Alcoholismo, mala suerte y un fuerte carácter… ¿Qué fue de la actriz Sean Young?

Cómo me gustaba Sean Young. Podía ser elegante y sofisticada, como la replicante Rachel en Blade Runner, pero también una aguerrida fremen en Dune o una valiente piloto de helicóptero en Pájaros de fuego.

Durante los años 80 se la rifaban, trabajó con grandes directores, sus películas eran aclamadas, inolvidable aquella escena de la limusina con Kevin Costner en No hay salida (No Way Out) .

Y podría haber hecho muchos otros grandes papeles, pero en los años 90, una mezcla de mala suerte, enfrentamientos personales y declive profesional terminaron apartándola de la escena de Hollywood. ¿Qué ha sido de ella?

«Durante el rodaje de Blade Runner Harrison Ford nunca estaba contento —contó una vez Sean Young—. La única vez que estuvo feliz fue cuando le dijeron que había acabado».

Siempre me ha parecido muy curioso qué diferente puede ser la perspectiva de un actor en su trabajo y la ‘película’ que nosotros nos montamos en la cabeza cuando vamos al cine o vemos la televisión. Para mí, como para otros muchos, Blade Runner es una obra maestra, algo perfecto y digno de adorar. Y aunque con el tiempo se convirtió en una película de culto, y a juicio de muchos, es la mejor interpretación de Sean Young, parece que para ella la experiencia no fue tan agradable ni mucho menos su relación con Harrison Ford, un roce que parece que vino de perlas al gélido romance entre Rachel y Deckard.

Pero no todo fueron grandes papeles, incluso en sus dorados años 80. También hizo sus bodrios comerciales, como Baby, el secreto de una leyenda perdida, junto al ‘gran héroe americano‘, y algunas de sus interpretaciones sufrieron recortes drásticos de metraje como en Wall Street (1987) debido a sus abiertos enfrentamientos con su compañero de rodaje Charlie Sheen.

También perdió el tren con algunas películas, como La princesa prometida (1987), donde iba ser la princesa Buttercup, papel que al final fue para Robin Wright, y sobre todo Batman (1989), donde iba a ser la periodista Vicki Vale.

De hecho ya se encontraba incorporada al rodaje de la película de Tim Burton cuando tuvo la mala suerte de caerse de un caballo y romperse un brazo. Resultado: regaló a Kim Basinger uno de sus papeles más recordados. Pero sus desgracias solo acababan de empezar.

En 1988 protagonizó junto a James Woods la película Impulso sensual (1988) y parece que hubo algo de química entre ellos, con resultados explosivos: un tiempo más tarde Woods demandó a la actriz, asegurando que les estaba acosando a él y a su entonces pareja, a la que dejaba escalofriantes mensajes por teléfono, y que incluso había dejado una muñeca desfigurada en la puerta de su casa.

Sean Young lo negó todo, incluso que hubiera habido una relación entre ellos, porque ya por entonces salía con el que más tarde se convertiría en su marido, el actor y cantante Robert Lujan, a quien conoció en un mini-serie televisiva en 1985 llamada Blood and Orchids.

Con su marido Robert Lujan en la gala de los Oscar de 1996.

James Woods y Sean Young llegaron a los tribunales y aunque al final llegaron a un acuerdo entre ellos la mala publicidad marcó su carrera.

«Había un montón de rumores circulando sobre mí. Y como no me defendí, mi ausencia ayudó a crear más rumores todavía«, aseguró en una entrevista Sean Young.

Sean Young y James Woods en una escena de ‘Impulso sensual’. (MGM)

Los productores de Hollywood comenzaron a mirarla con otros ojos: la veían como una desequilibrada y aquello pareció confirmarse con Dick Tracy (1990), donde iba a interpretar a Tess Trueheart. Finalmente se decantaron por otra actriz, porque pensaron que Sean Youn no era lo suficientemente «maternal» para el papel.

