Siguiendo esta nueva iniciativa que comencé la semana pasada, hoy dedico el post a otro actor cuya muerte pasó de puntillas para más de uno: Chris Penn, el hermano pequeño de Sean Penn.
A pesar de que nunca fue una celebridad como su hermano ni recibió tantos premios y reconocimientos como él, Chris Penn también fue un gran actor. Le recuerdo especialmente en su papel de Eddie Cabot en Reservoir Dogs, en Amor a quemarropa como Nicky Dimesy en El funeral, con un papelón por el que ganó el premio al mejor actor de reparto en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 1996.
Trabajó con grandes directores y contó con notables compañeros de reparto pero la mayor parte de su carrera se desarrolló, salvo contadas excepciones, en películas independientes con pequeños papeles.
No sabría decir qué es lo que falló en su caso, qué le impidió pasar al Olimpo de las estrellas y le dejó en segundo plano. Quizás le faltó algún papel de esos que te catapultan a lo más alto, quizás fue su físico. Quizás su único problema fue quedar eclipsado por un hermano que se había casado con Madonna. Quién sabe.
Es difícil que tu nombre sea «cojín de pedorretas» y pasar por la vida como uno más.
Whoopi Goldberg desde luego se hizo notar: fue primera mujer negra en ganar un Oscar como Mejor actriz de reparto desde 1939, cuando Hattie McDaniel lo obtuvo por su papel de Mammy en Lo que el viento se llevó. Y ha sido una de las siete únicas actrices afroamericanas en conseguir la dorada estatuilla (el dato me deja perpleja).
Whoopi ha roto moldes allá por donde ha ido. Ha sido la única mujer negra en ganar los cuatro grandes premios de la actuación: Emmy, Tony, Oscar y Grammy. Un hito que solo han conseguido tres mujeres más y un total de 10 personas en toda la historia de estos premios.
Claro que esto fue después de que la actriz hubiera trabajado como cajera de banco, telefonista en una línea caliente, albañil y maquilladoraen un depósito de cadáveres. Si hubiera sabido que le aguardaba un futuro tan brillante tal vez hubiera elegido otro nombre artístico un poco más serio. Porque obviamente no nació con semejante apelativo: se lo puso ella misma en sus inicios como comediante.
Con solo 25 años, Terence Trent D’Arby vendió un millón de copias de su primer álbum en tres días. Aquello fue solo el principio: pronto se convirtieron en 12 millones. Corría el año 1987 y fue encadenando un número 1 tras otro en las listas de éxitos, primero con su gran hit, Sign Your Name, luego con otros muchos, porque cada single suyo causaba furor: If You Let Me Stay, Wishing Well, Dance Little Sister…
Los discos de platinos le llovían,después llegó un Grammy. En un tiempo récord se convirtió en una megaestrella, en un ídolo de masas, dotado de un ‘charming’ muy especial, una voz prodigiosa y una música aterciopelada, que parecía que te acariciaba la piel.
Fue rival de los más grandes: Madonna, Prince, Michael Jackson… Otros como Springsteen, Leonard Cohen y Pete Townshend se rindieron a sus pies.
¿Cómo se asimila algo así?
Terence Trent Howard (el nombre con el que fue bautizado) lo asimiló con una crisis existencial y un cambio radical: hoy no se le puede mencionar el nombre con el que triunfó porque «es doloroso para él». Cree que le «mataron a los 27 años».
Renegó de su patria, Estados Unidos, y vive en Italia junto a su mujer, una periodista y arquitecta italiana, y dos hijos pequeños. Y se llama Sananda Maitreya, un nombre que un ángel le reveló en sueños.
Esta es su historia…
Gorra, cuero, rastas… esas eran sus señas de identidad en los 80, cuando triunfó con el videoclip ‘Sign your name’.
