Los peores accidentes en realities españoles: reality o tragedia gorda

El médico llega tras el accidente en Supervivientes. Lo que trabaja ese hombre. (FOTO: TELECINCO)

A veces en los realities la gente o la organización o la mala suerte se vienen arriba y luego pasa lo que pasa: accidente que te crió. Por suerte ninguno muy, muy, muy grave, pero algún susto chungo sí que hemos tenido en más de un reality español. Vamos a repasarlos tomándonoslo con humor.

En España el peor quizá fue el de Colate, que no tiene un nombre de adulto, pero sí tuvo un accidente. Fue en una prueba de supervivientes que no se habría atrevido a hacer ni el doble de Jason Statham. Había una rueda gigante de madera, tan pesada que se usaba para hacer calzadas romanas y tenían que moverla por un circuito de obstáculos. Y se le cayó encima.

Quién iba a pensar que eso podría ocurrir.

La prueba va de meter la mano en una licuadora en marcha. Uy, mira, Paco, se han cortado. Qué raro.

Y así.

Total que se rompió cuatro huesos y le tuvieron que vendar que Tutankamon al morir llevaba menos capas.

Muy en la línea estuvo Álvaro, ese que se hacía llamar «Pollito» que en la gala inicial de Gran Hermano 14 saltó por una estructura llena de redes de seguridad, colchonetas, etc y se las apañó para caer en el peor sitio y se rompió los dos húmeros.

Volvió al final del concurso, pero poco pudo hacer. Milá le echó la culpa al hecho de que Pollito llevaba unos calcetines amarillos en el vídeo de presentación y según ella eso da mala suerte. Claro, eso les pasó en Pompeya, que llevaban calcetines amarillos y claro, acabaron muriendo sepultados por la ceniza. Iban provocando.

Otros sustos fueron el de Eliad Cohen, que se puso a hacer una prueba de apnea y se pensó que era un calamar abisal y que no le hacía falta respirar. Cuando salió del agua colapsó, se le pusieron los ojos en blanco e hizo como una damisela lánguida y triste del siglo XVIII: se hundió en las aguas. Si no lo saca José Luis no lo cuenta. Lara Álvarez no tiene testículos, pero se le pusieron de corbata igual.

Aún tuvo tiempo después de torcerse un tobillo y se lo tuvieron que llevar otra vez. Casi lo devuelven a Israel por entregas y en trozos.

Ana María Aldón también se ahoga casi esta última edición porque se fue a pescar a nado sin saber nadar. Lo normal. Tampoco fueron graves la rotura de teta de Tatiana Delgado, que se dejó una dominga descolocada después de saltar del helicóptero. Después de eso, el piloto baja tanto el aparato que más que saltar los concursantes lo que hacen es salir a la superficie.

Accidentes leves en Supervivientes ha habido muchos. Cortes, quemaduras, hematomas, cagaleras de las buenas, patologías previas… No olvidemos que a Paquirrín hasta le dio un ataque de gota, al muchacho, que tiene una forma física que más que forma es informe.

En Gran Hermano, también: coscorrones, caídas… cosas más domésticas. En Pekín Express no hubo más porque Dios no quiso, porque recuerdo una ocasión a varios concursantes en la caja de un camión, con una cadena tensa de por medio y un frenazo que les faltó el canto de un duro para llevar la cabeza aparte del cuerpo.

Y cerramos post, otra vez, con Aída Nízar, que no le pasó en un reality español, pero vale para un bonus. Estaba la muchacha en el reality Resistiré, en Chile, y no resistió. Había una prueba donde había que meter la cabeza en agua helada y como es más terca que una mula de piedra, pues no paró hasta que le dio un infarto por la hipotermia. No juguéis con ella al Teto, que lleva las cosas al extremo. Poco después un compañero de concurso le partió la cara, pero eso ya no fue un accidente.

Y hala, si me dejo alguno grave me lo decís. ¡Sus quiero!

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