No hace mucho tiempo atrás, contaba mi predecesora en este blog que fuesido de Hugo Weaving, el actor que saltó al gran público con sus interpretaciones de Elrond en El Señor de los Anillos y del Agente Smith en Matrix.
El camaleónico rostro de quien puede presumir de llevar a la espalda un buen puñado de lustros sobre las tablas de un teatro.
Hugo no solo ha sido, por ejemplo, el temible agente Smith y el enigmático Elrond, sino que, en los últimos años, ha sido también V en V de Vendetta, Cráneo Rojo en Capitán América: el primer vengador, o la voz de Megatrón.
Aunque yo, personalmente, me quedo con todos sus papeles en El atlas de las nubes. Primero porque interpreta a seis personajes y a todos los borda, y segundo porque El atlas de las nubes es una maravilla para los sentidos digna de la creatividad de las hermanas Wachowsky, que si no es mi película favorita sin duda la tengo en mi top 3.
Que, por cierto, seis papeles de seis historias, y en todas es el malo, el tío. Pobre. Bueno, en la del compositor no es malo, solo es amigo del malo principal, dejémoslo ahí y salvemos su reputación.
Pero a lo que íbamos: la cuestión es que aquí el señor Weaving lleva ya unas cuantas décadas dedicándose a esto de la actuación para la pequeña y la gran pantalla. Aunque empezó como extra en Maybe This Time, allá por el ’81, su primer papel importante le llegó en el ’84, cuando tuvo el papel protagonista en la miniserie Bodyline, en la que interpretó a Douglas Jardine, el legendario jugador de criquet de los años ’30.
Sin embargo no es este papel, en el que vemos a un Weaving chavalín que lucía 24 veranos, el que lo trae a esta entrega de Todos tenemos un pasado. Si me traigo hoy aquí a Hugo es para mostrároslo en el que, si ha de existir un papel antagonista al del agente Smith, que sea este o no sea ninguno: Mitzi en Las aventuras de Priscilla, reina del desierto.
¡Ay, Mari! ¿Lo has visto bien?
¿Cómo te quedas, Mari? Porque yo recuerdo haber visto esta película en más de una ocasión pero, será que me pilló joven, desinteresada o ambas cosas, no asociaba yo a Mitzi en la cara de la pesadilla del pobre Neo/Keanu Reeves. Déjame que lo mire otra vez.
Sí, es él.
Priscilla es una señora película (que por cierto se llevó el Oscar al mejor diseño de vestuario) en la que comparten escena dos drags y una mujer transgénero (Hugo Weaving, Guy Pearce y Terence Stamp). ¿Y por qué mucho no recordamos haber visto a Hugo en Priscilla? Probablemente (y aparte de por el tema juventud/indiferencia que comentaba antes) porque en 1994, año de estreno de la cinta, aún no tenía la fama que le dio Matrix unos años después, y por entonces «solo» era un actor que pasaba desapercibido. Aunque parezca mentira, con tanto colorido.
En fin, no sé vosotros, pero yo creo que nunca volveré a mirar al agente Smith con los mismos ojos.
Y ahora, sin más dilación, aquí os dejo para vuestro disfrute al magnífico trío interpretando una de mis canciones favoritas de todos los tiempos. ¡Salud!
Yo soy el verdadero que ideó «La Matriz».
Yo recuerdo el momento en 1988 en que surgió la idea. Yo sé qué matriz es esa.
Yo recuerdo el momento en que expliqué qué es el tiempo-bala.
Yo sé quien es Smith.
Me robaron. unusualactivities.wordpress.com
17 septiembre 2018 | 6:52 am