Lo aclaro: No me da pena Sofía Suescun por los palos que se lleva en Supervivientes 2018

Queridas amigas, amigos y cobradores del frac que me seguís: creo que no me expliqué bien la semana pasada, cuando hablé de que Sofía era humillada al meterle a todos sus ex en la isla.

No me da pena. Sigo pensando que no merece ganar.

Sofía se ve en la que se ve porque ha hecho lo que ha hecho.

– ¡Oh, qué pena, que le tienen que amputar un pie!

– Es que ha visto un cepo y ha metido el pie aposta y luego lo ha abierto y se lo ha puesto al tipo que tenía al lado, se ha reído, lo ha vuelto a abrir y ha metido el mismo pie mientras reía enloquecida.

– Ya, pero ¡oh, que pena!

NO.

Pero vamos por partes.

El guapómetro ha llegado a Supervivientes, en el plató está siempre el típico que grita «¡¡GUAAAAAAPAAAAAA!! y se desgañita cuando entra el o la presentadora.

Y aunque en el caso de Sandra Barneda es una verdad objetiva, me da la sensación de que entra por la puerta el Fary masticando un limón y le gritan guapo igual.

Molaría que alguna vez alguien dijera «¡FEO DE LOS COJONEEES, QUE HACES DAÑO AL ARTE, QUE HE VISTO ALMORRANAS QUE SE MAQUILLABAN MEJOR QUE TU, FEOOO, QUE TIENES QUE USAR ESPEJOS DE METAL PORQUE LOS DE CRISTAL LOS PARTES, QUE CUANDO NACISTE EN LUGAR DE LLORAR TÚ LLORABA LA MATRONA AL VERTE LA CARA, FEOOO QUE LAS MADRES ORCO AMENAZAN A LOS ORQUITOS CON QUE VIENES TÚ CUANDO NO COMEN!»

Nooo, es broma. Ni se os ocurra hacerlo.

Total, que en cuanto empezó el programa empezaron con el tema del triángulo… quiero decir el cuadrado amoroso de Sofía. Si supervivientes dura un mes más sería el primer pentágono amoroso de la historia.

La cosa es que Albalá no pierde ocasión de hacerle un reproche a Sofía. Si a Albalá le dieran un euro por cada vez que le echa algo en cara a Sofía ahora miraría por encima del hombro a Amancio Ortega. De hecho… quizá de eso se trate todo esto. ¿Habían quedado en montar el numerito antes de Supervivientes como apuntó Saray?

Pero es que no es sólo Albalá el que le echa caca encima a la muchacha. Logan y Hugo también la ven y se piensan que es un trozo de césped y necesita abono.

Y aunque Sofía tenga más culpa que el vigía del Titanic, es intolerable los balones fuera que echan los maromitos, que si les oyes hablar parece que no estaban ni en la isla.

«Me despertó ella tirándose encima«, decía Logan, «en ningún momento te dije ‘Sofía hazme una paja'», se defendía Hugo. Y todo eso con Albalá delante, que no sé si le tienen miedo o qué.

Y es que estos machitos de medio pelo (en el caso de Sergio de pelo en vías de extinción, pero eso ahora no aplica) son en el fondo más cobardes que un ratón en un criadero de gatos.

«Machacas a los demás por ser infieles pero luego tú eres la primera en serlo«, le decía Albalá, protegiendo a Hugo, que ahora resulta que quiere ser el mejor amigo de Albalá.

Uuuuy, que amistaaaad, que cariiiiiño. No me extrañaría que estos tres reclamaran que la próxima prueba de líder sea en una sauna.

Menos mal que en la isla queda gente fiel, como por ejemplo Joao, que ha cambiado de bando con tal rapidez que ahora en el acelerador de partículas de Suiza utilizan el joao como unidad de medida de la velocidad.

