‘Imperiofobia y leyenda negra’: su autora María Elvira Roca Barea responde a la crítica de Esteban Mira Caballos

Detalle de la portada de ‘Imperiofobia y Leyenda Negra’.

Hace unas semanas el doctor en Historia de América, Esteban Mira Caballos, publicó en este espacio un análisis del exitoso Imperiofobia y leyenda negra (Siruela, 2016) de la profesora María Elvira Roca, titulado «medias mentiras, y medias verdades». Tras leerlo, esta filóloga (que trabajó en el CSIC y enseñó en Harvard) contactó para pedir su derecho a réplica con el texto que hoy publicamos. En XX Siglos, estamos encantados de fomentar el debate.

La autora, por cierto, impartirá una conferencia el próximo miércoles en el Instituto Cervantes de Madrid con el título: Hispanidad con futuro.


Contestación a la reseña de D.Esteban Mira Caballos al libro ‘Imperiofobia y leyenda negra’

Por María Elvira Roca Barea 

El profesor Mira Caballos dedica un larguísimo comentario a mi libro Imperiofobia y leyenda negra. No contestaré a todos y cada uno de los puntos que desarrolla porque para eso hace falta un largo entrenamiento en el rencor académico del que carezco por completo.

El título de la reseña es ya de por sí casi un desliz freudiano de lo que se puede encontrar en ella. Comienza diciendo que mi trabajo “sostiene que la crisis económica actual y el incremento de la deuda pública española no se ha debido tanto a la crisis internacional o a la mala gestión de los sucesivos gobiernos españoles como a la ¡leyenda negra!, al incrementar sin causa aparente la prima de riesgo”. Nada más lejos de la realidad. El capítulo dedicado a la deuda pretende demostrar que los problemas de endeudamiento excesivo han sido una constante en la historia de Europa, como demuestran los casos de Alemania o Gran Bretaña, pero que solo cuando dichos problemas se han presentado en naciones no protestantes se ha desatado una campaña de insultos y difamaciones (PIG’S) que quiere demostrar que existe una inferioridad moral, una incapacidad casi congénita que explica la mala gestión del dinero. Ante los mismos problemas el castigo internacional que han recibido las naciones del sur es incomparablemente mayor. Y eso en la pasada crisis de la deuda soberana ha afectado a España de manera muy especial, por la historia negra que arrastra tras de sí, pero también, por ejemplo, a griegos e italianos.

Utiliza para referirse a mi trabajo expresiones y vocablos totalmente inadecuados: “se ensaña”, “trata de ridiculizar”… a distintos historiadores. Jamás he empleado argumentos ad hominem. Ese es su estilo, no el mío. Es Vd. quien escribe: “¡Increíble que esto lo haya podido escribir una persona medianamente sensata!”. Yo no. He discutido con argumentos planteamientos históricos habitualmente aceptados que han construido una versión de la historia de España que ha ayudado muchísimo a envenenar el presente y que amenaza seriamente su futuro. La discrepancia argumentada es lo normal entre los que creemos en la libertad de pensamiento.

Así comienza su comentario y termina concluyendo que el libro ha sido escrito “al servicio de una ideología muy concreta”. Sin duda por eso el exvicepresidente del gobierno socialista Alfonso Guerra escribió en relación a los problemas que acucian a nuestro país: “si quieren verlo con mayor claridad, lean, por favor, el extraordinario libro de María Elvira Roca Barea Imperiofobia y leyenda negra” (Revista Tiempo, 6 de septiembre de 2017).

La ideología a la que sirvo sin titubeos es la de una España unida y hasta mejorada con un brillante porvenir, con todas sus izquierdas y sus derechas dentro, conviviendo y discutiendo en un régimen democrático fuerte y consolidado. Sin duda esa es la ideología a la que yo sirvo. No sé si el profesor Mira Caballos sabe cuál es la suya y a quién sirve, pero si para él la unidad de España y su futuro son un asunto de ideologías, entonces, creo que está todo dicho.

 

4 comentarios

  1. Dice ser Caradoc

    Que el autor del blog ceda espacio a las dos posturas del debate dice mucho (mucho bueno, se entiende) de él.En cuanto a la respuesta de la autora del libro, resulta algo escueta y parece que el crítico tenga más argumentos que ella. Imagino que Roca se ha guardado cosas, pero una defensa más detallada no estaría mal. Asímismo, creo recordar que el crítico tenía una visión de la Historia más «en el término medio». Creo que hay que alejarse de la «Leyenda negra» del genocidio y la España malvada y ultracatólica con deseos de dominar el mundo, pero también hay que alejarse de esa «Leyenda Rosa» que tanta fuerza cobra en redes sociales (no hubo ningún abuso en América, les dimos cultura, la monarquía hispánica tenía unos objetivos 100% puros, no enriquecerse a costa de los nativos, peores han sido británicos y holandeses, etc). Coincido con la autora en el tema de los PIGS, pero hay que recordar que esto no es exclusivo de los ingleses. En España, las comunidades del Norte suelen ver a las del Sur (Andalucía especialmente) como más retrasadas e inferiores, lo mismo que la sociedad de nuestro país, en muchos aspectos, sigue mirando a los inmigrantes de Sudamérica un poco por encima del hombre. El prejuicio Norte-Sur es universal, y en esto España es víctima y victimario.

    06 octubre 2017 | 09:25

  2. Dice ser Luis Martinez

    Llevo más de 15 libros publicados. He leído críticas de toda laya y condición pero nunca se me ha ocurrido contestar al critico. Es más, no conozco a ningún autor relevante que lo.haga. En el siguiente número de «Clarín» aparecerà -espero- una crítica mía de su libro. Espero que le guste.

