‘Operación Triunfo 2017’: resumen del estropicio de las canciones al éxito del final de la gala (Parte 1)

Roberto Leal, le han echado de casa.

Parte 2 aquí.

La cosa empezó con Roberto Leal fuera del plató, delante de un camión del que salían más cables que de un transformer haciendo de vientre. A mi me dio penica, porque era como si no le hubieran dejado entrar. Una especie de versión callejera de Emma García, que lleva años en el programa y la siguen sentando en las putas escaleras.

Luego nos pusieron la fase final del casting, que lo de cantar no sé, pero no había más que imágenes de los chavales esperando los veredictos tirados en sillas, en alfombras, en escaleras… eso más que Operación Triunfo parecía Operación Huelga de Controladores en un aeropuerto.

Antes de que se me olvide… ¿Sabéis que tengo Twitter ( @realityblogshow ), Instagram ( @GusHernandezGH ) y Facebook ( Gus Superviviente Hernández )? 

Cuando ya llevaban varias rondas de descartes, que eso parecía un ERE, una de las jurados dijo «da mucha pena en este punto deshacerse de alguna gente». Joder, yo pensaba que cuando te echaban de un casting te ibas a tu casa, pero esa mujer lo dijo como si a los rechazados los estuvieran enterrando en el jardín.

A los 25 últimos Noemí Galera les decía: «Quiero que cojas este sobre, subas en el ascensor hasta la última planta y leas el contenido» y claro, arriba del todo de una torre de decenas de pisos, leían que habían sido expulsados.

Si eso no es una invitación al suicidio yo ya no sé. Lo mismo así se ahorran enterrar a los que no pasan el casting. Se les acabaría el sitio en el jardín. Lo mismo en Atapuerca hicieron un casting de Operación Evolución y por eso hay tantos huesos.

– Quiero que cojas esta soga, la ates al árbol, te la pongas al rededor del cuello y leas el contenido del sobre sobre un taburete inestable.

La gala la inauguró Mónica Naranjo, uno de mis mitos eróticos de ayer y de hoy. Qué voz tiene la jodía. Llegado el caso no sé si preferiría que me cantara o que nos conociéramos en el sentido bíblico de la palabra.

Casi me hago pis de la emoción al ver uno de los clásicos: cuando cruzaban la pasarela y la gente estira la mano y los concursantes se la chocan. En realidad lo que la gente quiere poniendo la mano es un euro o algo suelto, pero bueno, por lo menos te chocan la mano.

Roberto Leal, al que conocí cuando estuve en la Academia y es más majo que una señora desnuda posando para Goya, dijo eso de «estamos en directo», pero la cosa se torció cuando dijo «miro el reloj… estamos en directo… son las ocho…» y eran las diez y media. Si es que estamos acostumbrados al móvil y ya las manecillas no hay quien las entienda.

Creo que el reloj era nuevo y quería presumir, porque decía la hora el hombre cada diez minutos. El Big Ben da menos la hora que Roberto Leal.

Ya sabéis que los miembros del jurado son: Manuel Martos, productor; Mónica Naranjo y Joe Pérez-Orive, director de marketing. Joe, qué buen jurado.

«You, que quede claro de antemano, You«, explicó Leal sobre el nombre de este jurado, porque el pobre Joe debe estar hasta los cojoncillos de que le hagan bromitas con el nombre. Pues nada, le llamaremos You.

La primera a la que conocimos fue a Aitana, que un poco más joven y le tienen que cambiar el pañal en medio de la gala. Tiene 18 recién cumplidos. «Nunca he tenido claro lo de dedicarme a la música», dijo. Ya, claro. Está en OT porque pensaba que era Operación Torrezno y ella es muy de merendar cortezas de cerdo.

Nos aportó otro dato: «Lleva flequillo desde que nació«. Luego se corrigió y dijo que no, que nació sin flequillo pero que su madre se lo puso. Joder, la única bebé del mundo a la que nadie le hacía carantoñas del repelús que debía dar.

La canción… pues bueno, se le fue la letra nada más empezar, aunque luego se recuperó. Pero llegó a una parte de rapeo y comenzó a imitar a Antonio Ozores, que le faltó acabar la canción diciendo «¡NO, HIJA, NO!».

