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Comienza una nueva gala en directo de ‘La Voz’

ASÍ LO CONTAMOS EN DIRECTO (Y AQUÍ PUEDES VER EL RESUMEN)

Ya estamos.

Por algún motivo han empezado la gala con una cuenta atrás, pero al final no ha explotado nada. Bah, que decepción.

Como están todos de promoción Rosario aprovecha para cantarse en solitario una de las canciones de su nuevo disco. Que no se diga que no se renta La Voz.

Si Rosario se presenta a La Voz no se le giran ni las manecillas del reloj.

Orozco está haciendo el baile de la culebrilla.

Y una pregunta, ¿por qué Rosario no lleva pantalones? ¿Le ha pillado el directo en bragas?

En fin.

Ya sabéis que esta noche actúa Alejandro Sanz, que doctor Honoris Causa por la Universidad de Bercléi. Ahora que es doctor puede operar a la gente, firmar recetas y dar partes de baja.

La pajarita de Jesús Vázquez le queda pequeña. Para mi que la ha reciclado de su traje de primera comunión.

Me descojono con lo de «sala interactiva». ¿Qué es una sala interactiva, un sitio en el que puedes interactuar? ¿Es mi retrete una sala interactiva?

«Siempre hay un tupé al alza en este programa», dice Jesús Vázquez. Madre del amor hermoso, que nivelón.

Bueno, los primeros en cantar son Cristina, Damon y Agustín.

«Lo más difícil de La Voz es ser justo», dice Orozco, que el día menos pensado le llaman para presidir el Tribunal Supremo.

El flequillo de Agustín está considerado arma blanca en varios países. Si te da un cabezazo te empala. Va a cantar Roar, de Katy Perry. Mi amada Katy. ¿Cómo se atreve a cantar una canción de Katy si no tiene ni tetas ni nada?

Orozco está poniendo caras de aguantarse un pedo en un ascensor. A mi me parece que el amigo Agustín lo está haciendo de karaoke a las cuatro de la mañana, fuera de tempo y chillando todo lo que puede.

Orozco acusa a David Bisbal de estar dejándose su look. Lo dice porque Bisbi se está dejando la barba y sigue con los rizos como un plantujo sin riego.

«Me llegas más cuando te pones más negrito», le dice Rosario a Agustín. A Damon ¿que leches le va a decir? ¿»Me gustas más cuando te pones más violetita?»

«Vais a ver a una Cristina poderosa, dulce y loca», dice la susodicha. Creo que va a salir a cantar vestida de Bob Esponja.

El caso es que la muchacha está cantando la canción de la Miley Cyrus de la bola de demolición. Pero está vestida y no ha chupado ningún martillo, por lo que resulta un timo como una casa.

Pero bueno, que estafa. Ni ha sacado la lengua ni ha frotado el culo contra nadie… ¿Como se puede hacer una versión tan alejada de la realidad? Bah. Me voy a poner a la Miley en el youtube.

Ojo a la abuela de Cristina a lo Hoolligan agitando el fular como si no hubiera mañana. Para que aplaudir si tienes un fular que mover a lo bufanda futbolera en el fondo sur.

Malú se pone en plan bar y se pone a imitar a Orozco para después darle un corte de colegio como no los había visto desde que acabé BUP en aquel colegio del Bronx.

La cabrona se está descojonando mientras Orozco se desangra del tajo.

Damon ha salido que se me hace raro que no se ponga a cantar Oh happy day acompañado por la hermana Mery Clarence. De hecho, le han puesto un coro en el que se echan de menos los hábitos.

A Orozco le gusta todo. Que forma de conformarse con nada el chaval. Es la única persona que ha estado todos los restaurantes que visita Chicote antes de que éste llegue y se lo come todo y deja propina.

Bisbi se pone melancólico y le manda un mensaje a todos los concursantes del año pasado. Yo creo que les manda chrismas por Navidad.

Orozco está desesperado y le pide ayuda a sus compis para elegir concursante. Bisbi y Rosario se quedan con Cristina.

Y ahora Orozco le tira el tejo a Malú que casi le abre la cabeza. La coge de la mano, la mira con cara de lobo mirando un cordero y ella le pregunta si sabe a primavera… «no lo sé, tienes una boca… una boca…», balbucea el muchacho.

«Pero no le importaría saberlo», le ayuda Rosario.

Y luego está Jesus Vázquez, que es un poeta legendario: «Malú, tu eres como las pizzas: cuatro estaciones».

Tania Llasera dice «hashtag» y parece que está masticando espinacas.

Orozco canta con los suyos. Desastre absoluto. Orozco no se oye, desafina él, a los otros dos no se les oye, Cristina chilla como si se hubiera pillado el pie con un cepo. Orozco le hace juego y acaba la canción pegando un berrido como para llamar a merendar al Jonathan desde el otro lado de la ciudad.

Votos de Orozco:

Agustín, 20, Cristina 50% y Damon 30%.

Y el público sube los porcentajes a

Agustín 42%, Cristina 78% y Damon 80%. Pasa a la semifinal Damon. A mi modo de ver, injustamente. A mi me gustaba más Cristina aunque no se haya empelotado en su canción.

Y VAMOS A CAMBIAR DE POST QUE ME HE ENFADAO. HALA, AHORA NO RESPIRO.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOO

CAMBIO DE POOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOST

Bisbal le menta el escote a Tania Llasera en el directo de ‘La Voz’

RESUMEN DE LA GALA DE ‘LA VOZ’

Bisbi cada día me cae mejor. Bueno a ratos.

Sí, sí, lo que queráis, pero yo soy capaz de ver más allá de esa fachada de tio seriote y moderado que pone cuando está en La Voz y atisbo el pequeño saltamontes cabroncete que se esconde detrás.

Anoche volvió a demostrarlo una vez más, cuando en un lance de la gala le dijo a Tania Llasera «Estás muy guapa con ese… vestido. Iba a decir escote, pero estamos en directo». Y ni corto ni perezoso el pequeño ser de rizos se puso a imitar a la muchacha y el tono que pone ella para presentar.

Y todo porque Tania Llasera se puso una chaqueta de color chicle pegado debajo de una mesa y un escote que se prolongaba hacia abajo hasta oir el gru grulu, gru, grlu del pavo.

Lo dicho, que Bisbi con un par de cañas debe ser un descojone. Pero no me quiero poner pelota, porque como se dijo en Pulp Fiction:

 

Entre otras cosas porque anoche no estaba Bisbi para ligar. Llevaba los rizos como de capa caída, así como si les hubiera dado una lipotimia y se hubieran desmayado para un lado. Digo yo que si al muchacho le chupa la cabeza una vaca justo antes de ser atropellado por un camión cisterna antes de entrar, lo menos que podían hacer es peinarle.

Era como si llevara primer prototipo de mocho de fregona vileda en el cogote. Como si le hubieran puesto la cabeza de Bimba Bosé volviendo del after.

Bueno, vamos a empezar por el principio y os cuento qué pasó en la primera de las galas en directo de esta segunda edición de La Voz.

«Hace once semanas el regreso más esperado, La Voz volvió con sus emocionantes audiciones a ciegas…» decía Jesús Vázquez haciendo de voz en off y poniendo tono como de que estuviera empezando la batalla de Minas Tirith.

