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Entradas etiquetadas como ‘papeles’

Mi odisea con el bono social eléctrico

Por Lourdes Ocaña

Llevo desde el mes de abril solicitando el bono social. Rellené el formulario y realicé la solicitud la primera vez a través de la aplicación enviando el correo correspondiente con la documentación solicitada. Pero me lo denegaron, la documentación no estaba correcta. Decidí que lo mejor sería ir a una oficina para que me ayudaran. Amablemente el trabajador me corrigió los errores. Esperé la respuesta y, al no llegar, consideré que estaba aprobado. Mi sorpresa fue cuando en la siguiente factura no aparecía la referencia del bono social. Volví a acudir al la oficina, donde otra trabajadora me indicó que faltaba marcar una casilla y que tenía que solicitar nuevamente el certificado de empadronamiento y un documento de Servicios Sociales.

Imagen de una bombilla.

Imagen de una bombilla.

Acudí al Ayuntamiento, donde me expidieron la documentación y volví a entregarla a través del correo, adjuntando nuevamente todos los papeles. Contacté con Atención al Cliente y me abrieron una reclamación para revisar la documentación, reclamación que nuevamente ha sido denegada porque falta otro documento. Creo que si hay tantas personas que no han solicitado el bono social eléctrico es por las trabas y toda la documentación y mareos y falta de información a la hora de solicitarlo. Si se compara con el bono del agua o con cualquier otra ayuda es una odisea, no ya solicitarlo sino que te acepten y aprueben todos los requisitos.

Un nigeriano y la total falta de humanidad en la tramitación de papeles

Por María Teresa Ramírez Álvarez

Hace más de 2 años que conocí a mi pareja, un nigeriano que lleva más de 10 años trabajando y cobrando lo que quieran pagarle para sobrevivir. Eligió venir a España para labrarse un futuro en nuestro país honradamente.

Cola ante una comisaría para obtener el DNI. (ARCHIVO)

Cola ante una comisaría para obtener el DNI. (ARCHIVO)

He vivido con él algo que no conocía: la renovación de su tarjeta de residencia en la comisaría de Aluche (Madrid). Siento vergüenza por la forma en que tienen que esperar su turno. Carpas a pleno sol (hablo de julio y agosto), un calor insoportable y no quiero ni imaginar cuando llegue el invierno. He visto el hastío de las personas que allí trabajan (no sé si eran policías, no iban uniformados, quienes lo iban tenían un trato cordial), he visto sus malas formas, su falta de tacto, su ausencia de humanidad… He sentido vergüenza.

Tengo la solución, es fácil: piensen cómo les gustaría que atendieran a su padre, madre, mujer o hijo y traten de igual manera a esas personas anónimas. Y otro deseo a quien corresponda: por favor, acondicionen las instalaciones para que su espera sea más llevadera.

Actualmente España acuerda acoger a refugiado, y estoy completamente de acuerdo en que se debe ayudar a quien lo necesita y está huyendo de una guerra. Se me parte el alma al ver las imágenes de esos niños llorando, con sed, hambre, cansados y asustados, y me acuerdo también de esos niños que acompañaban a sus padres para renovar su tarjeta de residencia y me pregunto si los que vienen tendrán un trato más humano.

Solo se busca intimidar

Por Sergio Leiva

128698No es solamente por ser de etnia gitana, o tener rasgos latinos o árabes o negros, es exclusivamente por intimidar. Ejercer intimidación sobre el otro. A eso se limita el accionar policial, principalmente el de la Policía Nacional. El martes 15 de octubre por la mañana, en la calle de Santísima Trinidad en Madrid, saliendo de la Biblioteca Pública me solicitaron documentos y me hicieron esperar hasta que lograron comunicarse. Me surgen, como a Mohamed Gerehou, varias preguntas:

1º ¿Tienen derecho a preguntar si llevo drogas, “un porro”, o si “porto armas”?. ¿Si llevo la vianda y llevo cuchillo y tenedor, me considerarán “armado y peligroso”? ¿Las aspirinas no son drogas?

2º ¿Qué derecho tienen, si me están “identificando”, a revisar mi mochila o a pedirme que vacié los bolsillos, a comentar entre ellos lo que llevo en ella, o a pedirme que mantenga las manos fuera de los bolsillos de mi pantalón (costumbre que tengo desde los 4 años)?

3º ¿Tengo derecho a negarme a responder a sus preguntas? ¿Para qué me preguntan si he sido detenido alguna vez? Mentir es pecado, solo es delito si es ante un juez. Además, yo soy ateo.

4º Dos sujetos sin uniforme se identifican como policías. ¿Y cómo puedo saber si son policías o no? ¿Me puedo negar a identificarme hasta que vengan uniformados?

5º El 64B o 6B4, no recuerdo el número del vehículo, que me hizo perder mi tiempo estaba mal aparcado sobre la calzada par de Santísima Trinidad en la zona de Metro Iglesia, si algún vehículo lo embiste o no puede pasar, ¿nadie es responsable de eso?

