Los ‘Mundos de Yupi’ de la Pantoja en Supervivientes: «Tengo millones de fans»

Isabel Pantoja, ojiplática. (FOTO: TELECINCO).

En lo que a la fantasía se refiere está El Señor de los Anillos y luego el Alto Concepto de Sí Misma de la Pantoja, que es una saga de 14 volúmenes. La tonadillera piensa que la Modestia es Modista escrito con prisas.

Me vais a perdonar (a lo mejor no y me juráis venganza) si el post es escueto, pero ando por mundos de Dios donde la cobertura es una leyenda local. Aquí el 4G es el piso 4 puerta G.

Nota: El otro día me dijo una hater que rezumo odio. Y que lo desprendo. Y que huelo. Soy como un ambientador de pino del odio. Así que recuerdo que no pienso nada de lo que digo y nada de lo que digo es lo que pienso o sí y no. Es sólo humor.

Y si sabéis qué huelen los Guses, uy, uy, uyuyuuuuu, decídmelo en redes. Pero seguidme primero, que quiero ser influencer posturero: Instagran: @GusHernandezGH | Twitter: @realityblogshow | Facebook: Gus Superviviente Hernández.

Lara Álvarez iba muy guapa (en serio, estaba especialmente guapa, qué rabia de gente guapa y con talento), sólo que le habían puesto una especie de camiseta hecha de ganchillo, que lo mismo se te lo pones que lo dejas sobre el brazo del sofá para hacer bonito.

Y yendo al extremo opuesto de la belleza volvimos a ver a Albert con el tanga verde fosforito puesto. Y no es que Albert sea feo ni que tenga mal cuerpo, el asqueroso está cañonero, pero es que con eso puesto no está bien plantado ni Brad Pitt en un macetero.

Pero lo peor no es eso, lo peor es que Omar amenazó con ponerse uno igual cuando llegue a Madrid. Tú le dices a Kim Jon-Un que o desmantela los misiles o le mandas al whatsapp una foto de Omar con el tanga de Borat y desmantela los misiles él mismo y con los dientes si hace falta.

Para la despedida y cierre de la isla a los concursantes que quedan les devolvieron sus maletas, las que tienen que dejar en el hotel cuando se van a la isla, donde pueden llevar sólo lo básico. No sé como el contenido de esas maletas ha podido pasar varios controles de seguridad.

La de Albert tenía las típicas cosas que te emocionan: fotos de tu familia, una medallita de tu abuela… Y UNA MIERDA COMO UN CIMBORRIO. Lo que le llegó a la patata a Albert fue su maquinilla de afeitar, a la que, sosteniéndola frente a sí, le dijo «¡Cómo te he echado de menos, pequeña!». Creo que Albert se folla a esa máquina. Cuando Albert pasa por la sección de pequeño electrodoméstico del Súper todos los aparatos miran hacia abajo para que no haya contacto visual y no les elija.

Después se echó desodorante y… YO QUIERO ESA MARCA. Porque Albert ponía unas caras que ni echándote al sobaco a una sacerdotisa del sexo de la diosa Venus. Joder, qué gusto le daba perfumarse. Y los gilipollas haciéndose pajas cuando basta con dejarte el alerón como la perfumería del barrio para llegar al orgasmo padre.

Vídeo: Omar afirma que su abuela, que en plató parece una apacible señora mayor, es en realidad como Spiderman lanzando chanclas. Joder, qué bien lleva la señora la identidad secreta. La próxima vez que un asteroide amenace la tierra se van a llevar a esta señora en lugar de a Bruce Willis para que lo reviente a chancletazos.

En otro de sus arranques de Ética de Barrio para Amador, nos dijo que «la humildad es la llave maestra que abre todas las puertas». Omar pierde la tarjeta de la habitación del hotel y en lugar de bajar a recepción abre con humildad. Hasta candados de bici se pueden abrir siendo humilde.

Mahi en su maleta tenía unos zapatos con un poco de suela. Un poquito nada más. Unas plataformitas con las que te metes en la puta fosa de las Marianas y haces pie. A Franquenstein le parecerían demasiado ortopédicas. Joder, con esas plataformas puedes hacer claqué en un volcán en erupción, es que puedes pasar al lado de un andamio y mirar a los obreros por encima del hombro.

«Me he dado cuenta que soy una tía que se preocupa demasiado por el físico«, dijo la muchacha como reflexión filosófica y de crecimiento personal. Pero no es verdad, Mahi no se preocupa por el físico, se preocupa por el envoltorio. Si aún se la reconoce es que Mahi no ha acabado de maquillarse. Mahi no para de ponerse postizos hasta que en las puertas de las discotecas no se creen que la de la foto del DNI sea ella.