El brutal asesinato de Loalwa Braz ha conmovido Brasil, una muerte estremecedora que ha acabado con una voz prodigiosa, la voz de la Lambada, que durante los años 80 se convirtió en un auténtico fenómeno de masas. Estaba considerada una de las 20 voces más escuchadas en todo el mundo.
Una de las últimas fotos de Loalwa Braz en su perfil de Facebook.
La canción de la lambada se titulaba en realidad Chorando se foi (llorando se fue) y saltó a la fama en 1989 gracias al grupo Kaoma. En realidad esta era una versión de una canción boliviana del grupo Los Kjarkas, quienes años después les demandaron y se llevaron una sustanciosa parte de sus beneficios por los derechos de la canción.
Después de este gran hit mundial Kaoma lanzó otros sencillos como Dançando Lambada y Mélodie d’amour. Tuvieron una buena acogida pero era imposible repetir el éxito internacional de Chorando se foi, que vendió 30 millones de discos, obtuvo más de 80 discos de oro y platino y escandalizó por la sensualidad de su baile pegado.
Fue tan famosa que incluso Jennifer Lopez y Don Omar hicieron sus propias versiones.
Su cantante, Loalwa Braz, nació en Río de Janeiro y cantaba desde los 13 años.
Loalwa residía a caballo entre Brasil y Francia (donde se había nacionalizado) y también vivió un tiempo en Suiza. Tenía 63 años cuando hallaron su cuerpo carbonizado fue hallado en el interior de un vehículo en la localidad costera de Saquarema, a 100 kilómetros de Río de Janeiro, donde la artista regentaba una posada. Por ahora se maneja la hipótesis del robo y que la cantante finalmente resultó asesinada por los asaltantes. Uno de sus empleados ha confesado ser el asesino aunque la policía sospecha que contó con un cómplice.
Loalwa Braz, en una foto comercial de su web oficial.
Un final trágico para esta talentosa voz nacida en el seno de una familia de músicos, cuyo padre era jefe de orquesta Popular y su madre, pianista clásica. Fue integrante de la banda Kaoma hasta 1999, después continuó su carrera en solitario y también con su compañía Producciones Braz Brasil, cuyo objetivo era la difusión de las artes brasileñas en todo el mundo.
Toda su vida se volcó en la música latina pero también tocó ritmos africanos y demostró su versatilidad al adaptar al portugués la famosa canción de Stevie Wonder Another Star (Otro Lugar).
En 2003 lanzó un disco llamado Recomeçar, un mosaico de canciones compuestas por ella con la colaboración de artistas de diversas culturas, entre los que se encontraba Carlinhos Brown.
En 2006 publicó otro disco con grandes colaboraciones musicales y en 2011 lanzó Ensorado (soleado) con la participación de artistas de África, Caribe y América Latina.
También compuso y cantó tres musicales para la gran pantalla; dos canciones en la película Le Roi Desperados y también participó en la banda sonora de la película Dis-moi oui.
En sus últimos años profundizó en la música étnica y era miembro de la Academia Francesa de Artes, Ciencias y Letras; por la cual fue condecorada en 2003 con la medalla de plata Prix Thorlet.
Loalwa Braz con Don Omar en la entrega de los premios Billboard Latinos en Miami en 2012 (EFE).
Si quieres saber más curiosidades sobre la canción de la Lambada y los chicos que protagonizaron el famoso vídeo, no te pierdas este post: ¿Qué fue de la Lambada?
En la serie V se suponía que era de los buenos, técnicamente. Luchaba hombro con hombro con Mike Donovan en la Resistencia contra los malvados lagartos pero lo cierto es que, hiciera lo que hiciera, Michael Ironside siempre daba mal rollito. Al menos a mí me lo daba, cuando le veía en la tele siendo una niña.
Michael Ironside en su personaje de Tyler en la serie ‘V’.