Me quedé con ganas de que Gandalf apareciera en el último momento cabalgando entre el público para hacer una versión de Wrecking Ball subidito en una bola de demolición con la barba como único atuendo y…

Perdón, que me salen las parafilias frikis. ¿De qué diantres (diablo, según la RAE) estábamos hablando?

Jesús Vázquez iba vestido para servir canapés en una boda postinera. Aunque nunca le habrían dado el carnet de manipulador de alimentos para esa tarea, porque en la cabeza llevaba un castor atropellado a modo de tupé.

La gala comenzó con una actuación en directo en la que cantaron una canción de Manuel Carrasco con el propio Carrasco, con los coach, con los concursantes, con la señora de la limpieza, con un señor bajito de Valladolid que pasaba por allí, con un sargento de la legión y una monja clarisa haciendo magdalenas.

Eso era un como oír una hormigonera. Si Mozart hubiera oído eso se habría arrancado las orejas y se habría implantado unos culos de pollo en su lugar.

Sin embargo era por una buena causa, porque el importe de todas las descargas de esa canción (de la que canta solo Carrasco, no del mejunje que hicieron) iba destinado a cooperación con Filipinas.

– ¿Estais bien? Preguntó Jesús.

– Siiiiiii, contestó emocionado el público.

– Se lo preguntaba a los coach, replicó Jesús, dándole un corte al público de los que se te ven los higadillos. Ja ja ja. El público estaba encantado. Como para tirar de hoz, antorcha y guadaña, no digo más.

Fijaos si en La Voz es importante La Voz que los teléfonos para votar se abrían antes de que cantaran los concursantes. Para que la gente pudiera valorar la voz como si fueran Paco Porras.

Malú

Los primeros en cantar fueron Mandy, Silverio y Amynatta, del equipo de Malú.

A Mandy le pusieron de escenario un andamio. Y de atuendo un vestido de cuero. Si todos los albañiles vistieran así los piropos se los diríamos nosotros a ellos (digo nosotros como si a mí alguna vez me hubiera dicho un piropo un albañil, que nunca. Y eso que obra que veo obra por la que me paseo provocando).

La pobre muchacha bajó del andamio acojonada, agarrándose a los hierros con los ovarios de corbata, lo que le restó mucho glamour. Y el sonido… al parecer ella no se oía así que la canción fue como estrangular una oca con música de fondo.

Silverio cantó «Tengo miedo». A mí lo que me daba miedo son las caritas de mucho sentimiento que ponía y las posturitas flamencas de estar siendo atracado con una pistola eléctrica.

A Malú se le hace el culo pesicola con Silverio. A mi se me queda el ano como el de un pingüino disecado.

Amynata prometió hacer una cosa distinta a todo lo que había hecho hasta ahora. Pensé que iba a salir haciendo malabares con mazas de fuego mientras un tigre albino se subía a una escalera. Pero no, era una canción normal.

«Amynata a mí me mata», la valoró Rosario, haciendo un informe tan técnico que haría palidecer al director de la Filarmónica de Viena.

Justo después Malú cantó con sus chicos. Sonó como un grupo de adolescentes borrachos cantando en el parque mientras hacían botellón. Era realmente lamentable. Incluída Malú, que estuvo más floja que el palo de mear de Matusalén.

Malú le dio un 20% a Mandy, un 30% a Silverio y 50% a Amynata. Los espectadores elevaron los porcentajes hasta un 42% para Mandy, un 86% para Silverio y un 72% para Amynata. Así que Silverio a la semifinal.

Rosario

Turno del equipo de Rosario: «que los nervios valgan para echarlo todo en el escenario«, les aconsejó Rosario, que básicamente les estaba animando a vomitar hasta el apéndice cuando salieran a cantar. Debe ser algún truco vocal…

Cantaron Gabriele, Estela y Brigitte.

A Gabriele era como si se le fuera el volumen. Estaba intentando hacer efectitos de cantar pianississimo y en realidad estaba cantando con el culissimo. A mí me ha pareció oir un gallo como para trabajar de despertador en una explotación agrícola.

Sin embargo, Malú le dijo a Gabriele que se «quita el sombrero con él«. Por la cara que ponía se quitaba el sombrero, el vestido y hasta se hacía las ingles brasileñas.

Estela. Estaba más nerviosa que entrando a robar a una joyería. ¡Qué guapa la habían puesto! No se lució demasiado, pero cantó bien.

Brigitte. Dijo que Rosario le transmite mucha paz, que es como su mamá, que la relaja. Voy a tomarme una Rosario que me duele un poco el cuello y ahora sigo…

Ya estoy.

Es empezar La Voz y ponerse los coach a sacar disco como si no hubiera mañana. Por ejemplo Rosario, que cantó una de sus canciones y recordó a todo el mundo que se lo compraran. ¡¡Que dan talla, bragas, discos, calcetines, que dan talla, vaaaaamos, señora!! y así.

Rosario le dio un 50% a Estela, un 30% a Gabrielle y un 20% a Brigitte.

Y el público subió los porcentajes hasta el 47% para Gabriele, 123% (o más, porque lo quitaron antes de acabar) para Estela y 27% para la pobre Brigitte. O sea, que Estela corta la pana y a la semifinal.

Un apunte. Tanto Estela como Silverio al pasar a la semifinal se pusieron a llorar como si les estuviera interrogando la inquisición y llevaran encima un condón. Si esta gente llora así de alegría, ¿qué hace cuando tiene una desgracia?

Bisbal

Cantaron Susana, Dina y Jordi. Al lado de los otros dos, Dina parecía un hobbit de la Comarca. Uno de los bajitos.

La primera en cantar fue Susana «una mujer que lleva 20 años en los escenarios y aún se pone nerviosa cantando«, dijo Jesús Vázquez, que se para mí que se quedó con las ganas de añadir «la muy inútil».

Cantó muy bien, pero le robaron protagonismo los maromos que estaban barriendo confeti de mentira en el suelo-pantalla del escenario. Era hipnótico ver cómo la cagaban intentando seguir con los escobones la imagen del confeti retirándose en el suelo…

Dina y Jordi lo clavaron. «Son animales musicales», dijo Bisbi, refiriéndose a ésto:

eleY después Bisbi cantó con sus alumnos. Sonó muy bien. Pero no sólo porque los concursantes cantaron muy bien, sino porque Bisbal les capitaneaba y les daba los pies perfectos. Ya sabéis, no nos comamos…

Bisbal le puso un 50% a Dina, un 30% a Susana y 20% a Jordi.

Y el público completó los porcentajes hasta el un 38% para Susana, un 84% para Dina y un 78% para Jordi. 38% para Susana, un 74% para Dina y un 48% para Jordi (gracias por la corrección). Dina pasa a la semifinal.

Orozco

Cantaban Ainhoa, Jaume y David.

Diciendo el título de la canción de Ainhoa a Jesús Vázquez casi se le luxa la lengua. Ainhoa iba vestida de menstruación buscando novio. Los efectos visuales eran, de hecho, una metáfora del período. Alegorías hormonales aparte, cantó muy bien.

