Napoleón en Egipto, Javier Sierra y lo esotérico: así es la adaptación al cómic de ‘La pirámide inmortal’

Por Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook,  Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.

Hace cuestión de pocas semanas apareció por parte de Norma Editorial la adaptación al cómic de la novela La pirámide inmortal del escritor Javier Sierra.

Aunque parezca mentira, hasta el día de hoy no había leído absolutamente ninguna obra de este autor. Evidentemente sí que conocía sus obras, trayectoria y había leído algunos artículos. Pero no me había decidido nunca a empezar a leer una novela suya. Quizás se deba a que no hemos podido contar con su presencia hasta el momento en el Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda, por lo que no me he sentido obligado, como me ocurre en determinadas ocasiones, a leerme un par de obras de autores que aún no he leído y participan en el evento.

Coincidiendo con la salida del cómic me propuse a mí mismo que podía ser interesante, como hicimos con la novela de La sombra del águila, de Pérez-Reverte, leer la obra al mismo tiempo que el cómic y hacer una comparativa.

Puse en marcha el operativo pertinente. Avisé a mi librero de confianza para que pidiera el libro. Norma Editorial también me facilitó el cómic, y, en cuestión de poco más de un mes tras su lectura, he podido generarme una opinión al respecto.

La novela

 

He de decir que el planteamiento inicial de la novela La pirámide inmortal me atrajo muchísimo. En primer lugar porque toca la época napoleónica que es una etapa que se encuentra entre mis preferidas. En segundo lugar, el puntito de misterio que añadía la sinopsis, me parecía fantástico.

Agosto de 1799. Un hombre ha quedado atrapado en el interior de la Gran Pirámide y se debate entre la vida y la muerte. Es el joven general Napoleón Bonaparte. En este lugar, aislado bajo toneladas de piedra, está a punto de serle revelado un secreto ancestral que alterará para siempre su destino. Alquimistas, hechiceros, bailarinas egipcias, viejos maestros descendidos de las montañas y grandes personajes históricos competirán con él en la búsqueda del tesoro más preciado: La fórmula de la vida eterna.

Con este arranque me decidí a sumergirme en su lectura de lo que la propia página de la editorial denomina una novela histórica y de misterios históricos (me ha gustado mucho esta palabra).

La pirámide inmortal (2002) fue la tercera novela que publicó Javier Sierra. En 2014 parece ser que le dio una vuelta a la obra y la reescribió de nuevo, apareciendo una nueva edición.

He de decir que la novela aprovecha un hecho histórico para construir toda una trama que intenta explicarnos el motivo por el cual Napoleón decide encerrarse solo durante una noche en la gran pirámide de Giza. Hecho que aconteció realmente durante su campaña en Egipto (1798-1801) con la que pretendía dar un golpe a sus enemigos británicos cortándoles el paso hacia la India. La expedición fue un fracaso. Pero muchos expertos comentan que propició el redescubrimiento de las maravillas faraónicas.

Desde mi punto de vista, era un gran marco para habernos sumergido y, además, haber podido fantasear al respecto. Pero finalmente lo mágico y lo esotérico acaban inundándolo todo y quitándole quizás todo el protagonismo a esta campaña tan interesante. Es verdad que se nos describen acontecimientos y sucesos, pero como lector me hubiera gustado un poquito más. Al final creo que la obra se posiciona mucho más en lo mágico que en lo histórico. En algún momento estaba con la sensación de estar leyendo una obra de Harry Potter. El que se nombre al Conde de Saint Germain, Nicolas Flamel, Jesus de Nazaret y muchos otros no son cosas que me molesten. Todo lo contrario. Me encantan esos temas y aportan a la historia y al juego que quiere crear el autor. Pero el que usando magia puedas matar a una persona o crear barreras mágicas de rechazo, ya me saca más de lo que estoy leyendo. Eso es probablemente lo que ha producido que la novela no me encaje del todo. Pudiendo haber sido una gran novela de aventuras, finalmente lo esotérico y lo mágico acaba empachando y retorciendo la lectura y la trama hasta el punto de que uno, si no está muy atento, se puede perder.

De todas formas, soy consciente de que probablemente este sea el estilo del autor y un elemento que sus seguidores valoran positivamente. Aunque tendría que leer otras obras de Javier Sierra para poder desarrollar más esta opinión.

El cómic

El cómic en gran medida es bastante fiel a la novela. Para el proyecto Norma Editorial quiso contar con un dibujante ya bastante fogueado en estas lides como es Dalmases. Si recordáis no hace mucho también comentamos su adaptación de la novela Victus.

Es un autor que hace un dibujo bastante cómodo a la vista, que es difícil que a algún lector no le guste. No arriesga tampoco en las composiciones y eso hace que la lectura sea también bastante fluida.

Por otro lado, el guionista que ha estado a cargo de la adaptación de la novela es Salva Rubio. Que sigo pensando que no es un habitual del cómic.  Como ya he dicho anteriormente estos proyectos siguen teniendo, desde mi punto de vista, un público objetivo e incondicional que son los propios seguidores del escritor.

En el guion sí que he notado más riesgo, al contrario de la novela en la que continuamente tenemos saltos en el tiempo hacia adelante y hacia atrás. Rubio ha querido ordenar el cómic de manera cronológica casi en su totalidad. Por lo que la historia arranca desde 1795 y la Revolución Francesa y va avanzando hasta llevarnos a la campaña de Egipto.

También hay bastantes diálogos y párrafos que aparecen exactamente igual que en la novela. Quizás ha sido más evidente para mí por haber leído la adaptación apenas terminé la novela.

Con respecto a la forma de representar a los personajes, me ha parecido bastante lograda. Se podían acercar bastante a lo que iba imaginando en mi mente. Quitando los sabios azules que me han parecido más la representación de un hechicero de Dragones y Mazmorras que de lo que visualicé mentalmente. Paisajes, uniformes y ambientación bastante correcta.

Realmente tenemos que decir que la adaptación al cómic quizás pueda ser más divertida y entretenida para la mayoría de los lectores. Al contrario de la novela, la trama es más ágil y directa, no tan rebuscada y con tanta profundidad esotérica. Además, todas las pequeñas imágenes y reproducciones de cartas o jeroglíficos que nos muestra la novela, también aparecen integradas en las propias viñetas, elemento que sí que me ha gustado a la hora de leer la novela ya que me provocaba una pausa para fijarme bien en lo que se contaba en el texto.

Tengo que destacar, como siempre, y en esto Norma Editorial sabe hacerlo muy bien, que el cómic contenga un dossier final con entrevistas e información sobre los autores, hechos históricos. Información fundamental y muy de agradecer. Me hubiera encantando que la novela lo hubiera tenido al final. Más que nada por saciar algunos aspectos de la curiosidad sobre algunos temas que sentimos los lectores

La verdad es que me gustaría poder tener a algún seguidor del autor al lado para que me diese su opinión cuando escribo este tipo de artículos.

De lo que sí tengo la sensación es que este tipo de proyecto va a funcionar bastante bien y no me extrañaría nada que alguna otra obra de Javier Sierra también se adapte al cómic. Seguramente serán los números los que manden. El tiempo nos dirá.

¿Y vosotros, qué opináis?

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