Además de las plataformas como para hacer huellas de dinosaurios en la roca dura, se puso un vestido como de haber sido asesinado y precintado por la policía judicial. Para acabar de rematar la faena, el novio de Mahi mostró unos calzoncillos que llevaba diseñados por Mahi. Eran de una tela como la de las mantas que les ponen a los muertos en las carreteras, como si se te hubiera muerto el pene. Y es posible, porque ese calzoncillo hacía que el dicho «me suda la polla» sea literal. Si te envuelves la churra en papel film va más fresca.

– Mahi, tengo el pene caliente…
– ¿Estás excitado, Rafa?
– No, estoy como en una cubeta de calentar salchichas en un puesto callejero.

A Fabio le daba miedo tocar su maleta. A saber qué cojones llevaba ahí. Creo que Fabio es un terrorista de los Balcanes infiltrado al que la tapadera se le fue de las manos.

En la de Omar había ropa cuya función era la de quemar córneas. Sus prendas las tiñe un científico loco al que no le importa usar productos tóxicos. Cada vez que Omar lava un chándal cuando la lavadora desagua mueren las ratas de seis kilómetros a la redonda. Se puso un chándal que es lo que pasa cuando el plató de Art Atack estalla.

Él y Fabio a escondidas tuvieron una preciosa conversación en la que básicamente ponían a Albert a parir, tildándole de soso y dejándole fuera de la final. Para estos dos, que dicen que Albert es su hermano, la sin-ceridad es quitarse la cera de los oídos.

Y ¿quién les apoyaba? Pantoja, que quiere que ganen Omar Y Fabio. Sí, señora, sus dos palmeros. Qué sorpresa. Las lenguas de Omar y Fabio han viajado ya a España facturadas en el culo de Pantoja. Y claro, ella quiere que ganen ellos.

Conexión con Mónica. Ella sigue a lo suyo, centrada en tenerle rencorcillo a alguien. A esta mujer la invitas al taller de juguetes de Papá Noel, con los elfos felices, las luces, chocolate caliente y música alegre y ella encuentra un motivo para ofenderse.

– A mí me han echado y mira a los elfos cantando, ¡cabrones insensibles!

Y así.

Ha perdido 10,5 kilos en estos meses, lo cual no es moco de pavo. De hecho, es grasa de pava. Le pusieron a su abuela al teléfono y le dio un parraque y acabó contando problemas de su infancia sin venir demasiado a cuento, o por ahorrarse unas pelas de psicólogo, que puede ir por ahí la cosa.

– Y lo pasé mal y me deprimí cuando aquel aro del sujetador me hacía roce en la teta y…
– Señora, sólo soy el jardinero dando el agua…
– LO PASÉ MAL porque el aro estaba en mi contra y bla, bla, bla…

Y así.

Y SE ACABÓ LA GALA DE SUPERVIVIENTES y empezó un tutorial de youtube sobre cómo lavar una imagen a mano y a máquina. Os juro que era hipnótico ver cómo iban quitando la mierda y en su lugar sacando brillo a Pantoja como si fuera una jarra vieja de plata. Qué arte redimiendo. Supervivientes pilla una foto de Jack el Destripador y cuando acaba con ella es una imagen de Ghandi repartiendo caramelos entre los niños.

Con sus ovarios gordos como sandías bajas en pepitas, Pantoja se presentó en plató con un vestido amarillo como de Cruella De Vil de los pollitos. Y da mala suerte, se supone, pero nadie le dijo nada. Si sale con un vestido con una cruz invertida y estampados de invocaciones a Satán aún le alaban el gusto.

QUÉ FORMA DE PELOTEAR, DE LAMER EL CULO, DE ADULAR… ES EL COLMO. Y ella lo pagó dando una exclusiva muy de actualidad, como de hace 30 años. De rabiosa actualidad. Pero rabiosa de tener la rabia, no de ser de ahora. Al parecer no sé quién le pidió matrimonio teniendo Paquirrín cinco años.

Me Importa Una Mierda GIF

«Se me ha quitado el hambre por completo», aseguró la tonadillera. El animal mitológico favorito de Pantoja son las provisiones. Ella piensa que la despensa explota si está llena. Ella, que ha pedido que se abrieran todas las latas y se comiera todo lo que nadara, volara o corriera en kilómetros a la redonda, dice que se le ha quitado el hambre. De ponerse fina a comer, claro. Empachá viene de la isla.