Jaume, el muchacho que entró en la peluquería y dijo que quería el look del capitán Davy Jones en el Holandés Errante, cantó una de Luz Casal, la de Bésame Mucho, pero como si la cantara Luz Casal colocada.

David atrevió con una canción de gritar mucho y le acompañaban una serie de personas (en principio vamos a suponer que eran personas) que aporreaban unos cubos de basura. Aún no les han dicho que se ha acabado la huelga de basuras en Madrid.

Rosario emitió otro de sus informes razonados sobre la presencia de las matemáticas y la proporción áurea en la música, al alegar que «nuestro idioma es muy importante porque cuando cantan en español es que te enteras de lo que te están diciendo». Bueno, eso si no eres sueco, claro, que entonces no te enteras.

Orozco le dio un 50% a Jaume, 30% a Ainhoa y 20% a David.

Y el público subió los porcentajes a 106% para Jaume, 64% para Ainhoa y 30% para David. Así que Jaume a la semifinal.

Y ahí quedó la cosa amados todos. Que no es poco.

Lágrimas de felicidad que son peores que las de un funeral en La Voz

Estela está llorando que ha dejado a Silverio a la altura del zapato.

Si esta gente llora así cuando tiene una alegría, ¿cómo cojones llora cuando tiene una desgracia?

Y ahora canta Malú, que ¡oh, sorpresa!, también ha sacado disco. Ahora canta ella sola, para que no le destrocen las canciones. Casualmente a los coaches siempre se les oye de maravilla. Aunque Malú parece que tiene que aclararse la garganta porque tiene agarrado una flema de kilo y medio.

¿Son imaginaciones mías u Orozco mira a Malú con ansia viva?

Le toca el turno a David Bisbal. Van a cantar Susana, Dina y Jordi. Al lado de los otros dos, Dina parece un hobbit de la comarca.

La primera en cantar es Susana «una mujer que lleva 20 años en los escenarios y aún se pone nerviosa cantando», dice Jesús Vázquez, que se queda con las ganas de añadir «la muy inútil».

 Está cantando muy bien, pero le roban protagonismo los maromos que están barriendo confeti de mentira en el escenario. Es un vicio ver cómo la cagan intentando seguir con los escobones la imagen…

Vamos con Dina. «Cuando me subo al escenario me tranformo», dice. Sí, tranformo. Canta. Es verdad que canta muy bien. Ahí le ha dado. Bisbal está más emocionado que el día que le dijeron que había una laca nueva en el mercado.

Turno de Jordi. Creo que ha sido él el que prestó el andamio para la actuación de Mandy. Va a cantar Nessum dorma (nadie duerma) de Turandot. Bueeeeeeeno, no es Pavarotti, pero no está mal.

«Creo que ha hecho magia», dice Malú. No, malú, eso es en otro programa, este va de cantar. «Son animales musicales», dice Bisbi, que se debe referir al elefantito ese que tiene cascabeles y espejitos para jugar.

Una cosa os digo, los tres de Bisbi han sido los tres mejores. Que ojo tiene el jodío.

Canta Bisbi con sus alumnos. Suena muy bien. Pero suenan muy bien no sólo porque los concursantes cantan muy bien, sino porque Bisbal les capitanea y les da los pies perfectos.

Bisbal le puso un 50% a Dina, un 30% a Susana y 20% a Jordi. Bisbi le dice a Dina que es la pera limonera y Dina tiene que apretar los dientes para no echarse a llorar allí mismo.

Y el público completa los porcentajes hasta 38% para Susana, un 74% para Dina y un 48% para Jordi. Dina pasa a la semifinal.

Le toca al equipo de Orozco. Cantan Ainhoa, Jaume y David.

Canta Ainhoa. A Jesús Vázquez casi se le luxa la lengua diciendo el título de la canción. Ainhoa va vestida de menstruación buscando novio. Los efectos visuales son, de hecho, una metáfora del período. Alegorías hormonales aparte, ha cantado muy bien.

Orozco está que balbucea el pobre. Que se escriba las cosas. Pobre muchacho.

Canta Jaume, el muchacho que entró en la peluquería y dijo que quería el look del capitán Davy Jones en el Holandés Errante.

Cágate que se está haciendo una versión de Luz Casal, la de Bésame Mucho. Lo que pasa es que como está gritando como si no llevara micro a mi me parece que está cabreado y que la muchacha no le quiere besar ni con la boca de su perro.

Canta David. Se ha ido a por una canción de gritar mucho y le acompañan una serie de personas (en principio vamos a suponer que son personas) que están aporreando unos cubos de basura. Aún no les han dicho que se ha acabado la huelga de basuras en Madrid.

Bueno, ha cantado muy bien. Eso sí, que no vuelva a decir que trabajar con Orozco es una «delicia», porque utilizar ese término le hace merecedor de ser abandonado en el desierto enterrado hasta el cuello.

«Nuestro idioma es muy importante porque cuando cantan en español es que te enteras de lo que te están diciendo», dice Rosario. Bueno, eso si no eres sueco, claro, que entonces no te enteras.

Canta Orozco con sus discípulos. Bueno, no lo hacen mal.

Orozco le da un 50% a Jaume, 30% a Ainhoa y 20% a David.

Y el público sube los porcentajes a 106% para Jaume, 64% para Ainhoa y 30% para David. Así que Jaume a la semifinal.

Cada vez que Jesús Vázquez dice «un saludo a la banda», a mi me suena a «ey, que pasa colegas».

El caso es que son semifinalistas, Silverio, Estela, Dina y Jaume.

Y se acabó lo que se daba, amigos y amigas, mañana, como siempre, resumencito de la gala.

Rosario, atontada con la belleza de su Gabriele

Como os digo, ahora sí, turno para Rosario. Cantan Gabriele, Estela y Brigitte.

El primero es Gabriele. Rosario afirma que el chaval «tiene buena presencia», que viene siendo que le ve y se le pone la foca a dar palmadas.

Está cantando como el culo. Es como si se le fuera el volumen. Está intentando hacer efectitos de cantar pianissimo y está cantando con el culissimo. Además, a mi me ha parecido oír un gallo como para trabajar en una granja de despertador.

No quiero insistir, pero estoy preocupado por el pelo de Bibal. Es como si llevara el mocho viejo de la fregona. Como si le hubieran puesto la cabeza de Bimba Bosé volviendo del after.

Malú le dice a Gabriele que se «quita el sombrero con él». Por la cara que pone se quitaba el sombrero, el vestido y hasta se hacía las ingles brasileñas.

Le toca a Estela. Está más nerviosa que entrando a robar a una joyería. ¡Qué guapa la han puesto! Además, está cantando muy bien. No está luciéndose todo lo que podría, pero está bien.

Canta Brigitte. Dice que Rosario le transmite mucha paz, que es como su mama, que la relaja. Voy a tomarme una Rosario que me duele un poco el cuello.

Otra con problemas de sonido. No se la oye, como si tuviera el micrófono apagado. El caso es que se ha levantado del sillón donde ha empezado la canción y bueno, que lleva las bragas blancas. Por daros información.

Lo del micro es criminal. A veces se la oye y otras no. Al parecer soy el único que tiene problemas para oír a los concursantes. Los del jurado se hacen los suecos y le dicen que todo genial.