Supongo que era por su cara marcada por una cicatriz. Su apellido tampoco ayudaba (¿os imagináis qué infancia tuvo que pasar llamándose Federico Reginaldo Caradehierro, su verdadero nombre traducido al español?). Así que no era extraño que estuviera encasillado en papeles de villanos terribles, psicópatas, sargentos tiranos o alguna otra clase de mandamás autoritario.
Bueno, no siempre. ¡Alguna vez también ha interpretado personajes simpáticos!
Por petición popular, porque yo también lo quería y ella lo merece, hoy le dedico este post a Kim, la más famosa y querida azafata del concurso Un, dos, tres.
La azafata Kim y el creador del programa ‘Un, dos, tres’, Narciso Ibañez Serrador.
Mi más ferviente anhelo cuando era niña era concursar en este programa. La pena es que aún me quedaban muchos años para ser mayor de edad así que me quedé con las ganas.
Era divertido, sorprendente, un espectáculo entretenidísimo en el que no faltaba tampoco la cultura. Era como el género de la revista, había de todo. En aquel tiempo en el que solo había dos canales de televisión, Un, dos, tres era un fenómeno de masas, lo vivías cada viernes por la noche desde tu casa. Lo que más me sorprendió saber es que las grabaciones podían durar un día entero, y a veces más.
Ahora, cuando veo las escenas rescatadas en Youtube, realmente me doy cuenta de que buena parte del atractivo eran precisamente las azafatas.
El canal CW, el mismo que está preparando el reboot de Embrujadas, también tiene otro ambicioso proyecto entre manos: adaptar a la televisión la famosa película ochentera Jóvenes ocultos.
Esta aventura vampírica adolescente promete sacar mucho jugo en la pequeña pantalla, teniendo en cuenta el éxito previo de Crónicas vampíricas, True Blood, Sobrenatural y otras tantas al uso.
Portada de ‘Jóvenes Ocultos’ (1987).
Normalmente me repatean los remakes, reboots o esfuerzos varios por revivir lo que una vez fue perfecto (Galactica fue una excepción y superó a la original, en mi opinión). Para bien o para mal vivimos en la era de los remakes, y la televisión está siendo un caldo de cultivo ideal para ello: MacGyver (CBS), Training Day (CBS), Frequency (CW), Westworld (HBO), Arma letal (Fox), El Exorcista (Fox)…
Pero tengo que reconocer que la idea que han planteado para Jóvenes Ocultos no está nada mal: está previsto que sean siete temporadas que abarcarán 70 años. Cada temporada se centrará en una década diferente, cambiará la historia, el escenario, los seres humanos, pero los vampiros estarán presentes a lo largo de toda la serie, dado su carácter inmortal, como los «niños perdidos» de Peter Pan, que dio origen al título original de la película (The Lost Boys).
La primera temporada se situará en San Francisco en 1967 y el proyecto pretende explorar lo que realmente significa ser inmortal, según ha adelantado el productor ejecutivo Rob Thomas (creador de Veronica Mars and iZombie), que también se está encargando del guión de este proyecto.
Como serie alternativa puede que no esté mal pero para mí no tendrá el encanto de la película original de Joel Schumacher, con Kiefer Sutherland, el dúo inigualable que eran Corey Haim y Corey Feldman y Jason Patric, el hermano mayor rebelde que se metía en un nido de vampiros en Santa Carla (California) por culpa de una chica excepcional, Estrella.
Todo muy hippy y friki al mismo tiempo. Y una banda sonora de aupa, ¿os acordáis de ese Cry Little Sister?
Algunos de sus actores siguen presentes en la actualidad, como Kiefer Sutherland.
Otros fallecieron de forma trágica, como Corey Haim, que murió en 2010 por una sobredosis accidental. Pero sentía especial curiosidad por saber qué fue de Jason Patric, un guaperas de los 80 del que no supe nada más.
