Alimentar, educar, sobrevivir, cambiar

Por Dori Fernández

Al principio, ellos salían a cazar, mientras ellas y la prole dedicaban su tiempo a recoger bayas, granos y frutos silvestres que constituían la base de la alimentación del grupo. La caza de animales se volvía muy difícil sin más armas que lanzas y piedras talladas, con lo que ingerir proteína animal se convertía en una celebración esporádica. (Recomiendo leer Las mujeres en la prehistoria, editado en el 2008 por el Museu de Prehistòria de València).

Imagen del documental 'Cartografía de la Soledad', de Nocem Collado.

Imagen del documental ‘Cartografía de la Soledad’, de Nocem Collado.

Ni ellas ni ellos reconocían la causa-efecto de la copulación, con lo que los hijos e hijas que alumbraban eran entendidos como un bien común que había que cuidar porque aseguraba la pervivencia de la tribu. Sin saberlo, tenían claro que «para educar a un niño hace falta la tribu entera», que dirá con acierto Jose Antonio Marina.

Más tarde, aprendieron a domesticar animales y a cultivar la tierra con su ayuda. Y también a ver las consecuencias de la copulación entre un hombre y una mujer. Ya nada era cosa de la tribu entera, sino de dos, de ellas y ellos, aunque seguían siendo los varones quienes salían fuera de su jurisdicción para intercambiar productos, semillas o ganado con sus otros iguales. Los constantes embarazos y el cuidado de la prole ataban a las mujeres al ámbito del ahora hogar-huerto.

Y con la agricultura aparecieron los excedentes y la propiedad privada. La tierra producía más de lo que una pareja y su prole eran capaces de consumir. Se hizo necesario mercadear con lo sobrante, cambiándolo bien por bienes de consumo, bien por bienes de acumulación (propiedades, ganado y otros bienes patrimoniales). La tribu había desaparecido para dar paso a la familia, la unidad básica de consumo, o “el medio de reproducción de la fuerza de trabajo” como la definiría Marx.

Lo que desde entonces se hizo evidente, fue la necesidad de tener herederos de la misma sangre, legítimos, que recibieran y ampliaran ese patrimonio de generación en generación. Una costumbre que llega hasta nuestros días y que constituye la mayor   muestra de hombría conocida. Un padre “en condiciones” es aquel que consigue triunfar en el mundo laboral y dejar la vida más fácil a sus hijas e hijos, pero sobre todo a sus hijos; ellas ya encontrarán otros herederos con quienes emparejarse y asegurar unos nuevos herederos legítimos que den continuidad al patrimonio y al apellido.

Y así funciona el capital, inoculado en nuestras venas desde el principio de los tiempos sin que tomemos conciencia de que otros modelos de organización social son posibles (y de hecho, ya lo son). Porque, ¿dónde pone que hay que nacer para acumular bienes, buscar pareja del sexo contrario, casarse “hasta que la muerte nos separe” y tener descendencia? ¿Quién ostenta el interés de que la sociedad siga configurada de esta manera, con individuos de distinto sexo, aficiones y necesidades diferentes, emparejados de dos en dos, ajenos a los males que asolan el mundo mientras sientan  su propio bienestar al modo más ruin del sálvese quien pueda? ¿Quién es responsable de este sistema social que deja en la estacada a la mitad de la población –las mujeres- relegadas a dar continuidad a la especie en aras del aprendido amor que sienten por su marido, sus hijas e hijos?

Al alumnado que me escucha en los muchos talleres sobre igualdad de género que imparto, suelo ponerles como ejemplo de amor materno-filial diferente al nuestro, el que han aprendido a sentir las hijas e hijos hacia sus madres en la India, país en el que éstas alcanzan la muerte social una vez que quedan viudas; su propia familia las echa a la calle donde sobreviven como pueden (se prostituyen si son aún jóvenes, mendigan o se refugian en los Asram, etc.). Véase el fantástico documental sobre el tema de Nocem Collado, Cartografía de la Soledad, está en abierto.