Bisbal le dice a Tania Llaser: «Estás muy guapa con ese… vestido. Iba a decir escote, pero estamos en directo». Ay, que picarón es el Bisbi. Eso sí, no pierde el tiempo y luego se pone a imitarla. JA JA JA. Con el bisbi me iba de cañas.

Canta Rosario con sus chavales. Mejor que los de Malú, pero sigue sonando como si les faltaran unos pocos ensayos. Rosario aprovecha para decir que mañana sale su disco y que lo compre todo el mundo «que la cosa está muy mal».

Es empezar La Voz y ponerse los coach a sacar disco como si no hubiera mañana.

Rosario le dio un 50% a Estela, un 30% a Gabrielle y un 20% a Brigitte.

Y el público sube los porcenajes hasta el 47% para Gabriele, 123% (o más, porque lo han quitado antes) para Estela y 27% para la pobre Brigitte. O sea, que Estela corta la pana y pasa a la final.

 Y CAMBIAMOS DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO O O O O O O O

Comienza la primera de las galas en directo de La Voz

Empezamos.

«Hace once semanas el regreso más esperado, La Voz volvió con sus emocionantes audiciones a ciegas…» dice Jesús Vázquez haciendo de voz en off y poniendo voz como de que estuviera empezando la batalla de Minas Tirith.

Jesús Vázquez va vestido para servir canapés en una boda postinera. Aunque nunca le habría dado el visto bueno sanidad porque en la cabeza lleva un castor atropellado a modo de tupé.

Van a cantar todos una canción con Manuel Carrasco. Cuando digo todos son todos, los coah, los concursantes, Carrasco y hasta la señora de la limpieza, que sale ahora con el mocho.

Se supone que cantan en solidaridad con Filipinas, lo que pasa es que a los filipinos les hace falta dinero, alimentos o agua, no cancioncitas…

Además, ya os digo que si esto fuera una audición o una batalla eliminaban a los cuatro coach sacándolos del plató con un cañón de a 36 libras.

Ah, el que va a poner la solidaridad es Carrasco, que va a donar la pasta de todas las descargas de la canción de esta semana.

¿Estais bien? Pregunta Jesús.

Siiiiiii, contesta el público.

Se lo preguntaba a los coach, dice Jesús, dándole un corte al público de los que se te ven los higadillos.

La cosa será así: la audiencia decidirá a medias con los coach quién se queda y quien se va.

Tania Llasera se ha puesto una chaqueta de color chicle pegado debajo de una mesa y un escote que se le se asoma el pavo. Hasta el gru grulu, gru estoy oyendo.

Empezamos con el equipo de Malú.

Van a cantar Mandy, Silverio y Amynatta. Fijaos si es importante la voz y cómo cantan que ya se puede votar, sin que hayan cantado.

Vamos con Mandy. Va a mezclar la dulzura y la fuerza, como la crema de orujo gallega, que está dulcecita, pero te pega una hostia que flipas.

Le han puesto de escenario un andamio. Y de atuendo un vestido de cuero. Si todos los albañiles vistieran así los piropos se los diríamos nosotros. La pobre muchacha baja del andamio acojonada, agarrándose a los hierros con los ovarios de corbata, lo que le resta mucho glamour.

A mi la canción me ha sonado como si estuviera el CD rayado. Ella dice que no está contenta consigo misma y que no se ha oído bien. De hecho, al parecer no le sonaba bien el pinganillo y no se oía cómo cantaba.

Todos animan a la chica, menos Malú, que llega y le dice que no se puede permitir el lujo de no saber luchar contra la adversidad. No ha subido y le ha escupido a la cara de puro milagro.

Turno de Silverio, que poco más o menos se está vendiendo como el adalid de la copla, el defensor de la copla, el campeón de la copla. Va a cantar «Tengo miedo». A mi lo que me da miedo son las caritas de mucho sentimiento que pone y las posturitas flamencas de estar siendo atracado con una pistola eléctrica.

A Malú se le hace el culo pesicola con Silverio. A mi se me queda el ano como el de un pingüino disecado.

Uy, el Bisbi tiene los rizos hoy como derrotados. Pobre hombre, parece que está con falta de vitaminas.

Canta ahora Amynata. Va a cantar una cosa distinta a todo lo que ha hecho hasta ahora. Creo que va a salir haciendo malabares con mazas de fuego mientras hace que un tigre albino se suba a una escalera.

Ah, pues no, es una canción normal. Bueno, no, es una mierda como una colina. ¿Y porqué? Pues porque es una canción que no luce, que no emociona a la gente. ¿Por qué eligen tan mal las canciones?

«Amynata a mi me mata», dice Rosario, haciendo un pareado sin haberlo deseado.

Le toca a Malú: debe darle un 50% de la valoración al mejor, el 30% al siguiente y el 20% al último. A eso se le sumará la opinión del público.

Turno del equipo de Rosario: «que los nervios valgan para echarlo todo en el escenario», les aconseja Rosario, que básicamente les está animando a vomitar hasta el apéndice cuando salgan a cantar.

Peeeero, antes, canta Malú con sus amadrinados. El primero es Silverio, que canta flipandose como siempre. Este chaval se hace la canción del Mercadona y la hace con quejío.

La canción suena como un grupo de adolescentes borrachos cantando en el parque mientras hacen botellón. Es realmente lamentable. Incluída Malú, que está más floja que la picha de Matusalén.

Malú ha dado un 20% a Mandy, un 30% a Silverio y 50% a Amynata.

 Los espectadores elevan los porcentajes hasta un 42% para Mandy, un 86% para Silverio y un 72% para Amynata. Así que pasa Silverio. Se ha puesto a llorar como si le hubieran dicho que le tienen que amputar un pie a la altura de la ingle.

 Madre mía. Silverio sigue llorando desconsolado. Este tío de pone una empresa de planideras y se forra como para encenderse los puros con billetes de 500.

Ahora sí, turno para Rosario. Cantan Gabriele, Estela y Brigitte.

CAMBIO DE POST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Carlos Vives intenta ligar con Rosario Flores en ‘La voz’

Última gala de duelos antes de las galas en directo, que empiezan este miércoles. Es posible que con eso y QQCCMM esta semana palme y tengan esparcir mis cenizas en la mansión Playboy, como tengo puesto en el testamento.

Si mis herederos no lo hacen así no cobrarán la herencia. Bueno y si lo hacen tampoco, porque tengo las mismas posesiones que un galápago disecado. Eso sí, alguna teta verán. Algo es algo.

Viendo el arranque de La Voz ayer me surgió una pregunta que haría que Stephen Hawking hubiera deseado meterse a DJ de electrolatino y no tanto a pensar: ¿Por qué le ponen a Tania Llasera pantaloncitos cortos como si fuera Mickey Mouse?

O sea, siempre va con pantalones cortos de los que suben hasta el sobaco. ¿Qué es, la versión veraniega de Julián Muñoz? ¿Qué va a ser lo próximo, hacer el Rocío con la Pantoja?

