Sebas, con el Getafe (ARCHIVO).
Vamos a cerrar la semana con un suceso, con un futbolista que encontró la muerte de una manera terrible, violenta. Es la historia de Sebas.
Sebastián Gómez Garrido nació el 6 de diciembre de 1975 en Villarreal, Castellón. Debutó como profesional en el equipo de su tierra en 1993. En 1995 se fue al CD Castellón, en 2ª B, categoría de la que no progresaría nunca. En el 98 fichó por el San Sebastián de los Reyes, donde pasó dos temporadas. En 2000 firmó por el Gandía, pero el equipo descendió a Tercera. Al final de la temporada, recaló en el Getafe.
En su único año en el equipo azulón apenas jugó. El Getafe ascendió a 2ª División. Pero Sebas no lo haría. En el verano de 2001 se encontraba en su tierra cuando sucedió algo terrible.
Era finales de agosto y Sebas se encontraba en la playa castellonense del Gurugú. Eran las seis menos diez de la mañana y Sebas estaba con una chica. Se produjo una pelea con una persona, que desenfundó una pistola y disparó varias veces al jugador. Sebas tenía 25 años.
El autor de los disparos, de 50 años, era un agente del Cuerpo Nacional de Policía, destinado en Madrid y que estaba de vacaciones en Castellón. Se entregó ante sus compañeros.
Sebas fue enterrado en su Villarreal natal. Todos sus compañeros acudieron al sepelio. Se apagaba así, de muerte violenta, la vida de un prometedor central.
El jueves volvemos con más deporte.
Y que le pasó al malnacido ese? DEbería morir en prisión…. PEro supongo que a los 3 o 4 años ya estaba en la calle…
Así va a este país
01 noviembre 2020 | 13:34
Cuanta razón tienes y eso que fue hace casi 20 años.
Los delincuentes siempre han tenido carta blanca en este país.
Y ahora es peor con el Cheposo y el Guapito en el gobierno.
13 noviembre 2020 | 12:12
En otros posts esperaba ver trolls hablando de política, pero no lo esperaba en este. No sabía nada de esta historia; viendo que tuvo lugar antes de que el Getafe debutara en Primera División me pregunto la repercusión que habría tenido este suceso de haber tenido lugar hace cinco años. Me escandaliza que un agente de la ley pueda ser capaz de un acto tan atroz; si dependiera de mí habría sido expulsado del cuerpo de inmediato.
15 noviembre 2020 | 22:10
Bueno, matizo, es evidente que no estaba de servicio, por lo cual no estoy seguro de que proceda la expulsión, pero esto sigue siendo impropio de alguien que debería hacer cumplir la ley y cumplirla de igual manera en lugar de transgredirla con un delito de sangre.
15 noviembre 2020 | 22:16