    06 octubre 2017 | 16:40

  3. Dice ser salvador sánchez pardo

    He leído el libro «Imperiofobia y leyenda negra» y no he visto la leyenda rosa por ninguna parte. He leído el comentario de Mira Caballos y he visto la envidia paseándose entre sus líneas. Así de sencillo y así de lamentable.

    07 octubre 2017 | 12:07

  4. Dice ser Guillermo Figueroa

    Es una grave confusión de la autora igualar o agrupar «las naciones del Sur» incluyendo a la España, olvidando o pretendiendo hacer olvidar que fue COLONIALISTA de los siglos XVI al XIX , así como el siglo XX (Cuba y Marruecos) con las víctimas de su colonialismo y de otros colonialismos (eufemísticamente, se las llama el Sur). El atraso de España respecto a Europa del Norte no se debió a ser víctima del colonialismo, sino al redomado feudalismo defendido hasta el régimen de Franco. Y los abusos del capital internacional no tienen que ver con lo que llama «leyenda negra», sino con el hecho de ser un país más débil que los abusadores. Es decir, la soga se rompe por lo más delgado. No por razones ideológicas sino simplemente por la lógica del sistema capitalista internacional

    Y si se trata de mala fama, la mala fama (que no toca al pueblo español sino a la monarquía y sus bases sociales) es compartida también por Inglaterra (que colonizó India, Australia, etc.). Francia, (que colonizó Marruecos y otros), Portugal, (colonizó Brasil) Bélgica y otros. ¡Es increíble que una historiadora no sepa distinguir periodos, sistemas sociales, víctimas y victimarios!

    EL COLONIALISMO ES UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD, UN CRIMEN SIN ATENUANTES, QUIEN SEA QUE LO PRACTIQUE

    No es «leyenda negra», sino VERDAD HISTÓRICA: 1) La invasión y dominación, 2) El robo masivo (saqueo) del oro, plata, piedras preciosas y alimentos de las culturas originarias 3) La destrucción de la libertad y la culturas de Abya Yala (América). 4) La terrible opresión y explotación de las etnias del Nuevo Mundo,

    1) INVASIÓN.- ¿Las culturas americanas les pidieron su presencia? NO. Entonces, ¿a qué vinieron? ¿El Papa les hizo «legítima donación de América»? Pero ¿quiénes eran y qué autoridad tenían ni la Iglesia ni el Papa para donar el territorio habitado y trabajado por las culturas originarias? ¿Qué derecho tenían a destruir los Estados americanos e imponer su propio poder y tiranía?

    Hubieran sido bienvenidos –y nadie les hubiera acusado de invasión– si hubieran venido A COMERCIAR. obedeciendo –como hace todo buen comerciante– las leyes y costumbres del lugar. Y sabemos que las culturas americanas sabían comerciar. Y sabemos que muchas culturas de la antigüedad europea y asiática se relacionaban entre sí por el comercio. Pero los invasores –y aquí hay que considerar también a los anglosajones, portugueses y otros– vinieron a robar y explotar. Y eso es lo que hicieron.

    2) EL SAQUEO.- ¿Acaso no se llevaron el rescate de Atawallpa y luego lo saqueado de numerosos templos andinos? ¿Y qué comían en sus prolongadas guerras y expediciones? ¿Acaso habían sembrado y cosechado? NO. Robaron e impusieron trabajo gratuito (mita) y tributos en tierra ajena y sobre pueblos que no les debíamos nada y nada les habíamos hecho.

    3) DESTRUCCIÓN DE LAS CULTURAS ORIGINARIAS.- Este crimen se intenta justificar con el pretexto de la «evangelización», lo que constituye una falsificación pues en ningún momento Jesucristo ordenó o insinuó conquistar pueblos a sangre y fuego, sino mediante el amor, la palabra y el buen ejemplo. Por algo el Vaticano, a partir del Concilio Vaticano II, ha pedido perdón a la humanidad por los crímenes cometidos en la «evangelización de América». ¿Acaso los invasores no impusieron penas contra los nativos que siguieron practicando sus antiguas religiones? Acaso los supuestos «evangelizadores» coloniales no organizaron instituciones terribles como la Inquisición y la «Extirpación de Idolatrías»? ¿Acaso no prohibieron los takis (canto con baile), la chicha, la algarroba y hasta los perros nativos (viringos)?

    4) Sobre la explotación y opresión, hablan los resultados: la población que –bajo las culturas originarias– venía creciendo, con la invasión descendió de 10 a sólo un millón hasta 1602. Catástrofe pocas veces vista en el mundo y no sólo atribuible a las enfermedades (y aún en ese caso también son culpables los invasores). (Ver el libro de Noble David Cook).

    Y resulta CINISMO referirse a la letra de algunas leyes de «protección de los indios», Porque: a) A la vez, se impusieron otras leyes que autorizaban la explotación como las que establecieron el tributo, la mita, el «quinto real», «el diezmo», las haciendas, los corregimientos y las reducciones. b) Es conocido el dicho colonial «la ley se acata pero no se cumple». Además, las «Nuevas Leyes» fueron derogadas a consecuencia del levantamiento de los encomenderos encabezados por Gonzalo Pizarro (que llegó a dominar desde Panamá hasta Chile). Asimismo, cínicamente los invasores crearon el principio «hecha la ley, hecha la trampa». .

    12 octubre 2017 | 09:13

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