De decir: «Logan, vas a tener algo con Sofía», ha pasado a «Albalá, ella te quiere, tendréis un romance«. Para Joao cualquier varón sobre la faz de la tierra es susceptible de tener un romance con Sofía. Una vez le dijo al muñeco de cera de Danni DeVito que iba a tener un rollo con Sofía.

Y al día siguiente se pusieron entre Joao, María Jesús y Raquel Mosquera a intentan convencer a Albalá para que perdonara a Sofía. Sólo les faltó meterles a los dos en una bañera llena de geles de placer.

Y aunque Sofía las está pasando más putas que un pavo viendo acercase el día 24 en el calendario, está más suave que el lomo de un gato de angora lavado con mimosín.

¿Pero quién lo está pasando realmente mal? Logan. Logan, que tiene un ego como un baobab y se lo acaba de hacer palillos de dientes un canijo blanquito.

Blanquito porque Albalá sigue blanco nuclear. No se ha puesto ni un tono de moreno, qué resistencia al la luz. Alejandro podría caminar desnudo por la superficie del sol y no se le quemarían ni los pelos de los testículos.

El caso es que la primera noche Albalá y Sofía hicieron la cucharita, pero la que no mola, que es la que ella está detrás. La que no conecting people.

Y Logan les vio y dijo: «Están durmiendo en la misma esterilla: Es patético, tío, menudo arrastrado el pavo«. JA JA JA JA y lo dice Logan, que ha perdonado y vuelto a oler el culo a Sofía medio millón de veces.

¡¡RÁPIDO, ¿HAY ALGÚN MÉDICO EN LA SALA?!! ¡¡EL ORGULLO DE MACHITO DE LOGAN ESTÁ HERIDO!!

Y Albalá mientras haciéndose el duro: «el que la hace la paga, no vamos a venir aquí a hacer víctimas«, dijo sobre Sofía. Tronco, vale, pasa de ella, pero deja de tener la misma conversación, joder, qué pesado. Que sí, que te puso los toriles.

«Con este chico definitivamente sólo me queda claro que tiene ansias de destacar«, «su objetivo es pasar por encima de cualquier cosa para ganar, me parece muy rastrero y de mucho machismo diciendo eso de «primero los colegas y luego las pivas«, dijo Sofía de Logan. Pero esto Sofía lo ha dicho ya muchas veces y luego ha vuelto al lado de Logan con una sonrisa y un palé de condones.

Para consolar a su súper amigui, Raquel le dio un beso a Sofía que casi le deforma la cara de por vida. Joder, cómo la apretó. Raquel Mosquera podría matar a un terminator reventándole la cabeza con un solo beso.

Recuperemos la frase de Logan: «primero los colegas y luego las pivas». Y cuando se lo recriminó Sandra Barneda: «Eso lo dije de broma, depende de la chica, depende del amigo«. ja ja ja Ah, bueno, si es un conocido que te debe dinero y que atropelló a tu padre con un tractor a lo mejor te quedas antes con tu piva Nobel de medicina.

Menudo cromañón. Logan me cae cada vez peor, os lo digo. Logan cuando habla se le nota que piensa todo, cada palabra, por eso habla como si fuera siempre a cámara lenta. Si Logan presentara Pasapalabra el programa duraría ocho horas.

Al final hicieron un «felices los cuatro», pero versionado, de forma que la letra quedó en «nos apuñalamos los cuatro». E hicieron un aquelarre en la que los tres de dedicaron a renegar de Sofía y a negarla que a su lado cuando le preguntaron a Pedro por Cristo dijo: «Sí, es colega mío, qué pasa».

Y vamos con porqué no me da pena Sofía. Primero, porque ella se lo ha buscado. Ha hecho en la isla lo que le ha dado la gana, haciendo daño a su novio y poniendo toriles. Y está en su derecho, pero si haces algo, asume las consecuencias.

