Campamento de Verano vuelve a ofender al pueblo de al lado

Este lunes tuvimos una nueva sesión de Casa de Reposo: más pallá que pacá, más conocido como Campamento de Verano.

Lo primero que vimos es que Jacobo Ostos is on fire. El señor de la cara de niño ha tomado el relevo de Esteban como destructor de cosas y masa de músculos iracunda.

Cuanto más guapos y más cachas, peor les va el cerebro. Y es que claro, tanto músculo hay que regarlo y no queda sangre para la cabeza. De hecho, esta gente no tiene cabeza, tiene caberza. Chicas, echaos de novio un gordo, lo mismo no os pone igual, pero no os romperá cosas en casa. Siempre que no le inviten a dar pregones y amenace con follarse a todo bicho viviente.

En otro orden de cosas, entra como invitada vip Sonia Monroy. El objetivo primario era que actuara y que luego se quedara en el campamento. Sólo faltaba que metieran a Camela. Recordemos, porque es un dato que hay que recordar como la lista de los reyes godos, que Sonia es enemiga de Jeyko y Montalvo (por sus peleas en Supervivientes).

El aspecto de Sonia Monroy era… Cristo Bendito. Sólo hay dos sitos en los que Sonia podría trabajar vestida así: en el pasaje del terror o en un bar de streaptease de algún pueblucho de Alabama.

Y esas tetas… ¿Es un anuncio de sandías? Si se las pinta de verde y las pone en un bancal se las recogen y acaba en un supermercado. Llavaba una camisa azul, sujetador de lunares, botas marrones y sombrero rosa de conducir vacas. Olvidaos del club de streaptease, sólo podría trabajar en el túnel del terror.

La actuación fue… como oír en la radio de un seat Panda el casette de una gasolinera. Ni que decir tiene que era play back y que la música era como de organillo casiotone… y encima la interrumpieron para poner una serie. Sí, definitivamente en Telecinco tienen un respeto por su arte que no se puede aguantar.

Más cosas: Karmele ha vuelto a amenazar a un cámara por grabarla, esta vez con una sombrilla. Sí, Karmele, que lleva desde que se oía la radio para oír el parte trabajando en la tele, se enfada porque la graban en un reality.

Más deberíamos enfadarnos nosotros cuando la señora se presenta en los directos ataviada como un Gremlin vestido de Pin Up. Lo mismo se apunta al grupo de rock de las del Cash Coverters. Que por cierto, que alguien hable con ellas y les diga que no, que no va a ser un éxito.

En el campamento apodan a Karmele como Dora la Exploradora. A ella le gusta. A Dora la Exploradora no. Se ha visto a la niña presentando una demanda en el juzgado. El mapa, la mochila y el mono acudieron como testigos.

Y encima la mujer se coge unos disgustos de padre y muy señor mío. «Me enteré de que en el plató no me estaban defendiendo mis sobrinos sino Raquel Bollo y que no me estaba defendiendo bien», dijo. Y luego se echó unos lloros.

Además, montó el pollo padre de nuevo en Mombeltrán. El día menos pensado se plantan en el Campamento los del pueblo con antorchas y azadas y los pasan por el filo. Y con razón, oye.

El caso es que ella, que dice que es antitaurina, se enfadó porque no le dejaban ir al palco presidencial. Pero claro, después de lo del pregón cualquiera les invita a un palco. El alcalde debe estar acojonado porque en las próximas elecciones gana antes la cabra del tío Jenaro que él.

Y a Karmele se la trajo floja que el pueblo estuviera en fiestas y que todos los lugareños estuvieran esperando: ella montó el pollo al alcalde y retrasó la corrida.

Ya en directo confesó que lo que quería era merendar en el palco… Y porque ella quería merendar se tuvo que retrasar la corrida. Así es Karmele: si tuviera que elegir entre un bocadillo de chopped o vuestra vida podríais daros por jodidos.

Esperpéntico e innecesaria la imagen de Noemí muy contenta con la oreja del toro muerto. Que espectáculo más estúpido e irracional el del toreo… en fin.

Jacobo Ostos recibió con mucho garbo el sombrero de uno de los toreros. Lo que pasa es que no se lo merecía, porque el torero era su padre. Él es una carita guapa (rajada en la frente, eso sí) y DJ de los de andar por casa.

Se ha ido Mónica y ahora es Olvido, con su voz chillona y desagradable, la que está empeñada en montar una ONG para la desaparición de Montalvo. Quieren «destaparle», «destaparle», «destaparle». Joder, es que se piensan que Montalvo es un bote de mahonesa.

A Esteban le han chivado lo del poligrafo de Gaby, en el que dijo que había tenido con Esteban más que palabras y Esteban sufre por si le abandona Nosferatu. «Mi novia le da tres mil patadas», dijo. Creo que es literal…

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