Ocho grandes novelas para adentrarse en la literatura de espías

Fotograma de la película ‘El tercer hombre’

Comentaba en este espacio la semana pasada las jornadas Letras y espías, que se celebrarán próximamente en Madrid. Aunque espías los ha habido desde siempre, el siglo XX supuso la exposición popular definitiva de esta profesión que siempre ha circulado entre sombras. Su importancia histórica en los sucesos -desde la Primera Guerra Mundial, pasando por la Segunda, la Guerra Fría y hasta llegar a la Guerra contra el Terror ya bien entrados en el XXI- y su visibilidad mediática tuvieron buena culpa, pero fue sobre todo la ficción, la literaria y audiovisual, la que catapultó a este gremio oculto al imaginario popular mundial. El género de espías, desde una perspectiva histórica, resulta imprescindible para entender literariamente el siglo XX y, a buen seguro, también lo será del XXI.

Hoy en día el género vive un momento de transición: los grandes maestros que nos adentraron en las entrañas secretas de la Guerra Fría y su final tras los pasos de los precursores como Graham Greene apuran sus últimas historias (aunque se resistan al retiro: John Le Carré publicó su última novela en 2018 y el inferior, pero efectivo, Frederick Forsyth acaba de lanzar una nueva en España) y llama a la puerta una nueva generación de escritores prestos a ocupar su lugar –Cumming, Silva, Herron…-. Los lectores aprovechamos este dulce momento de convivencia entre los clásicos y los valores ascendentes.

Pregunto a tres participantes en las jornadas literarias antes mencionadas sobre sus novelas de espías favoritas.

El escritor y ensayista Fernando Martínez Laínez explica que considera «el género altamente cotizado en Europa», aunque «en España, sin embargo, camina todavía con paso lento».  Y me lanza sus tres títulos… «El topo, de John Le Carré; El tercer hombre, de Graham Greene y La trilogía de Berlín -compuesta por El juego de Berlín, El set de México y El partido de Londres-, de Len Deighton».

«Las considero tres obras maestras de la narrativa de espías», asegura y me desgrana. «El topo es quizá la novela más verdadera y explicativa de la Guerra Fría, y un retrato no solo de los servicios de espionaje británicos, sino también de las ideologías que le dieron forma y configuraron el mundo actual. El  tercer hombre es una visión cruda y muy realista del vacío centroeuropeo tras la II Guerra Mundial. La novela nos presenta un mundo devastado, en ruinas, donde el engaño y la delincuencia parecen  condiciones necesaria para sobrevivir. Por último, La Trilogía de Berlín participa de muchas de las cualidades de las novelas de Le Carré, y componen un cuadro inexcusable para entender los mecanismos del enfrentamiento entre los bloques occidental y soviético. El estilo de Deighton, incisivo y ágil, con el acertado cambio de escenarios y unos personajes muy sólidos, hacen de estas novelas un modelo de narrativa de espionaje».

Por su parte, el escritor José Luis Caballero, alma de estas jornadas que deseaba con ellas «independizar la novela de espías de la novela negra», como explica en su web, con un evento inspirado en la Edimburg Spy Week, me manda sus tres títulos, recordando con ellos que estas primeras jornadas son un homenaje a John Le Carré: en efecto incluye dos títulos de del exespía inglés, Un espía perfecto y El jardinero fiel; y El fantasma de Harlot, de Norman Mailer.

Por último recurro, al periodista y crítico literario, director de Todo Literatura, Javier Velasco, que también participará en el evento. Gran conocedor de lo que se cuece en el sector editorial, Velasco se inclina por recomendar dos novelas aparecidas en 2018 y que considera fundamentales. Además, cita a un autor español.

«El maestro John Le Carré», me cuenta,  «nos sorprendió a comienzos de año con El legado de los espías una novela que parte de dos de sus obras más significativas: El espía que surgió del frío y El Topo. El maestro ha urdido una única trama basada en sus dos obras, regresando al terreno donde mejor se desenvuelve: la amoralidad y la traición consustanciales a los servicios secretos. Su nueva novela es una revisión del tema de la guerra fría vista desde una perspectiva actual, después de haber pasado treinta años de la caída del muro de Berlín».

Por otro lado, «Todo lo mejor es la sorprendente novela del escritor vallisoletano César Pérez Gellida. Se desarrolla en Berlín en el año 1980, justo en el comienzo del periodo de la desaparición de la antigua Unión Soviética que se produciría diez años después. La KGB soviética y la STASI, servicio de inteligencia de la desaparecida Alemania del Este, tratan de apuntalar un sistema que comenzaba a resquebrajarse. El escritor español urde una asombrosa trama de espionaje donde el Telón de Acero se encuentra entre dos realidades diametralmente opuestas».

Me cuenta Velasco que «ambas novelas son un homenaje a la capital mundial de espionaje: Berlín. Algo, desgraciadamente, ya pasado después de la caída de su muro. Estas dos novelas nos recuerdan esa edad de oro del espionaje a la que añoramos».

Y vosotros, ¿qué novelas de espías son vuestras favoritas?

1 comentario

  1. Dice ser Casandra

    El puño de Dios (“The Fist of God”, título original en inglés) es una novela de Frederick Forsyth publicada en 1994. Mezcla hechos reales con ficción en una historia de la primera Guerra del Golfo en una carrera para descubrir una arma secreta de Saddam Hussein de nombre clave «Puño de Dios»

    30 enero 2019 | 13:10

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