Esta historia podría haber ocurrido en Francia, pues sólo en ese país se ha dado luz verde a la prueba de ADN, como un requisito más en el proceso de reagrupación familiar, pero la historia que viene a continuación ocurrió en España, bueno en el consulado español en Ecuador, que después de todo es una parte de España.
Allí le pidieron a Rosa Morán Espinoza “una prueba fehaciente” de la maternidad de su hijo de 6 años, para concederle el visado por reagrupación familiar. La sospecha surgió porque el menor lleva los apellidos de su madre y, además, tiene una inscripción tardía en el Registro Civil. La conclusión consular fue que el niño podría ser hermano de Rosa en lugar de su hijo, y le negaron el visado.
Pero ¿en qué consistía esa famosa prueba fehaciente? y ¿por qué se la pedían en Quito, si en España ya se habían hecho todas las comprobaciones necesarias para aprobar la reagrupación familiar de sus dos hijos?
Rosa se hacía esas preguntas cuando recibió la notificación en el consulado, pero no tenía las respuestas. Lo único que tenía claro era que no quería volver a España sin sus dos hijos e inició una maratónica jornada para reunir todas las pruebas documentales, que ella creía, que probaran la maternidad de su segundo hijo.
Dos días después y con 16 horas de viaje encima, (el consulado español está en Quito y la gente de provincia tiene que viajar hasta la capital para realizar todos los trámites) la mujer entregó mil y un papeles en el consulado, inclusive un certificado firmado por el doctor que le había atendido el parto y las fotos de su embarazo (ver fotografía). Lo presentó todo, en el plazo indicado, y con todos los sellos y rúbricas de autenticidad, pero la respuesta fue negativa.
Sólo entonces, en el consulado le explicaron que la «prueba fehaciente» de la maternidad era el examen de ADN, pero Rosa ya no tuvo tiempo para batallar más y tuvo que viajar sólo con su hijo mayor (a quien si le extendieron el visado, básicamente porque la ex pareja de Rosa se presentó en el consulado y no había lugar para sospechas).
El pequeño fue de vuelta a la casa de su abuela, echando la culpa a su madre de todo, pues él no entiende de visados, y ahora lo único que pregunta cada vez que su madre le llama es cuando va a viajar a España.
Acá, Rosa no se da por vencida y sigue buscando una respuesta en el Ministerio de Relaciones Exteriores, al tiempo que recorre los medios de comunicación contando su historia.
Menuda historia, la verdad es que es indignante, me alegro de que se solucionara bien y sin problemas
30 noviembre -0001 | 00:00
Cualquier cosa, con tal de putear a la gente. ¡Y España y los españoles luego se cuelgan la medalla de buenos! Qué conste que soy español, eh, lo digo para anticiparme a los ataques racistas que abundan en este foro. ¡Qué país!
12 febrero 2008 | 13:35
Es normal lo del ADN si no aqui se se cuela todo el mundo y no nos da la gana a los Españoles.
12 febrero 2008 | 16:44
Pues mira, no me extraña, pagan siempre justos por pecadores, no le eches la culpa a españa, sino a todos tus congeneres que se han inventado ser familia para chupar del bote en este pais, ahora ponen mas trabas que antes, y mas que tendrian que poner, para que os quedeis en vuestros paises de origen y no abandoneis a vuestras familias, o es que acaso no prefeririais quedaros en vuestro pais? lo digo por vosotros, hay mucha gente que esta en peores condiciones en españa que en ecuador o peru. Una familia vive en una furgoneta al pie de mi casa y yo a veces les bajo comida. Eso es vida? Ahora se arrepienten de haber venido y no tienen pasta para volver. Ya les vale… echadle la culpa a vuestros mandatarios. Si hicieran las cosas bien, no tendriais que salir de alli. Demasiado bien nos portamos los españoles (o demasiado gilipollas somos ya, como se prefiera)
13 febrero 2008 | 08:33
A mi me parece muy correcto pedir dicha prueba, o algo similar que pruebe realmente el parentesco.No olvidemos que el endurecimiento de este tipo de medidas surge a consecuencia de caraduras (de allá) que se han aprovechado del sistema.Lo siento pero los españoles no tenemos la culpa de todos sus males.
13 febrero 2008 | 11:37
Bueno, en el país en el que estoy trabajando actualmente, se compran muy facilmente partidas de nacimiento, muchas personas se registran cuando ya en la escuela secundaria les piden el certificado, se regalan hijas(sobre todo) para que los cuiden otra familia (que normalmente los pone a trabajar en su casa, limpiando o cuidando a sus hijos), en fin, mil situaciones más. Y no estoy hablando de Africa ni de paises lejanos, muchas agencias de viajes en España se lo ponen muy cerquita a los recién casados.Claro que lo de la prueba de ADN es la primera vez que lo oigo y creo que ese celo excesivo de funcionario, es semejante al de otros en embajadas y consulados de España que disfrutan de un sobresueldo en base a peticiones extravagantes.
13 febrero 2008 | 12:52
No es por fastidiar, pero en lugar de salir corriendo a reunir documentación sin ton ni son… ¿no podría haber preguntado que consideraban ellos “una prueba fehaciente” de la maternidad? Creo que le hubiera ahorrado muchos problemas, tiempo y dinero. Si algo no se entiende, mejor preguntarlo, ¿o no?
14 febrero 2008 | 15:03