Y segundo, porque esto le viene que te cagas la pata abajo a estas alturas, porque no hay nada mejor que ser una víctima para que la gente te salve. Y de ser la verdugo durante todo el concurso, la abroncadora, la maleducada, la chula, la que insultaba, la egoísta… ahora es la pobre muchacha desvalida que soporta ataques.

A mí no se me olvida lo mala que ha sido (lo siento, Gadu 😉 )

Vamos con otras cosas:

Isi, marido de Mosquera, fue a verla a la isla. Le pidieron que se quitara la camiseta y se la quitó. Madre del amor hermoso. Parecía un museo de músculos. A este señor le pones en la puerta de una discoteca y no entra ni el dueño.

Isi no levanta pesas, las pone en órbita. Ahora admiro mucho más a Mosquera, porque hay que ser valiente para ver a este señor encendío y no salir corriendo por miedo a morir partida en dos. Isi no tiene pinta de empotrar, tiene pinta de emparedarte directamente. A Keops le hicieron la pirámide y luego llegó Isi y le dio con lo gordo y lo metió dentro.

Para el encuentro el muchacho de los pectorales del tamaño de cojines tuvo que enterrarse en la arena y después de pasar por otras cabezas con los ojos vendados, Mosquera acabó agarrado a su cabeza. Era como si estuviera agarrando un conguito gigante.

Raquel Mosquera se le echó encima a besarle que parecía que se estaba comiendo una sandía como los gorrinos.

Y luego Isi fue saliendo de la arena para abrazarla y era como la típica escena de una tumba de la que sale un zombi. Sólo que a Isi los zombis no le habrían infectado porque no habrían tenido cojones.

Y se pusieron a magrearse que a Lara Álvarez le dio miedo interrumpir. «Te voy a hablar desde aquí por si quieres que les demos un momento de intimidad...», le dijo a Sandra. Creo que Lara lo que no quería era que la salpicaran.

«He encontrado media Raquel«, dijo Isi, «cuando termine este reality en Madrid tendrá que seguir igual o más todavía», alegó por la creciente delgadez de Raquel. Vaya, qué decepción. Me gustaba pensar que Isi es de los que saben disfrutar unas buenas chicas.

Total, que Isi se ha quedado a pasar la noche en Honduras. Cuando estuvo el novio de María Jesús un cámara se quedó junto a ellos toda la noche. Os digo que esta vez no ha habido ovarios de meterse en la habitación con Isi.

Prueba de recompensa:

Tenían que sacar unos cubos del agua para montar un puzzle. Fue impagable ver a Joao nadando como un jubilado haciendo de socorrista.

Sofía, que más que sumergirse estaba tratando de no morir ahogada, intentaba deshacer el nudo que sujetaba las cajas o con los dedos de los pies. Y claro, eso es como intentar amasar masa de pizza con las nalgas, poder, puedes, pero no esperes hacerlo rápido. Ni esperes que el sabor sea grato.

¿Me he pasado? ja ja ja ja

Cuando le tocó el turno de meterse en el agua a Logan saltó haciendo una voltereta, porque él nunca pierde la oportunidad de hacerse el chulo. Logan tiene puesto en el testamento que a él le velen con el ataúd sin tapa y con la camisa abierta.

Cuando acabó Sofía, Hugo y María Jesús se quedaron sin comer y se pusieron a mendigar las sobras. María Jesús lloraba de una forma más falsa que una telenovela grabada con cuatro euros. Esta mujer es tan falsa que yo creo que en realidad se llama Nicanor y es un señor de Teruel.

Pero la organización se rajó y les dejó elegir a los ganadores dejar de comer ellos y que comieran los perdedores. Les dejaron.

¿Habéis visto como llevan las uñas los supervivientes, negras como de arañar el rabo de una vaca con colitis? Pues imaginaros cómo estaba ese arroz con leche después de meter ahí las barbas, las manos… eso era un jacuzzi para bacterias.

Hugo hasta rebañó la mesa, que estaba llena de porquería. Es más sano comer del cubo de la basura de una marisquería en agosto que en ese bol…

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