Por otro lado, vimos a Bisbi en un coche. Le estaban llevando . No llevaba cinturón. ¿Qué opinarán sus fans de que se juegue la vida así? Que tenga unos rizos mullidos como gato en tormenta eléctrica no quiere decir que le vaya a hacer de airbag. ¡Bisbi, ponte el cinturón, protege tu vida, tu seguridad es muy importante!


Tania nos ha enseñado ya tantas veces el plató, el estudio, los pasillos, las salas, los comedores, los retretes, el cuarto de las basuras, los cimientos, las canalizaciones del aire acondicionado y las bajadas que creo que podría ir de noche e infiltrarme sin linterna ni nada. Es como haber visto la puñetera Voz en Fotocasa.

«La voz es como un perro, tienes que tirar de ella para que esté donde tú quieres», le dijo una de las vocal coach (que son los que de verdad curran con los concursantes) a Sandra. La voz es como un perro. Si se te hace caca la voz en la calle, ¿tienes que llevar bolsitas para recogerlo?

¿Puede morderte tu propia voz? ¿La voz de Rajoy qué es, un perro de aguas con el frenillo como el cerrojo de un penal?

Otro momento psiquiátrico: Solazo. El rastafari Jaume sale a la calle con un paraguas para que no le de el sol. Él dice que es rastafari, pero yo creo que es una Geisha con greñas. ‘Melenas de una Geisha’ es la próxima peli que va a hacer.

Aunque claro, teniendo en cuenta que lleva en la cabeza un calamar moreno es normal que no quiera que le de el sol hasta que pueda remojarlo con agua de mar…

Tania nos trajo también revelaciones de los cuatro coach:

Orozco dijo que es fan de Aída. ¿Mande? Debe ser una amiga suya porque la serie no la ha visto ni anunciada, fijo.

Malú aseguró que cuando tiene vacaciones se queda en su casa. Joder, es la fiesta personalizada. ‘Resacón en Las Vegas’ está basada en su vida.

Rosario contó que sus hijos escuchan todo tipo de música y que ella aprende de ellos. Lo que más ha aprendido es el thrash metal y de hecho, el próximo disco de la mujer se va a llamar Rosállica.

Bisbi reveló que cuando está en un supermercado o un restaurante y oye una de sus canciones se va rápidamente o se esconde. Pobre, le da vergüenza. No, si a mi también me pasaría al oír «ave María, cuando serás mía» en mi propia voz.

Jesús Vázquez no llevaba un traje de raya diplomática, llevaba un traje de raya de cónsul, embajador, cuerpo diplomático y servicios de inteligencia camuflados de agregados culturales. Ahora que lo pienso si le rapas la cabeza y le pones junto a una verja podría hacer de niño del pijama de rayas hormonado.

¡¡OJO!! Que lo mismo lo peta el amor en La Voz. Y quien dice amor dice polvete conejero. Carlos Vives dijo de Rosario «¡Está buenísima, buenísima, muy buena». Carlos Vives estaba engorilado. No se podía ni sentar. Espero que a Rosario no se le caiga nada al suelo porque se puede llevar una sorpresa. Llega el amigo Vives y a partir de ahí comienzan a llamarla Rota-rio. Que pareja más bonita.

Montaje con Carlos Vives y Rosario (Fotos: Telecinco).

Montaje con Carlos Vives y Rosario (Fotos: Telecinco).

Ojo también a las gafas de Juan Magán. Son como ventanillas de la Estación Espacial Internacional. Con el plástico y el cristal que se usaron para esas gafas se podrían haber construído seis invernaderos en Almería.

DUELOS:

Silverio VS Luciano

El horterismo enfrentado. A mí me da vergüencita ajena cuando Silverio se pone flamenco y se intenta cerrar la chaqueta, que le queda dos tallas pequeña. La vergüenza alcanza su mayoría de edad cuando se da esos paseítos por el escenario como de estar apretando el culo para no cagarse.

Aún así Malú le prefirió al niño de la permanente azabache. Luciano lloró por su eliminación y dijo: «este es un lugar donde personas como yo podemos ser artistas y a los artistas podemos verlos como personas». Joder. Casi lloro yo también, maldita sea. Luego dejé de cortar cebollas y se me pasó.

Sandra vs Cristina.

Me molaron las medias rotas de Cristina. Porque no es que sean medias con unos rotos, es que son rotos con unas medias.

Sandra cantó mientras era poseída por el espíritu de Tina Turner que estuviera a su vez luchando por el control de Sandra con Celia Cruz. Acabada la canción sacó los músculos de los brazos como si hubiera cantado Hulk cabreado.

Madre mía que bíceps, le suelta una hostia a Stallone y tienen que ir a buscar sus dientes al último nivel de excavación de Atapuerca.

Vaya duelo de bichos, dijo Jesús Vázquez, que estaba pensando en Rosy de Palma y Falete peleándose por un trozo de Phosquitos. Orozco se quedó con Cristina.

Sandra contra Gonzalo.

«Es una lucha contra mí misma», dijo Sandra. La encontraron despeluchá e inflada a hostias en el baño. Se había peleado con ella misma. Había ganado el espejo.

Susana cantó ‘¡Toma ya, que bien, joder, por fin!’. Ah, no se llamaba Hallelujah, que en cristiano es Aleluya.

Nunca me deja de sorprender ver a Coti hablar. Es como si de repente cobrara vida el Ronald McDonald del aparcamiento de una hamburguesería y te contara como fue su infancia. Rosario se quedó con Sandra.

«Gonzalo tiene un corazón enorme», dijo tras su marcha Rosario, mientras gesticula como si con lo del tamaño no se estuviera refiriendo a su corazón, precisamente, sino a la hortaliza del amor.

Jaume contra Edu.

Jaume, que no es nada comercial ni nada de eso, cogió una canción de Jarabe de Palo, la de La Flaca. Dijo el hombre de la tarántula de patas largas anclada al cráneo que él es «ante todo cantante» y que no quería «hacer sólo reagge». Pero luego cantó La Flaca y parecía que estaba Bob Marley haciendo una versión. Es como si se estuviera atragantando con unos polvorones.

El caso es que Orozco se quedó con Jaume y su calamar en la cabeza.

Malú en un momento dado declaró: «Las voces de mi equipo traspasan«. No sabemos si quiere un equipo de cantantes o ponerse a hacer butrones en joyerías.

Xino vs Ivet.

¿Xino siempre llega tarde a las sesiones de peluquería? ¿Tiene que llevar ese pelo como de llevar con el casco puesto seis horas repartiendo pizzas?

«Busco artistas que te pellizquen los pezones«, dijo Rosario… ¿Que? Ah, no, no, dijo que pellizquen el alma, el alma. ¿En qué estaría yo pensando”.

Coti estaba lanzado. Habló más de un minuto seguido, echando el resto. Eso sí, para nada: «Me lavo las manos y le dejo la decisión a Rosario”, dijo.

Se quedaron con Ivet. Xino volverá al restaurante a hacer rollitos de primavera. El muchacho lloraba. «La gente que hace este programa es la mejor del mundo», dijo Xino, que no quiere ser pelota.

Y bueno, esas fueron las batallas más interesantes. Sí, imaginaos como fueron las aburridas…

Última noche de asaltos y la suerte estará echada en La Voz

Bueno, vamos con otro duelito más.