Y ojo, que las valoraciones musicales se las dejo a DAVEM, que sabe más que yo.

Luego conocimos a Mario, que es de Villa de Vallecas y periodista. Es mi puto héroe. Viva Vallecas y viva el periodismo. «El tema del canto lo tenía un poco aparcado», dice. Joder, pero ¿en este programa hay alguien que quiera cantar?

Yo pensé que iba a salir un señor con bigote que dijera «yo soy mecánico, pero pasé cerca de la academia y cuando desperté estaba cantando».

Mario viniendo en el AVE se encontró una moneda de 2 céntimos y ahora es su amuleto. Joder, pues si se llega a encontrar 500 euros…

Mario cantó… bueno. Cantó la canción de Sofía. Sofía se ha arrancado los tímpanos y se ha hecho unos pendientes con ellos.

La siguiente fue Miriam. Dijeron que tenía mucho carácter. Pero decían carácter por no decir una mala hostia que ni King Kong soltándole hostias a unos aviones. «Siempre digo que soy una niña triste» y «soy llorona, soy una persona que llora mucho«, dijo para presentarse. Joder, recordadme que la invite a mi próxima fiesta. Y sí, tras ver su vídeo de presentación estaba llorando. A Miriam le pides la hora y llora.

«Si entras en la Academia no vas a tener a nadie de tu familia cerca, ni amigos ni siquiera a tu novio», le dijo Roberto Leal para animarla. Para qué queremos más.

– Miriam, vas a hundirte en la más absoluta de las soledades, caerás en un páramo de tristeza que se te pegará hasta asfixiarte. ¡Bienvenida a OT, yuju!

Y así.

Miriam cantó bien, miriam tú por donde.

Agoney fue el siguiente. Toca la trompeta. Pues vaya. Yo en el colegio tocaba la flauta, qué pasa, que no me venga con talentos y de chulito. Dijo que si entraba a la Academia iba a echar de menos a su perrita. Leal dijo que era preciosa, pero en realidad era un chihuahua con unos ojos como si la estuvieran apretando y se le hubieran disparado.

Roberto Leal aprovechó para proponer que «presentaran» a su perrita con la de Agoney. Ahí, haciendo de mamporrero en directo, que hay tiempo para todo.

Agoney cantó Purple Rain y el color del escenario era púrpura. A tope. Por lo demás, no lo hizo mal. O no la cagó, que no sé si es lo mismo.

Valoraciones del jurado: Antes de valorar ponían una musiquilla de tensión que no sabías si les iban a hablar de su canción o a asesinarles con un cuchillo de carnicero. Resulta que Mónica Naranjo conoce a Agoney desde que era chiquitito y le llamaba «Agonías». You le dio un palo a Agonías y el público le abucheó. Es el nuevo Risto. Pero Agoney pasó directamente a la Academia.

Manuel le dijo a Aitana «qué te digo yo… hoy no lo has hecho bien«. Se nota que Manuel es experto, porque nadie se había dado cuenta. Pero dio lo mismo, porque la pasaron a la Academia. Joder, pues para eso me había presentado yo, que canto como el culo desafinado de un orco.

A Miriam la valoró Mónica Naranjo. Le dijo que era artista y que hala, que para la Academia. Miriam se puso a llorar. Es su reacción estándar.

You volvió a valorar, en este caso a Mario. Le dijo que su responsabilidad como cantante era «parar el tiempo y transportarnos a otros lugares». Joder, no sé si quería un cantante o al puto Harry Potter con la varita. Le dejaron en duda.

Más gente (este post va a ser eterno)

Conocimos a Alfred, que toca trombón, guitarra, teclado y batería. Este chaval es el Albert Rivera de la música, con ese aire de «soy el yerno que toda mujer querría tener». No decía una frase que no fuera políticamente correcta.

Cantó como si se le estuviera posando en la cara una mosca. Pero bien. Y luego tocó el trombón.