Pues la verdad es que no ha envejecido nada mal, sigue manteniendo una buena planta a sus 50 años, que tiene justo ahora. Aquí le podéis ver en una imagen de hace tres años y pocos meses:
El actor en noviembre de 2013. (GTRES)
Después de saltar a la fama por Jóvenes ocultos protagonizó La bestia de la guerra(1988) una película bélica sobre un carro de combate soviético perdido en Afganistán.
En 1990 se puso en la piel del mísmisimo Lord Byron en una película de Roger Corman, La resurrección de Frankenstein, una osada apuesta que compartió con John Hurt, Bridget Fonda y Raul Julia.
Jason Patric como Lord Byron, Bridget Fonda como Mary Shelley y Michael Hutchence en el papel de Percy Shelley.
Al año siguiente tuvo como compañera de reparto a Jennifer Jason Leigh en Hasta el límite(1991) y en 1993 probó suerte con el western compartiendo cartel con dos grandes, Gene Hackman y Robert Duvall en Gerónimo, una leyenda.
En los años siguientes destacó en película como Sleepers(1991), que recibió una nominación al Oscar, Speed 2 (1997), por la que fue nominado a un Razzie, Amigos y vecinos (1999), donde volvió a ser alabado por su interpretación y también compartió una memorable escena de ducha con Aaron Eckhart.
También trabajó en la película La delgada línea roja (1998) pero todas sus escenas fueron cortadas en el montaje final.
Asimismo, pudo haber protagonizado La tapadera(1993) pero rechazó el ofrecimiento y Tom Cruise se hizo con el papel.
Afortunadamente en Narc (2002) recibió buenas críticas por su papel de oficial de narcóticos encubierto.
Así ha sido la carrera de Jason Patric: una de cal, otra de arena.
En 2012 tuvo otro revés: cuando llevaba varias semanas rodando la película Copperhead el director Ronald F. Maxwell le rechazó por considerar que no le veía en el papel. Fue sustituido por Billy Campbell.
Afortunadamente no le ha faltado trabajo, ese mismo año protagonizó la comedia Cavemen, en 2014 hizo una película de acción junto a Bruce Willis, The prince, y en 2016 consiguió hacerse con uno de los personajes principales en la segunda temporada de la serie Wayward Pines.
Jason Patric y Nimrat Kaur en Wayward Pines (2015). (FOX)
También ha tenido un buen recibimiento en Broadway, donde destacó en la primer década del nuevo milenio en obras como el clásico de Tennessee Williams La gata sobre el tejado de zinc.
Sobre las tablas de Broadway también tuvo un recuentro inesperado con Kiefer Sutherland en That Championship Season, una obra ganadora del premio Pulitzer escrita por su propio padre, el también actor Jason Miller, al que todos conocemos por su popular papel del padre Damian Karras en El exorcista.
Jim Gaffigan, Chris Noth, Brian Cox, Jason Patric y Kiefer Sutherland en el estreno de la obra ‘That Championship Season’ en Broadway, marzo de 2011. (GTRES)
La relación entre Kiefer Sutherland y Jason Patric en realidad tiene mucha enjundia, porque casualmente Jason Patric fue el nuevo novio de Julia Roberts cuando esta plantó en el altar a Kiefer Sutherland.
Todo ocurrió en 1991, cuatro años después del rodaje de Jóvenes ocultos. Julia Roberts y Kiefer Sutherland iban a casarse por todo lo alto en junio de 1991. Se habían conocido en la película Línea mortal(1990), pero la novia canceló en enlace unos días antes porque se enteró de que Kiefer le había sido infiel.
Y encontró consuelo en el mejor amigo de su ex, Jason Patric, con el que se mudó a Irlanda. Pero no fue una relación satisfactoria.
«Sabía que salir con Julia sería problemático. No tenía idea de lo mucho que iba a afectar a mi privacidad. Yo soy una persona reservada y sufrí una auténtica pesadilla. En los seis años que llevaba de carrera como actor había tratado de ser lo más anónimo posible y en cuestión de un par de semanas me convertí en una de las personas más públicas del mundo porque estaba saliendo con una famosa que le gustaba salir en la prensa», relató en una ocasión el actor.