 Turno de Rosario. Sandra contra Gonzalo. «Es una lucha contra mí», dice Sandra. La encontraron despelchá e inflá a hostias en el baño. Se había peleado con ella misma.

Susana canta «¡Toma ya, que bien, joder!». Ah, no se llama Aleluya.

Nunca me deja de sorprender ver a Coti hablar. Es como si de repente cobrara vida el Ronald McDonald del aparcamiento de una hamburguesería.

Rosario se queda con Sandra. Sin embargo, ella se va puteada porque no lo ha dado todo en la actuación.

«Gonzalo tiene un corazón enorme», dice Rosario mientras gesticula como si no se estuviera refiriendo a su corazón, precisamente, sino a la hortaliza del amor.

Le toca a Orozco. Jaume contra Edu. Ojo, que Jaume se ha cogido una canción de Jarabe de Palo, la de La Flaca. Dice que Jaume que ante todo es cantante y que no quería hacer sólo reagge. Pero luego canta La Flaca y parece que está Bob Marley haciendo una versión.

Y canta él. Es como si se estuviera atragantando con unos polvorones.

Canta Eduardo. Ídolo de adolescentes.

El caso es que Orozco se queda con Jaume y su calamar en la cabeza.

Orozco ha acabado su equipo y ya solo le quedan los directos.

Le toca a Malú. Norykko contra Alba. Espero que se quede Alba. Más que nada porque estoy harto de tener que escribir Norykko. Me tensa.

Canta la mujer del nombre raro. Canta, en mi humilde opinión, dando gritos de vez en cuando. Así no. Parece que la están poniendo vacunas. Alba ha cantado mejor. Y el nombre sólo tiene cuatro letras. Así si.

Malú dice que se le ha cambiado todo. Se refiere a quién iba a elegir, pero también a la ropa interior.  Se queda con Alba.

Bisbal debe haber hecho apuestas y haber ganado, porque ha pegado un salto enorme y ha gritado ¡¡BIEEEEEEEEEEEN!!

Alba llora. Malú llora. Norykko pone cara de póker. «Hoy no me has transmitido», le dice Malú a Norykko, que debe ser que está sin guasáp.

«Las voces de mi equipo traspasan», dice Malú, que no sabemos si quiere un equipo de cantantes o ponerse a hacer butrones en joyerías.

Cantan dos Rosarios: Xino e Ivet. ¿Xino siempre llega tarde a las sesiones de peluquería? «Busco artistas que te pellizquen los pezones», dijo Rosario… ¿Que? Ah, no, no, dijo que pellizquen el alma, el alma. ¿En qué estaría yo pensando».

Xino canta bien, pero sosillo, como para cantar a la una de la mañana y criarle bostezos al personal. Ivet canta muy bien. Lo que pasa es que lleva un vestido de cuero y no me he podido fijar mucho en la canción…

Coti está lanzado. Está hablando más de un minuto seguido, echando el resto. «Me lavo las manos y le dejo la decisión a Rosario», dice, demostrando que se gana el sueldo.

Se quedan con Ivet. Xino vuelve al restaurante a hacer rollitos de primavera. El muchacho llora. Rosario intenta consolarle diciéndole que toda España le va a querer. «La gente que hace este programa es la mejor del mundo», dice Xino, que no quiere ser pelota.

Cierra el equipo de Bisbi: Dina contra Lydia.

Canta Dina. Está destrozando Somewhere Over the Rainbow. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Canta Lydia. Es una en su guirindés natal.

A Dina se le ha corrido el pintalabios y parece que se le estén cayendo mocos rosas. ¿Es que nadie se lo puede decir? Cabrones.

Cada vez que alguien le dice a Dina que no entiende como de ese cuerpo tan pequeño sale esa voz tan grande, dios mata a un gatito pegándole con un hada sin alas.

Bisbi se queda con Dina. Dina abraza a Jesús Vázquez y es como si un pitufo se abrazara a Gargamel.

Y se acabó lo que se daba, amigos. Recordaros que el miércoles tenemos la primera gala en directo…

¡Lo vemos juntos, como siempre!

Comienza una nueva gala de La Voz con posesiones y chupando limones

Empezamos.

¿Por qué le ponen a Tania Llasera pantaloncitos cortos como si fuera Mikey Mouse?

Vemos a Bisbi en un coche. No lleva cinturón. ¿Qué opinarán sus fans de que se juegue la vida así?

Tania nos ha enseñado ya tantas veces el plató, el estudio, los pasillos y las salas que creo que podría ir de noche e infiltrarme sin linterna ni nada.

«La voz es como un perro, tienes que tirar de ella para que esté donde tú quieres», le dijo una de las vocal coach (que son los que de verdad curran con los concursantes) a Sandra. La voz es como un perro. La de Rajoy es como un perro de aguas borracho.

Solazo, y el rastafari Jaume sale a la calle con un paraguas para que no le de el sol. Él dice que es rastafari, pero yo creo que es una Geisha con greñas. Melenas de una Geisha es la próxima peli que va a hacer.

Orozco dice que es fan de Aída. ¿He oído bien?

Malú dice que de descanso se queda en su casa.

Rosario dice que sus hijos escuchan todo tipo de música.

Bisbi dice que cuando está en un supermercado y oye una de sus canciones se va rápidamente o se esconde. Pobre, le da vergüenza.

Ahí está Jesús Vázquez. No es que lleve un traje de raya diplomática, es que se ha puesto un traje de raya de cónsul, embajador, cuerpo diplomático y servicios de inteligencia camuflados de agregados culturales. Madre, que rayas, son más gordas que un lomo embuchado.

Carlos Vives dice de Rosario «¡Está buenísima, buenísima, muy buena». Carlos Vives está engorilado. Espero que a Rosario no se le caiga nada al suelo porque se puede llevar una sorpresa.

Primer asalto: Silverio VS Luciano

No se puede ser más raro que estos dos. Ni más horteras, con esas camisas que se ponen que despertarían el apetito a una cabra.

Adivinad: Silverio ha elegido una canción española: A tu vera. Y Luciano Stand by Me. Para mi que acaba como el chaval de las vías de la peli. Ya sabéis.

A mi me da vergüencita ajena cuando Silverio se pone flamenco y se intenta cerrar la chaqueta, que le queda dos tallas pequeña. La vergüenza alcanza su mayoría de edad cuando se da esos paseítos por el escenario como de estar apretando el culo para no cagarse en el escenario.

Ojo a las gafas de Juan Magán. Son como escotillas de la Estación Espacial Internacional.

El caso es que Malú dice que se queda con Silverio porque es lo que le corre por las venas. Sí, es la única humana en el planeta que en lugar de tener eritrocitos tiene erisilveritos que le llevan el oxígeno y esas cosas.

Luciano llora, y dice «este es un lugar donde personas como yo podemos ser artistas y a los artistas podemos verlos como personas». Dios. Que le contraten para escribir culebrones.

Malú le invita a cantar con ella en cualquiera de sus conciertos. La vida es hermosa y emotiva a más no poder y si sacáis la lengua ahora mismo veréis que el aire sabe a caramelo.

Turno para el equipo de Orozco. Sandra contra Cristina.