Ella proclamó a los cuatro vientos que su despido había sido un castigo por no corresponder a unas supuestas tentativas de Warren Beatty, afirmaciones que Beatty negó.

«Yo estaba siendo acosada sexualmente por él. Este tipo de cosas no eran noticias para nadie. Hay una regla en Hollywood que nunca se rompe: no se dice a la prensa la verdad sobre la gente. Yo rompí esa regla y pagué un precio muy, muy grande«, se lamentó la actriz más tarde.

Cuando Tim Burton volvió a la franquicia del hombre murciélago, Sean estaba entusiasmada por interpretar el papel de Catwoman pero los productores no la veían para el papel. Entonces, indignada, se enfundó en un traje clásico de Catwoman y ni corta ni perezosa se presentó en un programa de televisión para protestar contra los productores y echarles en cara que le debían esa oportunidad por su papel perdido de Viki Vale tras el accidente del caballo. No os lo perdáis aquí, en el minuto 4.36:

Como era de esperar, no le dieron el papel, que fue a parar a Michelle Pfeiffer. Catwoman se sumó a su lista de papeles perdidos, que son multitudinarios en su carrera. A los ya mencionados también hay que sumar el de Marion en En busca del arca perdida (1981) y el de Blythe Hunter en la serie Wicked Wicked Games (2006), que perdió por un enfrentamiento con los productores (otra vez). Incluso Woody Allen la ‘recortó’ de dos películas suyas, Delitos y faltas (1989) y Alice (1990), en cuyo montaje final prescindió de las escenas en la que ella aparecía.

Los años 90 fueron su época fatídica. Sean Young buscó consuelo en la comedia (o tal vez fue lo único que le ofrecieron), con películas como Distracción fatal (1993), una recopilación de parodias y clichés de las películas de suspense y asesinatos, y Ace Ventura, un detective diferente (1994), en el que ella interpretaba a una policía transexual en una escena que, por cierto, se ha considerado un gran ejemplo de transfobia.

Ace Ventura fue un gran éxito comercial pero no favoreció precisamente la carrera de Sean Young. Solo le ofrecían papeles mediocres en películas mediocres, de manera que se retiró con su marido y sus dos hijos a Arizona. Pero ni siquiera eso le salió bien, porque se divorciaron en 2002.

También sufrió otras pérdidas e incidentes, como las dolorosas muertes de su padre (en 1995) y su madre (en 2012), varios episodios de grescas en galas, como el que protagonizó en 2012, cuando la arrestaron en una fiesta posterior de los Oscar por abofetear a un guardia de seguridad.

Hasta entonces había seguido adelante con películas independientes y/o extranjeras. En este sentido, destacó su interpretación como la popular bailarina Isadora Duncan en la mini-serie rusa Esenin (2005). También participó en episodios sueltos de series como Urgencias, C.S.I.: Las Vegas y One Tree Hill.

En 2010 participó en el concurso Skating with the Stars pero fue eliminada en la primera ronda.

Finalmente se decantó por otro reality televisivo que, al parecer, se ajustaba más a su perfil: Celebrity Rehab, donde aceptó que había arrastrado gran parte de su vida un problema con el alcoholismo y se mostró dispuesta a superarlo y hacer borrón y cuenta nueva.

Desde entonces, parece que ha encontrado un equilibrio en su vida. Su exmarido Robert Lujan fue a visitarla durante su proceso de rehabilitación y se reconciliaron. Se volvieron a casar en 2011 y ya en la cincuentena, con sus hijos ya crecidos, sigue trabajando activamente con pequeños papeles en pequeñas producciones y también quiere pasarse a la dirección.

Entre sus trabajos más curiosos de estos últimos años, en 2013 participó en el episodio piloto de una serie creada por fans de Star Trek llamada Star Trek: Renegades, en la que también colaboraron otros actores ligados a la franquicia galáctica como Walter Koenig (Chevov).

Ahora se hace llamar Mary Sean Young, quizás en un intento por ‘resetear’ su vida.

Con Harrison Ford en ‘Blade Runner’.

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