La australiana Belinda McClory tenía 31 años cuando interpretó a Switch (Interruptor) en Matrix, la primera de la saga que encumbró a las Wachowsky como creadoras de lo nunca visto.
Interruptor, igual que Tanque, estuvo presente solo en la primera de las tres originales. Aunque por razones bien distintas: mientras que Tanque (Marcus Chong) tuvo una estrambótica pelea con las Wachowsky y la Warner Bros., Interruptor moría en la primera entrega, así que su presencia después, simplemente, no tenía ningún sentido.
Lo curioso es que, con un bagaje más bien breve aunque en progresivo ascenso antes de Matrix, uno podría pensar que después del éxito de la cinta su carrera podría haberse visto impulsada y, sin embargo, parece que de ahí volvió a una segunda línea de la que nunca ha llegado a salir.
Ha participado con papeles episódicos en alguna serie, como Kath & Kim o Glitch, y con recurrentes en un par más, como Corridors of Power y, más recientemente, Los misterios del Dr. Blake, entre 2014 y 2018, en la que interpretó a Alice Harvey.
En cuanto a cine o películas para televisión, tampoco ha tenido papeles de tirón, aunque puede deberse más a lo extraño de los proyectos que ha ido escogiendo durante estos años que a la calidad interpretativa o de guion.
Por ejemplo, en 2006 protagonizó Darklovestory (sí, todo junto) y, en 2011, fue la díada Katherine/Marilyn en X (sí, nada más: X), un drama en el que dos prostitutas son testigos de un asesinato y huyen del asesino, que las persigue por Sydney.
En su última película, The Wheel (2019), comparte reparto con David Arquette e interpreta a «la presidenta» en un thriller de ciencia ficción en el que un soldado se presta voluntario para un experimento que promete devolver la movilidad a sus piernas.