Carnaza de la buena en ‘La isla de las tentaciones’, o cómo hacer tele sin complejos

Empecemos por una cita literal de este programa, La isla de las tentaciones: «Mi mayor preocupación es romper la pareja«. Súper lógico. Y por eso se van a un programa que consiste en tratar de romper tu pareja. Me preocupa la salud de mi abuela y por eso la he atado a las vías del tren ahora que llega un mercancías que transporta dinamita.

Y es que este programa es carnaza. Pero es carnaza de la buena, ja ja ja. De la que da juego para el salseo y echarse unas risas. Porque ahí han ido adultos, sabiendo a lo que iban y sabiendo todos lo que es la tele. Y han hecho La isla de las tentaciones sin tratar de disimularlo. Pues muy bien me parece. Así que, ¿nos echamos unas risas?

¡¡SEGUIDME EN REDES Instagram: @GusHernandezGH | Twitter: @realityblogshow | Facebook: Gus Superviviente Hernández!! Si queréis, vamos.

Os juro que ahora no puedo pensar en una forma mejor para dejar a tu pareja de forma disimulada que ir a la isla de las tentaciones. Oh, cariño, ja ja, ji ji, vayamos a poner a prueba nuestro amor… Si mandas por burofax la foto de un cagao es más sutil para romper que lo de esta isla. Mare de Deu. Eso no es la isla de las tentaciones, es la isla de los divorcios.

Pero vamos a ver qué dio de sí la emisión de ayer de La isla de las tentaciones.

A Mónica Naranjo la pusieron a hacer la entradilla del programa en un terruño en medio del mar y metida en el agua, que si viene una ola gorda se la lleva. No sabías si estaba haciendo la presentación de un programa, cogiendo percebes a lo furtivo o estaba esperando en el Muelle de San Blas.

Las cinco parejas concursantes se conocieron entre ellas a bordo de un catamarán. Ay, los catamaranes. Lo mismo te valen para llevar a Greta Thunberg que para mover parejas hacia su disolución por la vía de la cornamenta.

Llevamos tanto tiempo juntos, que hemos hecho vida de gente más mayor, con monotonía, decía para presentarse Susana, a su pareja, Gonzalo. Ya sabéis que se conocieron en GH 14 y que ella lo ganó.

«Es una prueba que debían pasar todas las parejas«, dijo Susana, que debe tener acciones en un bufete de abogados especializado en divorcios.

«Me gusta más salir con mis colegas que con mi pareja, mejor con un amigo que tener un pokémon al lado», dijo él. Su novia es un pokémon. Es un Tevasairatomarporkulander.

Ismael y Andrea.

Andrea dijo que era una prueba en la que le iba a dar motivos para que no desconfíe de ella.

«Cuando la conocí tuve mis dudas, pero me encanta», dijo él. Ella le miró con mala cara al oír lo de las dudas… pero mala que le pones esa cara a un rinoceronte y se muere.

«Nunca voy a parecer ordinaria, porque la belleza la llevo por dentro», dijo Andrea. Y para que nadie le notara la belleza, se disfrazó de choni.

Su objetivo en la Isla es «dejar los celos atrás». Le van a pasar los celos por la derecha y en un Ferrari.

José y Adelina. Estos dos parecen de mentira. En serio. Parecen sacados de un catálogo de muñecos de silicona. Me dan miedo. Creo que no son humanos. Son novios reborn.

Antes de irse a la isla se han hecho un tatuaje. Un punto. ¿Que el tatuaje era guay, que era un puntazo? No, que era un puto punto. Esta gente lo de «Amor de madre» lo dejaron en «Am».

Christofer y Fani.

Fani tiene mucho pronto. Tiene un pronto que tiene pinta de soltarte una hostia con el pronto y que salgas del hospital tarde.

«Mi padre puede ser Jose, el de los Chunguitos, o el de los Chichos«, «a saber de quién soy», dijo Fani, que si hace un árbol familiar estaría podado por la parte paterna.

«Soy una mujer hiper celosa, enferma, lo que es mío, es mío». Le miró el móvil un día y había mensajes de una compañera que ponía «hola bombón». Y Fani la llamó. Esa chica aún llora cuando le suena el teléfono.

Álex y Fiama. Son unos yogurines que han pegado el estirón hace poco. De aquí a nada les saldrá pelito por el cuerpo y les cambiará la voz.

