Esto es así. Tú puedes llevar 20 años de carrera interpretativa, ser uno de los grandes nombres de la pantalla británica, trabajar hasta los 75 años, ser Lord, ser Lady, ser el rey de Escocia, da igual todo: como en algún momento de tu vida hayas sido 007 ya es a lo que quedas reducido. Fuiste el puñetero James Bond.
De hecho, hay quien dice que fue el mejor James Bond. Opinión que no comparto porque:
- Todos los James Bond que ha habido han sido «el mejor» para alguien.
- A mí las pelis de James Bond, honestamente, ni fu ni fa. Y
- A tope con Daniel Craig.
A pesar de haberse iniciado ya en la década de los ’60, su época de esplendor le llegó sin duda durante los ’80. De hecho fue, exactamente, en 1980 cuando su interpretación del príncipe Barin en Flash Gordon lo puso, para muchos, en el foco de todas las miradas.
Que tú lo ves ahora y piensas «igual lo puso en el foco pero no para bien», pero sí, sí: para bien, os lo digo yo. Es que en los ’80 las pelis eran así todas. Malas xD
(Es broma, hombre, no os enfadéis).
A este actor encaramado en lo alto de las series no tardó en llegarle la proposición de encarnar al agente británico más famoso de todos los tiempos y, vaya, no dejó pasar la oportunidad. En 1987 lo interpretó por primera vez en 007: Alta tensión y dos años después lo hizo por segunda -y última- vez en una de las cintas más archifamosas de toda la franquicia: Licencia para matar.
Tenía por entonces 40 años casi recién cumplidos. ¿Y qué hizo después? Pues esto es un poco lo que decía al principio: que es que ya da igual lo que hagas, bueno o malo o regular o casarte con una empanada. Tú has sido James Bond y es lo que vas a ser siempre, así que haz lo que te dé la gana. Lee el resto de la entrada »