‘El exiliado’, un viaje al frío y duro mundo de los vikingos en formato cómic

Por Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook,  Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.

Desde el principio de esta sección siempre he tenido ganas de comentar algún cómic sobre vikingos. Creo que hablar de ellos siempre puede ser atractivo para el público en general. Estamos viviendo unos momentos en el que los vikingos están de moda. Películas como El hombre del norte (2022), series de televisión como Vikingos o The Last Kingdom, novelas como Lordemano (2021) de José Zoilo o la saga de Sajones, vikingos y normandos de Bernard Cornwell son algunos de los muchos productos de éxito sobre esta temática que nos está dejando el mercado.

Debo de reconocer que en mi imaginario cinematográfico ha estado siempre presente la película del Guerrero nº13 (1999) del director John Mc Tiernan. También son muchos los cómics sobre estos temidos hombres del norte los que he leído a lo largo de los años. Series como Thorgal, Ashlak o Hel’Blar son algunos de los títulos con los que he disfrutado mucho. El problema estaba en que la mayoría de ellos contienen normalmente una gran dosis de fantasía, mitología, monstruos y demás elementos que la verdad eran muy difícil de encajar en nuestro apartado. Aunque es verdad que en algún futuro momento de debilidad seguro que escribiré sobre alguno.

Está claro que los guionistas y dibujantes están bastante seducidos por estos vikingos más de fantasía que de corte histórico. Por ello cuando cayó en mis manos el recién publicado cómic de El exiliado publicado por la editorial Cartem cómics, me vi obligado a dedicarle un artículo.

Cartem Cómics es una editorial de reciente aparición a la que ya le dedicamos un artículo sobre el titulo Los Mimbreños en el mes de marzo

El exiliado

El cómic que vamos a comentar está realizado en su totalidad por el artista holandés Erik Kriek. Es un autor que cuenta con un gran reconocimiento a nivel internacional. Aunque en España, el mismo reconoce que no es muy conocido. El exiliado se publicó por primera vez en 2019

La idea de este cómic, comenta en alguna entrevista que ha ofrecido a medios, era realizar una especie de mezcla entre el western contemporáneo y vikingos. Ya que ambos géneros tienen en común que se sitúan en fronteras lejanas y familias que normalmente están bastante aisladas. Esto le permitiría abordar la historia desde un punto de vista diferente.

Kriek nos cuenta que todas las familias que aparecen en esta historia surgen de su imaginación, aunque algunos personajes secundarios se basan en personajes que han existido en la realidad, como Unn la Sabia y el sacerdote Thangbrand. Confiesa que no ha respetado totalmente los hechos históricos ya que entonces no hubiera podido desarrollar la historia que nos quería contar.

Al principio de la obra el autor también nos habla un poco de las fuentes que ha manejado e intenta poner un poco en contexto al lector. Se agradece bastante que por parte del autor exista esa preocupación y avise de ciertos matices que aunque no afecten y sean importantes para la historia que nos va a contar, siempre viene bien para contextualizar.

Los historiadores consideran que la época vikinga comienza con el saqueo del monasterio de Lindisfarne, en el año 793, en lo que ahora es el norte de Inglaterra. Termina con la invasión de la Inglaterra sajona por Guillermo el Conquistador en 1066. Este periodo ha sido muy documentado; sin embargo, la mayoría de los testimonios que nos han llegado están escritos por las víctimas de los saqueos. Se dispone de muy pocas fuentes de los propios vikingos, aunque la literatura islandesa contiene muchos textos sobre este tema. Las obras más antiguas que han sobrevivido datan del siglo XIII y aunque sus autores son cristianos, han demostrado un gran respeto por la historia pagana de sus antepasados.

La trama del cómic nos llevará entonces a la isla de Islandia en el siglo X d.C. En el cómic se desarrolla una historia coral que refleja las pulsiones e instintos humanos más universales. Para ello viajaremos al norte de lo que hoy es Europa en donde se vivía en condiciones de vida extremas.

Hallstein es un guerrero vikingo que regresa a casa después de haber sido exiliado por un periodo de siete años. Su exilio se produjo debido al asesinato cuasi accidental de su mejor amigo. Su vuelta a casa no será bien recibida por todo el mundo y muchos de los que le rodean creen que es un buen momento para vengarse de lo ocurrido.

Con este eje como trama principal, iremos conociendo a los diferentes personajes femeninos y masculinos que conformarán una historia llena de venganza y violencia. Esta espiral envolverá a un Hallstein que solamente busca la paz y el descanso después de pasar muchos años guerreando. La verdad es que os daréis cuenta que efectivamente la trama nos puede recordar mucho a un western.

Parece, no soy un experto en el tema, que tanto la ambientación, la indumentaria, utillaje, construcciones, etc. que aparecen a lo largo del cómic son bastante rigurosas. Lo he notado sobre todo en personajes secundarios, escenas costumbristas y en los barcos. Parece que se acercan bastante a las imágenes y reconstrucciones que he podido observar en bastantes ensayos históricos.

El estilo gráfico de Kriek es quizás aún más sobresaliente que la propia trama. La maravillosa portada del cómic es toda una declaración de intenciones de lo que vamos a encontrar en su interior. Su dibujo singular utilizando una paleta muy limitada de colores (blanco, rojo, azul y negro) nos generó una sensación de frio, dureza y aislamiento que encaja perfectamente con la historia y la época que estamos leyendo. Realmente cada página merece pararse unos segundos para disfrutar incluso de algunos paisajes que están resueltos con maestría a pesar de la paleta de colores tan pobre que hemos comentado.

Brillante también la presentación y el uso de los diferentes colores para diferenciarnos hechos pasados, presentes e incluso sueños de nuestro protagonista. De manera que sin mencionarlo reconocemos en qué dimensión nos estamos moviendo.

El sentimiento, una vez terminada la obra, evitando desvelar nada, es de frío. Un mundo muy frío en el que la vida vale muy poco y las personas son capaces de sacar de dentro lo mejor y lo peor de ellos mismos. Hallstein cumplió su condena y pasó frío durante siete años deseando volver a su Islandia natal. Pero ni aun así consigue desprenderse del frío que le atenaza y atenazará al lector durante su lectura.

Una obra de vikingos en la que el lector no debe esperar encontrar grandes gestas y batallas. Encontrará una historia diferente que seguramente la mayoría de los autores que quieren trabajar con este contexto histórico no escogerían. Por ello considero que ha sido una lectura entretenida, a veces sorprendente y con un dibujo sobresaliente.

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