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Entradas etiquetadas como ‘madres’

Mujeres invisibles en la sociedad occidental

Por Francisco Javier Sotés Gil

Mujeres trabajando en un mercado de Etiopía (Gtres).

Mujeres trabajando en un mercado de Etiopía (Gtres).

Próximamente celebraremos el Día de la Madre. Hace poco celebramos el Día de la Mujer Trabajadora, de la empresa, de las fábricas, de los almacenes, la del trabajo agrícola, la de las instituciones, también como trabajadora ama de casa, y en ocasiones fuera de ella, a no ser que el marido sea entonces el trabajador que la sustituye.

Me agradaría también celebrar el día de la mujer africana trabajadora, incansable en su trabajo, algo invisible para las sociedades occidentales. Sí, las hemos visto en algún reportaje televisivo y en crónicas de prensa, mediante los que intuimos que van a coger agua a distancias largas desde sus miserables chozas, e incluso cargadas con su bebé a su espalda.

Viven en una pobreza extrema en un medio rural y a veces selvático, se encargan de todas las tareas domésticas, y en ocasiones también del huerto familiar si es que existe, obteniendo así algún pequeño ingreso. Muchas son obligadas a casarse con un marido impuesto, siendo niñas o adolescentes. Quizás hayan sufrido algún episodio de violencia de género o violación, secuestradas por algún energúmeno, o sufriendo penalidades en un conflicto armado.

Estas mujeres africanas son madres en condiciones paupérrimas y se les mueren en bastantes casos sus bebés, o directamente nacen muertos, e incluso ellas mueren.

La mujer africana tiene un papel fundamental como en el resto del mundo y no es valorado ni reconocido, influyendo en ello las tensiones producidas entre el choque de las leyes tradicionales y las legislaciones formales que puedan reconocer sus derechos.

 

Apostar por una sociedad de máximos

Por María Ángeles Altozano

Microcrédito, microbio, micromachine, microtia… De los términos micro que imperan en esta sociedad tan de mínimos, el último es con el que me familiaricé hace un año. Mi hijo nació con microtia. Es decir, sin una oreja. Una malformación que solo afecta a 1 de cada 5.000 bebés.

Una persona con microtia. (ARCHIVO)

Una persona con microtia. (ARCHIVO)

Rara vez se acerca uno a las enfermedades raras si no le toca de cerca. Así ha sido como he tenido la oportunidad de conocer a otros niños y niñas como mi hijo; preciosos, risueños y encantadores pero sin una oreja. Ha sido gracias a la Asociación de Microtia de España por el II Encuentro de Familias que ha celebrado con el Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona, donde acudieron familias como la mía, esperanzadas y capaces de ver que el amor a nuestros hijos, lo que logren en sus vidas, sus errores, sus aciertos…van más allá de que les falte una parte del cuerpo. Allí descubrí también un equipo de profesionales más humano que médico.

La vida me ha acercado a personas que dan la vuelta a la realidad y avanzan, que apuestan por una sociedad de máximos, de macrosolidaridad, macrocorazón y macrosonrisas.

La incoherencia de no vacunar

Por Óscar Doñate Palos*

El Estado, con sus razones, nos obliga actualmente a llevar casco o cinturón de seguridad, aunque sólo nos afecte a nosotros el no usarlo. Tampoco nos permite conducir demasiado rápido, ni hacerlo después de haber bebido, ni fumar en según qué sitios o retirar la mayoría de medicamentos de las farmacias sin presentar la receta.

Un doctor pone una vacuna a un niño. (GTRES)

Un doctor pone una vacuna a un niño. (GTRES)

Sin embargo, el mismo Estado considera perfectamente lícito que padres (que por lo general no son profesionales sanitarios cualificados) desoigan las recomendaciones de los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las principales agencias de salud pública, así como de sus pediatras, médicos y farmacéuticos, y decidan no vacunar a sus hijos, poniendo así en peligro tanto la vida de estos niños como la de los que les rodean, sobre todo los más débiles.

Y me pregunto: ¿Se hace todo lo posible para evitar las muertes por accidente de tráfico pero se puede permitir que muramos de una enfermedad que, además, se puede evitar? No encuentro una explicación coherente a este hecho.

(*) Padre, farmacéutico y miembro de la Junta de la Asociación de Farmacias de Barcelona.

Dar a luz en verano

Por Rebeca Martín

Quiero mostrar todo mi respeto, agradecimiento y admiración al personal sanitario del Hospital Materno de la Paz, Madrid.

Imagen de archivo del Hospital materno infantil de la Paz. (ARCHIVO)

Imagen de archivo del Hospital materno infantil de la Paz. (ARCHIVO)

Entre los días 4 y 8 de septiembre estuve ingresada para tener a mi hijo. El trato profesional y humano ha sido excepcional, incluso en situaciones complejas como la falta de camas y de personal al estar cerrada una planta durante los meses de julio, agosto y septiembre.

Tras el parto estuvimos ingresados en una planta que no correspondía y por ello sufrimos una serie de inconvenientes. Y es que debe ser que en esos meses no nacen bebés.

