2. Dice ser Zenkiu veri mach

    Muy bueno como siempre Gus de mi corazón pero ¿ dónde están todos mis esfuerzos por pagarte los estudios en Eton y Oxford? El día que yo falte ya te acordarás!!!
    PD. Te he dicho que este año no puedo ir a las Hurdes? Estoy veri veri triste.

    31 julio 2018 | 22:17

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