Me molan las medias rotas de Cristina. Porque no es que sean medias con unos rotos, es que son rotos con unas medias.

Sandra ha sido poseída por el espíritu de Tina Turner que estuviera a su vez luchando por el control de Sandra con Celia Cruz. Acaba la canción sacando los músculos de los brazos como si hubiera cantado Hulk cabreado.

Me gusta más como lo está haciendo Cristina, aunque ponga caras como de estar chupando un limón.

Vaya duelo de bichos, dice Jesús Vázquez, que estaba pensando en Rosy de Palma y Falete peleándose por un trozo de Phosquitos.

«Yo me las llevaba las dos a mi casa», dice el picarón de Orozco, que finalmente se queda con Cristina.

«Cada día ha crecido más», dice Orozco mirando de abajo a arriba a Sandra, que le se saca una cabeza. Sandra es de la familia del gigante verde, al parecer. Sólo le falta vivir al final de la planta de las habichuelas mágicas.

Turno de Bisbi. Susana contra María.

 A María no le daba para un look completo, así que ha salido con media chaqueta de cuero y una falda de las de ir a bailar los domingos por la tarde a la discoteca del pueblo. Eso sí, la jodía canta muy bien.

 Canta Susana y Bisbi muestra los brazos para que veamos que se le han puesto los pelillos como para rallar queso.

«Nos hemos encontrado una batalla de grandes finalistas», dice Bisbal, y no sabemos si habla de María y Susana o de persas y griegos en Salamina.

El caso es que se queda con Susana. «Es una ganadora», dice Bisbi de María. No, Bisbi, no, es la que ha perdido.

CAMBIAMOS DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

La Voz, o cómo aburrir a la gente hasta pararle el corazón

Madre del amor hermoso y de la caridad cristiana de todos los santos. El mejor resumen que os puedo hacer de La Voz de ayer es que fue aburrida. Si no la visteis da igual que dedicarais ese tiempo a esculpir pelotillas de moco de vuestra abuela: aprovechasteis más el tiempo.

Bien es cierto que acabó a la una, lo que es de agradecer, porque a esa hora yo a estaba mirando el balcón como algo tentador.

Es que no se puede hacer una gala de tres horas en las que te pasas dos de ellas haciendo resúmenes de cosas que han pasado hace dos minutos y avances de cosas que pasarán dentro de uno. CANSA.

En fin, os cuento lo poco destacable que pasó.

En el capítulo de vestuario os diré que las tetas de Rosario me estaban poniendo tenso. La mujer iba embutida en un vestido de color chicle que le había prestado su sobrina de seis años. Parecía un chichle Boomer con trastornos alimenticios.

Pero lo peor eran las mamellas. Las mamellas no es que estuvieran tapadas, es que estaban amordazadas. Me dieron ganas de ponerme a escribir el remake de Liberad a Willy, pero con las tetas de Rosario de protagonistas. Algo así como Liberad a las tetillis.

Al final de la película las domingas saltarían por encima del vestido de Rosario y serían libres y correrían felices hasta el fin de los días o hasta que Rosario se las pudiera anudar como una bufanda.

Por otro lado, qué risas se tiene que echar el peluquero de Tania Llasera cuando cobra a final de mes por ponerle el pelo a la chiquilla como si hubiera tocado un cuadro de alta tensión mientras metía un pie en un charco… Llevaba la muchacha un peinado que no se hace con laca, se hace con andamio.

Acabamos este capítulo hablando de las gafas de Juan Magán. ¿Por qué saldría el chico disfrazado de azafata del Un, dos, tres…? Sólo le faltaba la calculadora y salir con un bañador viola ingles. Google va a sacar una nueva versión de sus conocidas gafas inspiradas en Juan Magán, se llamarán las Culovaso Glasess y sólo servirán para encender hogueras y quemar hormigas concentrando el sol.

En lo idiomático deciros que al elegir los concursantes pensé que oiríamos muchas más canciones en español. Pues oímos el mismo español que en un bautizo en Mongolia. La gente se empeña en cantar en inglés, lo que no tiene ningún futuro por ser ésta una lengua minoritaria. Si todavía me dijeras en latín…

Hablando en serio… no, es broma, yo nunca hablo en serio. Excepto cuando alabo los rizos de Bisbal. Entonces sí. Concluyendo, se agradecerían más canciones en español y sobre todo, más canciones conocidas.

En su defecto, agradecería canciones tipo hilo musical de restaurante chino, para que los del público no supieran si aplaudir o pedirse un rollito de primavera. Por cierto, ¿alguien ha probado los rollitos de otoño?

La de anoche fue una jornada de asaltos express, últimos asaltos y duelos. Eso era como el título de una película Chuck Norris. Yo no sabía de si estaban hablando de cantar o de meter a gente en furgonetas blancas y pedir un rescate.

Orozco es el coach que susurraba a los concursantes. De hecho, les susurra tanto que no sé ni como leches le oyen los consejos. Yo no sé si quiere guiarles en el mundo de la música o hipnotizarles para que se dejen poner la silla de montar.

ASALTOS

(Os comento jugadas, para descripciones detalladas podéis consultar los post de la gala en directo, aquí y acullá)

En el duelo Leyna vs Ainhoa Orozco se quedó con Ainhoa, pero tuvo palabras de consuelo para Leyna: «Yo robé a Leyna», dijo. De ahí a que entrara la Guardia Civil y se lo llevara al cuartelillo había unos dos minutos. «Leyna llegará hasta donde quiera llegar«, dijo después Orozco. Sí, bueno, eso siempre y cuando no la eche él de un concurso… ups.

Susana se echó a llorar cuando supo que se efrentaba a Darío, porque se acojonó. Pero luego se animó, porque durante un ensayo Bisbi se puso a menear la cadera como jubilado en barra libre de bodorrio mientras ella cantaba. Y eso anima a cualquiera. Aunque el rizos luego se quedara con Darío.

Y es que Darío cantaba y Bisbal abría la boca como si se lo quisiera trincar encima del escenario sin anticonceptivos ni nada. El éxtasis vino cuando Darío se puso a hacer una serie de grititos al final de la canción, así como de haberse pillado la picha con la cremallera.

«Darío ha cantado en español y gana mucho porque entendemos lo que canta«, dijo Rosario, que le hablas en inglés y le salen granos. En las reuniones de profesores de inglés hablan de Rosario como del Chupacabras. Rosariooooo se me apareció y me habló en españooooool, y así.

Bisbi se pasó la noche invitando a todos los que iba eliminando a cantar con él en algún concierto. O su próxima gira va a ser tipo coro o va a tener que dar conciertos en todos los pueblos de más de 500 habitantes que haya entre Cádiz y Moscú. En realidad yo creo que lo que hace es ahorrase un dinerillo en coristas.

Y llegó el momento surrealista de la noche con Jesús Vázquez intentando convencer a Punset de que comiera pan bimbo. Y Punset diciéndole: «¿Pero tienes pruebas?» como si en lugar de hablar de pan Jesús Vázquez le hubiera dicho que está embarazado de él.

Después de esto Punset se tiñe las canas y se pone a anunciar Just for Men.

