Rafael Casado ha dedicado décadas a entrenar perros, especialmente para para participar en cine y televisión. Dice él que, en su vida, «el cine ha ocupado algunas partes; los perros la ocupan toda».
Y tanto que ha de ser así, porque después de 50 años de trayectoria recuerda cada nombre de cada compañero peludo. Cuando empezamos a hablar con él nos habla de Trampas, de Lola y, como no podía ser de otra manera, de Lucky, que protagonizó hace ya unos años este spot de 20 minutos:
Lucky, por cierto, ahí donde lo veis ganó en 2015 la Palm Dog, el premio alternativo durante el Festival de Cannes a la mejor actuación canina. Un premio que ganó, por ejemplo, Uggie en la aclamada The Artist, en 2011. Lucky se llevó este galardón por Arabian Nights, una adaptación en tres volúmenes, dirigida por Miguel Gomes, de Las mil y una noches.
Pero empecemos por el principio, que íbamos a hablar de Supermán 🙂
Seguro que alguna vez os ha pasado que creéis que algo es «del otro día» (como yo con la canción de What Does the Fox Say?) y resulta que os ponéis a mirar y ¡HORROR! tiene como el doble de años de lo que pensabas y de pronto tú eres más viejo que una pirámide (como yo con la canción de What Does the Fox Say?, malditos).
Pues he pensado que este era un buen momento para compartir con vosotros mi frustración conocimiento y traeros esa alegría indescriptible de sentir que os han pasado 5 o 10 años de vida más de lo que vosotros pensabais y sentiros muy, muy mayores, y por eso hoy os muestro estas películas maravillosas que ya tienen MÁS DE 20 AÑOS, aunque parezca increíble.
Pensaba hacer una lista de unas 10 películas, pensando «¿Habrá tantas películas que tengan 20 o 21 años como para sorprender?». Cuando en el primer borrador llevaba más de 50 películas me apetecía ya tirarme un armario en el pie o algo para dejar de sufrir, así que he empezado a quitar y he dejado fuera, como os digo, muchas de ellas, algunas joyas como Amelie, Moulin Rouge, Snatch o El bola. Pero es que tampoco era plan de deprimiros aquí a todos.
Con todo, creo que me ha quedado una selección bastante maja. Y, recordad, si después de esto os sentís viejos como pirámides… Es que probablemente lo sois.
Todo empezó el lunes, cuando la mediana llegó a casa con un papelito del cole que contenía el dibujo geométrico de tres zorros y la pregunta «What does the shape say?». Claro, «shape» significa «forma», pero lo que estaba dibujado eran zorros. Y como una de las labores principales de ser madre es infundir cultura a los vástagos, pues me los llevé a YouTube al grito de «Venid para acá que os enseño yo cómo hacen los zorros».
Bueno, pues ya la hemos liado. Desde la tarde del lunes la habré escuchado ya más de cien veces. Ha hecho más esta canción por su vocabulario de Science que todo 2020.
Pues total que digo yo «esta canción, QUE ES DEL OTRO DÍA, con lo que molaba… ¿Qué estarán haciendo estos dos?». Y as ever voy y miro y, madre mía, que hace ya DIEZ AÑOS, majetes y majetas, diez, que esta canción petó YouTube con sus más de 200 millones de reproducciones. A día de hoy, por cierto, lleva más de mil millones de ídem.
Ylvis, los autores de esta pequeña joya, son un dúo cómico noruego compuesto por los hermanos Vegard y Bard Ylvisaker (de ahí lo de «Ylvis»), que ahora mismo rondan los 40 y tenían en torno a 30 años cuando sacaron su canción del zorro. Ambos recibieron formación musical clásica, y ambos decidieron después que la comedia les tiraba más que el contrabajo y el violín. Que no están reñidos, pero la cuestión es que dejaron atrás el clasicismo.
Desde que juntos empezaron su andadura profesional en 2006 fueron bastante conocidos en Noruega, donde participaban asiduamente en radio y televisión. Pero el éxito y reconocimiento internacional llegó (ya lo sabéis) en 2011 con What Does the Fox Say?
Después de este bombazo les llovieron entrevistas por todo el mundo, incluyendo a la mismísima Ellen DeGeneres en los EEUU, adonde acudieron en septiembre de aquel año para participar en su programa y, al día siguiente, actuar en Las Vegas en el Festival de Música iHeartRadio, y poco después estuvieron en directo en el show de Jimmy Fallon.
Sin embargo, en lo que a internacional se refiere, fue su primer y último gran éxito.
En 2013 decidieron «relanzar» a su famoso zorro, esta vez en formato libro de tipo infantil: la letra de la canción acompañada de las ilustraciones de Svein Nyhus, un famoso ilustrador de literatura infantil noruego.
Desde entonces, aunque no están «oficialmente retirados», lo cierto es que no han seguido teniendo actividad frecuente. Sus últimos éxitos, distribuidos a través de Discovery Plus Norge, son ya de 2015.
Con todo, si tenéis un ratito libre echadles un ojo, porque lo cierto es que sí que tienen mucha gracia 🙂
No actualizan la bio de su página web desde hace varios años. Sin embargo, sí que cuentan que su último trabajo ha sido el programa Stories from Norway y, además, linkan sus páginas oficiales de instagram, aunque ya de manera individual, como Bard y Vegard, y no como el dúo Ylvis.
Aunque yo, me vais a perdonar, no puedo acordarme de What Does the Fox Say? y no pensar automáticamente en una de mis actuaciones favoritas de todos los tiempos de Tu cara me suena: los magníficos Florentino Fernández y Miki Nadal.
