Quién fue… James J. Corbett: el padre del boxeo moderno

Corbett, en 1890 (WIKIPEDIA).

Vamos a cerrar la semana con boxeo y con uno de los nombres más importantes de la historia de este deporte, uno sin el que el pugilato no sería lo mismo: James J. Corbett.

James John Corbett nació en San Francisco, California, el 1 de septiembre de 1866. Su padre, Patrick Corbett, había emigrado a Estados Unidos desde Irlanda en 1854, y se estableció en el extremo oeste del país.

James trabajó como empleado de banca y quiso ser actor de teatro, pero con su 1,85 y su dotado físico, acabó siendo boxeador.

Su primer combate lo disputó en 1884, ante Joey Choynski, al que derrotó por KO, cuando el boxeo aún era con las manos desnudas. Invicto durante 23 combates, su primera gran pelea llegó el 21 de mayo de 1891, cuando se enfrentó a Peter ‘Black Prince’ Jackson, en un combate que acabó siendo nulo, pero que lanzó a Corbett a la fama.

Bautizado por sus maneras como ‘Gentleman Jim’ por la prensa, James J. Corbett revolucionó el mundo del boxeo, ya que fue quien implantó un método científico al deporte, basado en entrenamientos específicos y en el desarrollo de la técnica, cuando hasta el momento la base del pugilato era la fuerza bruta.

El público empezó a demandar un combate entre Corbett y el último campeón de puños desnudos, un hijo de irlandeses como él llamado John L. Sullivan. El combate, ya bajo las reglas del Marqués de Queensberry (entre otras cosas, ya con guantes), se disputó el 7 de septiembre de 1892 en Nueva Orleans. Corbett hizo valer su dominio de la técnica y propinó a Sullivan la primera y única derrota de su carrera. Nuestro protagonista de hoy se convirtió así en campeón del mundo de los pesados y primer campeón del mundo con guantes.

Corbett, entrenando en 1900 (WIKIPEDIA).

Cabe destacar que entonces el boxeo no estaba regulado como ahora (de hecho era ilegal en muchos estados), por lo que los títulos de aquella época hay que cogerlos con pinzas. Pero sea como sea, Jim Corbett se convirtió en el número 1 mundial y en, probablemente, el deportista más famoso de aquel entonces. Está considerado, además, el primer sex symbol deportivo de la historia, y las mujeres seguían con afán su carrera.

Convertido en una celebridad, en 1894 viajó hasta Ballinrobe, un pueblecito del condado de Mayo, en el oeste de Irlanda, donde había nacido su padre. Allí realizó algunas exhibiciones e hizo donaciones a la localidad, como por ejemplo a la iglesia donde un tío suyo era párroco.

En 1897, Corbett perdió el título de campeón mundial de los pesados tras perder en Carson City, Nevada, ante el inglés Bob Fitzsimmons. Corbett combatió muy poco después y centró su carrera en la actuación en el teatro y el cine, así como en dar charlas sobre boxeo.

Disputó su último combate el 14 de agosto de 1903 en su San Francisco natal, ante James J. Jeffries, y perdió. De hecho, desde el mítico combate con Sullivan, disputó siete combates hasta su retirada, y perdió cinco.

Tras colgar los guantes de manera oficial, se estableció en Queens, Nueva York, donde ya no se movería hasta su muerte, ocurrida el 18 de febrero de 1933, debido a un cáncer de hígado. Tenía 66 años. En 1990, cuando se creó el Salón Internacional de la Fama del boxeo, James ‘Gentleman Jim’ Corbett fue incluido.

Espero que os haya gustado el artículo. Hasta la semana que viene.

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