No le perdonaré a Malú que eligiera a Janyssha antes que a Toñi. Sobre todo porque cada vez que escribo Janyssha se me disloca un dedo. «A mi me gustaría que esta mujer tuviera mucho camino por delante«, le dijo Malú a Trini, sin saber nosotros si quería que la mujer tenga una carrera musical o que se fuera andando a casa.

El duelo de ventrílocuos de Damon y Noelia fue de lo más interesante: Noelia (que ha salió vestida de menstruación) cantó una de Whitney Houston pero con la voz de Louis Armstrong. Damon cantó una de muy hombre pero con voz de Topo Gigio después de fumar ducados.

«La ópera a la gente le llama», dijo Alejandro al enfrentarse a Jordi. Sí, hijo sí, la ópera vacía estadios. Tu pones la Traviata un domingo con Madrid Barsa y por la mañana en el bar se habla de la Traviata.

Pero Bisbi se quedó con Jordi, traumando a Alejandro, que se quedó con la vista fija el horizonte como si la cosa no fuera con él. El último consejo de Bisbi fue «saluda, saluda al público». Lo que pasa es que Alejandro tenía las mismas ganas de saludar al público que de dejarse capar para hacer mejor los agudos.

«Brigitte se tiene que abrir en canal y darnos todo lo que tiene ahí porque siempre se queda a medias«, dijo Rosario, que parecía estar leyendo el guión de una peli porno.

Y poco más hubo amigos. Os acabo de ahorrar dos horas y cincuenta minutos.

Destruyendo ilusiones y catapultando gente en La Voz

ASÍ LO CONTAMOS EN DIRECTO. PUEDES VER EL RESUMEN AQUÍ.

Seguimos con los asaltos.

Bisbal invita a Susana a alguno de sus conciertos. Jesús Vázquez le dice que eso va  ser «David Bisbal and Friends». Ja ja ja. Si es que yo creo que lo que hace Bisbi es conseguir coristas gratis.

Turno de Malú.

Ha enfrentado en primer lugar a Trini con Janyssha. Trini ha elegido Lágrimas Negras. Temazo. Janyssha cantará Simply the Best, de Luis Bárcenas.

Janyssa ha cantado Simply de regulero.

Y me está jorobando, porque Trini está fuera de la canción, fuera de tempo, ella canta por un lado y la música va por otro. Está como acelerá y esta canción es para recrearse en la pena.

Malú se ha quedado como si la hubieran pillado con las manos en la masa. ¿En qué masa? Pues en una que no debiera haber tocado.

«Cuando te vi cantar el otro día… Janyssha te llamas, ¿no? me emocioné mucho», le dice Rosario a la muchacha. Sí, la madre que me parió, te emocionaste tanto que se te olvidó su nombre.

«El vozarrón que tiene Yaniya…», dice Coti, que luego va y la compara con Messi. Será que la muchacha defrauda a hacienda.

Y ahora vemos la surrealista escena de Jesús Vázquez convenciendo a Punset de que un pan de molde es muy natural y que tiene pruebas.

Volvemos con Malú, que dice estar muy afectada por tener que elegir, pero más cornadas da el hambre. Se queda con Janyssha. Mal hecho. Yo quería que la Trini ganara, joder.

«A mi me gustaría que esta mujer tuviera mucho camino por delante», le dice Malú a Trini, sin saber nosotros si quiere que la mujer tenga una carrera musical o que se vaya andando a casa.

Dos más de Orozco: Damon vs Noelia.

Canta Noelia, que ha salido vestida de menstruación. Está intentando cantar a Whitney Houston pero con la voz de Louis Armstrong.

Damon hace lo contrario, canta con voz de Topo Gigio después de fumar demasiado.

Orozco dice que ha visto nervios en ambos casos. Yo he visto dos cagarrutas hechas canción. Eso y las gafotas de azafata del Un, dos, tres… que se ha puesto Juan Magán.

Orozco se queda con Damon. Pues vaya. Yo prefería a Noelia Armstrong.

Ahora Orozco se dirige a la familia de Noelia. Dice que él trató de convencerla de que no hiciera esa canción… pero que tienen un diamante en la casa. Creo que ayer vio Aladdin y está aún impactado.

Vaaamos con Bisbi. Jordi vs Alejandro.

«La ópera a la gente le llama», dice Alejandro. Sí, vacía estadios la ópera.

Joe, Bisbal cuando te abraza nunca sabes si es por cariño o porque lleva un cuchillo en la mano y te lo va a hincar hasta el píloro.

Vamos allá. Alejandro canta Alegría de vivir. Lo que pasa es que la canta como si estuviera encaramado a la barandilla de un puente a punto de arrojarse al río. La está cantando demasiado monocorde. Y creo que desafinando.

Canta Jordi. Va a cantar Caruso. O sera, Jordi canta una canción que se llama Caruso, no que Caruso cante ‘Jordi’. Joder, que lío. Coño. El caso es que ha sido muy listo, porque es una canción muy conocida y muy de lucirse.

Esto de «es la decisión más difícil» empieza a ser ya cansino. Que sí, pesaos que sí, que es muy difícil porque todos son muy buenos y que si quieres arroz Catalina.

El caso es que Bisbi dice que se queda con… la publi. Con la puta publicidad.

Bueno y con Jordi. Como no podía ser de otra manera, también invita a Alejandro a sus conciertos. Orozco también le piropea, mientras, Alejandro mira al frente como si la cosa no fuera con él.

El último consejo de Bisbi es «saluda, saluda al público». Lo que pasa es que Alejandro tenía las mismas ganas de saludar al público que de dejarse capar para hacer mejor los agudos.

Dos más de Rosario. Brigitte contra María.

¿Sabéis qué? Que una mierda la gente iba a elegir más canciones en español. Aquí canta en guiri hasta el recepcionista.

Me están agobiando las domingas de Rosario. Es como ver a un gato metido en una botella, ahí, estrujao y sin poder moverse, deformado por la presión…

El caso es que Brigitte está cantando bien.

Canta María Amolategui que le ha molategui más cantar una en inglés.  Coooorrecta.

Jesús Vázquez les da las manos y antes de darle la suya, María se la seca en el pantalón.

El caso es que Rosario de queda con Brigitte. Pues a mi me caía mejor María, fíjate. «Brigitte se tiene que abrir en canal y darnos todo lo que tiene ahí porque siempre se queda a medias», dice Rosario, que parece que está doblando una peli porno.

De Malú se enfrentan Mandy y Martín.

Me vais a perdonar el localismo, pero me tienen hasta las pelotas de canciones en inglés.

Mandy ha salido al escenario vestida como Dorotty yendo a misa en la ciudad Esmeralda. La muchacha ha acabado la canción llorando. Yo creo que para que a Malú se le enternezca el corazón.

Martín canta de nuevo. Pero a mi me deja más frío que las rejillas del congelador de una nevera vieja. Hala, hala, acaba la canción haciendo unos gallos que podrían preñar a una gallina.

María Lucía Sánchez Benítez, más conocida por Malú se queda con Mandy. Mandy se pone a llorar como si le hubieran dicho que a su perro lo ha violado el Yeti.

Y se acabó lo que se daba, amigos.

Mañana, como siempre, resumen del pestiño.