Salen a la luz las imágenes cortadas: así se fraguó la doble infidelidad de Manuel. Resumen de ‘La isla de las tentaciones’

Manué, arrepintiéndose de poner cuernos mientras mete mano. Él es así. (TELECINCO).

Anoche pudimos ver en imágenes inéditas de El debate de La isla de las tentaciones (cada vez que se le llama debate a una cosa en la que está Suso Aristóteles se retuerce en su tumba) de cómo se fraguó la doble infidelidad de Manuel, alias Manué, en el reality. Bueno, cuernos, cuernos de niño de 12 años, porque fueron solo unos besos más torpes que una tortuga haciendo abdominales.

La verdad es que el sentimiento principal que provocaba ver el cortejo de Manué a Fiama y Stefany era el de la vergüenza ajena. Si la vergüenza ajena tiene un nacimiento, como el del Nilo, está en Manué. Creo que Manué mea vergüenza ajena.

Total, que Manué se pasó la noche yendo de Fani a Stefany y al revés, regalándoles las orejas. Se las regalaba tanto que Manué es como el Papá Noel de las orejas.

«A mí no me apetecería darte un pico, me apetecería hacer otra cosa«, le dijo picarón Manuel a Fiama. Uy, pues no caigo. Puede ser follar o analizar la deriva antropológica de las migraciones tras los asentamientos de la sociedad agrícola en los albores del 6200 a. C. Seguramente esto último.

Antes de seguir, para las que no lo hayáis visto, todo lo que Manué hizo o dijo esa noche lo hizo mientras hacía el baile culebrilla con una copa en la mano. El paso de baile preferido de Manué se llama «Sudores fríos».

«He dejado de tener acercamiento con ella por conocerte a ti», le dijo a Fiama, dejando de lado a Stefany, que hasta el momento era la elegida por Manué, que se piensa que en cuestión de poder elegir a una mujer a la que colmar con su gracia están el espíritu santo y luego él. Y cuando se toma dos copas, primero él.

Primer cambio de la noche, se fue a Stefany y le dijo: «Le he dicho que mientras esté Stefany por medio te comes un mojón». JAJAJAJAJA Sí, podemos afirmar que Fiama se comió un mojón. Un Manuejón.

«Me parece guapa Fiama, pero tampoco… la única que me puede poner en problemas eres tú», aseguraba Manué a Stefany. A Manué le mete en problemas hasta mi tía abuela la monja sin salir del convento de clausura.

«Yo sé que a mi novia le va a sentar mal…», predecía Manué, que es vidente. Nostradamus tenía un póster de Manué en su habitación y de mayor quería ser como él.

«Quiero que me vea en una situación en la que pueda caer y no lo haga«, dijo el chaval de la pobre Lucía. Pues va a tener que ser en otra ocasión, porque hacerlo, lo hiciste.

Manuel estaba hablando con Stefany y mirando a Fiama que se le olvidaban las palabras. La seguía con la mirada que parecía un GPS. A Fiama la secuestras y la encierras en un búnker a 100 metros bajo tierra en medio de la selva de Honduras y Manuel te la encuentra. La miró tanto que Manuel ha empezado a ver mal de lejos.

– Manué, la mirada relajá. ¿Dónde va, Manué? La mirada relajá, Manué.

Y así.

«Tienes que pensar en ti y ser egoísta», le aconsejó Stefany, lo que es como el que le dice a un tigre que tiene que tener dientes.

«Dejar de ser yo por no hacer daño a otras personas no puede ser», dijo Manuel, que considera a Jack el Destripador como un referente a seguir en lo que a la autorealización y la aceptación del yo se refiere.

«Llevo mucho tiempo reprimido, aquí me he comportado como yo soy», dijo Manué.

Y, ¿cómo es Manué? Un chaval que baila como si se estuviera haciendo pis y que es como un colibrí de las babas, va recolectándolas de flor en flor.

