Hará algo así como año y medio, mi predecesora en este blog contaba cuáles eran los motivos por los que Hollywood ya no quería a Brendan Fraser. Uno de los post más visitados de este espacio. Desde entonces y hasta hace bien poco, lamentablemente, no es que la cosa cambiara demasiado para Fraser.
Fraser en marzo de este año (GTRES)
Sin embargo, es posible que en las últimas semanas hayáis oído hablar, de nuevo, mucho sobre él. Y esto puede ser por dos motivos:
El primero de ellos se refiere más a su faceta personal: a finales de febrero, la revista GQ publicaba una entrevista en la que el actor dio una información desconocida hasta ahora. Por un lado, contaba que la catastrófica entrevista con AOL, en diciembre de 2016, en la que se le veía encorvado, susurrante y despistado, que lo convirtió (una vez más) en meme y motivo de mofa alrededor del globo fue en un momento muy complicado para él, ya que llevaba años retirado de los focos y, además, su madre acababa de fallecer, lo que lo tenía sumido en una etapa de intenso duelo.
Pero Brendan, en esta entrevista, revelaba también haber sido víctima de un episodio de acoso sexual en 2003 por parte de Philip Berk, antiguo presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, la HFPA, poderosa institución que organiza, entre otras cosas, los Globos de Oro.
El propio Berk menciona en sus memorias este episodio como un «pellizco en el culo», pero la visión de Fraser es totalmente distinta:
Su mano izquierda se movió hasta agarrar mi nalga y uno de sus dedos me tocó el perineo y lo empieza a mover. Me sentí enfermo, como si fuera un niño pequeño, como si tuviera una bola en la garganta. Pensaba que me iba a echar a llorar. Me culpaba a mí mismo y me sentía fatal, porque me decía a mí mismo: «Esto no es nada, este tío se movió por ahí y me manoseó». El verano pasó y no recuerdo qué película hice después. Hizo que me recluyera. Me convirtió en huraño y el trabajo empezó a marchitarse para mí.
Pero el segundo motivo por el que últimamente vuelve a hablarse de quien fuera George de la Jungla es su vuelta a pantalla que, aunque es cierto que es en un papel secundario, lo hace en uno de los guiones más prometedores de este año: la serie Trust, que FX acaba de estrenar este mismo mes de marzo y que está disponible en HBO.
La serie, protagonizada por un extraordinario Donald Sutherland, y que también cuenta en su reparto (además de con Fraser) con Hilary Swank o Michael Esper, está basada en hechos reales y se desarrolla en los años setenta, cuando el menor de los herederos de la dinastía Getty, cuya fortuna está amasada en petróleo, es secuestrado en Roma por la mafia italiana y a su familia no le interesa, al parecer, recuperarlo.
En una historia en la que Sutherland es el patriarca, Fraser es su mano derecha (o una de ellas) en la sombra: el jefe de seguridad y encargado de gestionar los que han de ser los aspectos menos conocidos públicamente de la vida del magnate. Arranca en el primer episodio dándole la noticia de que la muerte de su hijo ha sido, en realidad, un suicidio, cosa «inaceptable» para el senior de los Getty.
Si tenéis ocasión, no dejéis de echarle un vistazo. Especialmente el episodio dos, EL Tejano, del que es absoluto protagonista. Además de porque, como decía antes, promete ser una de las mejores series de la temporada y las interpretaciones son soberbias, podemos ver de nuevo a un Brendan elegante, centrado y templado en un papel que, personalmente, creo que le va como anillo al dedo en este momento de su vida. Cruzo los dedos para que este sea su resurgir definitivo y podamos volver a verlo durante mucho, mucho tiempo más.