«Necesitamos realizar esta prueba porque la boda es dentro de nada«, dijo ella. Espero que en el restaurante les devuelvan la fianza.

Total, que cuando llegaron todos a la isla estaba Mónica Naranjo haciéndoles señales. No sé si para que se acercaran o para que la sacaran de allí y no tuviera que hacer vídeos de presentación en el mar nunca más.

Total, que hay dos villas.

Villa Playa está en… ¡la playa! ¡Oh, sorpresa! Se han partido los cuernos para ponerle nombre. Menos mal que no le ponen nombres a negocios. Bar Barear. Tintorería de Tintorear. Tanatorio Los Muertos. Y así.

Mónica reunió a todas las parejas y se puso a hacerles preguntas para hacer llorar a la gente. Si se resisten un poco más les anuncia que su tía ha muerto para arrancarles la lágrima.

Villa Montaña es la otra villa. No está en la montaña. Estafa manifiesta.

«Nosotros nos conocimos en un programa de televisión, sería gracioso que lo dejáramos en un programa de televisión», dijo Susana. Sí, para descojonarse. Ya verás qué risas.

Fiama dijo que «esa mínima duda se le iba a resolver ahora«. Mínima como el Cañón del Colorado de mínima, no te jode.

– Hola, tengo una herida mínima.

– ¿Un cortecito en el dedo con un folio?

– No, se me están desparramando las tripas en el suelo. Mínima.

«Están aquí por una única razón, quieren encontrar el amor«, dijo Mónica de los y las solteras. Y una mierda. Querían tele que si se pudiera pedir una hipoteca de tele se pedían dos.

«Se han elegido para vosotros y vosotras específicamente«, dijo Mónica. Nos ha jodido, porque eran un desfile de pibones y pibonas.

Fue entrar las chicas y las concursantes se pusieron a ponerlas a parir. Joder. Vas a una peletería y ves desollar con más cariño que las chicas hablando de sus contrincantes.

Los solteros y las solteras se dedicaron a hacer discursos en los que la humildad brillaba por su ausencia. Se vendían que eso parecía una mezcla entre Linkedin y un mercado de carne.

Uno llamado Lewis dijo «Soy surfero, ¿alguna se quiere subir a mi tabla?». Tócate los cojones. Menos mal que no se dedica a poner postes. «Hola, soy Paco, ¿alguna quiere subirse a mi palitroque?».

«Con estas gafitas he roto millones de corazones«, dijo otro. Sí, será con los cristales rotos y dando tajos, porque madre de dios.

«Mi único propósito es enamorarme y pasármelo bien, si le jode a alguna, que se joda», dijo otra llamada Melani, que al parecer tuvo un lío hace tiempo con Álex. Pues muy de buen rollo iba la chica.

Ismael dijo que estaba «un poco nervioso, porque no es fácil tener a diez chicos con bastante nivel que quieren quitarte a tu novia». Bastante nivel no es que hablen tres idiomas. Se refiere al nivel de botones de la camisa abiertos. Ninguno bajaba de tres. Esta gente piensa que si los pectorales no respiran, se mueren.

Gonzalo dijo ya de entrada que la más guapa era Katerina y que se había quedado con ella. A Susana eso la dejó preocupada. Si llega a tener unas tijeras lo capa en ese mismo instante.

Para acabar de reventar la confianza de los novios, los solteros les pusieron un collar de flores a cada novia que les había gustado. Los maromos novios habrían preferido ver cómo las colgaban una piedra y las empujaban a la piscina antes que ver cómo les ponían las florecitas.

Susana se llevó más collares que nadie. Gonzalo sudaba que a su lado un pollo asado pasa frío. Podías ver cómo sus testículos iban subiendo hacia la garganta poco a poco según le iban poniendo los collares a su novia.

Las frasecitas de los solteros para piropear a las novias las sacaron de películas de Pajares y Esteso. Creo que esos «piropos» estaban ya en desuso.

También se hizo la prueba al revés: ellas, las solteras, les pusieron collares de flores a los novios que les habían gustado.

José, que se queda quieto en el museo de cera y le hacen fotos, fue uno de los más floreados, aunque la cosa estuvo muy igualada. El ganador. ¿Ganador? Fue Ismael, que llevaba el cuello que parecía el MA Barracus de las flores.

