Pelota de béisbol (WIKIPEDIA).
Esta semana abrimos el blog con un elemento muy concreto que es un icono no solo de un deporte, sino que lo es casi de una cultura y de un país: la pelota de béisbol.
Están fabricadas normalmente con núcleo de caucho o corcho, envuelto en varias capas de hilo muy apretado y recubierto por fuera con dos tiras en forma de ocho, bien de cuero de vaca o caballo o sintético, y cosidas por hilo de nailon rojos a través de 108 puntos perforados en el cuero.
La pelota tiene un diámetro de unos 75 mm y un peso que ronda los 0,15 kilogramos.
En los comienzos del deporte, las pelotas eran muy irregulares, porque cada lanzador fabricaba las suyas. En 1850 se decide estandarizar su fabricación, pero como se fabricaban a mano, había muchas diferencias entre una pelota y otra y se deterioraban muy rápido, con lo cual su comportamiento se volvía errático.
No fue hasta 1876 cuando se estandarizaron las pelotas y la firma Spalding se hizo con el contrato en exclusiva de todas las pelotas de la liga, acuerdo que duró casi un siglo. En 1910 se sustituyó la goma por el corcho para el núcleo, que tenían mejor vuelo que las anteriores. Diez años después, mejora el sistema de fabricación y las pelotas también.
Dos pelotas de béisbol cortadas; la de la izquierda, con núcleo de corcho y la de la derecha, con núcleo de caucho (WIKIPEDIA).
Desde entonces, las pelotas han cambiado realmente poco, si bien en la Segunda Guerra Mundial se necesitaba ahorrar caucho y se sustituyó ese núcleo por carcasas de balatá, pero en 1944 retornó el caucho.
En 1976, el acuerdo con Spalding se extingue y es la marca de Missouri Rawlings la que se hace con el contrato de fabricación de las pelotas, que dura aún.
Las pelotas de béisbol son, como os decía, un elemento muy simbólico en Estados Unidos (no creo que haya ninguna casa americana sin una), y hay que citar aquellas por las que se paga mucho dinero: las que el público consigue tras un home run.
Espero que os haya gustado el artículo. Hasta mañana.