Pocholo entra a Campamento de Verano a calmar lo ánimos: se masca la tragedia

La conexión de anoche a Campamento de Verano, que es como una conexión con Marte pero sin marcianos… No, olvidadlo, con marcianos también… En fin, ¿por dónde iba? Ah, sí, que lo que más me sorprendió fue Sonia Ferrer, que iba vestida normal. Debe tener todos los modelitos de exploradora sexy en la tintorería sexy.

Pocholo entra como invitado VIP. Sí, amigos, en Telecinco son de un verde que asusta. Y no me refiero a verde de chistes de tetas, sino a que les gusta reciclar. Es el caso de Pocholo.

Pero ojo, que Pocholo también recicla, por ejemplo expresiones como «chao, pescao». Cuando un Neandertal se iba de caza a su mujer le decía «chao, pescao». Luego hubo un parón, porque la inquisición quemaba a la gente que decía esa frase. Con razón.

Se supone que debe llevar la paz y la serenidad a los exploradores. Genial. Pocholo. A llevar paz y serenidad. ¿Por qué no les han metido a Kim Jong-un para que les enseñe diálogo? Pocholo va hacer como en Hermano Mayor, pero a lo Muchachada Nui.

Dijo Pocholo que ha madurado, que ha aprendido mucho y que va a compartir su experiencia. Y a continuación le dijo a Sonia Ferrer «a mi perro no le has presentado». Madurísimo. Como un tomate con moho.

Sin embargo, la protagonista de la noche fue Karmele. Bueno, Karmele y su producción industrial de gas. Al parecer, y por los testimonios de sus compañeros, por las noches se tira «pedetes» y ronca.

Pedetes. Otra expresión reciclada. Para mi que Karmele es capaz de hacer que llueva en el otro lado del planeta al influir en las corrientes de aire. Karmele no tiene gases, Karmele tiene una aerofagia tan severa que tiene DNI y enseña modales en un colegio de pago.

Como todos sus compañeros le tienen más asco que a un anuncio de hongos en las uñas, ella se apunta sus réplicas en el mantel del desayuno y se las va soltando una por una. El día que le caiga mermelada en la lista a saber qué dice. Ese día se lía parda.

Y como quien no quiere la cosa un día les amenazó con contar cosas del ámbito íntimo que ella sabe de ellos. Bueno, amenazar lo mismo es una palabra muy fuerte. Les hizo ver cómo se desarrollarían los acontecimientos en base a un hecho determinado.

Es como si te llega el jefe de un cártel colombiano y te explica que en supuesto hipotético de que tu conducta no se ajuste a sus expectativas podría producirse una escisión en los huesos de tu cráneo producida por una llegada repentina de plomo.

Y clado, todos se acojonaron. Menos Olvido Hormigos, que su intimidad ya la airea ella en cuanto pilla wifi.

Según Sonia Ferrer, la mujer que se viste como Paco Clavel cuando era pobre está «sembrando el miedo como Montalvo«. Sí, amigos, son los agricultores del miedo. Lo siembran, lo riegan con cariño y llega fresco a la cesta de la compra de las amas de casa, que lo materializan con una pantufla cuando no recoges la habitación.

Karmele dice, el mundo obedece. Los dinosaurios no se extinguieron porque miraran mal a Chuck Norris, se extinguieron porque miraron mal a Karmele. La vimos en un centro de belleza dándose un masaje. Y luego echada en la camilla, boca arriba, con la toalla encima…

Yo pensé que se me había cambiado el canal a Discovery Channel y que iba a aparecer un egiptólogo con sombrero a explicarnos el hallazgo de la momia de Botoxtiti.

Se han ido la Emi, la Paloma y Mama a Alicante, que lo sepáis. Al menos es lo único que oímos de la conversación de Olvido Hormigos con sus padres. Bueno, eso y el canal de sonido que pusieron, en el que oíamos a Sonia Ferrer charlando con algún regidor sobre lo que tenían que hacer a continuación.

Pocholo entró en el campamento a caballo. Eso sí, después de pelearse con el animal, que debió pensar que eso era una fábrica de pegamento y no entraba ni a tiros. Pero Pocholo que es muy de llevar la paz y la armonía le dijo «vamos, coño» y el caballo entró.

Iba Pocholo con el perro en brazos y montando a caballo. Le faltaba el aguilucho al hombro para ser como el señor de las bestias.

El caso es que el sosegado José María Martínez-Bordiú y Bassó, XVIII Barón de Gotor, más conocido por Pocholo para abreviar, va a levantar a la gente a las siete de la mañana para meditar.

¿Para meditar el qué? ¿La mala hostia que se te pone al meditar a las siete de la mañana? Tu a un monje shaolín le despiertas para meditar a las siete de la mañana y te manda a tomar por culo.

Jacobo, Esteban y Karmele, lserán en cualquier caso los primeros en meditar. Peeeeeeero antes de meditar, anoche tenían fiesta de la luna llena. Hoy lo único que van a hacer va a ser dormitar.

Acabo con una prueba de que a Sonia Monroy le deberían haber dado el Nobel hace tiempo. El perro de Pocholo ladró. Y Sonia dijo: «uy, pero si ladra y todo». Con dos cojones.

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