Santuarios del deporte. Circuito de Mónaco

Pues hoy vamos a hablar, no me lo negaréis, de uno de los más guays santuarios del deporte… Está considerado como el más icónico de los circuitos en los que se disputan carreras de Fórmula 1. Es el circuito urbano por excelencia, el más glamouroso, el más difícil, el único del que nos sabemos el nombre de sus curvas… es el Circuito de Mónaco (o de Monte Carlo, porque se desarrolla en este ‘barrio’ del Principado).

Nombre oficial: Circuit de Monaco.

Ubicación: Monte Carlo, Mónaco.

Longitud: 3,34 kilómetros (se dan 78 vueltas).

Más cosas: Todo comenzó por iniciativa de Anthony Noghès, presidente del club automovilístico de Mónaco, que gracias a su amistad con la familia Grimaldi, consiguió que el bello principado acogiera una competición de velocidad. La primera carrera se disputó en 1929 y el vencedor fue el francés de origen británico William Grover-Williams.

El circuito de Mónaco tiene muchas cosas que contar. Por ejemplo, que se disputa siempre en mayo (este año, el día 27) y que se necesitan seis semanas para montarlo (y sólo tres para desmontarlo). Es interesante saber también que se mantiene por su aura mágica, porque en realidad incumple la actual normativa de seguridad de la FIA. Es decir, que si alguien propusiera hoy un circuito urbano como el de Mónaco para acoger un gran premio, la propuesta sería rechazada.

Sin duda, uno de los puntos más famosos del Circuito de Mónaco es el tramo de la imagen, arriba a la izquierda: la curva u horquilla de Loews (llamada así por el hotel que tiene al lado). Es la curva más lenta del campeonato, ya que se toma a una velocidad media de 46 km/h. Antiguamente era un típico sitio de adelantamientos, si bien ahora es físicamente imposible, por las dimensiones de los monoplazas. Otros puntos famosos son el túnel, uno de los tramos más difíciles del campeonato (entre otras cosas, por el brusco cambio de luz a la entrada y a la salida), la chicane justo al salir del túnel y las curvas de Santa Devota, Casino, Mirabeau, Tabac y La Rascasse.

El circuito, cuyo récord del trazado actual está en manos de Michael Schumacher, siempre ha tenido un serio problema de espacio para alojar los boxes. En las últimas obras se le ganó sitio al puerto deportivo para poder ampliar estas instalaciones.

En cuanto los pilotos, imagino que habréis oído tanto algunos que odian el circuito como otros que lo aman. Es desde luego el más difícil, con apenas posibilidades para adelantar y con constantes subidas y bajadas, que exigen lo máximo del conductor. El brasileño Nelson Piquet lo comparó en una ocasión con “dar vueltas en bicicleta por el salón de tu casa”. A pesar de su dificultad, hace más de 44 años que no se produce un accidente mortal en Mónaco. El último fue en 1967 y el fallecido fue Lorenzo Bandini. En total, sólo tres pilotos han perdido la vida en el Circuito de  Mónaco.

Y esto es todo, amigos. Mañana, fútbol patrio.

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