Desde esta concepción del capitalismo inicial en la que el pater familiae es quien maneja y decide los asuntos del núcleo familiar y social –y que ahora identificamos como neoliberalismo patriarcal- se vienen despreciando otros modelos de funcionamiento social más justo, que incluyen, por ejemplo, el objetivo de que también las mujeres sean económicamente independientes, con una trabajo propio y responsabilidades familiares equitativamente repartidas con sus parejas, de forma que no se vean perjudicadas laboralmente por el simple hecho de poseer capacidad de reproducción; o que las  personas pertenecientes al colectivo LGTB ostenten los mismos derechos que las heterosexuales (los reales, porque los legales, afortunadamente van llegando), como el simple hecho de poder pasear por la calle mostrando su amor sin que nadie las agreda verbal o físicamente, o poder compartir en su ámbito laboral su orientación sexual sin que ello les reste profesionalidad ante los ojos del resto; o algo tan simple como que las mujeres puedan entrar en los bares sin que ningún “señor” se tome el derecho de evaluar su indumentaria o su cuerpo…

En fin, como siempre, esto solo pretende ser una invitación a la reflexión. Les dejo a ustedes el resto. Pero el futuro inmediato, sin lugar a dudas, pasa por la visión que de la evolución humana hace la plataforma PPiiNA (en el ámbito internacional, PLENT) y las reflexiones del compañero de Hombres por la Igualdad, José Ángel Lozoya, un colectivo que ojalá incluya a cada vez más “hombres nuevos”, esos que sueñan y trabajan, junto con nosotras, por  #otromodelodesociedad.

Dori Fernández Hernando es Graduada en Igualdad de Género por la URJC. Formadora y consultora en igualdad de género, nuevas tecnologías y Prevención de Riesgos Laborales, colabora entre otras conSinGENEROdeDUDAS, CB., Comunidad de Conocimiento Profesional con Enfoque de Género. Actualmente participa en un proyecto formativo que lidera el Instituto Madrileño de Formación. Pertenece a la PPIINA y a la Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena.

7 comentarios

  1. Dice ser Vanessa

    Que tristeza me ha dado tu artículo. Debe de ser terrible sentir las cosas como tú lo haces.

    Alguien que puede afirmar que las mujeres están «…relegadas a dar continuidad a la especie en aras del aprendido amor que sienten por su marido, sus hijas e hijos», mostrando así sus propios sentimientos sobre el tema, es una persona vacía y muerta por dentro.

    No Dori, el amor que sentimos la mayoría de las mujeres por nuestro marido y por nuestros hijos no es aprendido y sale del corazón. Aprendidas son algunas maneras de expresarlo, que cambian según la cultura, pero eso son detalles insignificantes. Si crees que alguien (o una sociedad entera) te puede enseñar a querer a tus hijos o a tu pareja, busca ayuda profesional.

    Es cómo si alguien, viendo un bonito paisaje, te dice que lo que ve es «un borrón grande, gris y desenfocado»; no es una interpretación, ni se le hace ningún favor dignificando su percepción, es que esa persona no puede ver bien y necesita ayuda.

    Busca quien te ayude.

    05 abril 2016 | 09:42

  2. Dice ser Fran

    Criticas el capitalismo diciendo que existen otras alternativas, sin decir cuáles son esas alternativas. Demagogia en estado puro. Haces una descripción de la evolución humana como una «pérdida de la inocencia». Solo te falta decir que los culpables de todo ello son los sumerios por inventar las ciudades.

    05 abril 2016 | 11:49

  3. Dice ser peroquehartaestoy

    si se pudiera vota+ 10000000000000000000000000000000 al comentario de vanessa, harta estoy de escuchar soplapoyeces similares y ahora vais y lo borráis

    05 abril 2016 | 17:27

  4. Dice ser Javier

    Sí, coincido. Gran articulo.

    Se ha dado ese camino, esa progresión y otras más, claro. Pero coincido. Sí creo que la mujer ha sido relegada y que hay que corregir y superar patrones pasados y desfasados y que los hombres debemos despertar y tomar conciencia de los privilegios adquiridos como género y de como nos dañan e impiden superar los patrones a los que también fuimos relegados… más ventajosos pero igualmente constrictores como estar alejado del mundo emocional para perpetuar un papel impostado y absurdo de macho alfa.

    Y sí, la PPIINA y AHIGE, José Angel Lozoya, Luis Bonino, Octavio Salazar, Miguel Lorente, Ritxar Bacete… y muchos otros que sentimos que hay que cambiar el paradigma. Mi hija Aitana va a jugar en desventaja para muchos asuntos vitales y eso me corresponde a mí hacer algo y no esperar a que la sociedad corrija sola procesos que quedaron caducos

    A mí me ha gustado mucho tu artículo aunque el matiz de que te miren de arriba abajo… eso pasa igual con gente de otras razas, culturas, clase social y a muchos hombres también se les mira como objeto de deseo, aunque el diferencial está en que ellos no corren peligro y ellas a veces sí… y eso no puede ser… Aitana ahí estaría mucho más expuesta que sus hermanos varones y algo he de hacer para corregir eso.