Estuvieron juntos siete meses. Después se le relacionó con Jennifer Jason Leigh y Christy Turlington y finalmente encontró una pareja duradera en Danielle Schreiber, con la que estuvo 10 años.
Durante su relación concibieron un hijo por fecundación in vitro y cuando se separaron definitivamente en 2012, ella consiguió que le quitaran la custodia alegando que, según la ley de California, Patric era un donante de esperma ya que ambos no se habían casado y la concepción del niño tuvo lugar por medios artificiales.
El actor y su expareja entablaron una larga batalla en los tribunales que trascendió a los medios de comunicación, Patric se convirtió en paladín de otros casos como el suyo y luchó para que las leyes de California contemplaran derechos parentales a los donantes del esperma.
Actualización: me apuntan por aquí abajo que desde hace unos años mantiene una relación con la también actriz Gia Mantegna. Espero que tenga mejor suerte con ella, ¡muchas gracias por la aportación! 😉
Actualización: me apuntan por aquí abajo que desde hace unos años mantiene una relación con la también actriz Gia Mantegna. Espero que les vaya bien ¡muchas gracias por el chivatazo! 😉
En estos días en los que triunfan en la música las voces sintetizadas y pasadas por mil filtros, no puedo dejar de acordarme del que fue el mayor fraude de la historia de la música: Milli Vanilli.
Eran guapos, atléticos, molones y además tenían una voz portentosa… o eso parecía. Este dúo alemán formado por Rob Pilatus y Fab Morvan consiguieron vender más de 7 millones de copias en poco más de dos años, fueron número 1 en las listas de éxitos de media Europa y Estados Unidos y ganaron un Grammy al mejor artista revelación.
Pilatus incluso se vino arriba y llegó a afirmar en la revista Time que Milli Vanilli tenía «más talento que Bob Dylan, Paul McCartney y Mick Jagger».
Pero un día el playblack falló durante un concierto y entonces llegó el escándalo. Se descubrió que ellos solo eran bailarines, una cara comercial para la voces reales de Milli Vanilli, de hecho ellos casi no sabían hablar inglés. El impresionante éxito obtenido con Girl You Know It’s True, su tema más popular, se convirtió de la noche a la mañana en decepción, indignación, ira y reclamaciones .
¿Con ganas de moverse después del empacho de estas fiestas? Pues si había una canción que hacía que mis pies bailaran solos era I feel the Earth Movede Martika.
Su ritmo ochentero, su letra pegadiza… Madre mía, cuantas veces la habré cantado a voz en grito. Martika nació para ser la contrapartida morena de Madonna y era un icono por entonces, había miles de chicas que llevaban su mismo corte de pelo.
Imagen de la portada de su single ‘I feel the Earth Move’.
Nació en California pero parecía española y de hecho lo era, genéticamente hablando: sus padres eran cubanos de origen canario que después emigraron a Estados Unidos. Su verdadero hasta suena a canario: Marta Marrero.
I feel the Earth Move hizo furor a finales de los 80 y comienzos de los 90, justo coincidiendo con mi debut en las discotecas (entonces podías entrar con 16 años, y la verdad es que muchas nos colábamos con menos años) y esta canción me volvía absolutamente loca en las pistas.
Esta noche vienen los Reyes Magos y yo no puedo evitar revivir esa expectación casi histérica, esa emoción indescriptible que sentía cuando era niña en esta fecha.
Y uno de los momentos que tengo grabado a fuego es la mañana de Reyes que vi en mi salón el juguete que más ansiaba, un sueño hecho realidad: el juego del Imperio Cobra.
Cuántos grandes momentos vividos con este juego de CEFA creado en los años 80.
Ay, qué buenos momentos pasé con este juego, en casa de mis vecinos o en mi propia casa. En plena fiebre de Conan y sus películas, casi me podía sentir como una de sus legendarias guerreras.