Sabéis que me encanta (y mucho, por muy mal dicho que esté decir «me encanta mucho») traerme al blog a pequeñas estrellas de la pantalla. Todas: las que han caído en el más absoluto olvido y las que se han convertido en superfamosos pero ya nadie recuerda que fueron niños una vez.
Como sea, me ha parecido que este es un buen momento para hacer un recopilatorio de algunos de los «pequeños» protagonistas que he tenido en el blog; esos que fueron estrellas ENORMES una vez, en su infancia, y cuyos rostros seguro que recuerdas pero que si vieras ahora, muy probablemente, no serías capaz de reconocer.
¡¡Aquí está el TOP TEN!! Os dejo un brevísimo resumen de cada uno pero, si pincháis sobre cada nombre, podéis acceder a sus post para ampliar información.
Me sucede muchas veces que voy a buscar a algún actor o actriz (y, por alguna razón, me sucede especialmente con los más jóvenes) para ver en qué ha devenido su vida y/o su carrera, y me encuentro con la triste noticia de su fallecimiento.
Algunos, claro, como River Phoenix o Jonathan Brandis tenían ya tanta fama cuando murieron que es prácticamente imposible no saberlo. Pero hay otros que, lamentablemente, nos dejaron antes de alcanzar las cumbres de sus carreras, y simplemente un día dejamos de saber de ellos sin saber por qué.
De vez en cuando, me parece una buena idea sacar sus nombres del cajón de los «quizás», de esos que pudieron ser y no fueron porque el destino se les puso en medio demasiado pronto. Hoy, os voy a hablar de cinco de estas estrellas. Lee el resto de la entrada »
Pues con Doug Jones voy a dejar oficialmente inaugurada una etiqueta que llevo tiempo diciendo que iba a terminar haciendo: «¡Anda! ¡Este!» y que va a compartir con, por ejemplo, Simon Pegg y Vincent D’Onofrio.
Y es que hay algunos profesionales, pobrecitos míos, que son MA-RA-VI-LLAS de la interpretación, puro arte viviente, y que por el motivo equis nunca terminan de recibir el reconocimiento público que se merecen y terminan quedándose en esa expresión cuando los ves aparecer, un «¡Anda, este!», porque lo reconoces y sabes que lo has visto en un montón de sitios, aunque no recuerdas dónde ni, probablemente, cómo se llama.
El matiz de Doug Jones, sin embargo, es el mismo que el de Javier Botet, que es casi siempre tiene unas caracterizaciones espectaculares y es absolutamente imposible reconocerlo tras las varias capas de látex y maquillaje que lo suelen acompañar.
Por eso estoy convencida de que os va a encantar este post: porque desde que fuera el magnífico Billy en El retorno de las brujaslo habéis visto en todas partes, y no lo sabéis 🙂
Todos sabemos que la segunda especialidad en Hollywood, por detrás de hacer «grandes películas», está la de construir «espectaculares muñecos rotos».
Parece casi, casi una maldición que quien se convierte en una superestrella en su infancia o temprana juventud termina convertido en un juguete con el que pronto la industria quiere dejar de jugar. Afortunadamente, muchos terminan recuperándose de su fama/mala fama e incluso volviendo a ocupar puestos, si no destacados, al menos muy dignos en el mundo de la interpretación.
Otros, es verdad, no tienen tanta suerte. O a lo mejor es que no les ha llegado la oportunidad adecuada.
No es nada extraño, además, encontrarnos con que esas jóvenes estrellas, en sus tiempos más bajos, terminan teniendo problemas con la ley. Hoy vamos a repasar el caso de siete de ellas. Lee el resto de la entrada »
Madre mía, no me lo puedo creer: hace más de 20 años ya de aquel estreno revolucionario en nuestra televisión, aquel que nos dijeron que era un «experimento sociológico» (ja, ja, ja, ja, ja, ¿os acordáis?) para que pudiéramos verlo tranquilamente sin sentir vergüenza por habernos convertido en un país de abiertos voayeurs.
Aquella primera edición nos dejó nombres calados para toda la vida, y algunos con chascarrillo incorporado. María José Galera y Jorge Berrocal se enamoraron para siempre en una semana (y se desenamoraron igual de rápido después), al pobrecito «alguien le puso la pierna encima para que no levantara cabeza», y el trío Ismael-Iván-Íñigo formó su particular mafia y así bautizaron a la perrita que entró en la casa a hacerles compañía: Mafi.
Había varios participantes que me gustaban bastante por diferentes razones, pero tengo que reconocer que había uno, de los que entró «de reserva» después de una salida inesperada, que me parecía tan tierno y buena gente que yo siempre quise que ganase: Íñigo González, a.k.a. «el del polo verde».
Si algo bueno han traído estos últimos tiempos, con sus extremismos de pandemia y la «era Trump», ha sido sin duda uno de esos gloriosos momentos que a veces nos da Twitter, y ha venido de la mano de la incomparable Lucy Lawless y su capacidad para plantarse, cuan princesa guerrera, bien erguida y fuerte ante cualquiera que se merezca que le callen la boca.
Primeramente (y espero que a nadie le ofenda esta pregunta meramente expeditiva): ¿sabéis quién es Elisabeth Shue, verdad?
Shue era casi una debutante cuando se metió en el papel de Ali, ya que se había estrenado en cine el año anterior, en la película Somewhere, Tomorrow, con Sarah Jessica Parker.
Y, de repente, se encontró en Karate Kid, que fue un éxito internacional y que puso su cara en todas las córneas y la mitad de las carpetas del planeta. ¿Qué ha hecho, después? Pues ir saltando discretamente de éxito en éxito, como quien no quiere la cosa, en plan «no, si yo solo pasaba por aquí». Lee el resto de la entrada »