Policías con la bandera de España en el cargador del arma, con cintas con los colores rojo y amarillo en la antena de la moto y algunas otras “exquisiteces” más, son algunas de las cosas que debe soportar el ciudadano promedio. Mientras que la inseguridad en el metro, en cercanías o en el transporte público es cada vez mayor. Siempre la culpa es “de los jueces que los dejan salir así como entran”, o de “las leyes que protegen a delincuente”. La poca falta de profesionalismo y demasiadas series de televisión o películas nunca son mencionadas.

Por una “identificación” en el metro de Cuatro Caminos, llegue media hora tarde a mi trabajo y me costó 60 euros. Cuando fui a la comisaria de la zona a buscar un justificante, me tomaron los datos y me dijeron que me llamarían. De eso ya van cuatro años. Por todo esto y algunas otras cosas, me mantengo en mi afirmación inicial: Solo se busca intimidar, ejercer poder sobre el otro. “Yo soy la ley” decía el Juez Dreed y Stallone en una película de los 80, antes de empezar a disparar. Esperemos no llegar a esos extremos. Una aclaración, no soy ni negro, ni chino ni magrebí. Nací en Buenos Aires, y tengo nacionalidad española por mi madre. Si vuelvo a ser “demorado” para ser “identificado” no pienso responder ninguna pregunta, ni dejar que revisen mis pertenencias. Prometo volver a escribir contando lo que suceda.

Hablo español, casada con español, cotizo, pago hipoteca… pero no estoy integrada

Por Ibeth Barragán

He recibido con gran estupefacción la resolución de denegación de nacionalidad por residencia, con un motivo nada objetivo del juez de Getafe, quien dictamina que no he aportado suficiente grado de integración en la sociedad española. El significado de integración social es participar del nivel mínimo de bienestar sociovital alcanzado en un determinado país. BanderaNo es suficiente grado de integración hablar perfectamente el idioma español, habiendo nacido en Colombia, país de habla hispana y con descendencia española. Cotización a la seguridad en los últimos 7 años de residencia en este país. Trabajando actualmente y aportando cada día a esta sociedad. Casada con un nacional español desde el 17-07-2010. Hipoteca de 20 años de mi actual residencia…

Que la cárcel impida repetir el ‘que se jodan’

Por Javier Sanz Ridruejo

El gesto obsceno del gestor económico del PP durante décadas, Bárcenas, que le retrata tal y como es, no fue sólo una deliberada ofensa a los periodistas, sino también a mí y a todos los españoles. Esperemos que pronto no ya sólo una pulsera de vigilancia sino Bárcenaslas esposas y la cárcel le impidan repetir ese gráfico “¡Que se jodan!” que ya pronunciara la provocadora diputada Fabra en pleno Congreso. Y que la Justicia actúe pronto con justicia contra esas aún peores burlas obscenas que nos está haciendo a todos la cúpula del PP, como, hasta sobre Bárcenas, las múltiples y desvergonzadas mentiras que cada día, distintas y contradictorias entre sí y con los hechos, nos echa cínicamente el mismo Rajoy.

Amarga Navidad de vuelta a casa, una vergonzosa expulsión en Barajas

Por Nuria Vargas

Acabo de vivir una situación vergonzosa. Los suegros de mi hermano (que son de Paraguay) venían a pasar las Navidades junto a sus hijos y nietos. Cuál fue la sorpresa que al llegar a la terminal 1 del aeropuerto de Barajas (Madrid) los retienen. En un principio les acusan de no llevar suficiente dinero en efectivo, puesto que España está en crisis y necesitan saber si podrán aportar dinero, 52 euros/día (se quedaban un mes, lo que hace una suma de dinero de 1.560 euros). Ellos llevaban encima apenas setecientos y poco, pero llevaban la tarjeta de crédito. No era, al parecer, suficiente. Gente cercana a mi cuñada los avaló y lo dieron por bueno, pero… ¡sorpresa! ahora buscaban nueva excusa para no dejarlos entrar en España…

La madre había pasado 8 meses anteriormente cuando sólo se le permitía entrar 3. No ha habido nada que hacer, ni siquiera con abogados. Los metieron en una habitación, quitándoles pertenencias personales (móviles, cinturones, incluso reloj…) junto con más retenidos. Todos como si fueran ganado. No les decían la hora, sólo sabían que a las 13 horas se encendía la televisión. Esto ha ocurrido un lunes 17 de diciembre a las 10 horas, y un 18 de diciembre a las 20,50 horas les han hecho volver a su país sin la posibilidad de ver ni a sus hijos ni a sus nietos. ¡Cómo se le puede quitar la ilusión y la esperanza a unos padres de más de 70 años que lo único que querían era pasar las Navidades junto a sus hijos y nietos!