Mimi dijo que ella quería que la gente fuera de verdad. «¿A qué te refieres con eso de que te gusta la gente de verdad?», le preguntó Roberto Leal. Pues a que no le gustan los ciborgs asesinos con aspecto humano, no te jode. Total, que Mimi se fue «a China de bailarina», porque rima. «A Mataluenga de bailarina» no hace pareado.

Su canción era, en palabras de Leal, «hot». Creo que lo decía porque Mimi iba disfrazada de Catwoman en agosto. Mucho meneíto, pero cantando a mí me dejó cold.

El siguiente fue Juan Antonio, que empezó a cantar en la iglesia pero era el doble de Suso, de GH. Lleva desde los 14 años con su novia (ahora tiene 23 y ya está casado con ella). Cuando canta hace movimientos con la mano como de estar saludando desde el papamóvil.

La canción que cantó era de Pablo Alborán. Cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia.

Luego le tocó a Thalía. Su padre casi casca de un infarto cuando pasó la primera fase. Thalía nos contó toda su vida en unos 15 segundos. A esta muchacha le sobran minutos de tarifa plana siempre. Pero eh, es de Malpartida y sólo por eso ya me cae bien.

Lo hizo bien cantando. Por lo menos no me dieron ganas de llorar. Bien por ella.

Cepeda fue el siguiente. El tío estaba sentado en el sofá como el que estaba viendo la gala. Ha estudiado diseño industrial y es de esos que te intentan captar para una ONG por la calle. Pues que hubiera diseñado una máquina para retener gente, porque le deben haber dicho más veces que no que a Paquirrín pidiendo rollo en un desfile de Victoria’s Secret.

Cantó… bueno. Las bailarinas comenzaron la canción retorciéndose por la pasarela. Creo que no estaban haciendo la coreografía, estaban sufriendo.

Manuel valoró a Mimi. Básicamente que bailaba bien, pero que vocalmente iba regulera. La dejaron en duda. Me dio la sensación de que se cogía un rebote de tres pares de cojones.

Mónica valoró a Juan Antonio. Carraspeó antes de empezar, no os digo más. Juan Antonio dijo que fue por un problema de sonido porque no se escuchaba a sí mismo. «La has cantado a la perfección, pero un semitono por arriba», le dijo Mónica. Bueno. Eso es como si la canto yo y digo «la he ejecutado a la perfección solo que no he dado una puta nota». Entró en la Academia.

You valoró a Cepeda y le dijo: «intuyo cierto sufrimiento del pasado«. ¿You es experto en márketing o médium? Para adentro.

Manuel valoró a Alfred. Alfred puso cara de estar en misa e ir a tocar la campanilla de un momento a otro. Entró.

Mónica se encargó de Thalía. «Los profesores que te han dado clases no se han dado cuenta de tu color vocal, que es muy oscuro», le dijo Mónica. Joder. ¿De qué color tendré yo el color vocal? Fijo que es como cuando mezclas muchas ceras: color caca. La dejaron en duda.

¡¡Y APARECIÓ ROSA LÓPEZ!! La amo mucho.

El plató se vino abajo de aplausos. «Ehto eh ihncreíble«, dijo la cachonda, ja ja ja ja ja. Y ella es tan fantástica que se puso a saludar a José Irún, que es el fotógrafo que hace las fotos de las galas. Qué genia.

«Quiero darles mi humilde consejo: por encima de todo no perdáis la esencia, no os alejéis de la familia y si hay éxito como si no, no perdáis vuestra esencia», les dijo Rosa.

«Cuanto antes te quites el palito del….», le dijo Rosa a Roberto Leal, JA JA JA JA. «Para que me suelte, ¿no?», le dijo Leal.

Sigue leyendo qué pasó en la Parte 2 del resumen pinchando aquí.

1 comentario

  1. Dice ser Patito Feo

    Hola Gus,

    Ya te lo decía en el post de GH: «Renovarse o morir».

    Me alegro de que hayas leído mi post. Hoy veré OT en la web de TV1, bueno, cuando esté disponible. Me guardo tu post y lo leeré cuando lo haya visto.

    Te deseo buena suerte con esta nueva aventura y ya te comentaré….

    24 octubre 2017 | 12:01

Los comentarios están cerrados.