Comienza una nueva gala de Campamento de Verano

Empezamos.

Karmele se viste como la madre del payaso alegre de Micolor.

Oh, dios santo.

Han puesto una foto de Karmele haciendo topless. Buarg. Le han puesto unas hojas de parra de infografía para que no le vean las mamellas. Amenazan con ir quitando hojas a lo largo de la noche.

¡¡NOOOO!! ¿POR QUÉ? ¿A QUIÉN HAY QUE ENTREGAR? ¿QUÉ QUIEREN, UN RINÓN? ¡ES SUYO, PERO NO!

Ha caído una hoja… tengo ganas de llorar. Voy a llamar a mi jefe y le digo que lo dejo, que no quiero seguir con el blog. Esto no está pagado.

En fin. El caso es que Karmele Marchante tiene a sus compañeros más quemados que el palo de un churrero, básicamente porque se toca los ovarios a dos manos y va de diva.

 Vemos ahora las clases de meditación de Pocholo. Les cuenta una historia sobre un japonés que quería mantener relaciones sexuales con una botella o algo así. Pocholo intentando explicar algo es como oir a mi abuela hablando del cultivo de la patata. Comienza con la plantación y acaba hablando del tío Ambrosio que se quedó con una finca en el monte.

 También nos muestran a Sonia Monroy cantando a todas horas. Debe pensar que si la oimos luego querremos comprar su disco. Tiene el mismo sentido que si un taladro industrial nos rompe un tímpano luego querremos tener en casa un taladro haciendo ruido.

Y se puso a comer comida para perros. Como dice Sonia Ferrer (que a juzgar por el escote permanente creo que respira por las domingas) intenta llamar la atención. Así que se puso a comerse el pienso del perro y a decir que ha comido escorpiones.

 Muy bien, Sonia, eres una cochina. Enhorabuena. Te voy guardando las sobras en un papel albal, si eso.

El caso es que a Karmele no le han dicho que la han pillado con los flanes al sol. Cuando lo sepa y le digan que están poniendo la foto se va a coger un cabreo de padre y muy señor mío.

– Me he tomado cinco ibuprofenos, dijo Karmele.

– Eso es un poco bastante, respondió Pocholo.

Y luego aparecieron los guionistas de Breaking Bad y descubrimos que todo fue una broma.

 Pocholo quiere sacar a su pocholito cabezón. En primer lugar vio a la doctora del campamento (que por cierto está para pegarse un tiro en el pie para que te atienda) y no envenenó a Karmele para volver a verla de milagro.

Pero como la médico se fue empezó a echar la caña a Noemí. Para su desgracia de lo único que hablaron es de productos para el cabello. Es lo bueno de ser calvo, que puedes ir al grano con las chicas.

«Tengo una apuesta que si le echaba a Karmele un polvo cósmico cada español me ponía un euro en el banco», explica Pocholo. Si hace eso yo le domicilio mi nómina.

 Pero es a Noemí a la que parece que quiere atornillar. Los dos se han pasado estos días haciendo bromitas sexuales. Ambos son sutiles como echar monedas en una cabina de striptease en un sexshop.

Ahora Joaquín Prat le tiene que decir a Jacobo Ostos que está en televisión y que qué cojones le pasa. Y es que este chaval está siempre serio, como si tuviera una almorrana del tamaño de una naranja y se hubiera sentado en una plancha encendida.

Mónica Pont acusa a Noemí de ser una «calientabraguetas». Cada vez que una mujer denigra a otra con esa expresión de señor de cincuenta años en 1970, dios pasa un gatito por el triturador de basuras.

Que alguien le diga a los de maquillaje del programa que si coges a una mujer que está morena y le pintas la cara de blanco queda como el culo.

Lo de Pocholo no es discurso errático, es discurso náufrago. «Respirando al lado del agua, que es el ser vivo más maravilloso que existe», dijo en una de las sesiones de meditación.

Sí, el agua es un ser vivo. Toda entera. Cada vez que bebéis agua estáis bebiéndoos un ser vivo a palo seco. En este momento dios ha matado a cuarenta científicos, veintitrés biólogos y siete maestros poceros.

Los porcentajes están 25% a 75%. A la calle Olvido Hormigos.

Y APROVECHAMOS LA PUBLI PARA CAMBIAR DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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