De los tres reinos que se podían elegir, el selvático Khytya, el desértico Vendha y el helado Hyrca, yo siempre me cogía el mundo de hielo, me encantaba.
Tablero del juego, con sus tres reinos y la isla Cobra. (CEFA)
Luego estaban las cartas del oráculo, la ansiada carta del ‘Nautilus’, que te permitía acceder a la isla Cobra directamente (o eso recuerdo), o la ‘ayuda de los dioses’, que era como algo venido del futuro. Y luego estaba la cabeza plateada de la Cobra, siempre estaba dispuesta a fulminarte con sus rayos en los ojos (eso me lo imaginaba yo).
Cartas del oráculo del juego de CEFA ‘En busca del Imperio Cobra’.
El juego fue lanzado por CEFA en 1981, con un magnífico trabajo del ilustrador Isidre Monés; cada uno de sus dibujos me transportaba directamente a ese mundo de fantasía. Su creador fue Pepe Pineda, también artífice de otros grandes juegos de entonces como El cetro de Yarek, Dagon y los hechiceros de los reinos negros, El templo de cristal, Alerta roja, Spectra y El extraño caso de la calle Morgue.
En 2015 se relanzó una edición especial conmemorativa del juego, pero para mí ya no tiene el encanto del antiguo.
Edición conmemorativa de 2015, ‘En busca del Imperio Cobra’.
Lo que sí es una curiosa novedad es una serie de novelas que está a punto de lanzar el sello Nosolorol. Bajo el título de El Retorno del Imperio Cobra constituye un librojuego al estilo de Elige tu propia aventura (otro clásico de mi infancia), en el que el lector se convierte en el protagonista de la historia y va tomando decisiones que conducen hasta diferentes finales.
Portada del libro ‘El retorno del Imperio Cobra’ (Nosolorol).
Así presenta la editorial esta novedad en ciernes:
Y entonces vino el Imperio Cobra, y con él la guerra. El Emperador Cobra, del que muchos dicen que es uno de los antiguos dioses, se rebeló contra los reinos salvajes de los hombres, pretendiendo someterlos bajo su yugo. Pero los subestimó. Surgió un héroe de entre la raza de los hombres, Gilgamešh, que logró derrotarle con la ayuda de los otros dioses. Tras la guerra y bajo su reinado se vivieron largos periodos de paz en los que florecieron los tres reinos en los que quedó dividido el reino de Erech: Khytya y sus profundas selvas, Vendha con sus infinitas arenas, e Hyrca bajo sus eternos hielos.
Me pica mucho la curiosidad, la verdad. La nostalgia me puede cuando se trata de los juegos de mi infancia.
En este sentido, el juego de Imperio Cobra no es el único que ha sobrevivido hasta nuestros días. Aquí os dejo una muestra de algunos mis juguetes queridos de los 80 y cómo son en la actualidad (algunos irreconocibles). De todos ellos, reconozco que los que han mejorado mucho son los Playmobil y los Lego. Si hubiera tenido en mis manos el catálogo de Lego Star Wars que hay hoy en día en las estanterías…
Lego
Una casita de Lego en los años 80 (izda.) y la Estrella de la Muerte de Lego Star Wars en la actualidad.
Operación
El juego ‘Operación’ en los años 80 (izda), y en la actualidad, versión Star Wars, el Despertar de la Fuerza.
Pinypon
El carro de Pin y Pon en los años 80 (izda.) y la carroza en la actualidad (dcha.).
El barco pirata de Playmobil
Barco pirata de ‘Famobil’ en los años 80 (izda.) y el barco pirata Playmobil con mando a distancia de la actualidad (dcha.).
Barriguitas
A la izquierda, el tiovivo de las barrigas («espelalme, epelalme que yo también quielo subir»), a la izquierda, ‘los’ barriguitas en la actualidad. (FAMOSA)
