¿Quién es el misterioso Luismi El Niño del que habla el maestro Joao en Supervivientes y cuya identidad fue suplantada en Sálvame?

Luismi El Niño, en Supervivientes

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Menuda movida. Sálvame tiene para dar informaciones los mismos filtros que hacer café con un calcetín viejo de tu abuela, con sus correspondientes tomates.

Tú a algunos colaboradores de Sálvame les llamas diciendo que eres la Reina Isabel II de Inglaterra y que te has follado a Hugh Jackman y que te ha dejado preñada a tus 92 años y lo dicen en directo convencidos como si se lo hubiera llevado por escrito al plató un notario.

La última ha sido que llama a Sálvame alguien diciendo que es Luismi, El Niño, el novio amigo del maestro Joao y ellos pues nada, en directo van cascando lo que les diga un extraño por teléfono. Y que salga el sol por Antequera o por Andequiera.

Pero vamos por partes: ¿Quién es el misterioso Luismi El niño del que el maestro Joao habla todo el rato en Supervivientes y por el que lloró como si estuviera meando por los lacrimales cuando no fue a verle?

Se llama Luis Miguel, tiene 23 años, es colombiano (como Shakira), de Cali, pero no habla como una ardilla respirando helio, sino más bien como un locutor de radio turco de sesenta años. Vino a España con 9 años. Está en el paro, pero trabajó de seguridad en una discoteca y en un matadero. En el matadero no dejaba pasar a ningún animal con calcetines blancos o zapatillas, claro.

Conoció al maestro Joao en el edificio Windsor (que se quemó, buen comienzo para una relación).

– ¿Y como os conocísteis?

– Durante la peste negra del siglo XIV, mientras la gente moría en las calles. Qué risas.

Total, que Joao trabajaba con la madre de Luismi, de teleoperadora del Tarot de Joao. Además, el padre del muchacho hace reformas y reformó el piso de Joao y Luismi le ayudó.

El zagal iba con unos pantalones color mostaza y unos tirantes que claramente eran un homenaje a Jaimito Borromeo. Sí, sé que las más jóvenes no sabéis quién es. Creedme que es mejor así.

No ha ido hasta ahora al plató porque «antes de ir allí nosotros hablamos que si yo quería viniera al plató, pero es un mundo que desconozco y dije que no. Pero luego hablé con su representante y dije que vale, que para adelante», según explicó el chico, que estaba más nervioso que Belén Esteban haciendo la selectividad.

«No soy la pareja de Joao, pero tenemos una relación muy especial, hemos dormido juntos en hoteles, hemos viajado juntos, trabajado juntos. Nos cuidamos mutuamente y nos queremos mucho», explicó el muchacho y…

Nada, porque le sonó el móvil en directo, en medio del plató: «un segundo, por favor, lo apago», dijo, antes de informar de que era «una llamada de whatsapp». ¿PERO QUÉ CLASE DE CRETINO LLAMA A ALGUIEN AL QUE ESTÁ VIENDO EN LA TELE? Y encima ¿cómo se puede ser tan agarrado como para llamar por whatsapp con lo mal que se oye?

Como la mitad de los colaboradores y el propio JJV estuvieron mareando la perdiz y rodeando la pregunta clave, él se vio obligado a aclarar: «No hemos tenido ninguna relación sexual«.

«Hemos tenido relación de querernos, de necesitar un beso y un abrazo. Es una relación de familias que se conocen», amplió información el muchacho.

Había abierta una consulta a la audiencia para ver si le dejaban hablar con Joao en la gala de mañana o no, así que él pidió: «me gustaría que me ayudara la gente para poder hablar con él».

Lo dijo con un tono tierno e inocente que si llega a decir «me gustaría que ya nadie más defraudara nunca y fuera buena«, tienen que cerrar Panamá porque la gente saca todo el dinero de allí y lo ingresa en Cáritas.

Y sí, la audiencia quiso que mañana pueda hablar con Joao. Bueno, menos un 17,5% votó que NO. ¿Esa gente no tiene corazón? Creo que a esas mismas personas les jodió que Marco encontrara a su madre.

«Con el corazón en la mano le voy a decir que es un gran superviviente y que le doy todo mi amor», avanzó el muchacho sobre qué le dirá a Joao.

Y LLEGÓ LA TELA MARINERA DE LA SUPLANTACIÓN EN SÁLVAME

«Yo no me he puesto en contacto con Sálvame en ningún momento y me parece mal que hayan suplantado mi identidad, porque esa voz no es la mía, como podéis comprobar», dijo el chico, que poco antes había visto cómo una persona hablaba diciendo ser él en Sálvame.

«Ha habido una persona que ha suplantado la personalidad«, dejaba claro, algo que por cierto es más delito que los discos de Pitingo.

La sobrina de Joao, para mayor información, aseguró que viendo Sálvame: «Mi abuela ha tenido un ataque de ansiedad, porque era mentira. He llamado a Sálvame en ese momento y me han dicho que no, que era él, pero yo había hablado con él por teléfono mientras se suponía que estaba en directo».

Conclusión: Sálvame es igual de fiable que cruzar un acantilado por un puente hecho de palillos de dientes.

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