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Quién fue… el Batallón de McCrae: los futbolistas escoceses que murieron en la Primera Guerra Mundial

Soldados del Batallón de McCrae (mccraesbattaliontrust.org.uk).

En 2014 os hablé de futbolistas que, con el estallido de la Gran Guerra, cambiaron las botas por los fusiles. Hoy os voy a hablar de una historia similar, la de un regimiento de deportistas escoceses, casi todos futbolistas, que cambiaron los terrenos de juego de su país por las embarradas trincheras del norte de Francia. Es la historia del Batallón de McCrae.

Cuando estalló la Guerra Mundial, se abrió el debate en Reino Unido sobre si los futbolistas debían dejar de jugar y alistarse en el ejército para luchar. El general Henry Rawlinson tuvo una idea: hacer un llamamiento no a personas concretas, sino a colectivos, a grupos de amigos, a grupos de profesionales, con la idea de que los amigos o los compañeros pelearan juntos. En Escocia, sir George McCrae, empresario de éxito convertido en político, quiso alimentar el 16º Batallón de los Royal Scots en 1914, e hizo un llamamiento en Edimburgo para captar voluntarios.

En plena liga escocesa, el Hearts of Midlothian era líder de la clasificación cuando llegó el llamamiento de McCrae. 16 jugadores se alistaron. Siguiendo su ejemplo, más de 500 hinchas hicieron lo mismo. También lo hicieron jugadores y aficionados del Hibernian y del Raith Rovers, así como algunos del Falkirk, del Dunfermline o del East Fife, más algunos jugadores de rugby y atletas locales.

Antes de la formación de este batallón, tres jugadores del Hearts habían acudido a la guerra: Neil Moreland, George Sinclair y Jimmy Speedie. Los dos primeros sobrevivieron a la guerra, pero Speedie murió el 25 de septiembre de 1915 en la baltalla de Loos.

El batallón McCrae, formado por unos 1.350 soldados en total, empezó su formación militar. Los jugadores del Hearts empezaron a perderse entrenamientos y al final acabaron perdiendo la liga ante el Celtic. Sea como fuere, en verano de 1915 se trasladaron a Yorkshire para la última fase de su formación y en enero de 1916 desembarcaron en Francia para entrar en combate.

Jimmy Todd, un jugador del Raith Rovers, fue el primer futbolista profesional del batallón McCrae en perder la vida, al ser alcanzado por metralla en Armentières, el 12 de marzo de 1916.

El batallón tomó parte en la terrible Batalla del Somme, que empezó el 1 de julio de 1916. En el primer día de combate, Duncan Currie, Ernest Ellis y Henry Wattie, los tres jugadores del Hearts, murieron. Wattie estaba considerado como uno de los mejores jugadores jóvenes de Escocia. Tenía 23 años y su cuerpo jamás fue recuperado. Ellis era inglés. Tenía una hija nacida después de su partida a Francia. Nunca la conoció.

Ese mismo 1 de julio, otros cuatro jugadores, Alfred Briggs, Paddy Crossan, James Hazeldean y Edward Maguire resultaron gravemente heridos. En total, cerca de 700 miembros del batallón McCrae no pasaron del primer día en el Somme. También murió el primer día Murdoch McLeod, que era famoso por haber ganado muchas competiciones de forzudos en Escocia. El último jugador del Hearst en perder la vida fue el portero James Boyd, que murió el 3 de agosto cuando el hospital de campaña en el que estaba, herido, fue bombardeado.

Mención aparte merece la historia de Bob Mercer, capitán del Hearts. Cuando se formó el batallón, fue rechazado a causa de una lesión en la rodilla. Aun así, en 1916 fue movilizado y entró en combate. En 1917 sufrió severas lesiones pulmonares por inhalación de gas, pero sobrevivió. En 1924, ya retirado, le convencieron para que participara en un partido de despedida ante el Selkirk. A los diez minutos de partido, Mercer se desplomó en el suelo. Había sufrido un ataque al corazón fulminante. Tenía 34 años.

Antes, el 9 de abril de 1922, el Hearts of Midlothian erigió un monumento, en concreto una torre-reloj, en Haymarket, Edimburgo, en honor de los 11 futbolistas del equipo que perdieron la vida en la Primera Guerra Mundial (tanto en el campo de batalla como posteriormente a causa de sus heridas), más todos los heridos. 65.000 personas acudieron a la inauguración del monumento.

En 2003 se publicó un libro sobre los miembros del Batallón McCrae, y al año siguiente, en Contalmaison, Francia, se erigió un cairn o túmulo funerario, típico de Escocia e Irlanda, en honor de los miembros del Batallón McCrae.

Si queréis más información, os recomiendo que visitéis la página del McCrae’s Battalion Trust.

Os dejo con un vídeo sobre aquellos héroes:

Hasta el miércoles.