    05 abril 2016 | 17:49

  5. Dice ser Marga

    Tienes una mirada gris y pesimista y culpas de todo al neoliberalismo patriarcal.
    En fin, lo siento por ti, tiene que ser muy duro ver la vida desde tu prisma, verla culpa de todo en el varón, verlo todo tan retorcido, tan desvirtuado y fuera de la realidad.

    La verdadera igualdad, la conseguiremos con gente positiva y con gente que no haga división de sexos, culpando permanentemente a la otra parte, como si fuese un sino, sobre el que no tuviese nada que decir o hacer y excusándose en ese pesimismo y acusación al sexo contrario.

    Demonizando a la evolución y al hombre, no vas a conseguir igualdad, porque ayuda a dividir y crear una guerra de sexos. Nadie creo más Catalanistas que los Españolistas, ni más machistas que una feminista mal enfocada.

    Gracias por el daño hecho al feminismo con dos dedos de frente, coge la parte que te corresponda de este agradecimiento.

    05 abril 2016 | 18:01

  6. Dice ser pnachenko

    como puede ser que vosotras permitais que en vuestro medio salga una nota como esta, donde esta vuestro repudio a este acto de barbarie fachista???????

    https://blogs.20minutos.es/arsenioescolar/2016/04/05/las-mujeres-mas-pesimistas-que-los-hombres/

    zapatero es el guia,
    lenin el salvador.

    06 abril 2016 | 18:02

  7. Dice ser Ingunn666

    En la prehistória las mujeres si que cazaban y pescaban, mujeres y hombres iban en partidas de caza juntos. También es de lógica, como depredadores que somos, cazamos en grupo, cómo los lobos. Para los que crean que es imposible que una mujer cazara por su fuerza, a parte que el grupo hace la fuerza, también tenemos que pensar que en aquellos tiempos los hombres y las mujeres, debido a su ritmo de vida, tenían más fuerza muscular. .El cuidado de los hijos recaía en TODOS los habitantes de la tribu. No se sabe cómo ni porqué sufrió el machismo, unos dicen que porqué el hombre se dio cuenta que la mujer no era la única necesaria para crear la vida y ahí se fue todo al garete. Pero no me creo que no se hubiesen dado cuenta antes, no eran tontos ni tontas!.
    No se porqué atacáis tanto a la persona que ha hecho el articulo de la manera en que lo hacéis, no estáis argumentando vuestro punto de vista simplemente la insultáis, ella puede creer y defender lo que crea que es la verdad. El amor al marido o el amor en pareja, científicamente se ha demostrado que tiene un tiempo corto de vida, es decir el amor romántico no existe!. Los matrimonios que llevan muchos años juntos no sienten el amor de enamorado sino el amor que le puedes tener a un compañero o a un familiar. El amor a los hijos también ha sufrido de la mano machista haciendo creer a la mujer que tiene que desaparecer como mujer y persona por ser madre y, toda la culpa de todo lo que haga mal sus hijos e hijas será culpa suya, y si no hace «lo que una madre tiene que hacer» será tachada de egoísta y mala madre y aunque la mujer sea mala madre la sociedad le ha dicho que si quiere hacer algo por ella sóla ( algo que no se centre sólo y exclusivamente en sus hijos) se debe sentir culpable.
    Es cierto que el «amor» es una cosa «moderna», el matrimonio por ejemplo es un invento del patriarcado. Quizás es una manera de hacer más vulnerables a las «familias» ya que son sólo 2 personas las que tienen que luchar para sobrevivir y alimentar a sus descendientes. Jo he llegado a la conclusión que el patriarcado y el machismo se lo inventó un grupo de personas que querían dominar a las personas, actualmente la iglesia y el capitalismo. Querían crear grandes desigualdades entre hombres y mujeres para dividirnos y hacernos más débiles como grupo. Nos fueron metiendo ideas y nos educaron para que fuéramos mansas ovejas que no pensaran y producieran y reproducieran más ovejas sumisas. Sin el machismo estaríamos hoy en día mucho más avanzados social e intelectualmente. Pero nuestra especie tiene la maldita manía de que todo lo que inventa, y en principio con una finalidad de hacer el bien, la acaba corrompiendo y la convierte en algo para aplastar y oprimir.

    08 abril 2016 | 16:39

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