Los úteros de las mujeres embarazadas se van de vacaciones y hasta octubre no ponen en funcionamiento contracciones ni otros síntomas de parto.

Señores del Gobierno, apoyen la maternidad, cuidando a las madres y sus bebés. Es incongruente defender la vida de un embrión y no cuidar la de un bebé a punto de nacer y/o de un recién nacido.

La España que decrece

Por Pedro García

A principios del pasado mes de julio conocimos unos datos demográficos preocupantes. En 2013 más de medio millón de personas abandonó España y sólo 300.000 decidieron venir, lo que hizo que a uno de enero de 2014 la población se situara en poco más de 46 millones y medio.

Imagen de una persona en un aeropuerto. (Juanjo Martín / EFE)

Imagen de una persona en un aeropuerto. (Juanjo Martín / EFE)

Por segundo año consecutivo desciende el número de personas que viven en nuestro país. Las cifras son consecuencia de dos tendencias. La primera es que España ha dejado de ser un país de inmigrantes para convertirse en un país de emigrantes. El saldo migratorio es negativo. La situación económica y la mejora de las condiciones de vida en países como Ecuador y Perú han hecho que muchos de los que vinieron hace años se estén marchando.

A eso hay que añadir una baja tasa de fertilidad. No hay suficientes nacimientos para equilibrar las defunciones. Las españolas tienen pocos hijos. En algunos casos por opción personal, pero en muchos otros casos por que el contexto laboral, familiar y social se lo hace muy difícil cuando no imposible.

La Cátedra de Política Familiar ha realizado numerosos estudios en los últimos años en los que se refleja que la mujer española quisiera tener más hijos pero en muchos casos se ve empujada a posponer la decisión o a olvidarse de su propósito.

La España menguante tiene consecuencias económicas y sociales. Los poderes públicos deben remover los numerosos obstáculos para las mujeres que quieren ser madres y no pueden.

Padres-entrenadores en las gradas

Por Núria Castellanos Crespo

Frases como “que no te enteras”, “vete a arbitrar a tu casa”, “estás cegato o que”, “niño, que estás dormido, espabila”  u otros insultos que prefiero no citar  las podemos escuchar desde las gradas los fines de semana en los partidos infantiles/juveniles de futbol, básquet, balonmano u otros deportes procedentes de los padres.  Pero, ¿esta es la actitud, comportamiento  y el vocabulario que queremos transmitir a nuestros hijos?

La mayoría de los padres apuntamos a nuestros hijos a hacer deporte para que se diviertan, se relacionen y porque es sano que hagan ejercicio.  Pero todos esos motivos distan mucho de la realidad que se puede palpar desde las gradas. Podemos ver discusiones entre padres que se faltan el respeto o gritos  a entrenadores y árbitros. Por no hablar de las humillaciones a sus propios hijos gritándoles lo que tienen que hacer o incitándoles a ser agresivos con el contrario.

Niños jugando al fútbol (GTRES, ARCHIVO)

Niños jugando al fútbol (GTRES, ARCHIVO)

Sin embargo, cuando nuestros hijos contestan al entrenador o al árbitro les decimos que se tienen que comportar. ¿Nos comportamos nosotros? Nuestros hijos muchas veces harán lo que nosotros hagamos, no lo que digamos. Con actitudes como esas los valores que estamos transmitiendo son: la falta de respeto, el egocentrismo, el anticompañerismo, la agresividad y la frustración.  Cuando lo que deberíamos potenciar es precisamente todo lo contrario.

Los padres debemos recordar que no somos los entrenadores de nuestros hijos, que para eso ya pagamos a un profesional que lo hace. Nuestra función es motivarlos y apoyarlos ganen o pierdan.  Si estas actitudes de desacreditación de  autoridad las extrapolamos a otros ámbitos como el educativo criaremos hijos sin respeto hacia nadie: ni a entrenadores, ni a árbitros, ni a profesores… y como consecuencia: ni a nosotros: los padres.  “Si quieres un ganador en casa entrénate, pero deja que tu hijo se divierta”.

Lactancia: en cualquier sitio y en cualquier circunstancia

Por Lide Azkue Iruretagoiena (*)

El pasado mes de noviembre dos madres fueron reprendidas por amamantar a sus bebés mientras jugaban con sus hijos más mayores en el espacio infantil Txikiland de la Mediateka de la Alhóndiga, en Bilbao, bajo el argumento de que las «normas de convivencia» del espacio público prohíben dar el pecho, y fueron exhortadas a irse a la sala de lactancia ubicada en otra planta del edificio.

Desde la Liga de la Leche de Euskadi queremos comunicar nuestro total apoyo a estas madres y a sus bebés y queremos recalcar que las salas de lactancia son unos espacios opcionales destinados a las madres que prefieren dar el pecho en la intimidad, pero de ningún modo son obligatorios ni su finalidad es la de «esconder» la lactancia materna.

