Pauline Betz, fumando en un anuncio publicitario (WIKIPEDIA).
Vamos a cerrar la semana con tenis y con un nombre que quizá no os suene de primeras, pero os debería, porque la protagonista de hoy ganó nada menos que cinco torneos del Grand Slam (y fue finalista en otros tres). Es Pauline Betz.
Pauline May Betz nació el 6 de agosto de 1919 en Dayton, Ohio. Establecida con su familia en Los Ángeles, aprendió a jugar al tenis en el instituto y siguió practicándolo en el Rollins College y en la Universidad de Columbia.
En 1941 alcanzó por primera vez la final del US Open, pero cayó derrotada ante Sarah Palfrey Cooke. Pero el disgusto le duró poco, ya que en la edición de 1942, Pauline Betz se hizo con la victoria, en lo que fue la primera de sus tres victorias consecutivas en Nueva York, las dos primeras ante Louise Brough y la tercera ante Margaret Osborne.
En 1945 de nuevo alcanzó la final, pero otra vez fue derrotada por Palfrey Cooke. En aquella época, no obstante, ya era considerada la mejor jugadora del mundo. En 1946 terminó de consagrarse al ganar el título en Wimbledon, ante Brough. Ese año pudo también alzarse con Roland Garros, pero perdió en la final ante Osborne.
Betz, en la edición de Wimbledon de 1946 (Getty).
No obstante, en 1947 se resarció y ganó su cuarto US Open, su quinto título de Grand Slam, al derrotar a Doris Hart. Ese año dejó el circuito amateur y se pasó al profesional, donde jugaría 13 años más. En aquella época, como sabréis, los profesionales no podían participar en los torneos ‘open’, por lo que jugaban otras competiciones. Colgó la raqueta en 1960.
En cuanto a su vida persona, Betz se casó en 1949 con Bob Addie, uno de los periodistas deportivos más conocidos de su tiempo (especializado en béisbol). Tuvieron cinco hijos. Como curiosidad, contaros que Paline Betz es la abuela de la actriz Aya Cash, a la que conoceréis por haber interpretado a la villana Stormfront en la serie The Boys, entre otros papeles.
Paulie Betz sufrió párkinson y falleció el 31 de mayo de 2011 en Potomac, Maryland, a causa de complicaciones de su enfermedad. Tenía 91 años.
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Saludos.