Os conté no hace mucho la TERRIBLE mala suerte que había tenido, en sus inicios, Henry Cavill, ese actor a quien nadie parecía querer en sus producciones, y a quien le arrebataron un papel prometedor tras otro.
Y es que al actor, a quien conocemos y queremos por sus papeles en El hombre de acero y The Witcher, le habían arrebatado antes oportunidades como ser Edward Cullen en Crepúsculo, Cedric Diggory en Harry Potter o el enorme James Bond, cuando le dieron el papel a Daniel Craig (por no hablar del proyecto de Superman Flyby en 2002 que, finalmente, nunca vio la luz).
Pero a pesar de todo ello, y aunque es cierto que su tirón empezó a llegar a partir de 2007 con Los Tudor, Cavill estuvo antes presente en otro taquillazo en el que ya nadie recuerda haberlo visto.