Os conté no hace mucho la TERRIBLE mala suerte que había tenido, en sus inicios, Henry Cavill, ese actor a quien nadie parecía querer en sus producciones, y a quien le arrebataron un papel prometedor tras otro.
Y es que al actor, a quien conocemos y queremos por sus papeles en El hombre de acero y The Witcher, le habían arrebatado antes oportunidades como ser Edward Cullen en Crepúsculo, Cedric Diggory en Harry Potter o el enorme James Bond, cuando le dieron el papel a Daniel Craig (por no hablar del proyecto de Superman Flyby en 2002 que, finalmente, nunca vio la luz).
Pero a pesar de todo ello, y aunque es cierto que su tirón empezó a llegar a partir de 2007 con Los Tudor, Cavill estuvo antes presente en otro taquillazo en el que ya nadie recuerda haberlo visto.
Era el año 2002. Y ese taquillazo no fue otro que La venganza del conde de Montecristo, una adaptación de la novela de Dumas, escrita por Jay Wolpert y bajo la dirección de Kevin Reynolds, donde pudimos ver (atención) a Jim Caviezel como Edmond y a Guy Pearce como Fernand. Un chow.
La cinta tuvo muy buena acogida por parte de la crítica y una generosa recaudación en todo el mundo, sumando más de 75 millones de dólares (más de 30 millones de beneficios).
Pues en esta americana versión (la serie protagonizada por Gerard Depardieu había sido producida cuatro años antes y había sido una coproducción franco italo germana), Cavill aparecía en el papel de Albert Mondego, el hijo de Fernand y Mercedes que ———ATENCIÓN SPOILER——— acaba resultando ser el hijo biológico de Edmond.
Es cierto, hay que decirlo, que hubo otra película, ya en 2007 y contemporánea a Los Tudor, cuyo éxito internacional fue bastante mayor que La venganza del conde de Montecristo y en la que merece la pena pararse un poquito, porque tal vez la habéis visto y no recordáis que este muchacho apareciera. Y no os culpo, porque… ¿Henry Cavill rubio? ¿Qué artificio es este?
No, no es Lupin en Harry Potter: es Cavill en Stardust, esa película fantástica (de fantasía, quiero decir) en la que el joven Tristán (Charlie Cox) le promete a su amada una estrella fugaz para ganarse su amor.
Con un elenco en el que destacaban nombres como Michelle Pfeiffer, Robert De Niro, Claire Danes, Ian McKellen o Sienna Miller, cualquiera se fijaba en el, por entonces, aún desconocido Cavill.