«Manuel está siendo sincero, es su noche de sinceridad», dijo la psicóloga del debate, que a que un borracho se vaya de la lengua le llama sinceridad. Pues no han tenido mis amigos noches de sinceridad gracias al Kalimotxil 500 o al Cubatinol Forte.

«Yo prefiero una chavala que me haga Boom y no una que me haga fiiiiiuuuu», dijo Manué, para el que la prenda más sexi que existe es un chaleco de dinamita.

«Jumanji es el juego que si lo inicias no hay marcha atrás», dijo Manué. Vale, Jumanji es cuando la serpiente parda ya sisea fuera de la madriguera: no hay forma de dar marcha atrás.

«A mí me ha tirado el bocado quien yo he querido de toda la vida», aseguró Manué. Buah, qué machote. Él siempre decide quién le muerde. Manuel puede pasear entre una manada de hombres lobo desnudo y echándose sal y no le muerde ninguno hasta que él no les da permiso.

«Ese momento en el que te pones enfrente y te desabrochas la camiseta, ¿qué significa?», preguntó Fiamaa Manué mientras éste enseñaba el pecho calvo que tiene. Fiama quiere ser filóloga y está obsesionada con entender todas las comunicaciones y mensajes. Lo que pasa es que muy avispada no es.

– Que te saques el pene y lo acerques a mi vagina, ¿qué significa?

Y así.

«Yo te he dejado aire y tú eliges», le dijo Fiama a Manué. ¿No le vas a dejar aire si hasta le hiciste el boca a boca para que tuviera más? Y después de beber los dos más que un parroquiano de bar de pueblo. Esos besos tenía que saber a bodega vieja.

Después de su refrote de hocico y aún ignorante de que que iba a hacer una cata de babas de Fiama, llegó Stefany junto a Manué, le quitó la copa y le dijo «¿qué haces?».

Manué tragó saliva. ¿Es una metáfora de que estaba nervioso y se estaba preparando para lo que aconteciera? No, que tragó saliva, literalmente, la de Fiama.

«Yo estaba deseando que tú vinieras», le dijo Manuel a Stefany. JAJAJAJAJA Qué genio del cinismo.

«A mí Fiama me la suda», le dijo Manuel. Sí, se la suda literalmente. Que le pone tan caliente que metes un trozo de acero entre los huevos de Manué y te forja una espada. Así se la suda.

Y se enrolló con Stefany. Lo normal.

A la mañana siguiente Manuel, mientras sobaba a Fiama en biquini, decía «yo me siento un montón de mal, porque Lucía se va a sentir mal cuando le enseñen las imágenes». Otra vez Manué haciendo predicciones. No puede parar. Es como la profesora de profecías de Harry Potter.

«Pero qué hago, ¿no soy yo?», claro, una opción impensable. Qué locura lo del autocontrol, lo de ser sincero con la pareja de uno y no dañar los sentimientos de los demás. ¡A quién se le ocurre!

OTRAS PERLAS del Debate

«El fuego, con fuego se apaga», le dijo Isaac a Marina. Isaac quería ser bombero, pero suspendió las oposiciones. No acababa de entender el funcionamiento de la extinción. El día que tocaron prácticas y llegaron todos con extintores y él con un lanzallamas los monitores lo tuvieron claro.

Pusieron a Rubén hablando de Fani y de su romance con ella en La isla de las tentaciones: «Los cuatro últimos días con ella aquí era como… ya, para, que nos conocemos hace quince días, un poco de espacio». Buah, qué macho es Rubén que las seduce y se vuelven locas por él. Voy a vomitar un poco y vuelvo.

«Lo que ha dicho puede que te siente bien o mal», le dijo Sandra Barneda a Fani. Lo único que podría decir Rubén que a Fani le sentara bien es «me han tocado los Euromillones y se los voy a dar a ella».

Patricia y Lester van a ser padres. Es un embarazo no deseado. Lester lo explicaba diciendo: «Estuve con Marta once años teniendo relaciones sin precaución y no se quedó embarazada». No es a Lester le falte educación sexual, es que le falta la EGB y prescolar…

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