A lo mejor me decís que estoy muy pesada, y tendréis toda la razón, pero es que el estreno de Cazafantasmas: más allá es, de lejos, el estreno que con más ganas había esperado en los últimos años, y pues estoy monotemática, me vais a perdonar.
La cuestión es que el otro día, en el ratito de radio que hago los jueves hablando de cosas frikis, vino a colación una pequeña anotación sobre las actuales profesiones de tres grandes del cine de los ochenta, como son Rick Moranis y Steve Martin (dedicados ahora ambos a la música) y -nuestro prota de hoy- Dan Aykroyd que, por si alguien no lo sabe o lo ha olvidado, es la mente pensante creadora de Cazafantasmas.
Que habrá quien diga que «¡Eh! Cazafantasmas es de Dan Aykroyd y Harold Ramis». A ver, sí y no. El guion de la película que todos conocemos de Cazafantasmas fue escrito por Aykroyd y Ramis, pero en realidad fue una modificación del borrador original, obra exclusiva de Aykroyd. Por tanto, la idea de Cazafantasmas es, y ha sido siempre, de Dan.
Y, de hecho, es esto un punto muy importante, porque cuando Aykroyd estaba escribiendo su guion, ese en el que vislumbraba la película como una distopía futurista en la que la población mundial ya estaba acostumbrada a la coexistencia con los entes paranormales y los cazafantasmas estaban ya integrados como un servicio público más, igual que bomberos o policía, el papel de Peter Venkman se escribió pensado para ser interpretado por John Belushi, gran amigo y socio de Aykroyd en The Blues Brothers (Granujas a todo ritmo).
Lamentablemente, mientras Aykroyd estaba trabajando en el guion, John Belushi falleció (y de esto se cumplirán cuarenta años dentro de unos meses), razón por la cual vimos finalmente a Bill Murray en el papel de Venkman (por eso, y porque Michael Keaton rechazó el papel).
Y ¿por qué digo que esto es un punto muy importante? Pues porque John Belushi, tal vez os lo imaginéis ya (si es que no lo sabíais) era el hermano mayor de Jim Belushi, otro actor de éxito de la década de los ’80 y los ’90. Es imposible olvidarlo en perlas como La pequeña pícara o, especialmente, Superagente K9.
La relación de Aykroyd con el pequeño de los Belushi ha sido siempre absolutamente estrecha y fraternal, hasta el punto que Jim ha sustituido a su hermano John en ese dúo musical tan absolutamente extravagante y ochentero que son los Blues Brothers. Desde hace años, ambos (Dan y Jim, de 69 y 67 años respectivamente) actúan juntos en diferentes eventos, que van desde conciertos multitudinarios hasta pequeñas presentaciones en actos de homenaje a los veteranos de guerra.
Y, quién sabe si por convicción, porque está de moda o un poco de ambas cosas, ahora también, como tantos otros famosos últimamente, se han dado al cultivo y venta de su propia marihuana: The Blues Brothers, working man’s brand («La marca del hombre trabajador», que te trae seis cigarros de marihuana ya liados).
Ambos la han promocionado felizmente a través de Good Company, sus semidirectos en Live Nation.