Elementos para la historia. Las bufandas de fútbol

Hinchas alemanes con bufandas (WIKIPEDIA).

Este viernes no os voy a hablar de un elemento de la indumentaria de ningún deporte, sino de los hinchas. Es, de hecho, la prenda por excelencia del aficionado al fútbol: la bufanda.

El origen de las bufandas está como el mismo fútbol, situado en Inglaterra. Empezaron a aparecer en la década de los 20 del siglo pasado. Asistir a los partidos podía ser una experiencia heladora, sobre todo en los meses de invierno, por lo que empezó a ponerse de moda lucir bufandas para protegerse del frío. Estas bufandas, normalmente confeccionadas por madres y esposas, se hacían en franjas de colores y, como es obvio, se elegían los colores del equipo de los amores del portador.

Bufandas en una tienda del FC Barcelona (WIKIPEDIA).

En los años 30 ya eran comunes en los estadios, pero la Segunda Guerra Mundial y los años de la posguerra las hicieron desaparecer, debido a las escaseces. Pero a partir de los 50 y sobre todo de los 60, las bufandas regresaron a los estadios con más fuerza que nunca, y se extendieron por toda Europa.

Conforme fueron avanzando las técnicas de tejido, las bufandas fueron perfeccionándose y en los 80 empezaron a aparecer en ellas elementos más complicados, como letras, escudos y otros logos. Las bufandas se convirtieron así en el elemento básico del hincha futbolero, y empezó a perder su cometido original, el de calentar el cuello y rostro del aficionado, para convertirse en una pieza clave de las coreografías en las gradas, con los famosos ‘bufandeos’.

Las bufandas se han convertido también en un elemento de coleccionismo, y a tal efecto desde hace años se han puesto de moda las bufandas conmemorativas de partidos en concreto.

Espero que os haya gustado el artículo. Hasta mañana.

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