La final del Eurobasket de anoche no la pudo salvar ni el desfile de celebauthorities, ni las inquietantes extrañas compañías de asiento que vimos en las gradas:
José María García al lado de Pedro J., que después se desplazó a la vera de Agatha,
Almodóvar y novio junto a Aznar,
Samaranch – vivo y con prismáticos que parecían de infrarrojos – junto a Lissavetzky – enorme papelón…
Y mucho menos la locución de Montes; hombre anuncio – incluso de sí mismo – onomatopéyico que me pone de los nervios.
Perdimos (oe), pero fue un buen espectáculo televisivo. Dos horas que pasaron volando a pesar de que no vimos un buen partido. Pero vivimos buena televisión.
Y escuchamos al Príncipe y al Presidente – por separado – augurar un oro que no fue.
Y al mismísimo Zapatero felicitar a La Sexta «por todo».
Anoche perdimos el oro, sí. Pero por fin disfrutamos de un final televisivo inesperado. Y eso está muy bien.
Felicidades por todo a La Sexta (no me preguntéis qué es «todo», yo me limito a imitar a ZP).
Feliz lunes a todos. Por todo.