El tiempo se divide en horas debido al sistema sexagesimal desarrollado por las antiguas civilizaciones egipcia y babilónica. Estos pueblos usaron el número 60 como base para dividir el día en 24 horas, cada hora en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos.
El sistema sexagesimal fue utilizado por los egipcios y los babilonios debido a su conveniencia y simplicidad. Les permitió medir el tiempo y la circunferencia de manera precisa y subdividir cómodamente la circunferencia, cada grado u hora.
Los babilonios también utilizaban el número 60 multiplicado por cinco (el número de planetas conocidos en ese momento) por 12 (el número de meses en un año) para obtener 360, el número de grados en una circunferencia. Este sistema de medición del tiempo se adoptó por otras culturas, como los griegos y los romanos, y se convirtió en el sistema de medición del tiempo estándar en todo el mundo.
Aunque la hora se convirtió en una unidad de tiempo común en muchas culturas, el minuto no se utilizó hasta el siglo XIII. Con la invención de los relojes mecánicos en el siglo XVI, el uso del minuto se generalizó y se convirtió en una parte integral de la medición del tiempo.
Fuente de la imagen: rberteig (Flickr)
