Neve se inició en la televisión en los tempranos ’90, hace ya 30 años (voy a estar muy pesadita con esto durante todo 2020), y fue en el ’94 cuando se convirtió en uno de los rostros adolescentes más amados de Estados Unidos -y buena parte del mundo- al encarnar a Julia Salinger en Cinco en familia, la serie que también dio la fama a Matthew Fox y Jennifer Love Hewitt.

Mantuvo este papel hasta 2000, durante casi 150 episodios (tiempo que duró la serie), y entre tanto tuvo tiempo de participar en múltiples proyectos de cine entre los que destacan, claro, tres títulos que la catapultaron definitivamente:
Jóvenes y brujas, del ’96.

Juegos salvajes, del ’98

Me pregunto qué opinará Mark Zuckerberg de ese pezón :/
Y, por supuesto, la saga de Scream, que tuvo tres entregas entre el ’96 y el 2000 de las que Neve fue protagonista como Sidney Prescott. Y luego una cuarta película que vio la luz en 2011.

Tenía todo lo que le hacía falta para convertirse en el icono que, de hecho, fue durante los ’90, su época de mayor producción. Pero después de 2000 se le empezó a perder la pista. ¿Qué pasó?
Bueno, un poco lo que a tantas otras estrellas: por un lado, se la identificaba demasiado con dos sagas alargadas en el tiempo (Cinco en familia y Scream). Por otro, los papeles que escogió en la primera década de este milenio a lo mejor no fueron los más acertados. Una combinación mortal para mantenerse en primera línea en Hollywood.
A finales de la década, dio el salto -de nuevo- a la pequeña pantalla, y volvió a meterse en series, empezando por algunos episódicos en Médium.

En 2009 tuvo un papel principal como Olivia Maidstone en El filántropo, una miniserie de 8 episodios con muy buena acogida, y volvió a tener otro como Joanna Yaegar en 2012 en Titanic, sangre y acero, en la que participó en 6 de sus 12 episodios.

No hace falta que os cuente de qué va, ¿verdad?
Aunque, hace solo un par de años -tal vez tres-, puede que la hayáis reconocido en la que se convirtió en uno de los primeros éxitos de esta era nuestra del streaming: House of Cards, serie protagonizada por una fantástica Robin Wright (Buttercup en La princesa prometida) y Kevin Spacey, por cuya causa (al ser acusado de acoso sexual) se terminó cancelando la serie en su sexta temporada, emitida en 2018.

Después de eso, hemos podido verla junto a Dwayne Johnson en la cinta de acción El rascacielos (que, con todo el dolor de mi corazón, tengo que decir que es bastante mala, a pesar de tener a Dwayne) y, más recientemente (2019) en Castle in the Ground: un drama un poco enrevesado pero eficaz sobre un adolescente huérfano de madre y la expansión de los opiáceos en su pueblo.

Y si os estáis preguntando qué será lo próximo, esto os va a encantar (o no, puede que haya que echéis los ojos para atrás hasta veros la nuca), pero entre sus proyectos anunciados está volver a ser Sidney en la quinta entrega de Scream, que se prevé estrenar el año que viene.
Permanezcan atentos a sus pantallas y a sus móviles. Lo mismo ahora el asesino manda un wasap.