Eso sí, poco después se contradecía, asegurando que ha pasado mucha hambre, «yo ya no dejo en el plato ni el dibujo«. O sea, que es de las que dicen que no quiere postre pero que prueba el tuyo y luego se come tu puto postre entero. Todo el mundo sabe que la comida del plato del de al lado no cuenta. Las calorías se le imputan a él.

«No nos hemos comido unos a otros porque no hemos podido«, dijo Panto a modo de metáfora, pero lo mismo lo decía en serio: No se ha comido a un compañero porque no ha podido. Literalmente.

– Las putas cámaras de vídeo han matado al canibalismo.
– Ya no puede uno ni comerse a un congénere, que mierda.

Y así.

«Para mi madre yo estaba cantando en América«, dijo de su progenitora. Joder, qué timo. Bueno, la próxima vez que no me apetezca ir a ver a mi madre un domingo le diré que tengo que ir a representar a nuestro país en Miss Universo con Pelazo. Es más creíble que lo de cantar en América de la Pantoja.

La pausa dramática la inventó Pantoja. Oírla hablar es insoportable. Es como esperar a que el ordenador arranque. No son pausas dramáticas, son pausas tragédicas. Se paraba en medio de una frase o entre una frase y otra hasta que mirabas el volumen de la tele por si se había bajado solo. Qué forma de estirar las frases. Esta mujer te hace un monólogo de dos horas sólo con el chiste de Mistetas.

Y el dedo. Madre de Dios, cuánto lo usa. El dedo de Pantoja tiene más musculatura que un maromo de gimnasio. Qué uso le da. Lo menea tanto que si lo metes en un bol te puede montar nata, amasar pan y hasta lijar una puerta oxidada. Pantoja va por la vida deseando que le pregunten por una calle sólo para poder señalar.

– Pues vamos a colgar este cuadro… ¿Isabel, has traído el martillo?
– He traído el dedo.

Y así.

Ah y también cantó. O cantuvo. Cuando esta mujer canta me deja como los huevecillos de un pingüino sentado: frío.

Y LLEGARON LAS GRANDES FANTASÍAS DE ISABEL PANTOJA

Alicia en el País de las Maravillas comiendo setas bañadas en LSD con reducción de MDMA y ahumadas con humo de porro flipaba menos que Pantoja diciendo que «Yo no he tenido ningún privilegio en ningún momento«.

JAJAJAJAJA Los Mundos de Yupi, el remake.

Lo que no ha habido es ni un momento sin privilegios. En esta edición el concepto «Igualdad de oportunidades» ha sido más irreal que Cervantes jugando al tenis con la mano mala y ganándole a Rafa Nadal. La parte favorita de Aladdin de la organización de Supervivientes es en la que el genio canta «Mi amoooooo y mi señooooooor, qué puedo hacer por tiiiiiiiiiiii».

«Tengo millones de fans y yo eso no lo puedo evitar«, añadió Pantoja, a la que el comentario de Omar sobre que ser humilde te abre puertas le da la risa. A ella las puertas se las abren sus millones de fans. Aquí los fans de Pantoja, abriéndole una puerta.

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Justin Bieber cuando cierra los ojos en la intimidad de su dormitorio piensa en cómo le gustaría algún día tener los fans que tiene Pantoja, no te jode. Van a construir un Camp Nou al lado del Bernabéu para que le quepan a Pantoja los fans en los conciertos. Y es que ella llena estadios, pero hasta arriba, con la gente apiñada en capas y aún se desbordan y se caen para abajo por fuera.

Hay más fans de la Pantoja que personas en el mundo. Está la NASA buscando vida inteligente en otros planetas sólo para encontrar los millones de fans esos. (No digo que no tenga fans, digo que no tiene millones. Premio para el o la primera que me diga en Twitter enfadada: «pues yo soy fan de la Pantoja»)

Y así acabó la cosa. Lo de cosa es literal, porque eso no fue una gala, fue un Sálvame Delux Light con algún vídeo suelto de Supervivientes.

Adoro Supervivientes. Es mi programa favorito. El mejor reality y uno de los mejores formatos de la televisión mundial. Y Pantoja ha sido como si te ponen una pizza y te ilusionas y luego ves que es de carpaccio de criadillas de toro.

1 comentario

  1. Dice ser Matilde

    Es la mujer más prepotente , rencorosa ,, altiva vaga , insoportable , falsa que he visto en mi vida , pantoja cállate y paga las deudas y sé un poquito humilde chocho.

    15 julio 2019 | 23:16

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