«Yo soy española pero también tengo sangre caliente, pero ardiente», dijo Fani cunando le ronearon al maromo. A Fani le sangra la nariz y te quema un bosque. Cuando los volcanes quieren hacer un sacrifico se arrojan a la sangre de Fani. Qué sangre más caliente, oye, que es la única mujer que usa EVAX Fina e Inífuga.

«Me voy a poner celosa, voy a gritar, me voy a enfadar, voy a llorar… pero va a ir todo muy bien», dijo Fani en un momento dado. JAJAJAJA El concepto de «todo muy bien» de Fani es muy amplio.

¿La Primera Guerra Mundial, con 31 millones de muertos? Todo muy bien.

Un detalle de los solteros: se han metido al Primark y se han hecho un lío con las tallas de los pantalones. A todos les quedaban tan apretados que con eso te tiras un pedo y te rebota para dentro. Debían tener los cojones como con cinco años: sin descolgar.

Y se fueron cada unos con las unas y las otras con los unos.

Gonzalo es un flipado. «Estoy haciendo disfrutar a las chicas, porque conmigo se ríen», dijo después de cinco minutos de hacer gracias de cuñado.

Julián, que es uno de los solteros, iba a saco Paco. A saco Paco. Sólo le faltó golpearse el pecho y trepar al Empire State para derribar aviones.

Melani se puso pesada con que quería tener una conversación con Álex, que sabéis que era su ex. La muchacha parecía de un puto club de debate, qué ansias de hablar. «Si no quiere hablar conmigo es tan fácil como no hablar conmigo«, dijo Melani, que es la Paulo Coelho del hablar.

«Katerina me hace sentir vivo en la casa«, dijo Gonzalo ya el primer día. Madre del amor hermoso. Eso olía a chamusquina.

«Si surfeo mucho tengo los ojos azules, pero si estoy de resaca son verdes«, dijo Lewis, el surfero. Y cuando hace caca son marrones. No tiene ojos, tiene luces de Navidad.

A la mañana siguiente, les pidieron a los novios y novias que eligieran a un soltero o soltera con la que tener la primera ‘cita’. JA JA JA Y delante de sus parejas, claro.

Festival de las caras de póquer.

Nooo… no me importa… no me da celos… (se oye un crack y un rechinar de dientes). Todas las pruebas, actividades y fases de este programa están pensados para reventar cualquier confianza. Ahí metes a Ramón y Cajal y empiezan a dudar uno del otro.

Durante el programa se oyó mucho la expresión «tratar como a una princesa«. ¿Cómo leches se trata a una princesa? ¿Las princesas son mancas o qué?

En fin. Después de estas primeras pruebas aún se despidieron novios y novias con besitos, abracitos y cariñitos. DURÓ POCO.

«No me gustan los zorreos… yo si sé que un hombre tiene novio no me gusta zorrear«, le dijo Fiama a la chica que iba a tener la cita con su Álex.  Ahí, dejándolo caer. Indirectas sutiles.

A tomar por culo las sutilezas: «Si quieres ir de suelta tendremos problemas», le dijo en plan chunguísima. Es más, llegó a darle un manotazo. JO-DER. Creo que las cajeras del DIA cuando atienden a Álex se ponen un pasamontañas para evitar que Fiama las apuñale mientras duermen por haber sonreído.

Ismael y Andrea discutieron antes de despedirse y ella se quedó acojonada porque claro, inmediatamente llegó la cita, sonriente. Es como cuando ves a un cliente que come todos los días en tu restaurante entrar en un buffet libre.

Gonzalo, por su parte, estaba muy seguro: «Me da miedo, porque ella es muy dependiente de mi«, dijo. JAJAJAJA Pero el jodío estaba llorando porque Susana se iba con un chico muy guapo. Gonzalo estaba más inseguro que un reactor nuclear pegado con cinta adhesiva.

Adelina era la que peor lo pasó al ver alejarse a su José, ese hombre que parece esculpido por Miguel Ángel, si Miguel Ángel esculpiera mandíbulas como palas de excavadora.

Fani y Christofer se despidieron mejor, pero Fani estuvo a punto de llorar. Y las lágrimas de Fani son como la sangre de unicornio: muy raras.

Fani optó por la vía de hacerse colega de la cita de su chico, para que a la muchacha le cargara la conciencia tirarse a su novio. JA JA JA Buen intento.

Y se acabó lo que se daba, amigas y amigos. Este programa promete.

Almacenado en: Sin categoría