Una mujer dando el pecho a su bebé de pocos meses (GTRES)

Una mujer dando el pecho a su bebé de pocos meses (GTRES)

Por lo tanto pedimos a los responsables del Ayuntamiento de Bilbao que revisen y modifiquen su política en lactancia materna dentro de todos sus espacios públicos, ya que entendemos que la lactancia materna en ningún caso atenta contra las normas de convivencia y su prohibición es una clara vulneración de los derechos de los bebés y discrimina a las mujeres por querer vivir una parte importante de su sexualidad con normalidad.

Así mismo, queremos pedir a las autoridades competentes que desarrollen la protección jurídica que garantice a todas las madres su derecho a dar el pecho a sus bebés en cualquier sitio y en cualquier circunstancia, sin que sean objeto de censura ni crítica, ya que la lactancia a demanda es la opción natural y óptima para la salud tanto física como emocional del bebé y de su madre, y no ocasiona ningún perjuicio ni al entorno ni a las personas de alrededor.

(*) Liga de la Leche de Euskadi

Con este ritmo de nacimientos el sistema es insostenible

Por Antonio Porras Castro

El continuo avance de nuestra sociedad en medios tecnológicos, disponibilidades, comodidades está tan sumamente arraigado en nuestra sociedad actual que estamos olvidando el fin de nuestra existencia. No debemos olvidar que trabajamos para el futuro, que investigamos para mejorar y que el progreso lleva implícito la generosidad. Mejoramos a velocidad de vértigo, viajamos en AVE, nos comunicamos a tiempo real con un innumerable montante de mensajes, fotos, email… Pero dejamos atrás el pasajero al que, de todo esto, sacará partido. Quiero con esta reflexión incurrir en el beneficiario;  no dejar atrás al niño que hoy no nace y que será el benefactor de semejante hazaña y que es el condecorado, el rey.

Las noticias saltan por todos los medios, las alarmas siguen encendidas y agitan sus colores más intensos, pero nosotros seguimos sumergidos en otros mundos. La natalidad sigue sufriendo una debacle injustificada; la tasa de natalidad desciende al ritmo de la de ferBebétilidad y los expertos no dejan de vociferar que estamos en riesgo de desequilibrio demográfico.

A fecha de hoy, el sistema, con este ritmo de nacimientos, es insostenible; los niños no nacen, el apoyo institucional a la familia sigue ausente, con lo que el sistema envejece y, gracias a los avances, los ancianos son más longevos. ¿Quién trabajará en breve? ¿Quién alimentará esta maquinaria que, sin el engrase pertinente, no funciona? ¿Quién contribuirá con su trabajo al sistema de pensiones? ¿Quién acudirá al colegio? Hay que recordar que de la crisis se sale pero los hijos nacen solo en determinadas épocas de nuestro ciclo biológico y que si nosotros no hubiéramos nacido no hubiéramos tenido esta oportunidad que tenemos por delante. Decir también que todos hemos sido hijos y que si nuestros padres hubieran pensado como se piensa hoy, no estaríamos aquí.

Recordar también que si no existieran los abuelos, que son hijos de hijos, quién soportaría  el paro y las separaciones matrimoniales de sus hijos; el drama que atravesamos sería infinitamente más sangriento y  cruel. Los hijos son necesarios y  anteponer su número a actitudes consumistas no deja nada más que entrever un sistema egoísta y ególatra, que inexorablemente conduce a la nada.

Carta a Sor María

Por Paloma Alcorlo Pagés

No existe justificación alguna para quitarle un bebé sano recién parido a una madre que lo quiere tener. Me pongo en el lugar de estas madres robadas, en cómo se debieron sentir cuando Sor María les decía que su niño se había muerto y es que se siente un dolor tan intenso que cuesta hasta respirar.

92910 Lo digo porque yo perdí a mi primer hijo en un parto vaginal normal donde el bebé estaba muerto por una vuelta de cordón, y lo sabía porque en uno de los chequeos realizados por la matrona durante el trabajo del parto no se sentía el latido cardíaco de mi niño. Hace seis años de esto y a menudo revivo esa situación, aunque he aprendido a vivir con ello y a reinventarme como persona, que no reconstruirme porque ya nunca he vuelto a ser como era antes. Se toca fondo, se acaba todo, no se tienen ganas de nada, vivir es un suplicio y hay que aprender a aceptar la situación para comenzar de nuevo. Han sido nueve meses generando hormonas, acondicionando el cuerpo para albergar una nueva vida querida y deseada, familia y amigos esperando ansiosos el momento de celebrar la llegada de la nueva personita. Reseteo de una vida. Cuesta mucho recuperar la ilusión y poco a poco vas comenzando un nuevo capítulo de tu vida, nuevo, sin guión ni orientación. Afortunadamente mi compañero y yo hemos tenido dos hijos que son la alegría de nuestras vidas.

Y me pregunto ¿qué tipo de mujer puede arrancar a un recién nacido de los brazos de su madre para dárselo a otra? Un monstruo. ¿Cómo pueden los “provida” defender y justificar la actuación de la monja? Quiero desde estas líneas mandar todo mi apoyo a estas madres robadas y solicitar a las autoridades competentes que se haga justicia, que se siga investigando la trama donde estaba involucrada la monja y se depuren responsabilidades. Un enorme abrazo compañeras. Sor María, vete al infierno.